Boca cosechó un nuevo triunfo en su gira por Europa, esta vez frente al AEK griego. Alfio Basile paró a su "equipo de memoria" y esta tarde, durante gran parte del partido, los engranajes parecieron encajar.
Pablo Mouche fue uno de los que mejor rendimiento tuvo. Con la asistencia para el gol de Martín Palermo y una conquista suya en el segundo tiempo, al pibe de 21 años se lo vio jugando por izquierda durante los primeros minutos del partido, asociándose con Insúa, pero luego se pasó de banda y fue por la derecha desde donde envió el centro para el testazo de Palermo. Por allí permaneció Mush, como lo suele llamar Carlos Bianchi, hasta que fue reemplazado por Noir.
La llegada al plantel de Gary Medel y el Federico Insúa suponían su asociación en el mediocampo con Riquelme. Y así se vio en cancha. El ex América de México estuvo presente por la izquierda de la cancha mientras que al chileno se lo vio por la banda opuesta. Ambos siempre estuvieron en contacto con el 10 que, como de costumbre, supo distribuir el juego desde el mediocampo hacia el ataque, incluyendo la asistencia para el gol de Mouche.
Durante el segundo tiempo, se realizaron varios cambios que incluyeron las salidas de Palermo, Mouche, Insúa y Gaitán (ingresó por el Pocho, pero se fue por molestias luego de un golpe) y ya el partido no tuvo el mismo ritmo. Boca administró la tenencia de la pelota y no corrió riesgos, pero tampoco tuvo muchas más chances para convertir.
Uno de los aspectos más positivos de la gira fue la aparición de los goleadores cuando Palermo no podía aprovechar sus situaciones. Battaglia anotó dos veces (Lask y Aris Salónica) y fue implacable en su función de cinco. Además, Basile que pedía a gritos a un delantero que reemplazara a Palacio, podrá descansar tranquilo luego de ver el rendimiento de Mouche. El "equipo de memoria" tuvo una gira positiva y emprenderá el regreso al país en busca del mismo rendimiento en el comienzo del Apertura.
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