jueves, 14 de octubre de 2010

Reportaje al Laucha, a ver si queda en cero algún partido.


No se siente cuestionado, habla de Borghi y su continuidad, dice que en Banfield le llegaban menos y jura: "Si me firman que si salgo, Boca gana, soy el primero en irme".

-¿Te acostumbraste a este gigante?

-Te vas acostumbrando de a poco, pero siempre me manejé con tranquilidad. Yo analizo mi rendimiento, más allá de lo que se diga. Cuando me tocó salir campeón o pelear el descenso siempre traté de mantener un equilibrio.

-¿Y qué análisis hacés en estos momentos?

-Los análisis se hacen al final. Hasta ahora el torneo no es bueno ni malo. Pero lo único que sirve es ganar. Si ganás 4 a 3 nadie dice nada. Pero si perdés 1 a 0, todos dicen ‘vamos a ver cómo fue el gol, a ver si tiene culpa’. Así se analiza el fútbol hoy.

-¿Y a nivel grupal?

-Es un grupo espectacular. Uno ve el día a día y te das cuenta si el grupo está comprometido o no con el cuerpo técnico. Y este grupo lo está. Hay caras de bronca y de vergüenza, de querer sacar esto adelante. Quizás en otros grupos o con otros cuerpos técnicos se vive de otra manera. Esta campaña nos duele a todos.

-¿Qué te dice el hincha por la calle?

-La gente de Boca es especial, es distinta a todas. Contra Tigre alentaron todo el partido, y eso que no estamos haciendo la campaña que esperábamos. Pero lo importante es tener tranquilidad y sobre todo el respaldo de la gente, que lo siento. Más allá de que no parezca, lo noto. En la cancha, en la calle, cuando voy al carnicero y al verdulero, la gente me respalda, me dice: “Vamos, Laucha”. Eso es lo importante.

-Más allá de ese apoyo, ¿sentís que no tenés el arco asegurado?

-(Endurece el gesto) Primero, es una decisión del técnico, que tiene el derecho de poner y sacar a todos. El tema es si tenés un fundamento, no por un capricho. No es que te hacen goles por culpa del arquero y no hacés goles por culpa del 9. Defensivamente, los sistemas empiezan por los dos 9 en este caso y ofensivamente por el arquero. Ahora, si vos me decís que si sale Lucchetti, Boca va a ganar todos los partidos, yo soy el primero en salir y no juego nunca más. Hablo con el Bichi, le doy un abrazo, le digo gracias por todo y me voy ... ¿Alguien piensa que el problema de Boca pasa por un jugador? Me parece que pasa por un sistema de juego, en el que de a poco le encontramos la mano y en otros momentos nos cuesta, por un tema lógico de tiempo y de conocimiento.

-¿La línea de tres te cambia en algo a vos?

-Yo me siento bien jugando con la línea de tres. De hecho, acá tengo más participación que en Banfield. También me llegan más, pero tampoco es que nos crean 10 ó 15 situaciones por partido. Lo que pasa es que en Banfield estábamos tan ordenados que había partidos en que no tocaba la pelota. Acá en Boca vamos, vamos y vamos, corrés riesgos que a veces aprovecha el rival. Y la mayoría de los goles fueron errores propios. También pasa que en Banfield jugábamos pensando más en nuestro arco que en el rival, y acá se busca ser protagonista. Si te ponés a ver, muchas veces tengo que salir a cortar jugadas en tres cuartos y son los riesgos que se asumen por querer ganar en todas las canchas.

-¿Y vos en qué goles te atribuís culpabilidad?

-No es que tengo responsabilidad en éste, en éste no me hago cargo y en éste voy a mandar en cana a un compañero (mueve los dedos). Yo quiero que no me hagan goles nunca. A veces tenés responsabilidades y a veces no. En el arco tenés un segundo para tomar una decisión, y sabés que un error tuyo es un gol. Juego así desde los cuatro años.

-Se te atribuye que salís poco en los centros ...

-A ver, hay arqueros que tienden a salir más y otros menos. Pero vos no tenés que salir a todos los centros. Si tenés cinco tipos delante tuyo no podés salir... A todos los equipos les hacen goles de pelota parada, no sólo a Boca. Y yo en la mayoría de los centros que eran para salir, tomé riesgos. Y en los goles que nos hicieron de pelota parada, me parece que en ninguno tuve esa chance. Sobre todo en el último de Tigre.

-¿Y por qué hay tantos goles de pelota parada?

-Porque hay buenos ejecutores, tipos que miden 1,90, hay 200 foules que no se cobran... Antes el arquero apenas salía, lo tocaban y era foul. Ahora no te cobran nada. No es fácil salir. Hay mucha gente dentro del área y no podés sacar a todos.

-¿En un equipo grande el arquero tiene que estar preparado para las pocas veces que le llegan?

-En equipo grande, en equipo chico... Repito: en Banfield me llegaban quizás una o dos veces por partido, o a veces no la tocaba. Y supuestamente en Boca no te tendrían que llegar al arco. Pero participo más.

-¿Es más fácil o más difícil ser arquero de Boca?

-Uno siempre es la misma persona. Yo cada vez que pierdo tengo una semana de mierda. No quiero prender el teléfono, hablar, nada. Y cuando ganamos, estoy tranquilo, no eufórico. Sólo siento que hice lo que tenía que hacer.

-¿Qué es ponerse mal?

-Mi hija, la de seis, cada vez que perdemos un partido dice: “Papá no va a tener ganas de hablar, ni va a querer jugar a nada, va a estar fastidioso”. Eso es ponerme mal, no pelearme con mi mujer ni insultar a mis hijas, obviamente. Pero sí estar triste y de mal humor por no haber hecho las cosas que debía.

-¿Estás en el arco más grande del mundo?

-Ehh, no sé, me siento cómodo, es una experiencia bárbara. Estoy en el arco que quieren estar todos y es lógico que haya más críticas. Pero hay que buscar el equilibrio. Cuando las críticas son buenas no tenés que creértela. Y ahora que estamos lejos de la punta, tener la calma de entender que el fútbol es así.

-Falta poco para el 7/11, ¿sabés qué va a pasar ese día?

-Sí, hay un partido importante, para el hincha, para nosotros. Un partido especial, pero todavía falta mucho para River y tenemos que pensar en llegar de la mejor manera. Y la mejor manera es ganar y tener un buen nivel.

-¿Quién es Borghi?

-Es un tipo que sufre como nosotros o sufre más que nosotros. Trajo los jugadores pensando en salir campeones y es el que más sufre. Por sobre todas las cosas, es un tipo sencillo, humilde, con un mensaje claro y que no pareciera estar con la vorágine de este ambiente.

-¿Es diferente a los técnicos que tuviste?

-Sí, la verdad es que es diferente. Burruchaga era un poco parecido a él, un tipo tranquilo, pero sin dudas que es diferente a todos los técnicos que he tenido a lo largo de mi carrera.

-¿Por eso también le quieren regalar la levantada a él?

-Sí, seguro, creo que todos nos sentimos en deuda, con impotencia. Que él mismo haya puesto en duda su continuidad es pura y exclusiva responsabilidad nuestra.

-Tu contrato con el club se vence en junio, ¿es raro estar a préstamo?

-Por supuesto que lo ideal siempre es tener un contrato largo, pero cada vez que me fui de Banfield, lo hice a préstamo, no es algo raro para mí. Estoy tratando de disfrutar este momento, más allá de que me encantaría estar peleando el torneo. Esto para mí es especial, único. Yo entrené toda la vida igual. Nadie me regaló nada para estar acá, eh. Juego con las mismas ganas que jugué siempre y tengo la tranquilidad de que siempre dejo todo. Después se verá qué pasará en junio, si me quedo o me voy. Haré todo lo posible para quedarme.

-¿Te gustaría retirarte en Boca?

-Todavía no pensé en el retiro. Me quedan muchos años. Físicamente no tengo problemas, ni se me cruza pensar en el retiro.

-¿Pero te gustaría ser el arquero de Boca por muchos años?

-Sí, sí, obvio que me gustaría ser el arquero de Boca por muchos años, pero acá hay que rendir exámenes todos los días. Boca es un examen diario, es así. Y hay que entenderlo.

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