sábado, 22 de enero de 2011

Ojo con Boca...se desquitó del River de Jota Jota, que a diferencia de lo que mostró en el Apertura, esta vez fue muy liviano e impreciso.


Hubo una imagen que soltó la tinta con la que se escribiría el primer superclásico de 2011: Almeyda, allá por los 24' del primer tiempo, lo atendió a Palermo en la mitad de la cancha. Allí tomó color la primera oración, perfectamente conjugada. Las divididas siempre fueron del equipo de Falcioni y con eso bastó para dominar a piacere a un River desarticulado y muy liviano.

Lanzini y Lamela, apuestas firmes de Jota Jota López para este semestre, estuvieron aislados, incomunicados con Pavone. Somoza y Rivero cortaron tan bien la línea que ni por Blackberry le llegaron señales al Tanque. Desde esa pareja de medios dura y ordenada construyó Boca su victoria, en ese tándem de estreno en el círculo central. Empezando una jugada por derecha y, de no prosperar, mover la redonda hacia la izquierda. Con el Burrito soltándose un poco más, pero sin perder los anillos para colaborar en la marca.

Porque al Pelusa se le adjudica la priorización de la pelota parada, el juego a cara de perro, hacerle trabajoso el partido a los rivales... Que tuvo eso, lo tuvo, pero el gol de Colazo llegó en un ecosistema futbolístico de los más ostentosos: diez toques para que el pibe, que se hará cargo de la banda izquierda si no llega Erviti, definiera con un bombazo cruzado.

Roto el cero, orden y paciencia para un equipo ciento por ciento made in Falcioni. Un equipo en el que Mouche se animó a ser eslabón y terminó siendo decisivo; un equipo en el que se estrenaba un doble cinco, engranajes claves en el fútbol si los hay, y que rindió como si se conocieran de Inferiores; un equipo que dio muestras de tener una defensa férrea; un equipo que tuvo un arquero despierto, que respondió cuando tuvo que hacerlo. Y, claro, que contó con Palermo, figura.


Los engranajes de Boca encajaron los unos con los otros en este superclásico de verano. Los de River, en cambio, todavía están medio trabados con la arena de la pretemporada en Mardel.

Falcioni dirigirá su primer Súper y dice que “no hay ninguno como éste”. Para JJ es “como si fuera por los puntos”.


Hoy se cumple un año exacto de la renuncia de Basile. No se despidió de Boca por una cuestión de códigos ni se llevará los motivos a la tumba. Habrá sentido que le faltaba apoyo dirigencial, pero fue la derrota de un día antes contra River la que lo impulsó a tomar la decisión.

Pasaron 11 meses, también Alves y un interinato de Pompei, hasta que le llegó el turno a Borghi. Habrá coqueteado varias veces con la renuncia, el Bichi, sin embargo fue otra caída en un superclásico la que le puso fin a su ciclo.

Esa misma tarde, en el Monumental, el Negro López se terminó de reconciliar con la gente de Núñez y fue una convincente victoria en el derby más caliente la que lo catapultó a lo que es hoy, el DT oficial.

Es decir: puede que los clásicos no valgan siempre lo mismo pero son todos importantes. Ya sean de verano, por el torneo doméstico o las copas, en Mar del Plata, Mendoza o Taiwán. Lo hacen saber los hinchas, lo sienten (aunque a veces no lo digan) los jugadores y de nada resultan exentos los técnicos. Por eso Falcioni y Jota Jota eligieron reservar a lo mejor que tienen para el segundo compromiso veraniego, el primer súper del 2011.

Para Julio César será el bautismo en un Boca-River y bien sabe que su cargo no entra en juego, aunque el resultado marcará un camino. Podrá acelerar o frenar la llegada de refuerzos, influirá en el estado de ánimo general, nada menos que para el inicio de un proceso. Y JC, aunque tranquilo, no le baja trascendencia al duelo de esta noche: “He tenido la suerte de jugar y dirigir muchos clásicos en mi vida, pero ninguno como éste. Es uno de lo más grandes del mundo, el de mayor atracción, el de mayor convocatoria. Y bueno, ojalá podamos estar a la altura”, resalta.

De la vereda de enfrente nadie habla de amistoso. “A Boca le quiero ganar hasta en la playa”, es el mensaje que baja Jota Jota y repiten los jugadores. No es casual, entonces, que, salvo por el esguince de Acevedo y la partida de Ortega, el entrenador repita el dibujo y los nombres del anterior éxito ante la contra. “Hay que ganarlo porque es el clásico, eso nos daría tranquilidad para trabajar y los jugadores agarrarían confianza. Por algo Boca también pondrá a lo mejor. Nosotros lo tomamos como si fuera por los tres puntos: queremos jugar y ganarlo”, subraya.

Dicen que esta noche, en La Feliz, estalla el verano. Porque no se juega un partido más. Y los técnicos tienen su clásico aparte.

Pavada de debut para Somoza: justo con River. Admite su ansiedad y se dice: “No tengo que dejarme llevar por los gritos de la gente”.


El título no lo asusta a Leandro Somoza: debutará con la camiseta de Boca en el partido que paraliza al país. “No veo la hora de entrar a la cancha”, dice en la previa este aplomado mediocampista de 30 años, combinando las dosis exactas de ansiedad y tranquilidad necesarias para afrontar un partido de alta gama. “Como jugador uno siempre se ilusiona con estar en un partido tan importante. Claro que hasta hace poco no sabía en qué vereda podría estar. Hoy el fútbol me llevó a defender otra camiseta. Pero no va a cambiar lo que siento por Vélez, porque esa mi casa. Ahí siempre me sentí cómodo y me dio la posibilidad de crecer como persona y también como profesional. Ahora sé que tengo que defender los colores de Boca. Por lo que vi, más allá de que estamos de pretemporada, todo lo que mueve este partido es impresionante”.

-¿Qué debut imaginás?

-El mejor. Jugando con la tranquilidad de siempre. Sabiendo que es un partido preparatorio pero que lo afrontaremos con la misma responsabilidad que un partido oficial.

-¿Qué fue lo que te sedujo de Boca?

-Encarar un desafío nuevo en mi carrera y todo lo que genera Boca por la magnitud que tiene en el país y en el mundo. Es distinto a todo. A partir de ahora tendré que hacer mi camino.

-En estos pocos días, ¿qué es lo que más te sorprendió?

-Estoy en plena etapa de conocimiento y no paro de sorprenderme. Yo vengo de un club que se acostumbró a pelear por cosas importantes, pero acá todo se multiplica. La gente que te sigue por todos lados y no para de alentarte, el periodismo que está en todo momento.

-Tenés características de un jugador de Boca...

-Puede ser, creo que tengo bastante temperamento, soy agresivo. Tendré que controlarlo, no dejarme contagiar por los gritos de la gente, porque a veces se me sale la cadena. Sí meter y poner como lo hice siempre, porque eso me abrió las puertas de Boca y ahora no voy a cambiar. La idea es trasladar lo que hice en Vélez. Voy a dejar todo en cada partido y sólo prometo entrega y sacrificio. En el plantel hay gente de experiencia y que ganó muchísimas cosas... entonces hay que mantener un perfil bajo y respetar a los jugadores que ya están.

-¿Ya te adaptaste a la idea de Falcioni?

-A Julio le gusta armar el equipo de atrás hacia adelante. Prioriza el parado de la línea de cuatro, con el apoyo permanente del volante defensivo. Ojalá podamos convertirnos en un equipo difícil de vulnerar. Estando seguros atrás le podremos dar tranquilidad a los de arriba.

-¿Cómo te vas a mover en el mediocampo?

-Es simple: cuando el otro volante de equilibrio se suelte, yo tendré que dedicarme más a respaldarlo; y cuando salga yo a apretar un poquito más arriba, él me tendrá que cuidar las espaldas. Si logramos coordinar nuestros movimientos, sumado a una línea de cuatro bien parada, será muy complicado que los rivales nos lleguen. Igual, lo más importante es el funcionamiento del equipo. Y ganando el superclásico, uno tiene la sensación de que está haciendo las cosas bien y que se transita el camino correcto.

Falcioni los junta hoy con River, pero antes los juntó Olé: Calvo, sorpresa sobre la hora, Caruzzo, Insaurralde y Clemente, la línea de 4 de JC...


No es el único cambio de un ciclo a otro. Hay muchos más según las formas de cada entrenador. Sí es el más notorio, por todo lo que significó para Boca implementar la tan polemitazada línea de tres que trajo Claudio Borghi. Por eso, ahora, en el primer partido que Julio César Falcioni pone a la formación titular con refuerzos incluidos, volver a ver a cuatro tipos parados en el fondo, delante del arquero, es toda una novedad. Ellos son José María Calvo (la sorpresa de último momento), Matías Caruzzo, Juan Insaurralde y Clemente Rodríguez.

Tres de los guardianes del Emperador, como se los podría llamar, llegaron al club hace seis meses. La idea con la que arribaron tenía poco que ver con ésta. Caruzzo, por haber sido el capitán y líbero del Argentinos campeón, fue el jugador más pedido por el Bichi. Insaurralde se adaptó a la posición de stopper izquierdo. Clemente, por un lado y otro, debió convertirse en carrilero. El Pampa Calvo, quien ya estaba, no tenía chances con el Bichi y pensaba buscar nuevos rumbos. Ahora, con Julio César, forman la línea de cuatro clásica, dos laterales y dos marcadores centrales convencionales.

-¿Qué es lo que les pidió Falcioni en estas primeras semanas de trabajo en Tandil?

Insaurralde: Estamos mucho en la parte táctica, haciendo los movimientos que el técnico pretende. Nos pide cosas sencillas y nosotros tenemos que plasmarlas dentro del campo de juego.

Clemente: En lo personal estoy jugando por la banda izquierda. Me pide, al igual que al resto de mis compañeros, que siempre estemos bien parados y concentrados. Quiere una defensa sólida. Pero también me permite pasar al ataque por sorpresa.

Calvo: Falcioni ya nos tiró su mensaje, que es tratar de estar seguros, cerraditos atrás, sin dejar espacios. Es algo que implementará más que nada en defensa. Esperemos captar el mensaje lo más rápido posible para poder plasmarlo en el campo.

Caruzzo: A Claudio le gustaba la línea de tres y con Julio estamos trabajando con línea de cuatro. Los jugadores debemos adaptarnos a los que nos piden, que no son cosas raras sino algo que todos sabemos hacer. Ojalá que nos vaya bien defensivamente y como equipo.

-¿Qué cambia de la línea de tres a la de cuatro?
Insaurralde: Obviamente que con línea de tres tenemos mayores espacios por cubrir. En cambio, con línea de cuatro estamos más cerrados, más cubiertos. Pero todo depende del funcionamiento del equipo. Si el equipo está bien parado, equilibrado, por ahí no varía mucho jugar con tres o cuatro en el fondo.

Clemente: Yo estoy a disposición del técnico, para jugar en la posición que él disponga. Ahora está viendo y conociéndonos, mientras busca el equipo y el funcionamiento que pretende.

A esta línea de cuatro que Falcioni armó para el superclásico le falta un integrante importante, que en un principio iba a tener su primera oportunidad del verano y del ciclo. El ausente en cuestión es Christian Cellay, a quien una contractura en el isquiotibial derecho lo deja afuera del partido con River. “Julio me pidió en estos ensayos que juegue de cuatro, pero también lo he hecho de central. Me dijo que iba a empezar a variar, y bueno, son etapas en las cuales uno tiene que empezar a adaptarse, recibir el mensaje y tratar de sumar minutos de fútbol para ir agarrando ritmo y el funcionamiento que pretende para el equipo”, también opinó el Samurai, a quien hoy probarán en el entrenamiento de la mañana para ver si puede estar en el banco. Y luego, sobre la posición en la que más le conviene jugar, agregó: “Siempre dije que soy central, porque es donde me siento más cómodo y más rindo. Pero después, obviamente, si el técnico me necesita en cualquier otra posición, estoy dispuesto a hacerlo”.

Está claro que Falcioni se siente cómodo defendiendo con línea de cuatro. Quiere que los integrantes de la defensa estén bien parados y cerrados, que estén concentrados y sean solidarios. Además, durante esta pretemporada trabajó permanentemente para que el volante central (Leandro Somoza) sepa meterse entre los centrales. No quiere desequilibrios defensivos. En esta primera línea de cuatro, Calvo y Clemente se soltarán alternativamente. Mientras que con Cellay, éste no iba a tener obligaciones de ataque y sí el lateral izquierdo...

-En el torneo pasado recibieron 20 goles y eso fue un problema del equipo. ¿Cómo se corrige eso?
Insaurralde: Es cierto que en el campeonato pasado recibimos muchos goles y, ahora, Julio nos hace mucho hincapié en que siempre tenemos que estar bien ordenados, para darle seguridad al equipo. También nos pide que estemos bien parados. Recalca permanentemente esas dos cuestiones.

Calvo: Falcioni quiere un equipo que no dé ninguna pelota por perdida, y para eso hay que presionar, reducir espacios.

Caruzzo: Cuando un equipo no anda bien, cuando perdés, se les cae a todos, al equipo en general. No creo que solamente sea una cuestión defensiva cuando te hacen muchos goles. Con esto te quiero decir que los malos resultados no son responsabilidad de una sola línea. Por eso es importante que cada uno de nosotros sepa qué hizo bien y qué hizo mal, porque de esa forma mejoraremos para el bien de Boca. Ahora estamos trabajando muy duro para que las cosas nos salgan bien en defensa, en el medio y en el ataque.

Julio César ya tiene a sus guardianes.

viernes, 21 de enero de 2011

Julio Falcioni se prepara para su primer superclásico y confía en los jugadores para que le regalen una alegría de verano.


A la tarde confirma el equipo pero sería el debut de los refuerzos Rivero y Somoza. Riquelme jugaría recién ante San Lorenzo.

Que se viene el clásico y Medel se va pero Méndez se queda. Román no juega contra River y lo de Erviti no se cierra. El balance de la pretemporada y el arranque del Apertura. Si ataja Lucchetti o García. La imagen de Diego Maradona… Los abundan en el Mundo Boca y el DT Xeneize, Julio César Falcioni no le escapa a ninguno.

“Es una muy linda experiencia en cuanto a la posibilidad de vivirla. Me ha tocado estar en varios clásicos pero éste es de lo más grandes del mundo”, subrayó JC sobre la vivencia de dirigir su primera Boca-River como DT. Aún así, contó que en la previa “vivimos una semana normal de trabajo en cuanto a que tenemos marcada una propuesta de trabajo”, aunque admitió que “en estas últimas 24 y 48 hemos pensado más en el partido contra River”.

¿El equipo para el sábado? Se sabrá por la tarde pero ya dejó entrever que Juan Román Riquelme no estará: “Viene de una lesión que le impidió estar en el semestre pasado. Ya van casi 7 meses o un poco más y es necesario que tenga un buena preparación”. Por otro lado, manifestó que “ha asimilado muy bien las cargas de trabajo y vamos a ver si lo podemos tener para el partido con San Lorenzo”. Además, dejó en claro que si bien “el clásico es un partido especial para el jugador y para el hincha, vamos a tratar de no arriesgar a nadie. Queremos tomar las precauciones necesarias”,

En cuanto a la ida de Medel, el Emperador sintetizó que el Pitbull “está hablando con el presidente. Hablé con Gary hace 3 o 4 días y le dije que lo necesitaba que lo quería adentro del grupo y que iba a tener un lugar importante pero a veces se hace muy difícil intervenir en esas oportunidades. Ya pasa a ser una decisión personal y lo respeto mucho”. Por otro lado, si el Chileno pasa al Sevilla, las chances de Méndez aumentan y así lo manifestó Falcioni: “Es algo que yo dejé en manos de Jesús en cuanto a la posibilidad de la salida del club. Si se queda lo vamos atener en cuenta”.

Sobre el tema de los refuerzo, el DT expresó que “está en manos de la dirigencia. No he vuelto a involucrarme en ninguna negociación” pero reconoció que lo de “Cvitanich está lejos”. Respecto al tema de Erviti, deseó que” es un jugador que yo pedí, que ojalá pueda estar con nosotros y pueda integrarse a éste grupo de trabajo que necesita un volante por izquierda”.

Cambiando de tema, cuando se le preguntó por los dichos de Portell, prefirió seguir hablando de Boca. Y continuó con lo que se viene: “En estas tres semanas que restan vamos a trabajar en el acomodamiento táctico. Nuestra propuesta es llegar bien al torneo, tener la secuencia de preparación necesaria para llegar bien al partido con Godoy cruz”. Del que sí habló fue de Diego Maradona y deslizó que “ojalá que esté cerca del grupo. Tiene las puertas abiertas, es un referente”.

Una de las dudas pasa por quién ocupará el arco de Boca y la decisión todavía no está tomada: “Tendrán que seguir demostrándome su capacidad y su personalidad en estas tres semanas para ver quien arranca”.

Por último, hizo un balance de la pretemporada y resumió: “Empezamos bastante abajo en cuanto a las marcas de las primeras pruebas que hicimos con diferentes promedios individuales, lo que fue mejorando paulatinamente. Llegando a la última etapa todos cubrieron los tiempos necesarios haciendo una buena exigencia. Eso quiere decir que fueron de menos a más”. Se nota la mano del Emperador, que está amoldando a su Boca.

La Reserva de Pompei también hace pretemporada en Tandil y sigue el plan de trabajo de la Primera.


Y en febrero se suman la Cuarta, Quinta y Sexta.

Suben y bajan sin descanso por las empinadas cuestas de las sierras de Tandil, son exigidos al máximo en el tan temido arenero del Centro Náutico, hacen duros trabajos aeróbicos en la pista de atletismo, alternan sus prácticas de fútbol entre las canchas de Independiente y del Banco Provincia, están vestidos con la ropa de Boca y, por eso, a su paso despiertan la misma pasión (y la curiosidad al pasar) de los hinchas xeneizes. Pero no es el plantel profesional, estamos hablando del futuro: los pibes de la Reserva.

La cabeza del grupo es Roberto Pompei, y el que los hace transpirar la gota gorda es el profe Carlos Borzi. Desde hace cuatro años, Boca implementó la metodología de que sus promesas realicen pretemporada bien cerquita de la Primera. Se alojan en la Hostería Piedras del Lago, cerca de la Posada, y cumplen un organigrama similar al de los más grandes. Son 29 jóvenes que se ilusionan con el fútbol grande. Pero eso no es todo, porque el 8 de febrero, Tandil recibirá a más de cien futbolistas del semillero, ya que las categorías Cuarta, Quinta y Sexta (las dos últimas fueron campeonas del torneo de Inferiores) también se prepararán en esta ciudad. El búnker elegido para tal fin será el Camping Pinar de las Sierras.

Palermo y Mouche es la dupla ofensiva que pondrá Falcioni contra River. Para los dos, este 2011 es especial. ¿Cómo lo arrancarán?


Que Julio César Falcioni sea un técnico muy detallista y hasta obsesivo en el trabajo del bloque defensivo, que incluye también a la línea de cuatro volantes a la hora del retroceso, no significa que resigne y deje librado el ataque a la dicha de Dios. A Pelusa también le interesa hacerle daño al rival y en su cabeza está la idea de jugar con un delantero que se recueste indistintamente por ambas bandas y otro bien metido en el área. El DT no lo confirmó, pero la dupla ofensiva que jugará contra River estará integrada por Pablo Mouche y Martín Palermo. Locos por atacar...

Falcioni eligió, como en su debut ante Independiente, jugar con uno por afuera y otro por adentro. El doble 9 que tanto utilizó Borghi en su ciclo, con la inclusión de Viatri al lado del Titán, por ahora, quedará como un interesante plan B. PM y MP será la dupla mañana. Ambos se conocen: jugaron juntos, desde el arranque, en 12 partidos en los últimos dos años y metieron tres goles (dos Martín y uno Pablo).

Mientras Pelusa todavía espera noticias por Darío Cvitanich (en Boca creen que aún hay chances), el entrenador se encuentra muy conforme con el trabajo de Mouche. Lo ve muy enchufado en las prácticas y le gustó su actuación ante Independiente. De ahí que si no llega el ex Banfield, Pelusa ya les avisó a los dirigentes que se quedará con lo que tiene disponible en el plantel.

Pablito tiene unas ganas bárbaras de lograr la continuidad que no pudo conseguir en el 2010. Y Palermo, la voz de la experiencia, lo analiza: “Debe mentalizarse en las oportunidades que le da el técnico para poder ganarse ese lugar. Condiciones tiene y por algo está en un plantel tan competitivo como el de Boca. Si tiene esa posibilidad, debe demostrar que puede jugar en Boca. Y no es uno o dos partidos. Tiene que tratar de consolidarse y mantener ese lugar que viene buscando en los últimos campeonatos”.

Para Palermo, no será un superclásico más. Puede llegar a ser su antepenúltimo Boca-River antes de su retiro (quedarían el amistoso del 2 de febrero en Mendoza y el del Clausura en la Bombonera). Por tantos partidos de este tipo sobre el lomo es, justamente, que avisa: “Hay que tomarlo con seriedad, porque, más allá de ser de verano y de preparación para agarrar ritmo, es un clásico que la gente te exige ganar. El año pasado lo sufrimos y se fue Basile tras una derrota”.

Que Palermo esté transitando los últimos meses de su exitosa carrera no es un dato menor para sus propios compañeros. Y Mouche, que jugará con él mañana, lo vive como algo especial. “Ojalá que en esta última etapa en el fútbol, Martín pueda seguir dándoles alegrías a los hinchas de Boca. Y espero ser yo su compañero de dupla. Trabajo para lograr esa continuidad que hasta ahora no tuve. Yo le estoy muy agradecido a Martín por sus consejos y ahora espero poder retribuírselos dentro de la cancha. Sería un orgullo para mí”, aseguró el delantero que tuvo algunas ofertas para irse pero prefirió quedarse para luchar por un lugar dentro de los 11.

En la práctica de ayer por la tarde no tuvieron mucha conexión, pero lo importante es que rindan mañana. Por lo que se juega cada uno en este 2011, van a ser dos Locos por atacar.

jueves, 20 de enero de 2011

La ausencia de Sebastián Battaglia (no hizo fútbol) en el superclásico es un hecho. Por eso, Somoza y Rivero serán los dueños del mediocampo.


Pavada de estreno. El Burrito ocupará el lugar de Seba. Y además, Chávez entrará en el once titular.

Era la práctica de fútbol previa al superclásico del sábado. Falcioni probaba el equipo que saldrá desde el arranque en el primer choque contra el rival de toda la vida, en este 2011. Pero hubo una sorpresa cuando, entre los once titulares, no apareció Sebastián Battaglia. Se encendieron las alarmas.


Es que Seba pintaba para ser titular en el superclásico del sábado, pero en la práctica de fútbol que realizó Falcioni no estuvo. Si bien se especuló con que era simplemente por precaución, se supo que una tendinitis rotuliana en la rodilla izquierda lo marginará del duelo ante los Millonarios. En su lugar se lo pudo ver a Rivero y Chávez ingresó en el equipo.

Los once que jugarían frente a River y empataron sin goles con los suplentes son: García; Cellay (luego Sauro); Caruzzo, Insaurralde, Clemente; Chávez, Somoza, Rivero (lo reempló Medel), Colazzo; Mouche (luego Escudero) y Palermo. El equipo contrario se paró con un esquema 4-3-2-1, simulando el planteo de los de JJ. Lucchetti; Calvo, Ruíz, Sauro, Monzón; Rossi, Medel, Baima; Riquelme, Escudero; y Viatri.

Román no quiere arriesgarse contra River y apuesta al torneo. "No sé por qué Falcioni dice que conmigo tiene ventaja", bromea el 10, que habla de todo


Me ilusiona jugar en un buen equipo, en un equipo que nos permita disfrutar, con el que podamos ser protagonistas tanto de locales como de visitantes. A mí me pone bien entrar a una cancha y jugar a la pelota. Son los últimos años de mi carrera y por eso los quiero disfrutar al máximo, demostrarme a mí mismo que puedo jugar en un alto nivel y, de esa manera, sé que voy a ser importante para mi equipo”. La conferencia de prensa, la primera que da en el 2011, terminó hace unos minutos. Riquelme sigue hablando, ahora a solas con Olé ...

-¿A fin de año pediste algún deseo especial? -Siempre pido que mi familia y mis amigos estén bien. Y después pedí disfrutar del fútbol, estoy muy ilusionado y espero disfrutar a pleno los años que me quedan en el fútbol.

-¿Cómo te sentís en esta pretemporada? -Estoy bien, trabajando a la par de mis compañeros. La rodilla va muy bien y eso es muy importante.

-¿Vas a jugar con River? -Creo que todos los jugadores, los de Boca y los de los demás equipos, les apuntan al primer partido del torneo. Entiendo que para la gente es un partido importante contra River, pero hay que entender que lo es más para los que organizan estos partidos. Para mí es un amistoso un poco más importante que una práctica de fútbol, nada más. Obvio que el clásico es mirado por todos, pero no nos sirve ganar todos los partidos de verano y después arrancar jugando mal y perdiendo en el torneo.

-¿Pero vas a jugar? -No lo sé. Comencé bien la pretemporada y estoy contento de cómo va todo. Pero vengo de seis meses sin jugar... Hace un tiempo, por darle tanta importancia al torneo de verano no pudimos contar con Ibarra durante dos meses ( NdeR : verano del 2008). A veces da miedo entrenarse tan fuerte y tener que jugar los amistosos de verano. Es una decisión del técnico y hasta de los dirigentes.

-Falcioni dice que con vos tiene ventaja...

-No entiendo por qué dice eso, porque a la cancha entramos once. Tenemos once jugadores igual que el contrario, no creo que tengamos ninguna ventaja. Me pone bien que cada entrenador que viene acá hable bien de mí. Eso es muy importante, aunque no sé si lo hará para quedar bien (risas). Pero acá, tanto Julio como su cuerpo técnico y como nosotros, queremos ayudarnos. Y lo más importante es que Boca juegue bien y que sea protagonista del campeonato.

-¿Qué necesita Boca? -Boca necesita jugar bien. Por más que corra, por más que se tire de cabeza, en los partidos va a ganar uno y va a perder otro. Así es como veo el fútbol. Y Boca necesita jugar bien, formar un buen equipo, saber lo que quiere en cada partido. Tiene que ser protagonista, porque tenemos que salir a ganar, tanto de local como de visitante. Y si tenemos la suerte de jugar bien, y en cada partido ir mejorando, vamos a tener muchas chances de hacernos fuertes en casa y afuera.

-¿Pese al poco tiempo, se pueden sacar conclusiones sobre la idea de juego de Falcioni? -Tiene las cosas bastante claras. Está muy pendiente de que el equipo se ponga bien físicamente. Hemos hecho muy poco fútbol y todavía no tenemos claro cómo vamos a salir a jugar el campeonato. Hoy lo único que importa es prepararse de la mejor manera. El está para ayudarnos y nosotros a él.

-¿Hoy Boca tiene el mejor plantel del país? -El mejor plantel del fútbol argentino es Estudiantes. Y el segundo es Vélez. Nosotros, no. Necesitamos mejorar mucho. Somos el mismo plantel del semestre pasado, entonces no creo que seamos los mejores. El mejor es siempre el que gana. Estudiantes es el mejor, Vélez viene siendo un equipo muy parejo, que siempre está muy cerca de ganar los torneos, y hay que felicitarlo porque juega muy bien. Nosotros seremos los mejores el día que volvamos a ganar. Hoy somos un equipo normal, que termina en mitad de tabla y que tiene mucho por mejorar.

-¿Qué te genera que todos los refuerzos que pidió Falcioni quieran venir a jugar a Boca? --Son cosas normales. Cualquier futbolista quiere jugar en Boca o en River. Ultimamente se escucha decir a muchas personas que los jugadores dudan entre venir a Boca o River, o ir a otros clubes en la Argentina. Y yo creo que no. No venimos teniendo campeonatos muy buenos, River tampoco, pero tanto Boca como River son los dos más grandes del país.

-Erviti te elogió, ¿te gustaría jugar con él? -Lo escuché, pero a Banfield no voy, ja. El tiene más chance de venir que yo de ir a Banfield, porque yo de acá no me voy nunca más. El técnico lo valora, debe confiar mucho en él. Ojalá que pueda jugar donde él quiere...

Sin Riquelme, Falcioni contra River repetirá el 4-4-2 que utilizó vs. Independiente y que tanto lo convence. El DT mete siete cambios.


El Boca de Falcioni no será uno... sino dos.

Está claro que el entrenador va a contar con un plan A y un plan B. El primero contempla a Riquelme entre los 11 y es el ideal que tiene en la cabeza el DT. El segundo es una alternativa si Román falta a algún partido y viene con un cambio en el dibujo táctico incluido. Eso es lo que ocurrirá nuevamente el sábado. Para enfrentar a River, Pelusa no podrá contar con Riquelme, a quien van a cuidar para que llegue bien al inicio del Clausura, y por eso parará un 4-4-2, sin enganche, como hizo ante Independiente.

Ese esquema es el que más utilizó Falcioni en su carrera como entrenador. De hecho, salió campeón en Banfield parado de esa manera. Y al no tener un enlace definido y clásico como es Román, en Boca volverá a apelar a ese dispositivo táctico. Ya lo probó el sábado, en el debut ante el Rojo, y volverá a utilizarlo en el superclásico.

Claro que esta vez, por lo visto en la práctica de fútbol realizada ayer por la tarde, habrá cambios de nombres. En el arco, Javier García tendrá su chance como ya la tuvo Lucchetti. En la defensa, Falcioni mantendrá la dupla central (Caruzzo-Insaurralde), que se perfila como titular para el campeonato, y cambiará a los laterales: Cellay por Calvo y Clemente por Monzón. Los dos que entran son los que hoy arrancan con ventaja para estar entre los 11 ante Godoy Cruz, el próximo 13 de febrero.

El mediocampo, sin Román, se parará con un doble cinco (Battaglia-Somoza en lugar de Medel-Méndez) y dos carrileros (Rivero por derecha en lugar de Chávez, y Colazo por izquierda como lo hizo ante Independiente). La idea será abrir la cancha y que Seba sea el que se suelte más, quedando Somoza más retrasado.

Arriba seguirá Mouche y Viatri le dejará su lugar a Palermo. El Loco, en su último semestre en el fútbol, arrancará como titular. Ayer hizo el gol en el 1-0. ¿Será un augurio?

Parece que Escudero será tenido en cuenta por Falcioni


Falcioni no se sorprendió, porque tenía confianza en él. Creía que su flojo nivel tenía que ver con la falta de continuidad y de pretemporada. Ahora que lo dirige todos los días se convenció de que tenía razón con respecto a Damián Escudero. Y lo ve bien tanto de volante como de punta. Ayer, Pichi hizo un gol en la práctica.

miércoles, 19 de enero de 2011

Riquelme puso en duda su presencia ante River y también en los demás partidos: “Veremos si conviene”.


Ya habían aparecido algunas señales en los entrenamientos. El jueves pasado decidieron bajarle las cargas para no seguir exigiéndolo al límite. El sábado trabajó diferenciado mientras el resto participaba de una práctica de fútbol. Y ayer por la tarde, cuando sus compañeros corrieron por la pista de atletismo, él lo hizo por el pasto. Todo por precaución, nada para alarmarse de acuerdo a las palabras del cuerpo médico. Pero, con tanto cuidado sobre el 10, puede llegar a faltar al primer superclásico, como publicó Olé en la edición de ayer. Y ahora, el propio Román Riquelme lo dio a entender...

“Veremos si conviene estar en algún partido de verano. La pretemporada me está costando mucho, pero el cuerpo técnico cree que estoy haciendo la mejor preparación”, dijo en Radio 10, aunque integró el equipo titular en la práctica de ayer. Y luego, sobre la lesión que lo hizo parar luego del partido con River del 16 de octubre, Román agregó: “Me encuentro contento, la rodilla y espalda están bien y quiero ver si puedo estar en un gran nivel, ayudar a mi equipo y ver si puedo estar cerca de jugar la Copa América”.

Caruzzo no quiere que este ciclo repita problemas del anterior, evita comparaciones y dice: “Tenemos que sacar nuestro amor propio”.


Tal vez porque es algo que a Claudio Borghi lo terminó complicando. No haber encontrado la formación ideal, ese equipo que se repitiera de memoria, fue en parte uno de los problemas del ciclo. Tal vez por eso Matías Caruzzo, uno de los estandartes del Bichi, desea que el nuevo técnico llegue cuanto antes a los once elegidos. “Ojalá Julio pueda encontrar el equipo lo más rápido posible”, desea quien fue uno de los refuerzos que más rindió en el Apertura.

-¿Qué balance hacés en lo personal desde que llegaste al club? -Generalmente no hablo de lo personal. Me gusta hablar de lo colectivo y en eso, no anduvimos bien. Las expectativas eran otras y no las pudimos alcanzar. Hoy estamos con esa sed de revancha para revertir ese mal semestre.

-¿Por qué pensás que no salieron las cosas en el Apertura? -Cuando no se te dan los resultados desde el inicio del campeonato, todo se hace más difícil. El ganar te da confianza y eso es lo que no tuvimos. Perder no te da tranquilidad. Y nosotros recién ganamos en la cuarta fecha. Creo que nos faltó regularidad: jugamos muy bien un partido y muy mal al siguiente. Y un torneo de 25 puntos como el que hicimos, obvio que no nos dejó conformes. Ni a nosotros ni a la gente.

-La crítica, en general, le apuntaba a la defensa.

-Cuando perdés se les cae a todos, al equipo en general. En el semestre pasado son más las cosas que hicimos mal que las que hicimos bien y eso hay que corregirlo para que no se repita. Trabajamos para que nos salgan bien las cosas en defensa, en el medio y en el ataque.

-Cuando se fue Borghi, al haber llegado con él, ¿te dio intranquilidad? -No por mí. Me puso mal la situación por ellos, por gente tan humilde y tan buena que se tuvo que ir. Hoy sigo en Boca y es un privilegio para mí. Ojalá pueda estar mucho tiempo acá, ganarme un lugar y aportar lo mío.

Para Caruzzo está claro que debe ser especial el cambio de entrenador. Con Borghi alcanzó su mejor rendimiento en Argentinos, después salió campeón y pasaron juntos a Boca. Primero arribó el Bichi, ahí insistió muy fuerte (hasta el cansancio) en traer a su capitán y entonces, terminó por llegar el líbero para esa línea de tres. Ahora, para Matías es un volver a empezar, con otra figura adelante, con la obligación de conformar a un técnico que no lo conoce como el otro, que no lo tiene como su jugador fetiche. Todo esto después de que Tito Pompei se inclinara por Cellay e Insaurralde en el cierre del torneo pasado.

-¿Cómo se sienten con el nuevo cuerpo técnico? -Estamos muy cómodos, mentalizados en hacer lo que nos pide el técnico y en prepararnos lo mejor posible para el inicio del torneo. Estamos conformes, entrenándonos demasiado bien, respondiéndoles al profe y a Julio. La verdad es que los integrantes del cuerpo técnico son muy trabajadores. Te dan mucho respeto, mucho trabajo, son cosas importantes para cada uno de nosotros y ojalá las cosas les salgan bien porque necesitamos pelear. Pero no quiero entrar en comparaciones. Cada uno tiene su forma de trabajar, cada técnico tiene su rol y su manera de parar los equipos.

-¿Y la línea de cuatro? -A Claudio le gustaba la línea de 3 y con Julio estamos trabajando con línea de 4. Los jugadores debemos adaptarnos a los que nos piden, que no son cosas raras sino algo que todos sabemos hacer. Ojalá que nos vaya bien defensivamente y como equipo. Está muy bien que estemos empezando todos de cero para que todo sea más parejo. Creo que en este momento se está fortaleciendo el grupo.

-¿Cuál es el objetivo? -Siempre el objetivo de Boca es pelear arriba. Cada uno de nosotros tiene que tratar de sacar ese amor propio, entender que en este campeonato es el momento para decir basta. Debemos dar vuelta la página de lo que pasó en el semestre pasado y volver a poner a Boca en el lugar que se merece.

Román Riquelme habló por primera vez en el año y le puso dudas a su presencia en el superclásico del sábado:


"Este partido es apenas más importante que una práctica". Y repitió que Boca tiene que volver a pelear arriba.

Juan Román Riquelme abrió la boca en Tandil. Ahí donde Boca está haciendo la pretemporada, donde amasa sus sueños de campeón, el 10 sentó posición y dejó claro que es muy difícil que estrene el año contra River, el sábado, en el superclásico de Mar del Plata.

Incluso le sacó importancia a ese duelo de verano: "La realidad es que este superclásico es un poco más importante que una práctica de fútbol. A nosotros no nos sirve ganar todos los partidos de verano y después empezar mal el campeonato. No sé si voy a jugar contra River. Empecé la pretemporada muy bien y estoy contento de cómo están pasando los días. Vengo de estar seis meses sin jugar, después de la operación. Tengo la ilusión de ponerme bien, de disfrutar del fútbol para que el hincha de Boca disfrute". Y con la claridad que muestra en la cancha, Riquelme, agregó: "Estos partidos sólo son importantes para los organizadores. Son amistosos que sólo sirven para prepararse. El año pasado por darle tanta importancia al torneo de verano se nos lesionó Ibarra".

Con respecto a lo que se viene de ahora en más, después de cuatro torneos en los que Boca no cruzó la mitad de la tabla, el 10 sabe que es hora de volver a poner a Boca bien arriba. "El mejor plantel del fútbol argentino es Estudiantes y el segundo es Vélez. Nosotros no somos los mejores. El mejor es siempre el que gana. Nosotros seremos el mejor el día que volvamos a ganar. Hoy, somos un equipo de mitad de tabla. Cada vez que empieza un torneo uno se ilusiona con que las cosas van a ir bien. Si empezamos ganando, nos vamos a hacer muy fuertes. Es hora de que Boca pelee por todo lo que juega".

martes, 18 de enero de 2011

Llegó una oferta de un club europeo por Medel y Boca no puede rechazarla ya que comparte los derechos económicos del jugador con la Universidad Católi


Con Somoza y Rivero, Gary tendrá que pelearla. ¿Se quedará?

Las llegadas de Leandro Somoza y Diego Rivero hicieron que Gary Medel tenga un esfuerzo doble para jugar en la mitad de la cancha. El chileno, si bien podría pasar al lateral derecho, dejó claro que se siente más cómodo en el medio. Ahora, apareció una oferta y el Pitbull la vería con buenos ojos...

Según trascendió, Gustavo Goñi y Matías Aldao habrían acercado la propuesta de un club europeo (podría ser el Sevilla) y ésta sería imposible de rechazar por una cláusula en el contrato de Gary.

El tema es que Boca comparte los derechos económicos del jugador con Universidad Católica. El préstamo de Medel con Boca finaliza a mitad de 2011, sin embargo su pase es del club trasandino, por lo que Fernando Felicevich, tiene vía libre. ¿Se va?

El Profe Otero, con su lema “siempre al 100%”, es la figura de la pretemporada. “Pretendemos una respuesta física superior”


Siempre al 100 por ciento... No regalen nada... Trabajen al límite...”, es la forma con que el preparador físico Gustavo Otero alienta permanentemente a sus jugadores, y los exige al máximo. El Profe es un cultor del perfil bajo. En el ambiente se habla mucho de su trabajo, pero no es tan simple poder hablar con él. Y da sus motivos: “Si bien Julio nos da participación a todos los integrantes del cuerpo técnico, yo tengo bien en claro que él es el hombre importante, el que toma todas las decisiones. Así funciona nuestra relación”.

Una vez que se supera esa barrera inicial, aparece un profesional que la tiene muy clara y que no deja de ser agradecido: “A Vélez le debo mi título, mi perfeccionamiento y mi inserción en el fútbol”. Y le cuenta a Olé una anécdota que lo marcó: “La primera vez que escuché a un técnico hablar frente a un grupo fue en mi primer día en las Inferiores de Vélez. Fue a Juan Carlos Montaño y para no perder ningún detalle, yo lo miraba fijo. Al terminar me llamó aparte y me dijo: ‘En las charlas aprendé a semblantear a los jugadores’”.

Otero se formó como preparador físico en el Instituto Vélez Sársfield, con docentes como Julio Santella y Alfredo Weber. En el fútbol, arrancó en 1995 en las Inferiores de Vélez y su primer contacto laboral con Falcioni fue en 1998, en la Cuarta del Fortín. En el 2001 tuvo su bautismo en Primera con Compagnucci y continuó como segundo Profe de Bauza. En el 2002, JC lo convocó para ir a Olimpo, y desde ese entonces siguen juntos.

“Para mejorar un nivel anterior hay que llegar al límite del entrenamiento. Para eso se debe llegar a la fatiga. A ver... es como tocar el piso y rebotar”, sostiene con convicción. Y con ese sentido encaró su labor en la pretemporada: “El objetivo final desde el punto de vista físico es generar un tipo rápido, fuerte y resistente. Un tipo que desde el lado físico potencie todo su talento. Debo otorgarle al técnico un jugador que responda a todas las necesidades tácticas del partido, que no haya recorrido que no pueda realizar por una cuestión física”.

-¿Cómo fue el recibimiento del plantel? -Me sentí muy cómodo, con buena respuesta, si bien pretendemos una respuesta física superior. Hasta hubo humor en algunos momentos pese al cansancio, lo cual no es poco.

-A veces se te compara con Santella, ¿puede ser una carga para vos? -Todas las personas se expresan según sus características. No lo siento como una carga, pero me da escozor con el resto de los colegas, porque Santella ha sido docente y formador de muchísimos.

-En el ambiente se afirma que los equipos que vos preparás corren y corren. ¿Cuál es la razón? -Es un trabajo en conjunto. El jugador corre en distintas propuestas de entrenamiento físico y en los trabajos técnico-tácticos. La clave es que Julio es muy exigente y pide esfuerzo.

Riquelme está en duda para el Súper del sábado. Se encuentra mejor, pero podrían cuidarlo para el torneo.


Faltan cuatro días para el primer superclásico del año y en el búnker de Boca analizan un tema importante: ni más ni menos que la presencia o no de Juan Román Riquelme.

¿Tiene sentido arriesgarlo? Esa es la pregunta que se hacen por estas horas en la Posada de los Pájaros. El 10 está regresando de una larga inactividad, ocasionada por una cirugía en su rodilla izquierda. Si bien es un amistoso veraniego, que el rival sea River genera otra cosa. De ahí la duda de si es conveniente que reaparezca el sábado o se prepare para llegar en buena forma al debut en el Clausura vs. Godoy Cruz.

Riquelme arrancó esta etapa de preparación en Tandil sin guardarse nada. Participó de los circuitos de fuerza en donde inclusive arrastró el trineo, también hizo los trabajos de potencia aeróbica en la pista de atletismo, realizó la actividad completa en el exigente arenero del Centro Naútico, cumplió con el circuito de fuerza del tren medio y superior, corrió por las cuestas de las sierras y acarició la pelota en cada una de las actividades futbolísticas. Dentro de un plan previamente establecido, el jueves pasado se decidió bajar las cargas de trabajo para no seguir al límite, porque la idea es tenerlo en perfectas condiciones el 13 de febrero, cuando arranque el torneo. “De acuerdo a lo pautado estuvo realizando tareas de musculación con el kinesiólogo Leo Betchakian. Es normal que un futbolista que pasó por una cirugía de la magnitud que él tuvo, durante el resto de su carrera, además de las actividades de campo, sostenga una permanente rutina de gimnasio para fortalecer la pierna”, le explicó el doctor José Veiga a Olé .

En mayo del año pasado fue operado por el doctor Batista. En principio se le diagnosticó un síndrome meniscal interno en su rodilla izquierda, pero, además, debieron realizarle una denominada toilette quirúrgica porque se detectó que sufría de osteocondritis. Encaró la rehabilitación y volvió a jugar el 6 de noviembre ante Argentinos. Diez días después, en el Súper, fue reemplazado en el entretiempo por una molesta tendinitis en el Aquiles. Por lo tanto, en los últimos ocho meses sólo pudo jugar 135 minutos.

“El último semestre fue difícil para él, por no poder estar, y para el técnico, por no poder contarlo. Nosotros le estamos proponiendo una buena puesta física para que esté bien. Cuando uno está bien físicamente tiene más aire para jugar, pensar y decidir. Y si a Román lo tenemos en esas condiciones, será un jugador clave”, afirmó Falcioni. Por esa razón se entiende la idea de no apurarlo, de ir llevándolo de a poco.

Riquelme, está claro, es el abanderado de la estética, la circulación y la precisión. Cuando juega produce un doble efecto: impone respeto a sus rivales y potencia a sus compañeros absorbiendo presiones. “Es difícil encontrar a un jugador de sus características, con su personalidad y su experiencia. Si no está, trataremos desde el funcionamiento del equipo buscar diferentes alternativas en juego”, explicó el DT.

Faltan cuatro días para River, ¿arranca Román?

lunes, 17 de enero de 2011

Falcioni tiene el Superclásico entre ceja y ceja y estuvo trabajando con el bloque defensivo que jugará el sábado.


Riquelme y Palermo hicieron fútbol en espacios reducidos. Siguen los trabajos duros de la pretemporada en Tandil.

Falcioni sabe que el Superclásico será su primera prueba real con el hincha y desde que terminó el partido ante Independiente está pensando en el equipo con el que afrontará su primera prueba, aunque sea en un torneo de verano y en plena pretemporada.

Es por eso que hoy organizó trabajos con el bloque defensivo que el sábado jugaría como titular. El ejercicio duró más de una hora y media y se lo vio muy enchufado al técnico, dando indicaciones para tener un equipo bien plantado en el Minella.

El bloque defensivo lo armó con Javier García; Cellay, Caruzzo, Insaurralde y Clemente y un poco más adelante lo paró a Somoza. Del otro lado atacaban: Viatri por el centro, Calvo y Mouche por derecha y Monzón y Chávez por izquerda, con Medel plantado como el cinco rival.

También armó un fútbol en espacio reducido para que se movieran Riquelme, Palermo y Battaglia, que también serán titulares en el Súper. Román trabajó a la par del resto en una práctica muy distendida.

Por la tarde llegará el turno de los trabajos aeróbicos, en la pista de atletismo. Los únicos que hicieron trabajos diferenciados fueron Erbes, con una inflamación en la rodilla derecha y Jesús Méndez, que ante Independiente salió lesionado por una distensión en el bíceps femoral de la pierna derecha.

Hugo Ibarra dejó el lateral sin dueño y el Pampa, que estuvo dos años sin jugar, buscará ganarse el puesto.


Haber venido a la pretemporada, jugar los 90 minutos y sentirme bien”. José María Calvo enumera las razones de su felicidad. Más abajo queda, como dato anecdótico, que el sábado además lució la cinta de capitán. A él, en realidad, lo que más le importaba era volver a sentirse jugador de fútbol. Y logró algo más que eso: que la gente se acordara de él y, aún más importante, que el técnico se diera cuenta de que el único lateral derecho natural que tiene este plantel está disponible para cuando lo necesite. En esos 90 minutos que jugó, por momentos el Pampa se vistió de Ibarra para llegar al fondo, tirar algún centro y sorprender como lo hacía el formoseño. El Negro... Calvo.

Sabe el Pampa que tiene una chance. Luego de ese año y medio eterno que tardó en recuperarse de una lesión que casi lo margina del fútbol, a fines del año pasado pudo regresar en la Reserva y, cuando pensaba que sería otro semestre en el ostracismo, Falcioni lo convocó para viajar a Tandil y que él mismo demostrara si estaba para la Primera de Boca. “Estoy muy conforme y contento. No me tengo que quedar con esto. Tengo que seguir trabajando. Seguir mejorando. Es el inicio luego de una inactividad muy larga, por lo que me pone muy feliz”, declaró ayer.

Sin embargo, hay que aclarar que este no es el mismo Calvo que tuvo que ser operado en el 2009 por la rotura del ligamento cruzado anterior y una lesión osteocondral (se produjo por el desgaste del cartílago). Con 29 años, el Pampa tuvo que aprender a correr. Como ya había sufrido una lesión anterior en esa misma rodilla (lo operaron de meniscos en el 2003), en la última intervención quirúrgica que le realizó Jorge Batista tuvieron que hacerle una corrección del eje de la rodilla izquierda, sin saber cuál iba a ser el resultado final y si iba a poder volver a jugar al fútbol. Así, el Pampa tuvo que aprender a trotar primero, a picar después, casi como un nene que da sus primeros pasos. Con la contención psicológica de Mara, la profesional que tiene el club para estos casos, Calvo logró salir adelante. “Nunca voy a bajar los brazos”, había dicho.

Ahora, el lateral derecho tiene su chance, quizá la última, de quedarse con ese costado de la cancha que en los últimos años ocupó el Negro Ibarra y que ahora no tiene dueño. Sus competidores son Christian Cellay, marcador central, Gary Medel, que ante Independiente se paró en el medio, y Clemente Rodríguez, que jugaría por la izquierda. “Lo importante es que pueda sentirme bien, agarrar un buen estado físico y estar en condiciones para que el DT pueda contar conmigo”. Todo eso ya lo logró. ¿Y ahora?