sábado, 29 de enero de 2011

Así si....Boca vuelva a ser Boca...por fin..


Rivero hizo un gol y cedió el de Colazo, justo ante San Lorenzo y en la cara de Ramón, quien lo había borrado. Mouche la clavó en un ángulo para el 3-0 y Boca estuvo cerca del cuarto ante San Lorenzo. Fue "la" revancha del verano.

Hasta que se produjo la jugada morbosa, la que iba a marcar a este partido, la que iba a convertir a este amistoso de verano en un partido recordado, San Lorenzo había llegado con peligro con ese cabezazo de Velázquez que Lucchetti logró desviar.

Pero lo que vino enseguida, tapó todo. La pelota le quedó a Diego Rivero después de un córner para San Lorenzo. Corrida del Burrito. Algunos silbidos. Tropezón del volante. Mal rechazo de San Román, que le quedó a Mouche. Buen desborde. Centro bajo. Y… La cara de Ramón Díaz, tomada pícaramente por las cámaras de televisión tras el gol de Boca, lo decía todo. Rivero, el borrado por el Pelado, había puesto el 1-0 en la boca del arco. No lo gritó. Ni siquiera amagó a hacerlo. Fue la venganza del verano.

Boca se acomodó con el 1-0. Empezó a llegar más y mejor. Presión, orden y llegadas. En otro contraataque, Rivero asistió a Colazo, quien metió un gol bárbaro: a la carrera, de primera, tres dedos, cruzado, abajo, junto al palo, imposible para Migliore. Pura impotencia de San Lorenzo, que encima se quedó con diez hombres porque Pompei expulsó a Aureliano Torres por un insulto.

Para colmo, este Boca de Falcioni parece haber aprendido, y rápido, cuándo golpear: a los cinco minutos del segundo tiempo, Mouche coronó su gran partido con un tiro libre precioso, que se incrustó en el ángulo superior izquierdo del arco de Migliore para el 3-0. Hacía rato que el partido estaba terminado… Sólo quedó tiempo para que Boca se luciera un poco más antes de levantar el trofeo de la Copa de Oro en La Feliz.

Chávez, que hoy será titular por tercera vez, no cae por ir a la Selección: “Yo arranqué en la D, muy abajo...”.


Su camino fue diferente al de muchos otros, tal vez más difícil y trabado, pero el 9 de febrero lo encontrará a la par de dos estrellas como Messi y Cristiano Ronaldo. Todavía no lo puede creer, claro. Se lo imagina y le cuesta tomar consciencia. Le pregunta a Martín Palermo de qué se trata, escucha los consejos. Se ilusiona Cristian Chávez. “Es mi sueño, es lo máximo. Todavía no fui al barrio, no sé cómo me van a recibir”, dice, aunque sabe que desde hace rato que es el crédito de San Atilio, en José C. Paz. Y esta noche, será uno de los que estuvieron en los tres partidos de verano.

La primera emoción la había vivido un tiempo atrás, cuando Sergio Batista lo convocó junto a Lucas Viatri para entrenarse con un seleccionado local. Ahora, la diferencia que hace más importante este llamado es que tiene un amistoso a la vista ante Portugal en Suiza. “Yo arranqué en Atlas, en la Primera D, muy abajo, y ahora esto es increíble, estoy muy emocionado. Cuando viaje voy a saber con quién me va a tocar jugar, con Messi y todos los de afuera”, se entusiasmó Pochi, quien antes de ir a Boca se había probado sin suerte en Vélez y Defensores de Belgrano. “Palermo me carga, je. Siempre me da consejos, me dice lo que tengo que hacer. El ya estuvo ahí”.

Ahora, lo que está viviendo es un sueño hecho realidad. Julio Falcioni lo tiene muy bien considerado para jugar como volante por afuera, enganche o segunda punta y no quiso saber nada con que lo cedieran al Inter de Porto Alegre para traer a Guiñazú. Estuvo en los dos primeros partidos del año, ante Independiente (gol y figura) y River, y también estará en el de esta noche frente a San Lorenzo. “Nos estamos poniendo a punto con lo que quiere Falcioni. Sabemos que necesitamos llevar a Boca arriba como estaba antes. Tenemos que hacernos fuertes en casa, para que nadie venga y nos gane. No podemos no perder más partidos tontos de local”.

La llegada de Erviti es la frutilla que le faltaba a Falcioni para armar su 11 ideal para el campeonato. ¿


Quién tiene más que Boca? Aunque todavía espera a un delantero, el técnico dispone de un plantel que ya ilusiona a los hinchas...

Cuando Falcioni apoyó anoche la cabeza en la mullida almohada de la suite del hotel Hermitage, ya sabía la que se le venía...

“Tengo el equipo de mis sueños”, quizá se le repitió una y otra vez durante la madrugada, merodeándole los oídos, auscultándole el corazón, en esa fantástica combinación del inconsciente, el resto diurno y la intención de deseo. Y que el padre del psicoanálisis se ponga de pie.

Se levantó el DT de Boca y se dio cuenta de que la realidad lo había superado. Que ya no le hacía falta soñar. Que Erviti la va a pisar en el medio, que Somoza va a morder lo que tenga enfrente, que Rivero, cuando le toque, va a mostrar sus mejores cartas, que Riquelme será Román, que Battaglia será un león, que Palermo vacunará hasta a los más sanos, que ya puede desayunar tranquilo.

La medialuna jamás se le atragantó a Julio César. Porque está “conforme por cómo venimos trabajando” y consciente de que su Boca ya hace ruido. Dos triunfos de verano, incluido uno superclásico, la valla invicta y la ilusión de amalgamar piezas de valor invitan a justificar la alegría. Sin embargo, él prefiere la mesura. Su discurso no se corre un ápice del “vamos despacio, los jugadores nos van entendiendo y nosotros a ellos” y sólo se suelta para las loas: “Los veo muy comprometidos y eso es importante”.

El café no necesitó cortarlo con leche. Lo pasó directo, sin necesidad de dejarlo enfriar. La ansiedad por disfrutar en acción oficial a sus hombres lo invade. Sabe que los dirigentes cumplieron su parte. Al igual que en el anterior mercado de pases con Borghi, la Comisión Directiva rompió el chanchito y materializó los deseos del entrenador. En junio la erogación fue de diez millones de dólares, entre Lucchetti, Cellay, Caruzzo, Insaurralde y Escudero, y ahora el gasto (o inversión, según la óptica) podría rondar esa cifra, si se concreta la llegada de Cvitanich, acaso lo único que le falta al DT. Si bien en un primer momento se había especulado con el posible arribo de Ustari, el día a día de los entrenamientos hizo convencer a Falcioni de que lo mejor era utilizar los cuatro cupos de refuerzos en jugadores de campo. De hecho, de la formación que hace algún tiempo le había confesado a Olé que anhelaba dirigir en el estreno frente a Godoy Cruz sólo resta confirmar al delantero.

El jugo lo tomó natural, con el sabor de las mejores frutas. Feliz por haber implementado el operativo seducción y que el resultado haya sido el esperado. El propio Falcioni se encargó de llamar por telefóno a los futbolistas (Somoza y Erviti pueden dar fe) y explicarles las bondades de su Boca. Y a Rivero, pese a no integrar la primera lista de prioridades, lo aceptó apenas se lo propusieron. Así, también se vio su mano para encargarse con voz propia de convencer a los jugadores y lograr que se pusieran a batallar para conseguir la salida de sus clubes.

Las tostadas no se le quemaron. Gustoso de una comida sabrosa, entiende que no hay excusas. Dirigencia compenetrada con el proyecto, plantel abocado a la causa, hinchas entusiasmados con los nuevos aires... Y el equipo de sus sueños en marcha.

Riquelme se bajó del superclásico del miércoles y aseguró que su preparación apunta al estreno del torneo.


Además, elogió a los refuerzos que llegaron. Y más...

"Voy a estar seguro. El primer partido del torneo, voy a estar dentro de la cancha. Quiero ayudar a mi equipo a que juegue mucho mejor que el semestre pasado y tengo la ilusión de ganar algo con mi club". A Juan Román Riquelme se lo notó decidido, a la espera, impaciente por volver a pisar una cancha: Godoy Cruz, la primera fecha del Clausura, el principal objetivo.

Es que JR dejó claro que no estará en ningún partido de pretemporada, entre ellos entre ellos al superclásico del miércoles. "Yo tengo un trabajo diferente al que tienen los muchachos, por lo que un partido no me cambia nada. Vengo haciendo fútbol con el plantel, no necesito hacer partidos de verano y arriesgar", soltó el Diez en diálogo con Radio Del Plata.

Pero ojo, eso no fue todo. Abarcó varios temas, como el rubro refuerzos. "No es fácil armar un equipo de un día para el otro. Nosotros estamos muy contentos con los jugadores que han llegado. Son consagrados en sus equipos: Somoza en Vélez, Rivero en San Lorenzo, Erviti, que está cerca... Y los que llegaron en el mercado pasado, ya tienen seis meses en el club. Tenemos ilusiones de que las cosas salgan bien", tiró.

¿Más? La comparación entre Julio César Falcioni y Carlos Bianchi. Román, como acostumbra, la gambeteó con una frase de las suyas. "Uno era arquero y el otro número nueve. Demasiadas diferencias", argumentó. Pero igual le tiró flores al Pelusa: "Tenemos un entrenador que está ilusionado, se lo ve con ganas. Pero Bianchi es incomparable, el técnico más ganador de la historia del club. Y se tuvo que ir de una manera que no merecía. Ojalá que Julio pueda ganar mucho y si es más que lo que ganó Carlos, bienvenido sea".

Román se mostró sereno, tranquilo y, a la vez, soñador: "Tengo la ilusión de ver si dentro de seis meses me eligen el mejor jugador del campeonato. Me preparo para eso". Soñador con la actuación de su amigo Javier García: "Ahora que Carrizo se ha lesionado, tenemos al mejor arquero del país". Soñador con la llegada de Erviti: "Ojalá que se solucione rápido porque se lo ve con muchas ganas de venir al club". Y, también, soñador con una revancha en la Selección: "Si las cosas salen bien en mi club... Se juega la Copa América en nuestro país y yo quiero estar en esa fiesta".

viernes, 28 de enero de 2011

Boca viaja a Mar del Plata con equipo definido para enfrentar a San Lorenzo.


El Pampa Calvo jugará en el lateral derecho, mientras que Monzón lo hará por izquierda. Además, los delanteros serán Mouche y Viatri. Palermo, guardado para el Súper.

El plantel Xeneize se prepara para el clásico de mañana ante San Lorenzo en Mar del Plata, por la Copa de Oro. Y, en esa sintonía, el entrenador Julio César Falcioni dispuso que en el entrenamiento de hoy abundasen los ejercicios con pelota parada. Y, tras ello, el DT definió los 11 titulares que jugarán el derby ante el Ciclón.

Si bien Pelusa había iniciado la semana con un bosquejo de equipo titular para enfrentar al team de Ramón Díaz, la lesión de Christian Cellay modificó los planes y, por eso, el técnico tuvo que mover algunas piezas y reformar su idea inicial. Así las cosas, José María Calvo será el lateral derecho del equipo, mientras que Fabián Monzón hará lo propio por el sector izquierdo. Además, otras de las novedades se verá en la delantera: los dos puntas serán Lucas Viatri y Pablo Mouche (Palermo, al igual que Clemente Rodríguez y Javier García, estarían ante River el miércles). De esta manera, los 11 titulares de Boca serán: Cristian Lucchetti; Calvo, Matías Caruzzo, Juan Insaurralde, Monzón; Cristian Chávez, Leandro Somoza, Diego Rivero, Nicolás Colazo; Mouche y Viatri.

Palpitando el clásico, uno de los jugadores que habló con la prensa fue Cristian Chávez. Pochi, que fue citado a la Selección, expresó: "No podemos perder más partidos tontos como locales. Necesitamos hacer un buen campeonato para poner a Boca donde estaba antes". Y, lógicamente,comentó sus sensaciones sobre el llamado de Batista: "No lo puedo creer. Voy a estar con grandes jugadores, entre ellos Messi. Martín (Palermo) me carga y también me da consejos".

Así las cosas, Falcioni parará un equipo mixto ante el Cuervo y prepara su plantel para el segundo Superclásico del año, ante River. Pero, pensando en los partidos por los puntos, el DT cuenta con varios jugadores jerárquicos que invitan a ilusionarse. Por caso, pensar en un team con García o Lucchetti en el arco; con una línea de cuatro defensores como Caruzzo e Insaurralde en la zaga y Clemente y Monzón en los laterales; más un mediocampo compuesto por Somoza y Battaglia para la contención y con Riquelme y Erviti para la creación de juego; sumado a la velocidad de Mouche en la delantera y la contundencia de Martín Palermo en el área, el equipo de La Ribera está para pelear el campeonato. Y, además, en el banco también se ve el recambio: Rivero, Chávez, Viatri, Colazo...

Riquelme y Battaglia trabajan en forma diferenciada. Ambos recién reaparecerían en el debut del Clausura.


Comparten muchas cosas. Debutaron en Primera con la camiseta de Boca. Fueron integrantes del ciclo dorado del club, con Bianchi a la cabeza. Son, con Palermo, los grandes referentes del actual plantel. Jugaron juntos en Villarreal. Los dos ya tienen más de 300 partidos con la azul y oro. Ambos poseen el cartelito de históricos: uno es el mayor ganador en la historia del club y el otro, quizás, el mayor ídolo... Pero Sebastián Battaglia y Juan Román Riquelme, los protagonistas de esta enumeración, también comparten algo que no es precisamente positivo: ambos fueron operados en el 2010 de la misma lesión (osteocondritis de rodilla), y este 2011 los encuentra trabajando en forma diferenciada, sin poder jugar los amistosos, y con la ilusión de llegar bien al arranque del Clausura, el 13 de enero contra Godoy Cruz.

La rodilla de Román . En mayo fue operado. En noviembre volvió a jugar. Pero sólo duró un partido y medio (90’ contra Argentinos y 45’ contra River). La lógica sobreexigencia de la otra pierna le generó una tendinitis aquiliana. Para no arriesgarlo, no jugó las últimas cinco fechas del Apertura. Ya en la pretemporada, arrancó a la par del plantel, pero en Tandil debió trabajar algunas jornadas en forma diferenciada. El sábado, horas antes del superclásico, Riquelme hizo fútbol en una práctica entre los que no iban a jugar contra River. Fue el último día que trabajó a la par del grupo. Tras el domingo y lunes libres, arrancó esta semana realizando tareas en el gimnasio. ¿Cuál es el problema? Una leve inflamación en la rodilla que, en Boca, consideran normal y la atribuyen al lógico esfuerzo físico que demanda una pretemporada, aunque, en su caso, no hace algunos trabajos a la par del resto (específicamente los ejercicios con cargas). ¿Jugará el miércoles contra River? “No sé. Por ahí aparece. Depende de cómo trabajemos de acá al domingo”, explicó Falcioni. Igual, pinta difícil.

La rodilla de Sebastián.

Lo operaron en enero, hace un año. Se perdió todo el Clausura (su rehabilitación tuvo progresos y retrocesos), pero arrancó jugando el Apertura. En las últimas fechas no jugó por una lesión muscular.

En Tandil practicó por última vez con todos el jueves pasado, cuando participó de la práctica de fútbol. Después trabajó en forma diferenciada por una tendinitis en esa misma rodilla. Al igual que Riquelme, el objetivo está puesto en dejar pasar los amistosos veraniegos y concentrarse en llegar en óptimas condiciones al torneo. Ayer mostró una evolución con respecto al cuadro que presenta su rodilla. Ahora que bajaron las cargas de trabajo, su estado podría mejorar.

Son, eso también comparten, los dos titulares que aún no jugaron en este nuevo equipo. ¿Tendrán que pasar el verano?

Después de una dura batalla, Erviti lo logró: ya es de Boca.


Así se lo confirmó anoche a Olé el vice Crespi, quien negoció con Banfield: 3.200.000 dólares por el volante que tanto quería Falcioni...

Ganó la guerra y sin disparar un solo tiro...

Walter Erviti todavía no pateó al arco jugando para el equipo de Falcioni. Ni siquiera se puso la camiseta de Boca. Menos que menos se sometió a la revisión médica. Pero se puede anunciar que el pase del verano, o del año, tuvo final feliz: el mediocampista se pondrá la azul y oro. El soldado que faltaba, la debilidad de Julio César...

“Con Falcioni voy a la guerra”, había afirmado el volante cuando arrancó esta novela que parecía interminable y que hizo subir el rating futbolístico durante todo enero. Que podía irse a San Lorenzo, que se quedaba en Banfield, que se retiraba del fútbol (como se le llegó a cruzar)... Erviti, que eligió a Boca, libró entonces una batalla durísima ante la fuerte oposición de Banfield, que no quería dejarlo ir. Tanta fue la presión que ejerció que surtió efecto. Ayer, Juan Carlos Crespi, vice 2° de Boca, se juntó con Carlos Portell, presidente de Banfield, y llegaron a un acuerdo. “Estamos contentos. Faltan algunos pasos, meros formalismos, pero Erviti va a jugar en Boca. Es un gran jugador que viene a reforzar un gran plantel”, le confirmó anoche el dirigente xeneize a Olé .

Para lograr la salida del volante por el que tanto insistió Falcioni (“Yo, todos los días, les pido a los dirigentes por Walter”, había reconocido), Boca se comprometió a pagarle 3.200.000 dólares limpios a Banfield. Y se hará cargo, además, de los impuestos de la operación. Hoy, en el club del Sur habrá reunión de Comisión Directiva donde Portell pondrá sobre la mesa la oferta para que sea aprobada. Hoy mismo, también, dirigentes de Boca se volverán a reunir con Martín Guastadisegno, representante del jugador, para terminar de cerrar los números del contrato, que sería hasta el 2013. Si todos los pasos se cumplen tal cual están previstos, Erviti, de 30 años, estaría mañana en Casa Amarilla para someterse a la revisión médica. Y el domingo, ya con Falcioni y el grueso del plantel de regreso a Buenos Aires (Boca juega mañana con San Lorenzo en Mar del Plata), el volante realizaría su primera práctica con su nuevo club.

¿Debutará el miércoles contra River, como hicieron Somoza y Rivero? Se verá. Por lo pronto, el 13 de febrero, en el arranque del Clausura ante Godoy Cruz, no podrá estar presente. “A Walter no lo cuento porque está suspendido para la primera fecha por acumulación de amarillas”, contó ayer Pelusa.

Quedaron atrás los reclamos de Erviti a Portell (“la relación con él está terminada”, tiró Cañito), las críticas de Banfield al presidente Ameal (“es un cachivache”, lo calificó el vice Calello), las quejas de Portell hacia Falcioni (“llama por teléfono al jugador y eso no está bien”) y todos los capítulos de intriga, acción y suspenso que rodearon este pase.

Así, hubo bandera blanca. Banfield se rindió ante el avance de Boca, que había arrancado con una oferta de 2.000.000 de dólares, y también ante el ataque incesante del principal protagonista, que tardó en sumarse a la pretemporada de su club y que en una práctica de fútbol revoleó una pelota y se fue de la cancha insultando por lo bajo, con Portell como incómodo testigo.

Falcioni lo quería y ya tiene a su jugador fetiche. A su líder futbolístico en el Banfield campeón. Y Erviti buscaba ir a Boca y lo consiguió. La guerra por el pase ya la ganó, pero ahora tiene que ganar otra más difícil: la del campeonato.

jueves, 27 de enero de 2011

El pase de Walter Erviti a Boca está cerca de cerrarse.


El propio club Xeneize lo anuncia en su página oficial y asegura que falta apenas un paso. Así, se terminaría la novela del verano y Falcioni tendría al refuerzo por el que más pidió.

Cada vez más cerca de ponerse la camiseta de Boca. Así está la situación de Walter Erviti, cuyo pase se transformó en la obra más taquillera del verano y, ahora, parece tener final feliz. Fueron muchas las vueltas que tuvo la negociación, que de estar totalmente caída se reflotó y es casi un hecho que se realizará.

La página web oficial de Boca anuncia que solamente falta un paso para que el enganche se convierta en el tercer refuerzo (Somoza y Rivero los otros dos) para esta temporada. Así, Julio César Falcioni podrá contar con el jugador que más pidió desde que llegó al Xeneize.

Falcioni volvió a modificar el equipo para el sábado ante San Lorenzo en Mar del Plata.


El que no se movió fue Lucas Viatri que hizo el gol con el que ganaron los titulares.

No es nada fácil reemplazar a Martín Palermo y más aún cuando el Titán viene de romperla frente a River. De todas maneras, Julio César Falcioni decidió darle descanso al Optimista del Gol y pensando en el partido del sábado, paró a Lucas Viatri como delantero para enfrentar al Ciclón en Mardel.

Aún así, ese no sería el único cambio que hará Pelusa, que continúa con la rotación en el arco y en la práctica de hoy puso a Cristian Lucchetti en lugar de Javier García. Además, ante la lesión de Cellay que iba a ser titular, el DT dejó al Pampa Calvo por la derecha y ubicó a Luciano Monzón por al izquierda.

La otra modificación que metió Falcioni fue en la delantera. Ayer había probado con Damián Escudero como acompañante de Viatri pero hoy dispuso de Pablo Mouche. Lo que no sufrió alteraciones fue el mediocampo, donde parece que el DT no tiene dudas.

Tal es así que los titulares formaron con Lucchetti; Calvo, Caruzzo, Insaurralde, Monzón; Chávez, Somoza, Rivero, Colazo; Mouche y Viatri. El equipo venció a los suplentes por 1 a 0 con gol de Lucas. Asimismo, Riquelme y Battaglia no serán de la partida y están en duda para el partido contra River.

En cuanto a los suplentes, tuvieron una práctica a puro taco. Es que el equipo que formó con García; Marín, Ruíz, Sauro, Clemente; Méndez, Orfano, Sánchez Miño; Escudero, Noir y Palermo ganó 3 a 0 con dos goles de Sánchez Miño y uno de Orfano. ¿El detalle? Dos de los goles fueron con asistencias de taco, una de ellas de Palermo.

Boca estiró la oferta por Erviti y, aunque todavía no obtuvo respuesta, confía en que el pase se va a hacer.


"Sólo es cuestión de tiempo. Tarde o temprano, Erviti va a terminar jugando acá”.

Hay optimismo en Boca, ya no ven nada distante la posibilidad de que Walter Erviti se incorpore al equipo de Julio Falcioni. Los dirigentes, después de haber respuesto la relación con sus pares de Banfield, ahora confían en que el pase finalmente va a hacerse. Tarde o temprano, como le dijo a Olé un importante directivo del club.

Los movimientos que ahora se hicieron por Erviti incluyen una oferta superior a la anterior, que roza los 3.000.000 de dólares y podría seducir a los dirigentes de Banfield, quienes en un primer momento se mostraron muy duros y últimamente parecen haberse abierto a aceptar una transferencia.

El propio Jorge Ameal reconoció que se envió una nota al Taladro con la nueva propuesta, que la pelota se encuentra del otro lado y que Boca está a la espera de una respuesta. Tanto afirmativa como para comenzar una negociación. Falcioni, claro, todavía sigue a la espera de una definición y reclamando por su jugador preferido.

miércoles, 26 de enero de 2011

Boca viene poniendo el ojo en refuerzos con un determinado perfil: líderes y con voz de mando en sus equipos anteriores.


El vestuario de Boca ya adquirió carácter de templo sagrado. Tanto se ha dicho y se ha escrito sobre ese pequeño búnker que por momentos ha sido de guerra (dialéctica) y que ahora parece vivir en estado de calma (al menos momentánea) que alguna vez el Negro Hugo Benjamín Ibarra debió aclarar: “Para entrar a ese vestuario no hay que ser ni Rambo ni Bin Laden. Hay gente buenísima ahí adentro”.

Los dirigentes, muchas veces de gruesos errores a la hora de las contrataciones, tomaron nota de la problemática y establecieron una interesante política de refuerzos, potenciada desde junio del año pasado. La idea, que se ratificó en este mercado de pases, consta en comprar futbolistas que cumplan con las tres P: Personalidad, Presencia, Pasado. Y, si se puede, que hayan lucido la cinta en sus equipos anteriores. Porque donde manda capitán...

Repasando los apellidos de los últimos refuerzos, se puede reafirmar el concepto: Lucchetti, Caruzzo, Somoza y Rivero fueron líderes deportivos y espirituales en Banfield, Argentinos, Vélez y San Lorenzo. Todos con ascendencia en sus respectivos planteles, eran los encargados de tomar las decisiones grupales, de hablar con los directivos y hasta de dar la cara en circunstancias difíciles. A ellos se les puede agregar a Christian Cellay, quien pertenecía al selecto grupo de consulta de Juan Sebastián Verón en Estudiantes e incluso fue capitán en los primeros tres partidos amistosos de Borghi en Boca, y a Juan Manuel Insaurralde, de voz potente en el camarín de Newell’s, y de contagio permanente en el campo de juego por su vocación de lucha y esfuerzo constante.

La búsqueda de la CD apunta a equilibrar un vestuario que en los últimos tiempos tuvo dueños exclusivos y a incorporar jugadores capaces de asumir las responsabilidades y que “no les pese la camiseta”, según reza una de las máximas que se escucha en las oficinas de la Bombonera.

Así, el arribo a Boca encontró a estos hombres maduros con las características de siempre, pero sin cruzar el límite: Riquelme, Palermo y Battaglia, como ya lo dijo Cellay en julio, son los verdaderos líderes del plantel. Ninguno tiene el objetivo de desbancarlos. De hecho, el mapa interno muestra que prácticamente hay tres grupos. Las mesas en las que el plantel almorzaba y cenaba en la Posada durante la pretemporada en Tandil dan fe: Román y su ballet por un lado, Martín y su gente por el otro, y en el medio los “nuevitos”, como Lucchetti, Caruzzo, Cellay, Insaurralde, Escudero. Se trata, en este caso, de muchachos que no tomaron partido por ninguno de los dos referentes y que mantienen una relación cordial con todos, a sabiendas de que quedar expuesto de un lado o de otro puede complicar la convivencia. Cuando recién se mudaba de La Paternal a La Boca, Caruzzo entregaba una frase que resume la metodología que eligieron los arribados para no sucumbir en un vestuario pesado: “Vengo de ser capitán en Argentinos y me toca llegar a Boca. Tengo que acomodarme y ocupar el lugar que me toque”. ¿Clarito, no? Falcioni también pretende jugadores con estos atributos porque entiende que vivir el día a día del desgastante Mundo Boca no es para cualquiera. Walter Erviti, su último deseo, fue capitán de Banfield en algunos partidos ante la ausencia de Víctor López y los que lo conocen cuentan que, justamente, personalidad no le falta. Si se define su llegada (ver aparte) terminará de conformarse un plantel de jerarquía, adentro y afuera de la cancha. Y en Boca, se sabe, a veces la cabeza tiene más valor que los pies.

La idea del DT sería rotar jugadores y el sábado, frente a San Lorenzo, presentar un equipo mixto.


Las dos victorias inciales, superclásico incluido, ayudan a trabajar en armonía y también a planificar con más holgura lo que se viene. Así, con el compromiso del sábado frente a San Lorenzo como próximo objetivo, la idea de Falcioni sería presentar un equipo alternativo, mechado con un par de titulares. Tal vez, sea el momento de ver en acción a Riquelme y a Battaglia, quienes jugarían aunque sea algún partido antes del arranque del campeonato. Si no es el sábado, disputarían la revancha ante River, el 2 de febrero en Mendoza.

Contra el Ciclón, es probable que descansen Mouche y Palermo y que la dupla de ataque esté conformada por Viatri y Escudero. Y pese a que habrá que esperar al desarrollo de la semana para definir el 11, la idea de Pelusa es rotar a sus jugadores.

Riquelme se entrenó en forma diferenciada. En el club dicen que es parte de un plan previsto por su lesión. ¿Jugará antes del Clausura?


Mientras sus compañeros realizaban tareas físicas, en la calurosa mañana en Casa Amarilla, Juan Román Riquelme trabajaba en el gimnasio. Esa situación se repitió por la tarde. ¿El enganche sufre algún problema físico? Que no cunda el pánico. En el club descartaron cualquier complicación o lesión. La explicación es que, tras haber sido operado de una dolencia importante como es una osteocondritis, la idea del cuerpo técnico, junto con el cuerpo médico, es que siga un plan de entrenamiento especial. Sobre todo cuando el grupo trabaja en la cancha de césped sintético, que es una superficie dura para su rodilla, como ocurrió en el turno matutino. La duda es: ¿Llegará a jugar algún partido en el verano o reaparecerá en el debut contra Godoy Cruz, el 13 de febrero por el Clausura? Falcioni tiene en su cabeza la idea de que Román pueda sumar minutos de fútbol en alguno de los amistosos que quedan de este receso. Pero todo dependerá de cómo se sienta Riquelme y de cómo avance en los trabajos físicos. La prioridad del DT es no apurar los tiempos ni correr riesgos. Parece difícil que el 10 salte a la cancha el sábado, cuando Boca enfrente a San Lorenzo en Mar del Plata. Sí suena más factible que juegue contra River, el próximo miércoles 2 de febrero en Mendoza. La intención es que vaya agarrando ritmo de partidos para llegar en las mejores condiciones al estreno en el campeonato. Su último partido oficial fue contra River en el Apertura, torneo en el que sólo pudo completar 135 minutos en cancha (jugó los 90 contra Argentinos y duró un tiempo en Núñez).

En Tandil, también hubo jornadas en las que Román se entrenó en forma diferenciada. Por la lesión que tuvo en su rodilla izquierda (que eso le trajo luego una tendinitis aquiliana en la otra pierna), debe manejar las cargas cuando el plantel trabaje en lo físico. Algo similar ocurre con Battaglia, que también trabajó por la tarde en el gimnasio y tuvo una cirugía parecida. Falcioni aguarda su evolución y confía en poder contar con él. Si bien el 4-4-2 es el esquema que mejor le sienta al entrenador, sabe que no puede desaprovechar a un jugador de la jerarquía de Román. Por más que su presencia lo oblique a modificar su sistema táctico preferido.

martes, 25 de enero de 2011

En Boca aún hay fe por Cvitanich. La idea es comprar una parte del pase.


Además de Erviti, la otra incorporación que desvela a Falcioni por estas horas es la de Darío Cvitanich. La otra gran negociación del verano podría tener un vuelco clave hoy, cuando el Ajax conteste la oferta que le envió Boca la semana pasada.

Si bien en el club son optimistas y esperan darle el gusto a Pelusa, desde el entorno del jugador creen que la operación no tendrá final feliz. Argumentan que en Holanda están muy firmes con la intención de no entregarlo por migajas y que el delantero es tenido en cuenta por el técnico Frank De Boer. El domingo, de hecho, Cvitanich ingresó en el segundo tiempo en el partido de su equipo frente al Utrecht, pero debió salir lesionado por una molestia muscular. Habrá que esperar os resultados de los estudios médicos, pero en principio no sería grave.

Si bien no trascendió, la propuesta que le acercó Boca al Ajax sería para comprar una parte del pase. La idea de los dirigentes es tratar de complacer al entrenador, aunque sin “hipotecar el futuro del club”, como vienen asegurando los principales directivos desde que empezó el mercado de pases.

El tema es que el Ajax cotizó a Cvitanich en ocho millones de euros. Lógico, esa cifra es inalcanzable para Boca, por eso la ingeniería que pensaron en la Comisión Directiva es tratar de adquirir una porción de la ficha del atacante.

Del posible arribo de Cvita, también dependen algunas salidas: el West Ham, de Inglaterra, estaría interesado en Mouche, quien está muy bien considerado por el DT y tiene ganas de mantener la titularidad que exhibió en los primeros partidos. La situación de Ricardo Noir, pretendido por Tigre, se definirá cuando concluya la negociación por Cvitanich. ¿Hoy puede ser un gran día?

Pochi a la selección...


"Pochi tiene muchas posibilidades", dijo el Checho.

Ya conoce Ezeiza porque fue citado y entrenó allí con la Selección local que armó Sergio Batista. Quizás allí empezó a quedarse con el lugar que ocupará entre los convocados que enfrentarán a Portugal. Porque el pedido de Alejandro Sabella para que Enzo Pérez no sea convocado y se pierda el partido de Estudiantes por Copa Libertadores fue acatado por el Checho.

Entonces, crecieron las chances de Cristian Chávez. “Charlamos bien con Alejandro y no voy a perjudicar a ningún club por una convocatoria. Me pidió por él y yo acepto. Su reemplazante va a ser del fútbol local y tiene muchas posibilidades el Pochi Chávez”, sentenció el entrenador de la Selección en declaraciones a Fox Sports.


De todas formas, el DT de Argentina aclara que lo principal son las citaciones. “La Selección debe ser prioridad pero no voy a entrar en discusiones porque Estudiantes se portó muy bien en todas las categorías, tanto en juveniles como en la mayor”, afirmó. Así, es un hecho que el Pochi Chávez formará parte de la lista de 24 convocados que el 9 de febrero enfrentarán a Portugal.

El presidente de Banfield está dispuesto a escuchar a Ameal por el caso Erviti. Boca hará un intento fuerte.


Para que Erviti se vaya de Banfield tiene que llegar una oferta superlativa. ¿Está claro? Su-per-la-ti-va”.

Son las siete y media de la tarde de un lunes muy caluroso en Buenos Aires. En Mar del Plata la brisa acompaña un atardecer ideal. Del otro lado del teléfono, el que levanta temperatura es Carlos Portell. El presidente de Banfield es tajante en el diálogo con Olé . “Hay cosas que tienen precio y cosas que tienen valor. Y Erviti tiene valor”, explica. ¿Y cuál es el valor de Erviti? “No, yo de números no hablo”, se excusa. Y repite, casi a modo de monólogo: “Si la oferta es superlativa, se la trasladaré a la Comisión Directiva del club. Por supuesto que voy a escuchar lo que me proponga Boca. Si no, sería un maleducado”.

Se acerca fin de mes y la noticia sobre la novela del verano no ha modificado su curso: el mediocampista se entrena en Banfield y Boca hará una nueva oferta que deberá satisfacer el hambriento apetito del Taladro. Los 2,5 millones de dólares que escuchó Portell en un primer momento son insuficientes. Ahora, cuentan, Boca acercaría una propuesta más tentadora, que podría llegar a incluir a algún futbolista (¿Escudero?) en la operación. De movida, en Banfield habían aclarado que no querían jugadores a cambio, pero tratándose de uno de jerarquía como el Pichi, en Boca piensan en que los podrían aflojar.

Así, sólo resta saber cuándo se concretará el esperado encuentro entre Ameal y Portell, quien regresará hoy de la Costa. La semana pasada, Jorge Amor se comunicó con su par de Banfield para preguntarle los motivos de sus ofensivas declaraciones y quedaron en juntarse cara a cara para limar diferencias. Sin “día ni horario arreglado”, según Portell, aunque seguramente el meeting se llevará a cabo en estas horas. Ahí, Ameal aprovechará para refrescar la negociación y tratar de seducirlo con una buena cantidad de billetes verdes. Tal vez, los casi 800.000 dólares que recibirá como resarcimiento por el adiós prematuro de Medel al Sevilla ayuden a estirarse.

Mientras tanto, el zurdo sigue practicando con Banfield. Su deseo es jugar en Boca y su relación con el pope del Taladro está “terminada”, según su propio diccionario. De esta manera, la presión que ejerza el jugador puede servir para forzar la salida, aunque parece que Portell se mantiene firme. Habrá que ver si los billetes de Boca le mueven el piso...

Afiches Boca 2 River 0 en Mar del Plata





lunes, 24 de enero de 2011

Boca sumó dos triunfos al hilo en el verano sin Román Riquelme y en ambos mostró un buen funcionamiento colectivo.


Pero, ante la duda, Falcioni aclaró que por el Diez cambia hasta el esquema: “Vamos a hacer un equipo a su medida”.

Una de las grandes premisas del universo futbolístico dice que equipo que gana no se toca. Entonces, ¿qué hacer con Juan Román Riquelme? Esa “carta mágica” que aseguró tener Julio César Falcioni en el plantel Xeneize, pero que todavía no participó en ninguno de los dos primeros amistosos, en los que Boca jugó muy bien y ganó ambos, y que recién podría jugar su primer partido el sábado.


La respuesta la da el mismo DT. El Emperador admitió en radio Belgrano que “cambiaría el esquema para que juegue Riquelme. El es un jugador diferente y que en solo una jugada te cambia el desarrollo de un partido”.

Sin dudas, el dibujo táctico preferido de Falcioni es el 4-4-2. “Este es un sistema que yo utilicé en Independiente con Agüero flotando detrás del único delantero. Pero ahora no veo factible esta posibilidad en Boca, ya que Román es un jugador que necesita dos delanteros y que uno de ellos abra espacios”.

Por otro lado, explicó que “primero hay que terminar una buena puesta a punto, teniendo en cuenta que hace un semestre que no tiene participación. Y vamos a hacer un equipo a la medida de él, que se sienta cómodo. A veces va a tener que cortar el vértigo del ida y vuelta, meter la pausa y utilizar su capacidad de juego”. Sin embargo, para JC el ingreso de Riquelme no significa la salida de Colazo: “No necesariamente tiene que salir para que ingrese Román”.

Por último le tiró flores al enganche: “No es una presión tener a Riquelme en el plantel y que el equipo pueda funcionar sin él. Todo lo contrario: es nuestra carta mágica”.

Falcioni invita a la alegría. Dice que la gente está “contenta y protegida” por un “buen equipo”. Igual, pide mesura.


El hincha de Boca va a estar contento. Se sintió feliz y protegido por un buen equipo, que se la jugó en todo momento. Ese hincha, en donde esté, en la oficina, en el trabajo, con el vecino, en el balneario, en el pasillo... El hincha de Boca se puede reír. Eso a nosotros nos da mucha alegría y felicidad”.

Ja, ja, ja. La risa es bella. Disfrutala. Gozala. Vivila. Sentila. Estás autorizado. Lo dice el hombre de la cara de perro...

Hay motivos. Hay argumentos. Hay esperanza. Sobra fe. Reíte...

Cuando las esquirlas de la derrota todavía le duelen a River, en Boca disfrutan su propio pre-carnaval. Aunque lo “importante es el 13 de febrero”, según se lee en el mensaje unificado que comparten dirigentes, cuerpo técnico y jugadores, la primera victoria superclásica del año ayudó a endulzar la preparación y terminar la pretemporada en Tandil con una sonrisa. Y reíte un poquito más...

El padre de la criatura que ya se sacó los pañales y está aprendiendo a caminar pide mesura. Tiene razón. Apenas 180 minutos triunfales no alcanzan para bajar el martillo y sentenciar que Boca se transformará en un hueso duro de roer, pero a la prolijidad y solidez que había exhibido ante Independiente, le agregó espíritu para superar al rival de toda la vida. Y eso se valora. “La chapa la sacan los jugadores. Nosotros estamos de la línea para afuera. Lo que vale es el esfuerzo de los jugadores, la entrega en el entrenamiento, la concentración en cada situación de trabajo táctico y el esfuerzo en la cancha”, se quita méritos el DT y endulza los oídos de sus muchachos: “Es muy bueno el esfuerzo y las ganas del grupo tratando de agregarle cosas a su potencial técnico. Cada cosa que le agreguemos y se pueda usar dentro del campo de juego para sacar un beneficio para el equipo es buena. Yo rescato el esfuerzo que hicieron en estos 15 días que estuvimos de pretemporada, haciendo una puesta a punto importante. Estamos tratando de colocar a Boca en el lugar que se merece y el esfuerzo de los muchachos así lo demuestra”. Dale, seguí riéndote...

En cada declaración que entrega, Pelusa aprovecha para combinar la dosis exacta de pimienta y respeto. Así, desde que llegó repite que está en el club más grande de la Argentina y también aclara que la buena onda inicial no debe quedarse sólo en un amor de verano. Es el director de la orquesta y el encargado de ir marcando los ritmos. “Lo importante es que todos estén comprometidos, que estén enchufados, que todos sigan peleando para hacer un Boca mejor”, afirma con la intención de estimular al plantel completo y resaltando las virtudes de sus hombres, los que le permiten erigirse como uno de los pocos entrenadores de la era moderna de Boca que debutó pulgar arriba en un superclásico de enero y, de yapa, con la valla invicta en los dos amistosos. “Me pone contento que avanzamos despacito, pero estamos bien”, resume su felicidad en el día después. Y se va. Con una sonrisa...

Javier García, que se ve titular, anduvo bárbaro el sábado y sacó chapa: "De cuatro superclásicos, gané tres".


El post partido parece tan intenso como el segundo tiempo del superclásico. Cuando todavía retumba el chasquido de sus guantes tapando todo lo que River le tiró, Javier García intenta relajarse pero la vorágine se lo lleva puesto. La felicidad de otra gran actuación frente al rival de siempre, el festejo nocturno al ritmo de la música, un buen almuerzo en la parrilla Un Gato al límite, un evento en la playas del sur para una firma de celulares y un paso por el B 12 de Punta Mogotes. Ahí, en ese lugar bien futbolero de Mardel, lo abordó Olé para sacarle las sensaciones de un domingo distinto. “Y… Cuando se le gana a River uno puede salir a la calle tranquilo, es impresionante. Por suerte, el equipo rindió muy bien y yo pude seguir con una buena racha, ya que jugué cuatro clásicos y gané tres. Estoy feliz”, contó, acompañado por su amigo Viatri.

Desde que se inventaron los celulares con camaritas de fotos integradas, la imagen de los futbolistas se catapultó… Hace un tiempo, si no había una lapicera y un papel a mano para un autógrafo, sólo había lugar para una mirada de admiración. Hoy, cada paso del arquero de Boca, se multiplica por tres abrazos para la foto. Y si es en pleno verano y en la playa, agréguele tangas y poses para la revistas.

-¿Cómo la pasaste en el día después a una gran actuación? --Lindo. Ganar y en un partido hermoso no tiene precio. Hacía mucho que no disfrutaba tanto un superclásico. Por suerte, lo gano seguido, ojalá juegue siempre contra River porque además es especial en las tribunas.

-¿Tanto disfrutaste? -Cuando fui a la entrada en calor adentro del campo, la verdad es que me emocioné mucho por la gente. Había mucho clima. Es un privilegio estar ahí adentro.

-Y después supongo que gozaste más porque fuiste una de las figuras… -Modestamente, la figura fueron todos. Mirá por ejemplo el partido que hizo Martín (Palermo). Creo que tuvimos un gran encuentro en todas las líneas, la defensa está muy bien, estamos sabiendo lo que quiere el técnico, es importante eso para nosotros.

-¿Cuál fue la pelota más difícil que sacaste? -La de Lanzini porque fue un centro atrás que me agarra a contrapierna, y a los arqueros cuando nos encuentran caminando para el medio del arco se pone bravo. Me la cruzó abajo, al palo derecho y por suerte la pude tapar.

-¿Estás más protegido con una defensa de cuatro hombres? --El arquero tiene que atajar, debe cortar un centro igual con tres o con cuatro defensores. A mí lo que me deja tranquilo es no recibir goles.

-¿Tranquilo como para ser el titular? -Lo vengo diciendo hace rato. Mi meta está puesta, como todo el equipo, en el 13 de febrero. Y yo considero que voy a atajar, porque lo vengo haciendo, terminé de titular el 2010. Por suerte Bichi (Borghi) y Tito (Pompei) me dieron la confianza antes y ahora espero seguir así. Creo que lo hice bien como para quedarme, antes y el sábado contra River también.

-¿Es tu mejor momento en Primera? -En el 2008 estuve muy bien en diez u 11 partidos, levantamos una diferencia grande de puntos y fuimos campeones. Y el año pasado creo que también rendí. Quizás estoy más maduro, al menos me siento así. Me pasó como a cualquier arquero, que le pueden hacer goles boludos como me hicieron. La verdad es que me siento muy bien, creo que los últimos partidos estuve bien, respondí cuando me llamaron, ya sea en el verano, en junio o en cualquier otro momento… Todos los días es bueno tener el arco en cero.

-¿Es importante tener de técnico un ex arquero? -Sí, porque nos corrige movimientos, nos transmite experiencias. Pero es más importante que nos ayude a sacar la mayor cantidad de puntos posible y podamos pelear por cosas importantes este año.

-Juan Pablo Carrizo dijo que esperan tener revancha en Mendoza...

-Es importante ganar, pero sabiendo que no deja de ser un amistoso. Lo interesante acá es terminar sin lesionados y poder estar todos listos para el Clausura. Es un partido preparatorio, de verano, y a la vez es un Boca y River y es lindo ganarlo. Por eso se lo dedicamos a la gente.

En Boca esperan para esta tarde una respuesta del Ajax ante la oferta realizada la semana pasada. En el club son optimistas. ¿Otro gusto que le darán


Que el Ajax no estaba dispuesto a cederlo a préstamo. Que sólo lo dejaba ir a cambio de 8.000.000 de euros. Que el DT Frank De Boer lo tenía en cuenta. Que se iba a Racing o volvía al Pachuca... Muchas cosas se dijeron, desde que arrancó el 2011, sobre la situación de Darío Cvitanich. Lo concreto es que el delantero que pidió Falcioni como prioridad tiene chances de ser jugador de Boca. Y hoy puede haber una definición. El jueves pasado, el club xeneize envió una propuesta a Holanda por el préstamo del jugador. Aunque desde el entorno del futbolista no son tan optimistas, Ameal y Cía. cruzan los dedos y esperan para hoy una respuesta afirmativa y así darle otro gusto a Pelusa, además del de Somoza (el DT no había pedido a Rivero pero aprobó su llegada).

Falcioni conoce bien a Cvitanich. El lo hizo debutar en la Primera de Banfield y con él, el delantero explotó y todos empezaron a mirarlo de reojo. Al final, el que se lo llevó fue el Ajax. En Holanda jugó poco y nada y fue prestado al Pachuca. Ahí sí tuvo continuidad y rindió. En diciembre, cuando se terminó el préstamo, el Pachuca intentó retenerlo pero el propio jugador no aceptó seguir en México. Su objetivo era volver a la Argentina. Y con esa idea fija viajó a Holanda la primera semana de enero. Intentó negociar un préstamo a Boca, pero se lo rechazaron. Le explicaron que De Boer lo tendría en cuenta y que su pase, si alguien estaba interesado, valía 8.000.000 de euros.

Boca, para darle el gusto a su DT, siguió con las gestiones. Pese a que en algún momento lo descartaron, la semana pasada les llegó el dato de que el Ajax aceptaría un préstamo. Ahí fue cuando enviaron una oferta. Mientras, el delantero ingresó ayer en la derrota ante el Utretch y debió salir al rato por una lesión muscular. ¿Hoy, al fin, tendrá una buena?

domingo, 23 de enero de 2011

Muy bien Javi Garcia...


Aunque Palermo se robó todas las miradas, hubo un jugador que no pasó inadvertido: Javier García. El pibe había dicho que se siente titular y en el superclásico demostró su estado de ánimo. Atajó para quedarse con el puesto. Aunque Lucchetti no se había quedado atrás contra Independiente y, por eso, recibió los elogios de Falcioni. Ahora el técnico tendrá que mostrar su mano de ex arquero para definir el único puesto que le resta por definir. Con una defensa sólida, un mediocampo renovado con Somoza-Rivero y una delantera que para qué hablar, Boca rompe el arco rival. Y defiende con todo el propio.

Falcioni no se mareó con el triunfo ante River. Destacó el esfuerzo y la unión del grupo pero avisó que lo que vale es lo que viene.


"Se verá un Boca muy solidario", dijo.

Falcioni estaba feliz aunque mesurado. Su experiencia en el fútbol le hace saber que estos triunfos de verano importan, pero la realidad es que Boca arrancará el semestre cuando el Clausura comience a jugarse y ahí la realidad será otra. Por eso el técnico que dirigió su primer Superclásico se mostró tranquilo a la hora de las declaraciones: "Es un triunfo que nos alegra y nos da tranquilidad para lo que viene. Pero acá lo importante es llegar de la mejor manera al torneo", dijo Falcioni. El entrenador reconoció que está “contento por el equilibrio que hubo” y destacó el esfuerzo realizado por sus jugadores: “es muy bueno el esfuerzo de los muchachos, la verdad es que estoy contento por el esfuerzo del grupo, destaco mucho el compromiso”.

En cuanto a como está viendo el andar de Boca, Falcioni prefirió no ir mucho más allá: “Recién estamos en plena pretemporada y el equipo se está adaptando”, dijo. En un vestuario feliz pero mesurado, el ex técnico de Banfield dejó en claro cuáles serán las bases en las que se construirá el Boca versión 2011: “Estamos teniendo un equipo que se va ayudando y colaborando mutuamente. Es un equipo muy solidario y esa será la base de este Boca”, cerró.

A seis meses del retiro, Palermo dio el mejor espectáculo veraniego: una asistencia, un gol de cabeza, más tacos y pisadas varias que enloquecieron a


A Martín Palermo le suele pasar de todo en un mismo partido. Es ya un clásico. Va de la comedia a la tragedia con demasiada facilidad. Del ridículo a la hazaña. El lo reconoce, sabe que eso es parte misma de su esencia, de la esencia de su carrera. Anoche, en su primera aparición del 2011, lo volvió a demostrar: 1) Le dio un pase de gol a Colazo, 2) Recibió un planchazo de Almeyda que le hizo de goma el tobillo derecho, 3) Metió un cabezazo de contraanticipo para su propio gol a River, y 4) Se animó a pisadas, taquitos y locuras aplaudidas por todos.

Por ahora, en este verano, las apariciones del goleador sólo habían sido en las prácticas. Desde un primer momento, Julio Falcioni decidió dejarlo afuera del debut ante Independiente y reservarlo junto a otros titulares para este superclásico. Anoche, entonces, Palermo salió a la cancha en dupla con Mouche y los dos se las arreglaron para complicar a River. Pero el Loco dio el mejor espectáculo veraniego.

Mouche apareció de entrada, con un robo de pelota a Almeyda que terminó en falta recibida. Palermo lo hizo un poco después, pero cuando apareció no se detuvo. A los diez, estuvo en la jugada que terminó en el primer gol: Clemente, Colazo, Chávez, Mouche, pase de Palermo y gol de Colazo. A los 23, sufrió un patadón de Almeyda que le dobló el tobillo derecho y asustó a todos. A los 32, anticipó a Román y la clavó adonde no llegaba Carrizo. A los 41, se la bajó de cabeza a Mouche y lo dejó mano a mano. Y a los 45, de un lugar imposible, buscó el arco y aunque la pelota terminó en cualquier lado, la gente enloqueció.

El show del Loco siguió en el segundo tiempo. Con otro cabezazo y un mano a mano (ambos tapados por Carrizo), más tacos y pisadas que hicieron levantar a los hinchas y a los suplentes xeneizes. La imagen de Viatri parado junto al campo, rompiéndose las palmas de tanto aplaudir, dice más que mil palabras. “La verdad es que estaba muy confiado y tranquilo a la hora de hacer las cosas”, explicó. Y se notó.

No te vayas nunca...