sábado, 11 de septiembre de 2010
Riquelme quiere ayudar en este momento difícil. Aunque sea desde afuera
Tiene ganas de jugar ya pero le falta, así que pidió viajar con el grupo para apoyar.
Con un morocho en el avión, directo a Bahía, vamos con un morocho en el avión...
Bahía es Blanca esperanza. Y él, qué duda cabe, es morocho esperanza.
Riquelme tomó una de esas decisiones de las que intuye el efecto y actúa en consecuencia. Una movida que puede parecer intrascendente para todo aquel que no conozca a Román y al siempre sorprendente Mundo Boca, pero que adquiere fundamental relieve prejuzgando a los personajes en cuestión.
La noticia pura y puntual contará que Riquelme quiere viajar a Bahía Blanca junto al plantel. El primer análisis, el que surgirá más llano y primitivo, comprenderá que el 10 pretende estar junto a sus compañeros en una instancia clave y acompañar desde afuera la visita a Olimpo, por más que el físico no le permita ser el Dios en el verde césped. La segunda mirada, más profunda, entenderá que Román busca darle apoyo a Borghi y a este proyecto que lo entusiasma. Es un mimo, una caricia. De alguna manera, hacerle ver al mundo que él también está arriba del barco y no quiere que se hunda.
“Ojalá que pueda ser dirigido por este entrenador”, había avisado Riquelme hace tres semanas cuando Bichi caminaba por la cornisa. Ahora, con la posible salida del DT otra vez como foco de atención, el enganche nota que la coyuntura lo necesita. Un gesto, una mirada, una palabra suya pueden servir como estimulante para varios futbolistas que lo observan parados en la vereda del respeto, la admiración y la idolatría. De hecho, luego de la victoria frente a Vélez, Matías Giménez contó que “la motivación de Román antes del partido nos sirvió muchísimo”. Además, este viaje junto al grupo se debe interpretar como una muestra más de ese liderazgo compartido con Palermo, que cada uno de los ídolos intenta mantener a través de distintas acciones, públicas o privadas, afuera o adentro de la cancha.
Soslayada la remanida cuestión del apoyo, el otro elemento fundamental de esta historia indica que Riquelme quiere ayudar desde donde más sabe y mejor le sale, en el campo de juego. No encontrará el lector en estas líneas la contestación a la pregunta más repetida (¿cuándo vuelve a jugar Román?) simplemente porque nadie, en los recovecos más íntimos de la Bombonera y aledaños, conoce la respuesta. ¿Cuáles son las certezas, entonces? Que quiere regresar cuanto antes, que cada vez se siente mejor, que no hay retrocesos y... y... y... que habrá que esperar, como mínimo, de dos a tres semanas para deleitarse con su elegancia.
Operado el 18 de mayo, su recuperación cumple con las etapas previstas por los médicos y la señal positiva es que hasta ahora no apareció líquido en la rodilla. Esta variante, al cabo, es la que no permite establecer una fecha definitiva de retorno. Se toma como ejemplo la lesión de Battaglia: Sebastián pensaba volver a los cuatro meses y desde la operación pasaron siete. Ahora, Román dedica su tiempo a fortalecer el cuádriceps ya que luego de la intervención quirúrgica, el músculo quedó debilitado. Y mientras va del consultorio al gimnasio y del gimnasio al consultorio, se toma un tiempito para transformarse en el jugador N°12.
viernes, 10 de septiembre de 2010
Borghi va sin cambios, si no cambia algo chau campeonato....
Serían los mismos once que contra San Lorenzo, salvo el expulsado Medel (jugará Erbes). Cellay entrenó diferenciado pero confían en que llegue.
Profesión intranquila, un día estás y otro no, los técnicos son material descartable y la desesperación abunda en los bancos de suplentes, símil sillas eléctricas. Pero mientras algunos piden que se accione el switch y la descarga lo haga volar, el Bichi Borghi pone estabilidad en el presente de Boca, con tres derrotas en cinco partidos.
La caída ante San Lorenzo no le quemó los papeles al técnico: aún conserva intactos los borradores con la formación del sábado pasado y de hecho la repetirá este domingo, cuando deba viajar a Bahía Blanca para enfrentar a Olimpo. El único ausente será Gary Medel, expulsado la fecha pasada, y en su lugar ingresará Cristian Erbes.
En la práctica de fútbol de hoy, donde los titulares empataron 0 a 0 contra los suplentes en media hora de fútbol, no participó Christian Cellay por estar lesionado, e hizo trabajos diferenciados. Sin embargo, desde el cuerpo técnico confían en que llegue sin problemas al domingo para aportar tranquilidad a la defensa. Esa tranquilidad que necesita Boca y, más que nadie, Borghi.
jueves, 9 de septiembre de 2010
No empiecen con que la cancha de Olimpo es chica y bla..bla..bla...
La cancha de Olimpo es difícil, así que habrá que tomar algunas precauciones...”.
Matías Caruzzo sabe muy bien lo que es jugar en un campo de juego más chico. Por su historia en Argentinos, nacido y criado en La Paternal, tiene la experiencia de haber hecho toda la carrera en una cancha parecida, en cuanto a las dimensiones, al Roberto Carminatti de Bahía Blanca. Y Boca jugará allí el domingo y la diferencia con la Bombonera es evidente. De ancho mide un metro más (70 contra 69). El problema es el largo: 105 la de Boca y 95 la de Olimpo. ¿En qué cambia? “Lo importante en cualquier cancha es tratar de jugar bien. Después sí, hay pequeños detalles o algunas cuestiones para tener en cuenta. Por ejemplo, ante cada saque de arco del rival. Como la cancha es más corta, cualquier pelotazo largo puede picar y llegar rápidamente a tu propia área. A esas cosas tenés que estar mucho más atento para que no te sorprendan con eso o en un pelotazo largo”, analizó el líbero del equipo de Claudio Borghi.
Justamente, el Bichi no conoce la cancha de Olimpo. “Nunca me tocó jugar ni dirigir ahí. Yo creo que decir que perdés porque la cancha es más chica es una excusa. Puede tener medidas más chicas, es cierto, pero no por eso vas a ganar o perder”, relativizó el técnico. Lo que no relativiza es que Boca viene teniendo problemas con la pelota parada en lo que va del campeonato. Déficit que recientemente quedó al descubierto contra San Lorenzo, rival que le ganó bastante en el juego aéreo (el gol de Balsas fue de cabeza). Por ese motivo, y por la tendencia de Olimpo de utilizar ese recurso especialmente cuando juega de local, el entrenador dirigió ayer una práctica intensa donde mató de centros a los defensores. El cuerpo técnico armó un triángulo dentro del campo de juego de una de las canchas de Casa Amarilla y colocó tres arcos en cada lado de dicho triángulo. Con los que juegan en el fondo, ensayó mucho juego aéreo, en defensa y en ataque. Con los volantes y delanteros, practicó definición.
Lo importante, a esta altura del torneo, es achicar el margen de error ante cada centro... El sábado pasado el que complicó fue Balsas y su 1,97 metro. El domingo espera el gigante Delorte y su 1,99 metro. “Lo he marcado. Es un jugador difícil de arriba pero también me ha tocado marcar muchísimas veces a Palermo y no creo que haya otro delantero que cabecee mejor que él”, contó Caruzzo, quien a su vez marcó algunas diferencias con la cancha del Bicho: “Jugué en cancha de Olimpo y es algomás corta que la de Argentinos”. Y tiene razón en lo que dice: la de Bahía Blanca mide cinco metros menos de largo que la de La Paternal. Eso sí, la de Olimpo es cuatro metros más ancha.
Hoy por la mañana será la práctica de fútbol y una de las canchas de Casa Amarilla, por un día, podría achicar sus dimensiones para parecerse a la de Olimpo. Esta semana, Borghi profundizó las prácticas de fútbol en espacios reducidos (su ejercicio fetiche) para que sus jugadores jueguen a uno o dos toques. Así buscará evitar que la cancha chica no sea un infierno grande.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
El único cambio sería el de Erbes por Medel, expulsado,veremos..veremos....
En Boca no sólo los resultados son golpes de KO. Las lesiones vienen a la par. Riquelme arrancó el campeonato afuera y tiene para varias fechas más, pero no es la única pálida. Con el pasar de los partidos quedan secuelas, más allá de las derrotas. En el último, el 1-2 vs. San Lorenzo, fue Cellay el que dejó la cancha con dolores (tobillo). Igual, siempre que llovió, paró. Christian hoy trabajó con normalidad y le dejó en claro a Borghi que quiere estar con olimpo en Bahía.
El defensor estuvo en duda, más afuera que adentro, por un fuerte golpe en el tobillo derecho. Venía trabajando diferenciado y el Bichi ya pensaba en Marín como su reemplazante. Pero Cellay no se bajó. Dejó de lado el trabajo diferenciado y realizó el mismo entrenamiento que el resto de sus compañeros. Formó parte del táctico, participó del juego aéreo y se anotó para seguir entre los once titulares. Además, Méndez y Cañete entraron en la etapa final para dejar atrás sus lesiones.
El plantel hizo un trabajo dividido y con tres arcos. Por un lado, los defensores desactivaron pelotas aéreas; por el otro, delanteros y volantes aceitaron el tema de la definición. Mañana harán fútbol para empezar a delinear el equipo que irá a Bahía Blanca. Los once serían los mismos que perdieron contra el ciclón, con el único cambio de Erbes por Medel (expulsado). Riquelme sigue mentalizado en su recuperación, metiéndole gimnasio y kinesiología.
Lucchetti pide paciencia ,más la paciencia esta agotada...
Lucchetti pide paciencia ante el mal momento aunque reconoce que en Boca no se espera: “Son las reglas”.
Cuando uno va a un trabajo nuevo se encuentra con gente nueva, jefe nuevo, dirigentes nuevos. Pasa en todos lados. Necesitás un tiempo lógico de adaptación. Cuando se dan los resultados, todo bien. Y cuando no, empiezan a decir que los nuevos vinieron para nada y eso...”.
Lo había dicho Borghi, también lo mencionaron Palermo y Riquelme. Puede pasar que la camiseta de Boca lleve implícito un peso específico. Mayor o menor, según el momento del equipo y la personalidad del jugador. “No es lo mismo un equipo grande que uno chico. A algunos les pesa la responsabilidad de jugar en Boca”, dijo el DT, en un mensaje dirigido a los refuerzos, a los que les fue preguntando qué les pasaba, por qué no jugaban y se movían como lo hacían en sus anteriores clubes. Lejos de decir que no existe ese peso, Cristian Lucchetti, el dueño de la frase del comienzo, eligió pedir paciencia ante la consulta de Olé .
-¿Y cuánto es un tiempo lógico de adaptación? -Creo que hay que dar un tiempo de trabajo lógico. No pido dos campeonatos, pero en Banfield tuvimos dos torneos de 23 puntos y al tercero salimos campeones. Sé que en Boca no nos van a dar dos campeonatos de 20 puntos, los tiempos son distintos. Pero un tiempo lógico serían seis meses o un año.
-¿Están preocupados? -Cuando no se dan las cosas, preocupa. No se trabaja con tranquilidad. Pero pese a eso, el grupo está unido y convencido de que hay que salir de esta situación. Lo más rescatable es la unión que hay con el grupo y el cuerpo técnico. Pero lo más importante es ganar el fin de semana.
-¿Es un tema futbolístico o una mala racha? -Hay cosas que no estamos haciendo bien y debemos mejorar. Tenemos autocrítica. Y a la vez hay mala fortuna, pero no es todo culpa de eso, claro.
-¿Qué análisis hacés cuando mirás la tabla? -Que tenemos que defender esta camiseta a muerte, la historia de este club indica que no hay que dar por muerto a Boca en ningún momento. Y es lo que vamos a hacer. Sé que estamos un poco lejos de la punta, pero vamos a pelear hasta el final.
Al Laucha se lo ve seguro de lo que dice, y también molesto. Siente que la voracidad del Mundo Boca lleva a que se los cuestione de más. “Uno, al estar en este club, debe acostumbrarse a estas reglas”, dice, intentando entender todo lo que lo rodea.
-Luego de estas cinco fechas, ¿el arco de Boca es cómo te lo esperabas? -El arco mide lo mismo, lo que pasa es que el periodismo muchas veces no es objetivo para opinar y hace que el arco sea más grande. Los goles que te hacen en un lado son vistos de una manera y los que te hacen en Boca, de otra.
-Un caso puntual de un gol que te hayan hecho en Banfield y otro acá...
-Y... no hay uno puntual. Me comí 200 goles en Banfield y no tuvieron la trascendencia que tienen algunos que me hicieron acá y no tuve responsabilidad. O hiciste lo que pudiste, fue gol y te caen: no salió en un centro, no se tiró bien, hizo el penal... El arquero tiene un segundo para tomar una decisión. Pero son las reglas del juego.
-Según tu mirada, ¿podrías haber hecho algo más en algunos goles? -Tuve responsabilidad directa en el penal con All Boys. Tomé la decisión de salir y llegué tarde. De los demás, el segundo de All Boys me pega en la mano y no la puede sacar Gary en la línea. Y con San Lorenzo la saco y pega en el palo. Tenés esa racha de un centímetro que te hace ser el héroe o un desastre.
-¿Cómo te evaluás? -Creo que el balance se hace al final. Depende de los resultados: si ganamos, nos ven bien; si perdemos, somos todos un desastre. El sábado jugamos casi todo el partido con uno menos y nos llegaron dos o tres veces. El primero de pelota parada y el segundo a los 43’, cuando ya estábamos en el área rival.
-¿Sentís que estás siempre bajo la lupa? -Es así, ya lo sabía. Tampoco me siento víctima de nada, son las reglas del juego. Me molesta que sea así, pero es así.
martes, 7 de septiembre de 2010
El mediocampo y la continuidad del DT.
Mientras piensa en Erbes por Medel y en algún otro cambio, una derrota en Bahía volvería a oscurecer el futuro de Borghi.
Prepara su último equipo? ¿Serán sus últimas variantes como DT de Boca? ¿Serán éstas las preguntas que se repetirán cada siete días? La excepción, hasta ahora, fue la semana pasada: el triunfo con Vélez permitió que no se hablara de la continuidad de Borghi ni del equipo, dos situaciones que la derrota con San Lorenzo devolvió. Las dudas, así, vuelven a ser las de siempre: la formación del medio y el futuro del técnico.
Medel, suspendido, ya le genera al Bichi un cambio obligado para Olimpo. Pero esta vez su ausencia en el medio le abre lugar a otro reemplazante: no será Méndez quien lo reemplace (como pasó con All Boys, cuando el chileno fue stopper) sino Cristian Erbes, quien no tiene minutos en este torneo.
“Con Bichi, por su forma de ser, puede pasar cualquier cosa. Habrá que ver cómo reacciona ante otra derrota”, contó alguien que lo conoce. De su parte, nuevamente, la continuidad no está asegurada. Otra vez existe ese escenario que él instaló después de All Boys. Y por todo, el resultado en Bahía puede ser “determinante”.
Cellay está mejor de su golpe en el tobillo. Si bien ayer practicó diferenciado, todo indica que llegará en condiciones para jugar en Bahía. Buenas noticias para el DT, que sin Medel debía recurrir en ese puesto a Leandro Marín, un pibe. Pero con el ex Estudiantes ok, la defensa se mantiene. Y Viatri y Palermo, el doble nueve, también.
Lo dirigentes, por estas horas, vuelven a tener el temor de que Borghi los plante. Después del episodio ante All Boys, habían armado un plan de contención que dio resultado. Y desde su entorno le hicieron entender al DT que irse en las primeras fechas de un torneo no era conveniente. Que debía darse tiempo. Pero habrá que ver cuál es el límite.
El ingreso de Erbes no sería la única variante en el medio. Al Bichi sigue sin conformarlo del todo el nivel de Matías Giménez. Pero por características no encuentra otro para esa función. Méndez lo hizo por derecha y no rindió. Monzón recién volvió y perdió terreno. Y entonces, le queda convencer a Escudero de que haga todo el carril. El Pichi sería una alternativa, porque parece difícil que Pochi deje su lugar como enganche para hacer la banda.
“No puedo patalear ni decir que los jugadores no me dan bolilla. Se entrenan bien, hacen todo bien, pero la preocupación es que no podemos plasmar en la cancha lo que queremos”, dijo Borghi ayer. Esto es, en la medida que siga encontrando actitud y esfuerzo en sus dirigidos, su continuidad tendrá una chance más. Pero el efecto también deberá verse en los resultados. Y Olimpo es otra vez una medida. Sí, las dudas de siempre...
Con Olimpo entraría el pibe Erbes y puede salir Giménez, hay desconcierto...
El equipo del Bichi Borghi, después de perder el sábado contra San Lorenzo, trabajó en Casa Amarilla. Tiene tiempo el DT para definir los 11, ya que el domingo cierra la fecha, ya de noche, contra Olimpo en Bahía Blanca.
Mientras Riquelme se sigue recuperando de la operación de rodilla izquierda (¿llega al superclásico?), el equipo desanda un camino con piedras. Y con muy pocos puntos, sólo cuatro en cinco fechas. Más allá de la confianza que mostró Borghi con sus palabras, diciendo que la historia de Boca demostró que puede haber una levantada, hay preocupación en los dirigentes y también en el DT.
Con respecto al equipo del domingo, el que seguro no podrá jugar es Medel, expulsado vs. el Ciclón: entraría el pibe Erbes, ya que Méndez viene de varios días sin prácticas por un problema familia, por el que viajó a mendoza. Cellay trabajó aparte pero llega. Y después, habrá que ver si el DT mete alguna variante. ¿Seguirá Giménez?
Este Boca que arrancó soñando con pelear el torneo, hoy está lejos de la punta y se quedará sin Libertadores 2011 si no sale campeón. Y si no suma puntos, en el futuro hasta se empezará a preocupar por el promedio.
lunes, 6 de septiembre de 2010
La siguen con los árbitros, hay que mirar para adentro...
Según Crespi, Boca va a pedir que le designen los árbitros por sorteo y no a dedo, como venía ocurriendo. “Hasta ahora, así, se equivocaron”, dijo. ¿Le darán lugar?
Espero que no sea cuestión de quejarse”, sugirió Borghi tras el 1-2 con San Lorenzo. Y Boca lo escuchó. Estaba disconforme el DT con el arbitraje de Pitana. No le reclamaba la roja a Medel, sino que antes no hubiese expulsado a Leo López, quien amonestado le pegó un patadón al chileno. Y Boca también lo anotó. Por eso, sea o no la cuestión, se quejará. “Vamos a protestar para que nos designen los árbitros por sorteo y no de manera directa como viene pasando. Y así no existan confusiones”, le contó Juan Carlos Crespi, el enviado del club en AFA, a Olé .
Según Crespi, su protesta es hacia esta modalidad que implementó en este torneo el nuevo presidente del Colegio de Arbitros, Francisco Lamolina, el que designa los jueces. “No creo que Pitana haya fallado de mala fe. No es con los árbitros, sino con la manera de elegirlos. Hasta ahora, los que nos designaron se equivocaron. Entonces, vamos a plantear que Boca vaya a sorteo y, así, si nos toca alguien y se equivoca, será mala suerte”.
Más allá de la postura de Crespi, hay dirigentes que ven otros fantasmas: creen que a Boca le están pasando factura por encabezar el reclamo en el que se le pidió a la AFA más dinero en el reparto de los millones de la TV. Y mencionan algunos perjuicios en el armado del fixture (ver aparte). Igual, más allá de los errores arbitrales, la dirigencia debería mirar hacia adentro: el equipo tiene cuatro puntos sobre todo porque juega mal.
¿Aceptará la AFA poner a Boca en el sorteo? El sistema es así: hay un grupo de cinco árbitros (Baldassi, Pezzotta, Pitana, Laverni y Abal) que son designados a dedo para los cuatro o cinco partidos más importantes de la fecha. Luego está la segunda escala (Beligoy, Favale, Pompei, Furchi, Lunati, Maglio) que se sortea para un paquete de tres encuentros y por último están los jóvenes en proyeccción (Loustau, Alvarez, Baliño y Gianini...) que dirigen otros dos o tres encuentros en la fecha. Hasta ahora, a Boca siempre le pusieron un árbitro del grupo principal. La excepción fue Favale con Vélez, aunque igual fue designado sin sorteo. Así, es difícil que se cambie el sistema a mitad de camino.
Por lo pronto, si Boca hace efectiva su queja deberá ser hoy, ya que mañana juega Argentina y no habrá Comité Ejecutivo y el miércoles se conocerán los árbitros para el fin de semana. Continuará...
domingo, 5 de septiembre de 2010
Si empezamos a echarle la culpa a los árbitros,estamos en el horno
Borghi se quejó de Pitana, dijo que las dudosas son “en contra de Boca”, pero reconoció que el equipo no jugó bien.
Espero que no sea cuestión de quejarse. Yo jamás lo hago. No acostumbro a hablar sobre los árbitros, pero lo de hoy (ayer) no me gustó. Pido justicia y creo que no hubo. Quiero aclarar que con esto no estoy justificando la expulsión de Gary. Estuvo bien expulsado, pero antes se tendría que haber ido uno de San Lorenzo. Lo que me llama la atención es que los árbitros que dirigen a Boca son parados al siguiente partido. Y hay muchas pelotas dudosas que pasan a estar en contra de Boca”.
Acabás de leer 90 palabras. Más de un minuto de diatriba. Parado a la salida del vestuario, con cara de pocos amigos (de poquísimos), rodeado de una maraña de micrófonos, grabadores y cámaras. Apenas 40 minutos después de finalizado el partido. Tal vez, el escenario te alcance para comprender a Claudio Daniel Borghi. O, quizá, necesites entender que el técnico de Boca no se amparó en los errores de Néstor Pitana para argumentar la derrota de su equipo, sino que lo utilizó como método de descarga y queja. Reclamó roja para Leonardo López por patadón a Medel, discutió las divididas y pidió ecuanimidad. Razón no le falta. Echando un vistazo a las presentaciones anteriores de Boca, se observa en detalle cómo soportó equivocaciones varias (ver aparte). Hasta ayer el entrenador no había dicho ni mu. Hasta ayer.
Soslayadas las fallas del árbitro, Bichi también reconoció las falencias de su equipo. Aceptó que no jugó bien y se lo notó sorprendido porque “pusimos a los mismos que contra Vélez y hubo mucha diferencia de un partido a otro”. Igual, destacó la actitud de sus jugadores, ponderó el “empuje”, describió al partido como “extraño” y “bastante raro” y arengó a la tropa: “Tenemos que seguir laburando para ver si podemos sacar esto a flote. Hay que recuperar los puntos que perdimos en casa”.
Y si de puntos se trata, al final Borghi sacó la calculadora, apeló a los libros y lo atendió a Ramón.
-Ramón Díaz dijo que prácticamente se quedan afuera del torneo...
-¿Ellos? -No, ustedes...
-¿Cuántos puntos faltan? ¿41? Un montón falta. Vamos a ver al final. Boca ganó algún campeonato con 11 puntos abajo, ¿no? (Apertura 08, con Ischia) Hay que leer un poquito de la historia de Boca...
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