sábado, 16 de octubre de 2010
Borghi fue a Tandil a ver la Posada para el verano.( se tiene fé )
Mientras, Battaglia se recuperó e hizo fútbol.
Después de una mala siempre hay una buena. Y Borghi se habrá enterado de la positiva por teléfono. Porque mientras él recorría Tandil, acaso el lugar donde Boca hará la próxima pretemporada con o sin él, Sebastián Battaglia se movía con normalidad en Casa Amarilla, hasta hacía fútbol reducido, una señal de que podrá estar mañana contra Huracán.
En una misma mañana, el presente y el futuro. Desde La Boca a las sierras. O no, según la evaluación que el DT haga del lugar que el plantel suele frecuentar (dicen que preferiría trabajar en Buenos Aires) y también de los resultados que se vengan, una cuestión que sigue siendo clave para la continuidad del Bichi. Por lo pronto, Borghi estuvo con el Profe Torres y Marcelo Peña, uno de sus ayudantes, programando lo que aún se puede programar.
Mientras tanto, el plantel se entrenó bajo el mando del Chino Batista y ahí Battaglia dio la buena noticia, cuando parecía que el planchazo de Stracqualursi lo iba a dejar afuera de un partido por primera vez en el torneo. Si llega bien, como parece, lo que tendrá que definir el Bichi es cómo termina de armar el medio. El jueves probó con el doble enganche (Cañete y Chávez) y el 3-3-2-2. Ante la ausencia de Seba, puso a Méndez de cinco y a Erbes de ocho. Entonces, habrá que ver cuál de los dos acompaña a Battaglia y a Giménez en caso de mantener los dos enlaces: el ex Central no se siente cómodo por derecha y Pichi está más acostumbrado porque ya lo hizo en Inferiores. Pero el técnico lo definirá recién hoy.
viernes, 15 de octubre de 2010
El Pochi Chávez expresó el fastidio del mundo Xeneize con respecto a la fragilidad mostrada como local.
"Vienen los equipos, nos atacan ellos en vez de nosotros", aseguró el volante, que tratará de ayudar a Boca ante Huracán para revertir esa situación.
Con las ganas de poder volver a ganar como local luego de la derrota ante Lanús, Cristian Chávez, que arrancará como titular contra Huracán, expresó que no deben dejarse “faltar el respeto” por otros equipos en la Bombonera. “Nos atacan ellos en vez de nosotros”, agregó el Pochi, que viene dulce luego de marcar el gol de la victoria ante Tigre como visitante en la jornada pasada.
“Sabemos que cuando juegan contra Boca, se vienen a matar a nuestra cancha. Pero nosotros tenemos que salir a jugar como lo hacemos siempre y no dejar que nos falten el respeto acá. Vienen los equipos, nos atacan ellos en vez de nosotros. Pero el fútbol siempre da revancha y tenemos que poner todo”, manifestó el volante en la conferencia de prensa. “Sabemos que tenemos que ganar en la cancha de Boca, necesitamos los tres puntos sí o sí para salir de la posición que estamos”, agregó.
Por otro lado, expresó su conformismo con la presencia de Marcelo Cañete en el once titular ante el Globo: “El “Chelo” es un jugadorazo, es la primera vez que vamos a jugar juntos (…) Nosotros estamos muy tranquilos, no nos tenemos que poner nerviosos. Tenemos que hacer las cosas de la mejor manera con el doble enganche, para el bien del equipo”.
Con la mente puesta en ayudar a Boca para volver a sumar de a tres de local y, además, hilvanar el segundo triunfo consecutivo en el Apertura, Chávez se ilusiona con poder hacer un buen encuentro ante el conjunto dirigido por Brindisi.
Cambia de esquema, auque sigue encaprichado con los 3 en el fondo
El ensayo con dos enganches anduvo regular. A Battaglia lo esperan hasta último momento.
Nos estamos quedando sin alternativas. Si no está Gaona Lugo, es posible que entremos con tres volantes y dos creadores”. La explicación la dio antes de los 40 minutos de fútbol, pero ya la tenía elaborada en su cabeza desde la mañana. Estaba al tanto de que el paraguayo podía perderse el partido del domingo y, antes de tener el diagnóstico final, ya había determinado que en el fútbol formal de la tarde, cambiaría su habitual esquema por un 3-3-2-2. Por necesidad y urgencia: sin Battaglia, sin Marín, sin Clemente y sin el pibe que se había ganado un lugar, no le quedó otra que cambiar.
Así, en el ensayo vespertino paró la defensa que se viene repitiendo en las últimas fechas (con Medel de stopper), un medio sin doble cinco (Erbes, Méndez y Giménez) y dos enganches (Chávez y Cañete). Y el doble nueve, claro. ¿Cómo le fue? No muy diferente al resto de los partidos: empató 1-1 con los suplentes. Palermo abrió la cuenta tras un centro de Chávez y Leandro Paredes, el nuevo niño mimado de Borghi, empató en el minuto final luego de superar a Insaurralde y de que Caruzzo no pudiera despejar en la línea.
¿Mejoró? Poco. No hubo elaboración ni generación de juego, más allá de haber sumado a los enganches. Hoy y mañana habrá más tiempo para aceitar el ahora nuevo esquema del Bichi.
Gaona Lugo se fracturó la tibia y, sin alternativa por la suspensión de Clemente, Borghi cambia el dibujo.
¿Línea de cuatro? ¡Nunca! Pero saca un contención y va con doble enlace: Chávez-Cañete.
Era la nueva estrellita. La esperanza. La frescura. Orlando Gaona Lugo, en apenas dos partidos (Lanús y Tigre), a pura velocidad y desborde por la banda derecha, había ilusionado a todos los hinchas de Boca. También a Claudio Borghi, quien vio en el delantero devenido en carrilero al jugador que podía cumplirle esa importante función dentro de su esquema. Sin embargo, su cuarto encuentro en Primera (el primero había sido ante Olimpo) recién podrá jugarlo... en el 2011. La imagen de ayer, abandonando Casa Amarilla en muletas, ahorra muchas palabras. Una molestia constante motivó la consulta médica. Y un estudio inmediato que reveló el diagnóstico: fractura por stress del tercio medio de la tibia izquierda. Chau Apertura. Chau ilusión de continuidad. Chau carrilero por derecha. ¿Y ahora, Bichi? “No se puede creer la mala suerte que estamos teniendo con las lesiones”. La frase, en voz alta, de un integrante del plantel que también ha tenido que pasar por el consultorio, resume un pensamiento colectivo en este Boca. La lesión de Gaona Lugo no es habitual en el fútbol y en esa zona (sí es más común en el quinto metatarsiano). Pero hay que aclarar que no se debe a un stress mental o psíquico sino por la acumulación de esfuerzo. Una posible causa es una mala postura al pisar o correr, por ejemplo. Lo cierto es que el delantero paraguayo de 20 años ya venía sintiendo molestias en esa zona desde hacía varias semanas, aunque eso no le impedía jugar. El cuerpo médico, con los estudios en la mano, decidió pararlo, ordenarle reposo por un mes (sin pisar, de ahí las muletas para movilizarse), aunque no se le colocó ningún yeso protector. La idea es esperar ese tiempo para ver si esa fisura logra soldarse. De ser así, podría volver a entrenarse con normalidad. Aunque por los tiempos lógicos de recuperación, incluso para los más optimistas, es prácticamente imposible que pueda regresar a las canchas antes de fin de año.
Ante ese panorama, a Borghi se le planteó un gran problema. Para el puesto de carrilero por derecha no tiene opciones. Clemente Rodríguez, el otro potencial titular de esa posición, fue expulsado ante Lanús y todavía debe dos fechas de suspensión. Jesús Méndez, el que empezó jugando por ahí en los primeros encuentros, no siente la posición y el DT ya tiene en claro que no le pedirá nuevamente que haga el esfuerzo de hacer la banda. Leandro Marín, que jugó por ese sector contra All Boys, sufrió una rotura de meniscos que lo dejará fuera de carrera por un tiempo, además de no sentir el puesto. Habría que recordar que, en su plan original, ese puesto era para Gonzalo Fierro, cuyo pase se cayó a último momento por un problema en la visión del jugador chileno.
Así las cosas, en la práctica de fútbol de ayer, Borghi se vio obligado a cambiar su esquema tan mentado. Del 3-4-1-2 ideal pasó a un 3-3-2-2, con doble enganche (Chávez-Cañete) en lugar de un doble cinco. Y por la banda derecha se ubicó Cristian Erbes, quien podría ser una alternativa en este carril de emergencia.
jueves, 14 de octubre de 2010
Román, que dio un pequeño susto en la práctica, no jugará vs. Huracán. Estaría contra Argentinos.
Venía esquivando conitos con la pelota atada a su botín derecho. De pronto, frenó su marcha y se tomó el gemelo izquierdo. Por un segundo, Juan Román Riquelme generó preocupación. Fue, en realidad, un susto efímero. El kinesiólogo Leo Betchakian se acercó, lo revisó y el enganche siguió con sus tareas. Apenas una molestia muscular que no evitó que, un rato más tarde, formara parte de los trabajos de fútbol en espacios reducidos. ¿Jugará contra Huracán? No. “Román me dijo que no iba a estar en condiciones para el domingo”, blanqueó Borghi. Así que, si bien su recuperación marcha bien, habrá que esperar un poco más para su retorno a las canchas.
Físicamente, Román luce impecable. Y con la pelota conserva ese talento que lo caracteriza. La idea era que volviera ante Huracán. Sin embargo, esa chance está descartada. ¿Estará ante Independiente? Es una posibilidad. Pero hoy, al menos, lo más firme es que juegue recién dentro de dos semanas, contra Argentinos en la Bombonera. Sí, justo siete días antes del superclásico. Como para calentar motores...
Se lesionó Gaona Lugo , tiene para tres meses para recuperarse.
Gaona Lugo, que debutó en el ciclo de Borghi en Primera y venía mostrando su calidad, apareció con muletas en la práctica y se fue rapidito: tiene una fractura de tibia, de estrés. Un bajón para el pibe: tiene para cerca de tres meses de recuperación y se pierde todo el torneo.
Lo hizo debutar Borghi en este ciclo. Es uno de los pibes a los que les echó el ojo, después de hacer la pretemporada con el equipo por Oceanía. Venía bien, insinuando, figura de la cancha contra Lanús y también titular con Tigre. Hablamos del paraguayo Orlando Gaona Lugo, veloz delantero que estaba en Reserva devenido a carrilero en Primera, a pedido de Borghi. El delantero que en diciembre del año pasado le metió cuatro goles a Gimnasia en Reserva tiene un diagnóstico inesperado: fractura de tibia izquierda. ¡Fractura por estrés!
¿Qué pasó? ¿Fue por un golpe? ¿Salió contra Tigre? No, nada de eso. El pibe que este miércoles practicó con el equipo, este jueves se desayunó con que tendría una lesión importante, que obviamente lo dejará afuera por un tiempo fuera de las canchas, cerca de tres meses, según le confirmaron a Olé. En principio, apareció por la práctica de Casa Amarilla y se fue con muletas.
De esta manera, como anticipó Borghi por la mañana, jugarían Chávez y Cañete, el primero de carrilero y el segundo de enganche. Todo porque, sorpresivamente, el pibe Gaona se lesionó. El debut en Primera le pasó rápido la factura.
Borghi piensa en Chávez y Cañete como titulares ante Huracán.
Dijo que "el campeonato hoy está muy lejos", no descartó a Battaglia y esquivó la polémica con Cappa. Mañana viaja a Tandil para definir la pretemporada, pero afirmó que eso no asegura su continuidad.
Fue una conferencia más tranquila que las de otros tiempos. Sin la presión de tener que ratificarse en el cargo, Claudio Borghi se dedicó a hablar de fútbol: la generación de juego, los problemas con la pelota aérea, la recuperación de Battaglia... Y, tras la no consolidación de Chávez y Cañete en el puesto de enlace, se animó a repreguntarle a un periodista: "¿Y si juegan los dos?".
La elaboración de juego es una de las principales falencias de Boca, aumentada con la ausencia por lesión de Riquelme. Consciente de la problemática, y pese a expresar que "en el fútbol moderno es difícil encontrar creadores", el Bichi piensa en colocar a Chávez y Cañete frente a Huracán. Los problemas físicos de Gaona Lugo sería la causa por la que el paraguayo le dejaría su lugar a Pochi. Sobre otro punto conflictivo, los goles de pelota parada, el ex DT de Argentinos reconoció que "me preocupa el tema, pero como al resto de los entrenadores. En nosotros se nota más porque nos convierten".
Y en medio de estos problemas a solucionar, ¿cuál es el objetivo de Boca tras un flojo arranque? Borghi se colocó en la misma vereda que Lucchetti ayer: "Hay que reunir la mayor cantidad de puntos". Pese a que aún mantiene una esperanza -"cualquiera le gana a cualquiera"-, el Bichi también confesó: "Hoy, el campeonato está muy lejos".
Distendido, Borghi habló de los mineros, aquellos a los que siguió prendido al televisor: "Fue muy importante, los que conocemos Chile sabemos lo importante que son las minas en el país y entonces conmueve más". Además, esquivó un posible cruce con Cappa, luego de que el DT de River recordara tras el empate con Gimnasia que había otros equipos que tenían cinco partidos perdidos en el certamen: "Será que estamos sensibles, pero yo me sentí tocado. No me pareció correcto, pero no me interesa la polémica".
Borghi partirá mañana a Tandil, para dejar preparada la pretemporada (aunque aclaró que esto no asegura su continuidad). Confirmó que Battaglia no participará de la práctica de fútbol de mañana, que será dirigida por sus ayudantes, pero no lo descartó para el domingo. ¿Le cubrirá las espaldas a los dos enganches?
Reportaje al Laucha, a ver si queda en cero algún partido.
No se siente cuestionado, habla de Borghi y su continuidad, dice que en Banfield le llegaban menos y jura: "Si me firman que si salgo, Boca gana, soy el primero en irme".
-¿Te acostumbraste a este gigante?
-Te vas acostumbrando de a poco, pero siempre me manejé con tranquilidad. Yo analizo mi rendimiento, más allá de lo que se diga. Cuando me tocó salir campeón o pelear el descenso siempre traté de mantener un equilibrio.
-¿Y qué análisis hacés en estos momentos?
-Los análisis se hacen al final. Hasta ahora el torneo no es bueno ni malo. Pero lo único que sirve es ganar. Si ganás 4 a 3 nadie dice nada. Pero si perdés 1 a 0, todos dicen ‘vamos a ver cómo fue el gol, a ver si tiene culpa’. Así se analiza el fútbol hoy.
-¿Y a nivel grupal?
-Es un grupo espectacular. Uno ve el día a día y te das cuenta si el grupo está comprometido o no con el cuerpo técnico. Y este grupo lo está. Hay caras de bronca y de vergüenza, de querer sacar esto adelante. Quizás en otros grupos o con otros cuerpos técnicos se vive de otra manera. Esta campaña nos duele a todos.
-¿Qué te dice el hincha por la calle?
-La gente de Boca es especial, es distinta a todas. Contra Tigre alentaron todo el partido, y eso que no estamos haciendo la campaña que esperábamos. Pero lo importante es tener tranquilidad y sobre todo el respaldo de la gente, que lo siento. Más allá de que no parezca, lo noto. En la cancha, en la calle, cuando voy al carnicero y al verdulero, la gente me respalda, me dice: “Vamos, Laucha”. Eso es lo importante.
-Más allá de ese apoyo, ¿sentís que no tenés el arco asegurado?
-(Endurece el gesto) Primero, es una decisión del técnico, que tiene el derecho de poner y sacar a todos. El tema es si tenés un fundamento, no por un capricho. No es que te hacen goles por culpa del arquero y no hacés goles por culpa del 9. Defensivamente, los sistemas empiezan por los dos 9 en este caso y ofensivamente por el arquero. Ahora, si vos me decís que si sale Lucchetti, Boca va a ganar todos los partidos, yo soy el primero en salir y no juego nunca más. Hablo con el Bichi, le doy un abrazo, le digo gracias por todo y me voy ... ¿Alguien piensa que el problema de Boca pasa por un jugador? Me parece que pasa por un sistema de juego, en el que de a poco le encontramos la mano y en otros momentos nos cuesta, por un tema lógico de tiempo y de conocimiento.
-¿La línea de tres te cambia en algo a vos?
-Yo me siento bien jugando con la línea de tres. De hecho, acá tengo más participación que en Banfield. También me llegan más, pero tampoco es que nos crean 10 ó 15 situaciones por partido. Lo que pasa es que en Banfield estábamos tan ordenados que había partidos en que no tocaba la pelota. Acá en Boca vamos, vamos y vamos, corrés riesgos que a veces aprovecha el rival. Y la mayoría de los goles fueron errores propios. También pasa que en Banfield jugábamos pensando más en nuestro arco que en el rival, y acá se busca ser protagonista. Si te ponés a ver, muchas veces tengo que salir a cortar jugadas en tres cuartos y son los riesgos que se asumen por querer ganar en todas las canchas.
-¿Y vos en qué goles te atribuís culpabilidad?
-No es que tengo responsabilidad en éste, en éste no me hago cargo y en éste voy a mandar en cana a un compañero (mueve los dedos). Yo quiero que no me hagan goles nunca. A veces tenés responsabilidades y a veces no. En el arco tenés un segundo para tomar una decisión, y sabés que un error tuyo es un gol. Juego así desde los cuatro años.
-Se te atribuye que salís poco en los centros ...
-A ver, hay arqueros que tienden a salir más y otros menos. Pero vos no tenés que salir a todos los centros. Si tenés cinco tipos delante tuyo no podés salir... A todos los equipos les hacen goles de pelota parada, no sólo a Boca. Y yo en la mayoría de los centros que eran para salir, tomé riesgos. Y en los goles que nos hicieron de pelota parada, me parece que en ninguno tuve esa chance. Sobre todo en el último de Tigre.
-¿Y por qué hay tantos goles de pelota parada?
-Porque hay buenos ejecutores, tipos que miden 1,90, hay 200 foules que no se cobran... Antes el arquero apenas salía, lo tocaban y era foul. Ahora no te cobran nada. No es fácil salir. Hay mucha gente dentro del área y no podés sacar a todos.
-¿En un equipo grande el arquero tiene que estar preparado para las pocas veces que le llegan?
-En equipo grande, en equipo chico... Repito: en Banfield me llegaban quizás una o dos veces por partido, o a veces no la tocaba. Y supuestamente en Boca no te tendrían que llegar al arco. Pero participo más.
-¿Es más fácil o más difícil ser arquero de Boca?
-Uno siempre es la misma persona. Yo cada vez que pierdo tengo una semana de mierda. No quiero prender el teléfono, hablar, nada. Y cuando ganamos, estoy tranquilo, no eufórico. Sólo siento que hice lo que tenía que hacer.
-¿Qué es ponerse mal?
-Mi hija, la de seis, cada vez que perdemos un partido dice: “Papá no va a tener ganas de hablar, ni va a querer jugar a nada, va a estar fastidioso”. Eso es ponerme mal, no pelearme con mi mujer ni insultar a mis hijas, obviamente. Pero sí estar triste y de mal humor por no haber hecho las cosas que debía.
-¿Estás en el arco más grande del mundo?
-Ehh, no sé, me siento cómodo, es una experiencia bárbara. Estoy en el arco que quieren estar todos y es lógico que haya más críticas. Pero hay que buscar el equilibrio. Cuando las críticas son buenas no tenés que creértela. Y ahora que estamos lejos de la punta, tener la calma de entender que el fútbol es así.
-Falta poco para el 7/11, ¿sabés qué va a pasar ese día?
-Sí, hay un partido importante, para el hincha, para nosotros. Un partido especial, pero todavía falta mucho para River y tenemos que pensar en llegar de la mejor manera. Y la mejor manera es ganar y tener un buen nivel.
-¿Quién es Borghi?
-Es un tipo que sufre como nosotros o sufre más que nosotros. Trajo los jugadores pensando en salir campeones y es el que más sufre. Por sobre todas las cosas, es un tipo sencillo, humilde, con un mensaje claro y que no pareciera estar con la vorágine de este ambiente.
-¿Es diferente a los técnicos que tuviste?
-Sí, la verdad es que es diferente. Burruchaga era un poco parecido a él, un tipo tranquilo, pero sin dudas que es diferente a todos los técnicos que he tenido a lo largo de mi carrera.
-¿Por eso también le quieren regalar la levantada a él?
-Sí, seguro, creo que todos nos sentimos en deuda, con impotencia. Que él mismo haya puesto en duda su continuidad es pura y exclusiva responsabilidad nuestra.
-Tu contrato con el club se vence en junio, ¿es raro estar a préstamo?
-Por supuesto que lo ideal siempre es tener un contrato largo, pero cada vez que me fui de Banfield, lo hice a préstamo, no es algo raro para mí. Estoy tratando de disfrutar este momento, más allá de que me encantaría estar peleando el torneo. Esto para mí es especial, único. Yo entrené toda la vida igual. Nadie me regaló nada para estar acá, eh. Juego con las mismas ganas que jugué siempre y tengo la tranquilidad de que siempre dejo todo. Después se verá qué pasará en junio, si me quedo o me voy. Haré todo lo posible para quedarme.
-¿Te gustaría retirarte en Boca?
-Todavía no pensé en el retiro. Me quedan muchos años. Físicamente no tengo problemas, ni se me cruza pensar en el retiro.
-¿Pero te gustaría ser el arquero de Boca por muchos años?
-Sí, sí, obvio que me gustaría ser el arquero de Boca por muchos años, pero acá hay que rendir exámenes todos los días. Boca es un examen diario, es así. Y hay que entenderlo.
Mientras Riquelme se pone a punto, el puesto continúa sin dueño.
La duda para Huracán es si sigue Cañete de titular o vuelve Chávez.
En las dos primeras fechas arrancó Damián Escudero como titular. En la tercera fue el turno de Marcelo Cañete. A partir de la cuarta y hasta la octava jugó Cristian Chávez. En la novena y décima regresó a la titularidad el Chelito. Mientras Claudio Borghi espera la vuelta de Juan Román Riquelme (reaparecería dentro de dos domingos, contra Argentinos), el puesto de enganche parece ir pasando de mano en mano, sin nadie que se haga dueño de esa posición. Tal es la irregularidad que, para el partido del domingo, otra vez la duda pasa por quién cumplirá esa función: ¿el Chelito o Pochi? Esta tarde habrá una práctica de fútbol y el Bichi probará para sacar conclusiones.
Ya cumplida la mitad del campeonato hay una confirmación que arrojan los hechos: nadie ha podido hacer olvidar a Riquelme. El trío que utilizó Borghi, al contrario de la intención original, no hizo más que agrandar aún más la figura del 10. Como si Román cada día jugara mejor. ¿El técnico no le dio la confianza a un jugador o ese jugador no supo ganarse la confianza del técnico? El juego de palabras abre el debate. La sensación es que ninguno pudo afirmarse por carencias propias. Escudero no siente la posición y dos partidos alcanzaron para comprobarlo. Cañete no logró repetir en el torneo sus interesantes actuaciones en los amistosos de pretemporada. Y lo de Chávez fue de mayor a menor, al punto de perder la titularidad. Un dato suma a la causa: no hubo, en todo el campeonato, un pase-gol o una habilitación para dejar mano a mano a un compañero por parte de un enganche.
Lo visto en el partido con Tigre provocó que Borghi le apuntara otra vez a la posición de enganche. El entrenador no quedó conforme con el Chelito. Nuevamente, Battaglia tuvo mucha posesión de la pelota y, cuando eso pasa, el DT suele explicar que no es culpa de Seba sino del creador, que debe hacerse cargo del juego del equipo. Y Pochi, más allá de meter el gol del triunfo, tomó mayores riesgos y pidió más el balón. O sea que uno reprobó y el otro aprobó. De ahí la duda. Duda que seguramente se despejará en la práctica de fútbol de hoy. ¿Quién se engancha?
miércoles, 13 de octubre de 2010
La recuperación de Juan Román Riquelme marcha de la mejor manera.
Ayer, el enganche volvió a participar de un trabajo de fútbol en espacios reducidos. Con la consigna de realizar sólo dos toques, sus compañeros de equipo fueron Javi García, Gaona Lugo, Marín, Rossi, Mouche, Escudero y Achucarro. Antes de ese ejercicio, había hecho tareas físicas bajo la supervisión del Profe Cabezas.
¿Jugará contra Huracán? Sigue siendo la gran incógnita. La idea, en principio, sería dejar pasar este partido para que pueda regresar de la mejor manera. Igual, habrá que esperar.
Battaglia está en duda para el domingo: tiene el tobillo hinchado por el esguince.
Los médicos van a esperar que le baje la inflamación.
Por varios días, Sebastián Battaglia se va a acordar de Denis Stracqualursi. No sólo por haberlo perdido en el gol de Tigre sino por el planchazo que el delantero le metió y que lo obligó a dejar la cancha. Los estudios confirmaron que Seba sufrió un esguince en el tobillo derecho. Las especulaciones dicen que está en duda su presencia en el partido del domingo contra Huracán. Si bien faltan cuatro días para ese encuentro, el principal problema es lo inflamada que tiene la zona.
Ayer, en la vuelta del plantel al trabajo tras el lunes libre, los médicos revisaron a Battaglia. El volante todavía siente dolor y por eso sólo hizo trabajos de kinesiología con la intención de reducir la molestia y también el hinchazón. Al dejar el entrenamiento se notó cierta dificultad para caminar. Ahora, ¿hay que descartarlo para el domingo? Todavía no. Será clave esperar la evolución sobre su inflamación. Si no se deshincha la zona, será difícil que esté disponible. Así que habrá que esperar.
Si no llegara en condiciones, ¿quién sería su reemplazante? En principio, salvo alguna sorpresa, entraría Cristian Erbes en su lugar. Pichi ingresó por Seba en el partido contra Tigre y, por características, es el más parecido a Battaglia dentro del plantel. Así, Erbes armaría un doble cinco con Jesús Méndez. Y Borghi formaría la cuarta dupla distinta en el mediocampo en lo que va del torneo (las otras fueron Battaglia-Medel, Battaglia-Méndez y Battaglia-Erbes). Seba, hasta ahora, es uno de los pocos que jugó todos los partidos.
¿Existe otra posibilidad? En realidad, no. Gary Medel, que arrancó el torneo como doble cinco, viene actuando como stopper ante la lesión de Christian Cellay. Justamente, el ex Estudiantes ya está mejor de su esguince en el tobillo derecho. Ayer volvió a trabajar a la par del plantel y recibió el aplauso de sus compañeros. Claro, su último partido fue contra San Lorenzo, por la quinta fecha, el pasado 5 de septiembre. Igualmente, Cellay no está para jugar este domingo (la idea es que reaparezca la próxima fecha ante Independiente), por lo que el chileno seguirá integrando la línea de tres.
martes, 12 de octubre de 2010
Y Riquelme va...
Aunque no reaparecería contra Huracán, el domingo, porque no se quiere apurar, se sigue poniendo a punto: a la mañana hizo fútbol y estaría recién contra Argentinos, en el partido previo al superclásico.
Riquelme va de a poco. ¿Para volver contra Huracán? Difícil, muy dfícil. No se afirma que no porque es Riquelme y él puede llegar a tomar una decisión en cualquier momento, pero todo apunta a que no regresará el domingo en la Bombonera. En un momento de la semana pasada, se pensó en la chance de que al menos fuera suplente contra Tigre, con el objetivo de respaldar a Borghi en una situación complicada, pero al final se decidió que no lo hiciera y vio el 2-1 al lado del banco.
En la vuelta a las prácticas, a Román se lo vio muy bien en lo físico. En algún sentido, ya es uno más del grupo y participó durante 45 minutos del fútbol reducido con los que no jugaron contra Tigre. El 10 jugó con Javi García, Marín Rossi, Gaona Lugo, Escudero, Mouche y Achucarro y enfrente estuvieron Scapparoni, Flores, Chávez, Erbes, Clemente (suspendido por tres fechas), Monzón y el ayudante Marcelo Peña; se lo vio bien, gambeteando y pegándole a la pelota, claro que sin la exigencia física de un partido en serio, en cancha de 11. Además, hizo algunos trabajos físicos aparte, apuntalando la recuperación.
Ya dijo varias veces Riquelme que no se quiere apurar. Y así como se dice que entonces no volvería contra Huracán, entonces su vuelta sería contra Argentinos, una fecha después de Independiente y en la previa del superclásico en Núñez. Recuperado de la operación en la rodilla izquierda, ahora lo que hace Riquelme es ponerse a punto, amigarse con la pelota, sentirse bien en lo físico después de tanto tiempo de inactividad. Lo más importante para Boca, para Borghi, es que el 10 ya está volviendo. Y que en cualquier momento sale a la Bombonera.
Borghi les mostró a su plantel los errores cometidos, pero con Tigre hubo replay.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras... Ya utilizado el recurso de la charla autocrítica, Claudio Borghi mandó a armar un video con todos los errores cometidos en los goles rivales y se los mostró a sus jugadores en la concentración, el día anterior al partido con Tigre. Ver para creer, en el gol de Stracqualursi también hubo una falla defensiva. El video había durado media hora. Parece que el Bichi deberá insistir con el método o buscarle la vuelta a un problema que parece no tener solución: de los 14 goles recibidos, hay responsabilidad del equipo en un 65%. Bastante.
“Vamos, eh, a estar atentos a las pelotas paradas, a los centros a nuestra área. No perdamos la marca”. La arenga de Palermo, en la manga, antes de salir a la cancha, no surtió efecto. Incluso, antes del gol, Tigre tuvo dos chances por la vía de la pelota detenida para ponerse en ventaja. Una a través de un cabezazo de sobrepique de Claudio Pérez (solito) y otra por intermedio de un testazo de Teté González. La tercera fue la vencida: Stracqualursi era la marca de Battaglia pero en ese gol, Seba quedó fuera de foco. Y como suele pasar, Boca termina pagando muy caro cada error que comete.
Hay, en los 14 goles que sufrió Lucchetti en el Apertura, una cuota de culpa propia más allá de los méritos ajenos. A la hora de defender, Boca no ha podido garantizar solidez. Por algo sigue sin poder terminar un partido con la valla invicta. En algunos casos por desconcentraciones o fallas individuales. En otras, por errores grupales.
Por su forma de ser, Borghi parecería estar alejado de los entrenadores obsesivos. Sin embargo, es más detallista de lo que se cree y no le gusta dejar ningún detalle librado al azar (hasta usa las estadísticas para sacar conclusiones). Por algo tiene un nutrido grupo de colaboradores: tres ayudantes de campo (Batista, Lenci y Peña), dos profes (Torres y Cabezas), un entrenador de arqueros (San Martín) y un espía (Tardivo). De ahí que le preocupen tanto los errores. A rebobinar y dar de nuevo.
¿Reaparece el domingo?
Difícil: aunque está mejor, volvería con Argentinos, una fecha antes del superclásico. No sólo quiere estar a full ante River... ¡Sueña con el amistoso contra Brasil!
Si se trata de ir al casino, Olé recomienda: en ésta no apuestes...
Hay indicios, sí, informaciones, también, pistas, por qué no, que ayudan a entender la coyuntura. En criollo, para alimentar el ego del hincha, el que se viste de azul y amarillo todos los domingos y el que ocasionalmente se pone la celeste y blanca, va la idea que circula de una punta a la otra por la terrenal cabeza de Román: prepararse a full, sin dar una gota de ventaja, para los dos partidos que más lo motivan: el 7/11 hay un picadito en el Monumental, frente a River. Y el 17 un fulbito en Qatar, ante Brasil.
El jugador que sale en la tapa de los diarios hasta cuando no juega tiene, como siempre, la pelota en su poder. A su entorno le repite que quiere regresar cuando se sienta pleno, que quiere evitar cualquier posible recaída o lesión muscular producto de la larga inactividad. Por eso, es muy difícil (prácticamente imposible, dicen algunos) que juegue el domingo contra Huracán. Así, el escenario planteado indica que es probable que recién reaparezca frente a Argentinos, una semana antes del superclásico.
“Con Román nunca se sabe”. La frase recorre Casa Amarilla de punta a punta. Es copyright en el cuerpo técnico, médico y hasta en los compañeros. Todos (incluido el protagonista) en el zigzagueante Mundo Boca saben que Riquelme necesita, al menos, dos prácticas intensas y formales de fútbol antes de lucir otra vez la 10. “Todavía no está en condiciones de jugar”, comentan quienes lo ven a diario puertas adentro del vestuario. Hasta ahora, sus trabajos fueron en espacios reducidos, siempre acompañados por la rutina de gimnasio: debe seguir fortaleciendo el cuádriceps, todavía algo debilitado tras la operación en la rodilla izquierda a la que se sometió el 18/5. Riquelme ya contó que ésta es la primera vez en su carrera que se toma “en serio” una lesión y, parece, lo va a cumplir.
Su objetivo es recuperar la sonrisa en el Súper y exhibir un nivel que le permita ser convocado a la Selección. No quiere que su último capítulo haya sido el affaire “códigos” con Maradona, que lo privó de disputar (por decisión propia) el último Mundial de su carrera. Ahora, lo motiva poder estar contra Brasil, en un encuentro de alta gama y despedirse en la Copa América del año que viene que se disputará en Argentina. “Me tengo que poner bien porque el técnico de la Selección me necesita, je”, suele bromear entre sus íntimos. Con Batista lo une un lindo recuerdo de la medalla dorada conseguida en Pekín 2008. Más de una vez Román reconoció que se sintió cómodo con Checho y ponderó su habilidad para manejar una Ferrari y no chocarla.
La excursión a Qatar será el miércoles 17. Y si bien la mayoría de los convocados serán del exterior, no hay una reglamentación que impida citar futbolistas del torneo local. Román cree que contra Brasil puede demostrar su positiva influencia en un equipo.
Riquelme es un experto en clásicos (ver aparte). Cuenta con la valorada capacidad de exponer sus mejores virtudes en los momentos calientes. Para no aburrir con largas historias en las que fue genio y alma del equipo, como muestra, el último botón: en el Clausura sus apariciones eran esporádicas, a veces irrelevantes, otras ordinarias, hasta que se cruzó con River y explicó, jugando, por qué Boca le firmó un contrato millonario por cuatro años.
Si vas al casino, én ésta sí podés apostar: jugale una fichita al 10 más clásico. No te va a fallar...
lunes, 11 de octubre de 2010
Stracqualursi metió un planchazo y lesionó a Battaglia´
Quien no pudo terminar el partido. “No sé si voy a poder estar en el próximo partido”, reconoció el volante.
Que Sebastián Battaglia mire al banco de suplentes y pida el cambio es una señal para que el mundo Boca se preocupe. El correr de los días disipará las dudas, pero lo cierto es que el volante terminó con el tobillo derecho maltrecho por un planchazo tremendo de Stracqualursi y tuvo que dejar la cancha a 15 minutos del final. Y para que él se baje ... De hecho, él mismo lo contó: “La verdad es que estoy muy dolorido. Todavía no sé qué tengo, pero no sé si voy a poder estar en el próximo partido”. Claudio Borghi ya cruza los dedos para tenerlo ante Huracán. Sobre todo porque los nueve meses sin Battaglia por la operación por osteocondritis son un antecedente que preocupa.
El paso de Battaglia por Victoria será recordado por dos escenas que lo tuvieron como protagonista en desmedro de su imagen: él perdió a Stracqualursi en el empate del Matador y, a los 26 minutos del segundo tiempo, el propio delantero fue quien lo cruzó feo cuando el volante xeneize había ganado la posición raspando en el piso. Plancha al tobillo derecho y a otra cosa. Porque los cuatro minutos que pasaron entre el choque y la salida de la cancha fueron anecdóticos: Battaglia intentó seguir pero el dolor fue más fuerte. Sin él, Boca perdió a la otra mitad del doble cinco preferido de Borghi: Medel está en la retaguardia por la lesión de Cellay y por eso Battaglia arrancó acompañado por Jesús Méndez. Pero hete aquí que Seba no logró finalizar la contienda, por lo que el tándem que cerró el juego fue el mismo que participó por la gira por Asia: Erbes-Méndez. Que no sea nada.
Boca jugó muy mal , igual le ganó a Tigre 2 a 1 (alternativas del partido)
El partido era parejo y luchado en la mitad de la cancha, pero a los 40 del segundo tiempo el Pochi Chávez metió un golazo de afuera del área. El gol de Tigre fue de Denis Stracqualursi de cabeza, tras un muy buen centro de Trombetta, mientras que el primer gol de Boca había sido de Matías Giménez. Con esta victoria, Boca suma 13 puntos y está a 12 de Estudiantes.
PRIMER TIEMPO:
•1´: Cabezazo de Stracqualursi, tras el corner.
•14´: Tiro libre de Cañete, pasa cerca.
•17´: Amarilla a Giménez (B) por patada a Trombetta.
•25´: GOL DE BOCA. Luego de un remate cruzado Matías Giménez pone el 1 a 0.
•27´: Lo tuvo Viatri para Boca.
•31´: Insaurralde la saca al corner, se salvó Boca.
•36´: Amarilla a Insaurralde (B) por patada en la cara a Stracqualursi.
•37´: GOL DE TIGRE. Stracqualursi de cabeza.
•43´: Amarilla a C. Pérez (T) por patada a Cañete.
SEGUNDO TIEMPO:
•7´: Ingresó un hincha a la cancha. Insólito.
•8´: Cabezazo de Palermo, se va cerca.
•13´: Se salvó Boca. Lo tuvo Telechea para Tigre.
•17´: Cambio en Boca. Chávez por Cañete y Monzón por Giménez.
•20´: Buena jugada de Monzón, Palermo no pudo definir.
•22´: Remate de Battaglia, controla Ardente.
•22´: Cambio en Tigre. Morales por Telechea y Botta por Leone.
•27´: Amarilla a Stracqualursi por patadón a Battaglia que sale lesionado.
•30´: Cambio en Boca. Erber por Battaglia.
•35´: Buen remate de Chávez.
•38´: Cambio en Tigre. R. Rodríguez por E. González.
•39´: Se salvó Tigre en la jugada más clara del 2do tiempo. Insaurralde de cabeza.
•47´: Amarilla a Morales (T) por patada a Gaona Lugo.
•48´: Amarilla a Galmarini por patada a Monzón.
•49´: Remate de Viatri, salvó Ardente.
Formaciones:
Tigre: Luis Ardente; Renzo Vera, Mariano Echeverría, Claudio Pérez, Cristian Trombetta; Martín Galmarini, Diego Castaño, Esteban González, Ramiro Leone; Fernando Telechea y Denis Stracqualursi.
Boca: Cristian Luchetti; Gary Medel, Matías Caruzzo, Insaurralde; Orlando Gaona Lugo, Sebastián Battaglia, Jesús Méndez, Giménez; Marcelo Cañete; Lucas Viatri y Martín Palermo.
Amonestados: Giménez (B); Pérez (T); Insaurralde (B); Stracqualursi (T); Morales (T): Galmarini (T).
Expulsados:
Cambios: Chávez por Cañete (B); Monzón por Giménez (B); Morales por Telechea (T); Botta por Leone (T); Erbes por Battaglia (B); R. Rodríguez por E. González (T).
Goles: Giménez (B); Stracqualursi (T);
domingo, 10 de octubre de 2010
Matías Giménez reconoce que todavía no rindió y espera aprovechar la oportunidad
Por la salida de Clemente justo con Tigre, su ex club. Autocrítico, cree que al equipo le faltan "concentración y picardía".
Y... Alguna puteada seguro voy a escuchar...”.
Prepara los tapones Matías Giménez. Los de sus botines, porque le tocará ser titular. Y un par para los oídos, porque regresa a Victoria, de donde se mudó por un encontronazo con los barras de su ex equipo. Será su primera vez en su ex casa, ya que en el Clausura no jugó (Boca perdió 0-3). Pero él se muestra más preocupado por aprovechar el hueco que le dejó la roja a Clemente que en lo que puede pasar el domingo en las tribunas... “Estoy más allá de ponerme a pensar si la gente me va a putear o no me va a putear. Yo soy feliz en Boca y lo único que quiero es ganar”, dice.
-¿Y cómo se aisla la cabeza para no escuchar? -Y, voy a tratar de concentrarme en mi juego, por ahí algún insulto se escuchará. Soy muy agradecido a la gente de Tigre, he vivido cosas muy lindas e importantes. La gente que realmente es de Tigre sabe lo que yo di por ese club... Y sabe bien que no tienen por qué putearme.
Se ajusta los botines, Matías. Después de la derrota ante San Lorenzo, Claudio Borghi decidió reemplazarlo por Escudero, en su búsqueda del mediocampo ideal. Pero la expulsión de Clemente le regaló una oportunidad que tiene mucho olor a revancha. “El Bichi no ha resuelto el tema de los carrileros, Gaona Lugo se ha ganado su lugar y la verdad es que hay que felicitarlo. Y por el otro carril, Clemente es un excelente jugador pero quizás aún no mostró su mejor nivel... La competencia es sana y el día a día va pasando... Ojalá esta vez que me toca volver lo haga de la mejor manera y que el equipo consiga un triunfo, que es lo mejor que nos puede pasar a nosotros en este momento”, dice.
-¿Por qué antes no te afianzaste en el puesto? -Me tengo que convencer de que tengo que llegar, estar cerca del arco rival y, a la hora de defender, debo ayudar a mis compañeros. Es lo principal, y en eso no puedo fallar más. Eso ya está todo hablado, a la hora de entrar a la cancha la confianza de Claudio la tengo, pero ahora depende exclusivamente de mí, no puedo fallar. Sería muy bueno tener una buena actuación como con Vélez.
-¿Falta confianza? -Y sí, es cuestión de que uno esté confiado y saber cuándo hay que aparecer en ofensiva. Boca es muy ofensivo, es un equipo que va a buscar el resultado. En el último partido no hemos tenido buena leche, teníamos todo para ganarlo y nos quedamos sin nada. Nos agarró fastidio, dolor, porque hicimos todo el esfuerzo para ganar y después lo perdimos de un minuto para el otro...
-¿Por qué les pasó eso? -Y... Falta de concentración, de picardía a la hora de saber que estamos todos yendo a buscar pero también a la hora de defender tenemos que cuidar nuestro arco, porque en una contra te lo pueden definir y te quedás sin nada. Eso nos pasó el otro día y no nos puede volver a pasar de acá en adelante. La buena leche no está de nuestro lado y hay ir que buscarla.
-¿Lo charlan entre ustedes más allá de lo que les diga el técnico? -Si, en frío se habla, se charlan las jugadas en las que nos equivocamos, resaltamos los momentos en los que el equipo no tiene la pelota... De a poco queremos encontrarle la vuelta, no podemos equivocarnos más. Hay que ser positivos a la hora de ir a buscar el partido. Ante Lanús tuvimos la desgracia de que todos queríamos hacer el gol del triunfo, pero al final lo tuvieron ellos y nos fuimos con las manos vacías y defraudando a la gente.
-Viviste los partidos contra Boca desde el otro lado. ¿Cómo es enfrentarlo cuando viene así? -Cuando el rival te nota caído, quiere sacar provecho de esas flaquezas que aparecen. A veces estamos en un buen momento y a veces, si estás en la mala, el rival te golpea justo y es difícil levantarse. Nos cuesta mucho cuando nos golpean primero.
-¿Por qué se juega de acá a fin de año? -Sumar, sumar puntos, todos los que se pueda. Y además, viene el superclásico en pocas fechas y hay que ganarlo. Aunque está claro que no se salva el semestre sólo con ganarle a River.
Insaurralde reconoce que ya no juegan por el título y mira más allá del partido de hoy
“Hay que ganarle a Tigre para agarrar un envión anímico antes de River”.
Hay jugadores que entran con el pie derecho, otros dando saltitos apoyados en una sola pierna y también quienes eligen compartir la habitación con el mismo compañero y hasta viajar en el mismo asiento del micro. Lo de llevar un dirigente sentado en el piso o frenar en los mismos semáforos en rojo en el trayecto al estadio son cábalas extremas. Pero que existieron, existieron. En este fútbol supersticioso, sabe Juan Manuel Insaurralde que si la máscara llega a funcionar le van a pedir que no se la saque más. “Todo es posible y ojalá que podamos ganar, pero no creo. Es sólo para cubrir la zona”, se ríe, sin creer en los talismanes y conjuros, antes de enfrentar a Tigre, esta noche a las 20.10 en Victoria.
Con dos goles en los últimos cuatro partidos, el del domingo pasado ante Lanús en el día de su cumpleaños número 26 vino con emociones encontradas. Por un lado, su gol, motivo de festejo en sí mismo. Por otro, la fractura de tabique nasal en un choque con Hoyos y encima, la derrota en el último minuto. Por un lado, estaba toda su familia que había viajado desde Resistencia (Chaco) para soplar las velitas junto a él después del partido. Por otro, mientras estaban todos en su casa, tuvo que ir a una clínica a realizarse una placa radiográfica y una tomografía. “Tengo muy presente cómo fue la jugada, enseguida me di cuenta de lo que me había pasado. Metí un gol en el día de mi cumpleaños y no lo pude festejar, y luego la nariz me sangró toda la noche”, dice, con bronca. Y enseguida agrega: “Durante la semana fui mejorando, casi que se desinflamó toda la zona. Estoy bien”.
-¿Cómo te sentís con la máscara? ¿Te queda cómoda o molesta? -La estuve usando jueves, viernes y sábado, la verdad es que pensé que iba a ser peor. Es muy cómoda, je. No me molesta para nada, me siento protegido. Así que vamos a ver cómo hacemos en el partido...
-En Newell’s, hace un año con Tigre, también jugaste con una fractura en el tabique...
-Justo contra Tigre, también en la cancha de ellos. Pero esa vez jugamos con línea de tres y yo fui de líbero, con lo que el roce no es mucho, porque siempre sobrás la jugada. Por eso, esa vez no jugué con máscara. Además, la que tenían en el club se me salía, no era buena. Así que no la usé. Pero con la nariz rota me fue bien con Tigre: ganamos 2-1 de visitante. Ahora, de stopper, se complica más y voy a tener que usar la máscara.
-¿Cómo es para vos, con tu pasado en Chacarita, jugar con Tigre? -Sinceramente, nada especial. Un equipo más. Pero en Chaca jugué varias veces y se vivía de una manera muy especial. Seguramente se acuerden de mí, como ya lo hicieron cuando estaba en Newell’s.
-¿Qué te decían? -Puteadas de lo más normal, folclore del fútbol, no más que eso.
-¿Cuál es la puteada habitual que le dicen a un defensor, para un jugador como vos? -Burro y todas esas cosas. Es lo mínimo que me van a gritar. Pero no le doy mucha importancia, ja.
La máscara, sin embargo, es lo de menos para este partido. Después de dos derrotas consecutivas, frente a Estudiantes y Lanús, y de que Claudio Borghi haya puesto su cargo a disposición de la dirigencia, es consciente Insaurralde de que Boca está obligado a ganar. “Más que nada lo necesitamos para agarrar un envión anímico para el superclásico y también porque se tocó fondo. Tenemos que dar vuelta esto”, se exige Insaurralde, pensando más allá de hoy.
-¿Cómo se sienten en este momento? -Mirás la tabla y ves que perdimos demasiados partidos. Eso te da impotencia. Somos conscientes de la situación por la que estamos pasando, estamos muy tristes por eso, y hay que darlo vuelta.
-¿Por qué se pelea ahora? ¿Por ganarle a River? -Si bien quedamos lejos de la punta, uno tiene que tratar de ganar y estar arriba. Y también dentro de cuatro semanas está el superclásico, un regalo que le tenemos que hacer al hincha.
Boca intentará recuperarse en su visita a Tigre.
Boca intentará recuperarse en su visita a Tigre. El partido comenzará a las 20.20 y será dirigido por Héctor Baldassi.
Un día después de haber puesto en duda su continuidad como técnico de Boca en el mismo vestuario de la “Bombonera” (el domingo luego de la derrota con Lanús), Borghi confirmó el lunes que seguirá siendo el técnico. El martes ya estaba al frente de una nueva práctica del plantel y pensando en el encuentro ante Tigre.
En el conjunto de Ricardo Caruso Lombardi no habrá modificaciones con relación al que empató la semana pasada ante All Boys por 3 a 3. Entonces, Tigre formaría con: Luis Ardente; Renzo Vera, Mariano Echeverría, Claudio Pérez, Cristian Trombetta; Martín Galmarini, Diego Castaño, Esteban González, Ramiro Leone; Fernando Telechea y Denis Stracqualursi.
Por su parte, Borghi, más allá de la derrota ante Lanús, sólo hará una modificación con relación a ese partido. Y la misma es obligada: por el suspendido Clemente Rodríguez (recibió tres fechas de suspensión) jugará Matías Giménez como carrilero por la izquierda. El que sí estará presente, aunque tenga una fractura de su tabique nasal, es Juan Manuel Insaurralde, quien jugará con una máscara protectora. Por lo tanto, Boca formaría con: Cristian Luchetti; Gary Medel, Matías Caruzzo, Insaurralde; Orlando Gaona Lugo, Sebastián Battaglia, Jesús Méndez, Giménez; Marcelo Cañete; Lucas Viatri y Martín Palermo.
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