sábado, 12 de febrero de 2011

Boca realizó la última práctica previa al debut y ya no hay dudas en el candidato de todos.


Irá el equipo que se viene manejando, con Erviti y Riquelme juntos. Falcioni continuó trabajando la pelota parada, su mejor arma.

El verano es pasado, la incertidumbre es presente y la ilusión adorna el futuro. Boca es el candidato de muchos, por lo que mostró en la pretemporada y por los nombres que sumó. El equipo de Falcioni entró en la recta final para el debut en el Clausura, donde las victorias se cambiarán por puntos y los amistosos ya no cuentan. Luego de la última práctica, en donde otra vez hicieron pelota parada, el plantel quedó concentrado y los once ya salen de memoria.

García; Calvo, Caruzzo, Insaurralde, Clemente; Battaglia, Somoza, Erviti; Riquelme, Mouche y Palermo, son los once que saldrán a la Bombonera en busca de hacer olvidar campañas flacas y poner primera contra Godoy Cruz. El zurdo ex Banfield, suspendido por acumulación de amarillas, debutará ante el Tomba ya que Julio César decidió pedir el 225 por Araujo (en el Sudamericano Sub 20). Así, por la Ribera sueñan con una sociedad entre Riquelme y Erviti, más la solvencia en la marca de otro dúo, Battaglia-Somoza.

Se sabe que Falcioni tiene mano para la pelota parada, una de sus armas fundamentales en el Banfield campeón 2009, recurso que intenta aceitar en su nuevo equipo. El viernes trabajó ese tipo de jugadas y en la última práctica previa al partido repitió ensayo. Su idea es pulir cada detalle y pegar de entrada. Domingo, 19.10, la hora de la verdad.

El director técnico de Boca, Julio César Falcioni, consideró hoy que "hablar de ganar el campeonato hoy es muy lejano"


Siempre en la misma línea cautelosa, señaló que "al comienzo del torneo hay diecinueve equipos que son candidatos". "Algunos equipos tienen mayor o menor medida de protagonismo en lo que es la tendencia del torneo. Los equipos grandes pueden tener la ilusión de ser protagonistas. Hay que hablar de ser protagonistas y llegar a la fecha 15 ó 16 con la posibilidad de pelear el título", expresó en la conferencia de prensa previa al debut de pasado mañana ante Godoy Cruz, en la Bombonera.

Falcioni evaluó que "así ha sucedido en los últimos tres o cuatro torneos. El que está mejor en esos dos o tres partidos finales es el que marca la diferencia. Esperemos poder empezar a sumar. Nos hemos ido preparando en todos estos días para comenzar bien. Esperemos poder hacerlo".

"Esperemos que éste equipo al que le toque jugar este domingo pueda tener un buen rendimiento -prosiguió-, que pueda sacar una diferencia, que pueda jugar bien y ganar el partido. Para mí, el equipo en el verano jugó lindo, ganó, fue mejor que el adversario, jugó con tres equipos grandes del fútbol argentino y a los tres los venció".

Consultado sobre la conjunción de Juan Román Riquelme y Walter Erviti, señaló que "son dos jugadores que juegan muy bien, le pueden dar mucho juego y mucha dinámica al ataque. Esperemos que los dos puedan ser partícipes del juego del equipo. Por ahora, hay gente que juega bien. Esperemos hacer funcionar al equipo, que sea mejor que el adversario, que gane y, si puede, que juegue lindo".

En cuanto a las razones por las que pidió la habilitación de Erviti, postergando el cumplimiento de la suspensión que tiene pendiente, sostuvo que "es el momento ideal para poder debutar, la primera fecha del torneo, de local, seguramente con buen acompañamiento de la gente. Nos demostró que está bien, es un buen momento para verlo en acción, que el hincha de Boca lo vea y se integre dentro del equipo".

Los titulares. Si bien Falcioni aún no confirmó el equipo, seguramente pasado mañana, a las 19, ante Godoy Cruz, en la Bombonera, Boca formará con Javier García; José María Calvo, Matías Caruzzo, Juan Manuel Insaurralde, Clemente Rodríguez; Sebastián Battaglia, Leandro Somoza, Walter Erviti; Juan Román Riquelme; Pablo Mouche y Martín Palermo. Los otros concentrados son: Cristian Lucchetti, Gastón Sauro, Enzo Ruiz, Fabián Monzón, Cristian Chávez, Diego Rivero, Nicolás Colazo, Ricardo Noir y Lucas Viatri.

Otro táctico a full de JC, que los hizo jugar con las manos buscando mejorar movilidad y hasta les explicó cómo actuar en la barrera. ¡Enchufadísimo!


Vamos que son las 11 de la mañana, eh”.

El grito de Falcioni busca sacudir a sus jugadores. El mensaje es claro: los quiere despiertos. A horas nomás de su debut en Boca, el técnico se muestra enérgico, metido, exigente. Quiere pulir los últimos detalles del equipo que saldrá a la cancha, mecanizar movimientos, buscar variantes. Por eso, así como pide, elogia: “Eso es, perfecto, así, perfecto”, se entusiasma. Y enseguida se vuelve a poner firme, serio, duro: “Pará y jugá, viejo, pará y jugá”, impone su autoridad. Ahí, lo sabe, está su mano. La mano del DT.

Justamente con la mano fue el trabajo que inició la mañana. Distendido, el ejercicio mostró un grupo de buen humor, casi dentro de un clima ideal. La consigna era clara: los jugadores debían recibir la pelota con la mano y pasarla con el pie. Todo de aire. Todo por arriba. Buscando movilidad y precisión, porque la bola no podía caerse y los goles sólo valían de cabeza. Así, con momentos de rugby (se armaban espontáneamente scrums) y otros, si se quiere, de básquet (anticipo y corte de los pases con la mano), el plantel tuvo un rato para marcar que anímicamente arrastra los resabios del verano y la expectativa por una nueva etapa.

Después, hubo un intervalo para las pesas del Profe Otero y en el último tramo de la mañana, para que el DT terminara de ir cerrando el estreno. Aunque no confirmó arquero ni equipo, otra vez separó a los mismos 11 de la semana. Les habló durante diez minutos, les marcó movimientos y luego comenzó a ensayarlos. Está claro que este equipo tendrá mucho de la impronta y la creatividad de sus dos talentosos (Erviti y Román), pero también la mecánica de los movimientos trabajados, para no dejar detalle librado al azar.

El DT no sólo trabajó en la salida de mitad de cancha, a partir de sus laterales. También repitió una y otra vez los saques del arco del rival con la idea de que su equipo estuviera bien parado a la hora de recibir al rival en su campo, cortar y abrir juego. En ese sentido, reiteró varias veces una frase que define su convicción de equipo ante un ataque o una contra del adversario: “Ahora los quiero armados, vamos, paraditos. Román, vos quedate afuera”, fue la indicación que mostró una línea de cuatro bien marcada, otra de tres agazapada ante el ataque rival y Riquelme sin cruzar la línea de la pelota, fuera de ese escudo defensivo, sin responsabilidades de marca.

Así, bajo estos lemas, Falcioni sigue modelando a su Boca. Y ayer quiso repasar varias de sus consignas. Hoy hará pelota parada. Y mañana, mañana mismo, en plena Bombonera, se verá su mano.

viernes, 11 de febrero de 2011

Falcioni pone a Erviti porque "demostró que está bien, es un buen momento para que el hincha de Boca lo vea".


No está conforme todavía Julio Cesar Falcioni. El nuevo DT de Boca, que debutará oficialmente ante Godoy Cruz, no está satisfecho con las tres incorporaciones para este Clausura (Erviti, Somoza, Rivero) y quiere más. "De Schiavi no se nada. Yo dije que necesitamos jugadores en las dos líneas, en la defensa y en el ataque, así como reforzamos en el medio. Creí conveniente tener un grupo de jugadores más amplio", reconoció el entrenador en conferencia de prensa.

"Schiavi me daría la posibilidad de tener mas recambio ante cualquier circunstancia que pase en el torneo. Es medio complicado poner en concreto porque no se nada al respecto. Tiene experiencia, categoría, conoce la casa, es un hombre que cualquier plantel del fútbol argentino lo quisiera tener. Tiene la capacidad y experiencia, más allá de los títulos, de vestir cualquier camiseta y está la conoce", agregó Falcioni sobre el defensor que se desempeño en Boca entre 2001 y 2005.

"Ojalá que no tengamos nada y los mismos que empiecen este fin de semana tengan un buen rendimiento y puedan llegar a la fecha 19. Pero eso es imposible", señaló el entrenador sobre las dificultades habituales que suele enfrentar un plantel a lo largo de un torneo. También se refirió a Walter Erviti que debutará oficialmente con la camiseta Xeneize, gracias al artículo 225. "Me parece que es el momento ideal para debutar. Nos demostró en estos días que esta bien. Me parece un buen momento para verlo en acción para que el hincha de Boca lo vea y se integre al equipo".


Godoy Cruz será el primer rival de Boca en el torneo y Falcioni reconoció lo difícil que será el debut del domingo. "Es un buen equipo, mas allá de perder a algunos jugadores importantes como Ramírez, Carranza o Castillo se están preparando para una competencia internacional. Es un equipo muy duro, siempre ha sido difícil". Teniendo en cuenta el dato de que Boca en la Bombonera nunca pudo ganarle al Tomba el encuentro cobra más relevancia. "Ojala podamos romper esa racha, para eso nos preparamos. Sabemos que enfrentamos a un buen equipo".

Palabras mayores...Hablo Carlitos...


Y volvió el Virrey. En un chat, Bianchi le puso las fichas a su ex equipo, pero pareció cerrar las puertas de su vuelta.

"Respecto de si yo volvería a dirigir a Boca... Ya lo hice en 2003, fue tentar al Diablo pero por suerte las cosas nos salieron bien. Hoy tengo el placer de comunicarme con ustedes, que antes no lo tenía. ¡Abrazos!”. Hará mucho que Bianchi no dirige pero si hay algo que no perdió son las mañas. Sin embargo, esta vez no gambeteó demasiado: en el chat de ESPNdeportes.com, el hombre que tiene al técnico bajo los efectos del dormicum pareció cerrar decididamente las puertas de su retorno a Boca. ¿Será una respuesta definitiva? Por lo pronto, sí lo vio como favorito al título: “Creo que tiene un grupo interesante de jugadores, con reservas en todo los puestos, dando una cierta tranquilidad en el sentido de que se pueden hacer diversas formaciones sin alterar el nivel del equipo. No hay que olvidarse de que en los últimos seis meses incorporó a ocho jugadores que ya salieron campeones. Esa experiencia, sumada a los que estaban, hará que Boca sea un candidato lógico”.

No se detuvo ahí el Virrey en su análisis sobre las potencialidades del plantel de Falcioni. Insistió, ante una pregunta parecida de un hincha, sobre esa preferencia. “Es el principal”, dijo, incluso, de la candidatura de Boca. “Otros con muchas chances son Estudiantes y Vélez, pero tendrán que recuperar porque juegan la Copa al mismo tiempo”. Y hasta hizo un pronóstico sobre River: “Tiene un plantel equilibrado y joven. Creo que se salvará del descenso”.

Después, desparramó frases de ping pong. Elogió, como siempre, a Riquelme: “Estoy convencido de que si Román se recupera bien va a tener el nivel que tuvo. Es un gran jugador. El equipo lo espera y él lo sabe bien”. Se excusó de opinar sobre cómo asociaría a JR con Erviti: “No sé cómo va a jugar Boca, con qué sistema, con qué formación. En todo caso te cuento que en el 2001, la Copa la jugamos con Riquelme y Walter Gaitán como creadores de juego. Todo es cuestión de equilibrio, eso lo decide el DT”. Tomó distancia en la comparación con Falcioni: “Se me hace muy difícil hablar de alguien cuando uno sabe cómo trabaja y no se tiene relación. Sería opinar sin fundamentos. En todo caso, tiene la chance de dirigir un plantel de muy alto nivel”. Eligió a Messi como “el mejor del mundo”. Celebró que Guillermo termine su carrera en el club “donde comenzaron sus sueños”. Y por un ratito, al menos, hizo que se lo extrañara menos.

El candidato


El Apertura 2008, en el que se consagró campeón de la mano de Carlos Ischia, marcó la última campaña exitosa de Boca en el ámbito local. Desde ese torneo, además de dejar de pelear por el campeonato, siempre terminó de mitad de tabla hacia abajo: fue 14° en el Clausura 2009, 11° en el Apertura 2009, 16° en el Clausura 2010 y 11° en el Apertura 2010.




Poco, muy poco para un club que en la última década se acostumbró a pelear y a ganar en todos los frentes. Para volver a la senda del éxito y recuperar la gloria perdida, los Xeneizes contrataron a Julio César Falcioni. El ex entrenador de Banfield, equipo al que sacó campeón en el Apertura 2009, pudo cumplir el sueño de dirigir a los de la Ribera luego de varias frustraciones.





Los partidos de verano dejaron un balance positivo para el equipo y le dieron rienda suelta a la ilusión de los hinchas. Boca terminó invicto, con un solo gol en contra, y se dio el gusto de vencer a River, a San Lorenzo y a Independiente. Es cierto: los amistosos de pretemporada no siempre son el reflejo de lo que luego sucede en los partidos por los puntos. Sin embargo, a diferencia de ciclos anteriores, el Boca de Falcioni se mostró como un equipo ordenado, solidario, compacto, que sabe a lo que quiere jugar.





El DT pidió refuerzos y los dirigentes cumplieron: llegaron para apuntalar el mediocampo Leandro Somoza y Diego Rivero, dos volantes con mucha experiencia en Primera, y luego de una larga y compleja negociación Julio César logró concretar el arribo de Walter Erviti. El enganche, clave en el Banfield que en 2009 fue campeón, tendrá la posibilidad de juntarse con Riquelme para formar una dupla que en la previa se presenta como la más desequilibrante del fútbol local.





Román, luego de una temporada para el olvido, parece decidido a recuperar el nivel perdido. Palermo, interminable, sueña con cerrar su carrera de película a puro gol y con un título bajo el brazo. Battaglia, como siempre, tratará de volver a ser el motor de Boca en el mediocampo. A los históricos, se suman los buenos refuerzos que llegaron a mediados de 2010 y todavía no mostraron su mejor versión, como Caruzo, Insaurralde, Clemente y Cellay.





La base la completan García, Mouche y Chávez, entre otros, jugadores del club que tienen el desafío de consolidarse en Primera. Boca necesita volver a ser protagonista. Y está claro que equipo para serlo le sobra.





PARA TENER EN CUENTA: Luego de dos años sin títulos y de malas campañas, los Xeneizes irán por el campeonato con uno de los mejores planteles del fútbol argentino.



LOS NUEVOS: Leandro Somoza, Diego Rivero, Walter Erviti y Ricardo Noir.



LOS QUE SE FUERON: Gary Medel, Marcelo Cañete, Matías Giménez, Damián Escudero y Jesús Méndez.

Flores de Román para el recién llegado, su socio futbolístico, por quien finalmente Boca pidió el 225. El ex Banfield pagaría en la 2ª, con Racing.


"Yo estaría preocupado si lo tuviera de rival, pero tengo la suerte de tenerlo en mi equipo”.

Riquelme tiene razón. Y eso es lo que debe haber pensado Julio César Falcioni también. Igualmente, el DT se tomó su tiempo. Esperó, fiel a su estilo de no confirmar sus decisiones con anticipación, hasta la última práctica para definirlo. Puso a Rivero en el segundo tiempo del ensayo formal pero, minutos después, les confirmó a sus colaboradores que finalmente sí pedirá el artículo 225 para que Walter Erviti pueda estar en el debut ante Godoy Cruz en la Bombonera, en lugar de Sergio Araujo, quien está en Perú con el Sub 20. Tenía tiempo hasta ayer a las 15 y, más o menos a esa hora, ingresó el pedido en AFA. Las razones, quizá, hayan quedado expuestas en las últimas prácticas, y tal vez sean las mismas que dice Riquelme: si es bueno tenerlo de este lado, ¿por qué no ponerlo? “Yo disfruto mucho de estar al lado de jugadores como él. He disfrutado mucho de jugar con Insúa, con Nico Gaitán... Walter tiene mucha categoría y técnica, algo que a uno lo hace disfrutar. Trataremos de ayudarlo para que se sienta bien y para que sea tan importante como en Banfield. Con eso tendremos ventaja”.

Esa es precisamente la ayuda que busca y necesita el volante. Aún le cuesta acomodar su juego sin el protagonismo que tenía en su ex equipo. Es un ego futbolístico: está acostumbrado a que la pelota siempre pase por él. Y en Boca, la pelota pasa por Román. Entonces, Erviti busca la alternativa, ser descarga, abrir espacios. Le cuesta, está claro. No llega demasiado al arco y no es el dueño del pase final, como en Banfield. Con un Román encendido en los últimos entrenamientos, a él le está tocando un papel secundario. Claro que aún no compartieron 90 minutos: seguramente, cuando Riquelme necesite agarrar su segundo aire, será el tiempo de explosión de Walter, más veloz y vertical.

Se nota que está preparado para eso, sobre todo en los segundos tiempos de los ensayos que organiza Falcioni. El jueves, al igual que el miércoles, en la segunda media hora el DT lo puso con los pibes. Y ahí se soltó: fue el dueño de la pelota, del traslado, de la circulación. Más como un doble cinco -muy- adelantado, mostró la diferencia. Del otro lado, el que se paró por izquierda fue Diego Rivero, quien seguramente estará ante Racing (dependerá también de cómo vuelva Araujo del Sub 20, que termina mañana). En Avellaneda, será tiempo de un 11 más equilibrado, más parecido al del verano. Si van a extrañar a Erviti o no, quedará claro después del partido de este domingo...

jueves, 10 de febrero de 2011

Riquelme sigue a full: como en la práctica de ayer, metió el gol del 1 a 0 de los titulares contra los suplentes.


García se perfila como titular en el arco y Erviti fue por izquierda. Ah, todavía no pidieron el 225 por él y Falcioni probó con Rivero...

La llegada de Somoza, el trueque de Rivero, la novela de Erviti. Pero el mejor refuerzo estaba en casa y se llama Juan Román Riquelme. El Diez quiere tapar sus lesiones y lo hace con goles: al igual que ayer, hoy convirtió en la práctica de fútbol en la que los titulares le ganaron 1 a 0 a los suplentes. Llega afilado al debut con Godoy Cruz...

El equipo titular fue el que se perfila como el que debutará contra Godoy Cruz este domingo a las 19.10 en la Bombonera: García; Calvo, Caruzzo, Insaurralde, Clemente; Battaglia, Somoza, Erviti; Riquelme; Mouche y Palermo. Las dudas en el arco parecen despejarse, ¿y Erviti? Será titular en caso de que pidan el 225 por Araujo, pero en el segundo tiempo Falcioni probó con Rivero en esa posición. A apurarse: hay tiempo hasta las 15 para pedir la postergación de la suspensión de Walter.


La otra buena noticia de la práctica, además del tanto de Riquelme, fue que Mouche volvió a convertir de tiro libre, como ante San Lorenzo en el verano. Eso sí, el gol no se contabiliza porque fue luego de tres repeticiones de la falta.

Falcioni exigió a sus muchachos, los retó cuando algo no le gustaba y probó variantes para su equipo ideal.


"¡Pablo, tenés que patear! ¡No me importa si la tirás allá arriba!”. El grito de Julio Falcioni se escuchó en toda la Bombonera. Pablo Mouche acababa de hacer un enganche de más y de terminar la jugada con un pase atrás cuando el técnico se puso como loco, cortó la jugada y pegó el grito. Enseguida, fue hasta donde estaba el delantero, le hizo repetir la jugada y le exigió que se guardara esos excesos que no le gustan, que enganchara hacia al medio con zurda y buscara inmediatamente el arco. La repetición terminó en gol.

Falcioni siente que su nuevo Boca necesita rodaje. Más después de haber jugado todo el verano con una formación con un mediocampo distinto. No quiere correr riesgos en el debut oficial ante Godoy Cruz y por eso, tanto entrenamiento en esta semana. Tres horas con trabajo táctico un día, 53 minutos de fútbol al otro contra los suplentes de más jerarquía y tal vez 70 más hoy. En las dos jornadas cumplidas hasta ahora, el técnico paró el mismo equipo, su equipo ideal. Y se la pasó dando indicaciones. Incluso a los de afuera, para que la cancha luciera hasta con los carteles de publicidad, custión de que sus muchachos calcularan espacios y sacaran referencias.

La presencia, el manejo y la distribución de Somoza resultó lo mejor del ensayo, junto con el rato final de Román, lo que puede dejar más tranquilo al técnico. El Flaco se hizo dueño de la pelota, casi paso obligado por sus pies. Se la dio a Erviti, se la dio a Riquelme, también a Battaglia, tratándose de retomar la posición de volante por derecha pero con buena llegada al área. Y metió un pase de gol mejor que cualquier otro: apenas saliendo del círculo central, lo vio a Palermo en la medialuna y se la dio al pie; la pelota le volvió y, como venía, sacó el pase profundo para Mouche, quien definió cruzado al segundo palo de Lucchetti.

“Dale, dale ahí”, insistió seguido Pelusa, marcando el sector en la cancha en el que quería que su equipo presionara. Se lo pidió mucho a Clemente y también a Calvo. Lo mismo reclamó después del primer gol. “A presionar cuando salen del medio”, pidió. Y después vino el enojo con Mouche, “Fácil, fácil”, le gritó también Riquelme al delantero, unos minutos después que el DT.

Después de los 30 minutos del primer tiempo, Falcioni quiso probar variantes y metió a Lucchetti por Javier García, Fabián Monzón por el Pampa Calvo (Clemente pasó a la derecha) y Rivero por Erviti. Pero enseguida, después del gol de Orfano a los 14’ de la segunda parte, hizo volver a Erviti en reemplazo de Somoza, puso a Battaglia de volante central y Rivero por la derecha. Así, a los 19, llegó el segundo gol. Y cuatro minutos después, se terminó el ensayo. ¿Para qué más?

Riquelme ganó el partido cuando a los titulares se les complicaba.


Por ahora, no hay sociedad con Erviti, que se hace enlace cuando Román para.

Es el único con mangas largas y con un pantalón largo cortado apenas arriba de las rodillas en vez de un short. Es el distinto entre 22 jugadores que están en la Bombonera. Trota y estira como todos, también forma parte los trabajos con pelota. La diferencia la hace con la ropa pero fundamentalmente con lo de acá arriba. Con la cabeza. Con un pase. Con una pausa. Con todo eso que lo vuelve capaz de ganar un partido de entrenamiento (y de campeonato) como ningún otro. Es Juan Román Riquelme.

No se lo va a ver esforzándose de más en una práctica, como no se lo vio en los partidos de verano, ni muy cercano a ningún otro jugador durante el entrenamiento. Román anda solo y apenas se mueve en dupla con Mouche cuando a los dos les da ganas de ir al baño antes de que arranque el ensayo de fútbol. En el campo, a la hora del juego, es como si le costara entrar en ritmo y encontrarse con los que juegan a su lado. Se mueve para buscar espacios, para convertirse como siempre en la principal alternativa para recibir la pelota y a partir de ahí, buscar al compañero mejor ubicado. No hay intensidad ni continuidad en su esfuerzo. No tiene nada que demostrar. “Lo que importa es Godoy Cruz”, suele decir.

Más intenso que él se muestra Walter Erviti, nuevamente integrante del equipo titular. No se mueve a la distancia, arranca en el sector izquierdo cerca del lateral y se cierra frecuentemente para asociarse. Lo hace con Clemente, juega corto con Somoza y trata de llevarles la pelota a los de arriba, Mouche y Palermo. Recorre toda la cancha. Sale rápido de contra, sin pisadas ni lujos. Es más alternativa de Riquelme que complementario, que ladero. Sirve para que, cuando el 10 baja el ritmo, él agarre la pelota y se convierta en el conductor. Para que haya continuidad de juego. En esos momentos, algunas veces, es Román el que ocupa posicionalmente el sector izquierdo delante de Clemente.

En deuda están los encuentros entre uno y otro (apenas seis pases entre ellos). Aunque no es la idea que Erviti se la pase siempre a Riquelme y viceversa. Para tener al mismo jugador que brilló en Banfield, Falcioni necesita darle independencia a su refuerzo más pedido, y no hacerlo Riquelme-dependiente. Si no aparece uno, o lo tapan, debe estar el otro. Ahora, una de las pocas veces que se cruzaron le sacaron brillo a la pelota: en el espacio de una baldosa, con un rival en el medio, el Caño recuperó, se la dio a Román y esté se la devolvió al pie para iniciar una contra velocísima que de casualidad no terminó en gol.

Para Riquelme, el partido arranca recién cuando siente que hace falta su intervención. El gol de los suplentes, 1-1 a los 14 minutos del segundo tiempo, es lo que provoca su reacción anímica en una jugada que incluye dos dobles paredes por la derecha: entre Román y Rivero, primero, y entre Román y Palermo, después. Ya con la pelota dominada en la línea del área chica, pisa el freno, engaña con un pequeño movimiento del cuerpo y acomoda la pelota a centímetros de su amigo Javi García. Para ganar él su primera práctica de fútbol con el equipo ideal.

Es Juan Román Riquelme. Diez hay uno solo.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Caruzzo entiende el pedido de jugadores en su puesto y se muestra tranquilo.


“Con Insaurralde tenemos que demostrar el doble”, dice.

Fue pieza fija en cada uno de los equipos que puso Julio Falcioni en el verano, del primero al último de los partidos. Juan Insaurralde y él, Matías Caruzzo, ese refuerzo que Claudio Borghi pidió hasta el cansancio, hasta conseguirlo. Como ahora el nuevo técnico con Erviti. Pero, después del segundo superclásico, en el cierre de la temporada veraniega, reapareció el interés de Boca por un marcador central y la posible llegada de Rolando Schiavi podría poner en jaque su continuidad en la formación titular. ¿Por qué? “En el puesto de centrales no hay gran recambio, eso es una gran verdad. Nos faltan centrales. Somos cuatro o cinco jugadores y hoy Christian (Cellay) está lesionado. Pueden llegar a darse amonestaciones, tarjetas rojas, lesiones, un montón de cosas. Es algo muy bueno que con toda la gente que llegue haya esa competencia leal que nos sirva a todos para nuestro bien”, explica Caruzzo, sin mostrar preocupación por la posible lucha de peso en su mismo puesto.

La razón de la búsqueda, además de la falta de recambio de experiencia, tiene que ver con cierta preocupación por algunas fallas en el juego aéreo, como se vio en el gol de River en Mendoza, y también para sumar una voz de mando en la defensa.

-¿No te llama la atención que hayan empezado a buscar un marcador central después del último superclásico? -Lo tomo con tranquilidad, de la mejor manera. Es para el bien de todos. El otro día hablamos con Juan (Insaurralde) que se están mencionando la posibilidades de que llegue alguien, pero hoy nos toca jugar a nosotros y tenemos que demostrar el doble para cuidar nuestra posición.

-¿Por qué pensás que buscan un central recio y de buena altura? -Tiene que ver con la historia de Boca, con Mouzo, Bermúdez, con el mismo Schiavi, con jugadores de esas características que dejaron su marca en el club. Yo, a pesar de eso, estoy muy tranquilo.

-Por lo que se vio en el verano, ¿están para ir por el campeonato? -En el torneo pasado las ilusiones y las expectativas eran otras, se hicieron 25 puntos nada más. Eso es algo por lo que uno se quedó con bronca, por el hecho de que un club como Boca no puede dejar de ser protagonista. Ahora tenemos un arranque de campeonato difícil, Dios quiera que con el trabajo que venimos haciendo y con las ilusiones que tenemos todos, las cosas esta vez salgan para bien.

Falcioni volvió a parar el mismo equipo en la práctica matutina, con Erviti como socio de Román.


El DT estaría pensando en pedir el 225 (Araujo está en el Sub 20) para poder contar con el ex Banfield, uno de sus preferidos, en la primera fecha. Hay expectativa...

Asoma el nuevo Boca, cada vez más. Ese equipo que, con el pasar de los días, invita a sus hinchas y simpatizantes a ilusionarse con ganar el Clausura está en pleno proceso de crecimiento. Y, para ello, Julio César Falcioni trabaja jornada a jornada. Por caso, en el entrenamiento matutino, Pelusa volvió a apostar a la elegante dupla futbolística de Riquelme–Erviti y, de a poco, va delineando los once del debut.

El DT volvió a repetir la formación en la práctica de 50 minutos por lo que, se presume, tendría en mente pedir el artículo 225 para que Walter Erviti juegue en el debut ante Godoy Cruz (por Araujo, que está en el Sub 20). García (Lucchetti lo reemplazó en la segunda parte); Calvo, Caruzzo, Insaurralde, Clemente Rodríguez; Battaglia, Somoza, Erviti, Riquelme; Mouche y Palermo fueron los players que volvieron a alinearse entre los titulares y los que derrotaron a los suplentes por 2-1. Mouche y Riquelme marcaron para los que irían desde el arranque, mientras que el juvenil Orfano descontó.

Así las cosas, Falcioni sigue probando con el once ideal donde ya se vislumbra la chance de contar con el exquisito dúo desde la primera fecha. Dependerá del estado físico de Erviti, del entendimiento que logren establecer con Román y, lógicamente, de que se concrete el pedido del tan esperado 225. De todas formas, en caso de que Pelusa no considere pedir el artículo para que juegue Erviti, las opciones más viables para sustituir al ex enlace de Banfield son el pibe Colazo (la rompió en el verano) y el Burrito Rivero, quién también tuvo un buen torneo preparatorio y, además, fue quién lo reemplazó en la práctica de hoy.

Falcioni pudo juntar por primera vez a sus 11 preferidos.


Tiene a Battaglia, Riquelme y Erviti, pero pierde al medio que rindió en el verano.

Es el equipo ideal. Con el que Julio César Falcioni sueña desde antes de asumir en Boca. Con Somoza y Erviti, dos refuerzos pedidos hasta el hartazgo. Con Battaglia, Riquelme y Palermo, tres históricos de peso. Con García en el arco. Con todos reunidos en un mismo campo de juego, para el mismo equipo. Es el nuevo Boca.

Tan nuevo es este equipo que puso Falcioni que ayer, a cinco días del debut oficial, fue la primera vez que lo paró íntegramente del 1 al 11 y eso es justamente lo que abre el interrogante sobre el rendimiento en un partido. El Boca que se posicionó como candidato no es el que va a jugar el domingo, porque cambiará el esquema (4-3-1-2 en lugar del 4-4-2) y dos o tres nombres no menores del mediocampo. Entonces, aunque los que entran predisponen al entusiasmo, todo está por verse...

Es por eso que en el ensayo táctico de ayer, Falcioni realizó un trabajo intenso para que esos 11 jugadores que nunca compartieron un mismo lado de la cancha empezaran a conocerse mejor. Ya habían interactuado Riquelme y Erviti sin los demás protagonistas, ahora fue el turno de la formación completa. En media cancha, con el equipo titular saliendo desde el fondo con el objetivo de mantener la posesión hasta la mitad, pero con la dificultad de jugar a dos toques. Enfrente se pararon los suplentes con Rivero, Noir y Viatri, entre tantos otros. “Uno, dos, tres, cuatro...”, repetía el DT, contabilizando los pases que lograban sus jugadores y arengando para lograr una salida prolija. Y hacía hincapié en que todos se movieran para mostrarse como opción potable.

En el segundo turno, los roles se invirtieron y los titulares pasaron a atacar. Ahí ingresó Lucchetti, pero atajó para los relevos. Así, la idea fue darle dinámica a la ofensiva y tratar de vulnerar a un equipo replegado, acaso un síntoma de lo que pueda ocurrir en la mayoría de los partidos del campeonato, sobre todo en la Bombonera.

A diferencia del lunes, esta vez el entrenamiento no duró tres horas, pero tuvo la intensidad buscada por el entrenador. Y le dejó la satisfacción de poder probar in situ a sus predilectos. Y más allá de que el DT todavía no definió si utilizará el 225 por Erviti, si llegara a hacerlo tendría en el campo a su formación ideal. Al nuevo Boca. Al que tanto promete y al que todavía no se pudo ver en acción...

martes, 8 de febrero de 2011

La semana arrancó para Boca con tres horas de entrenamiento, con el técnico muy encima de sus jugadores. Hasta le explicó a Riquelme cómo dar un pase.


Lunes 9.30.

Casa Amarilla. El plantel comienza la entrada en calor.

Lunes 12.30. Casa Amarilla. El plantel termina los ejercicios de elongación.

¿Qué pasó en el medio? Un entrenamiento muy movido, que duró ¡tres horas! y que combinó trabajos físicos y tácticos, para arrancar a full la semana más importante desde que Falcioni asumió en Boca. Serán seis prácticas antes del estreno oficial frente a Godoy Cruz y parece que Pelusa quiso que la motivación para sus muchachos empezara tempranito.

Acostumbrados a la dura rutina que proponía el Profe Gustavo Otero en Tandil, los jugadores no están sorprendidos de las cargas de trabajo. Por eso, lo toman con naturalidad. De hecho, hay un dato que los avala: luego del partido frente a San Lorenzo en Mar del Plata (el 29/1), debieron dormir durante el regreso en micro a la madrugada, y apenas arribados, desayunar y entrenarse.

Ayer, la mañana comenzó con un circuito físico, en el que hicieron algunas pasadas más varios ejercicios de fuerza. Luego, llegó el turno del gimnasio. No se salvó nadie. Riquelme se entrenó siempre a la par del resto y completó todas las tareas físicas. A las 11, recién, aparecieron las pelotas. El DT dividió al plantel (por un lado defensores; por otro, volantes ofensivos y delanteros) y armó un táctico. De un lado, Calvo, Caruzzo, Insaurralde y Clemente (la defensa titular) más Somoza como volante tapón, tratando de recuperar rápido la pelota frente al avance de un grupito de juveniles. En la otra mitad de cancha, Battaglia, Rivero, Colazo, Erviti, Román y dos duplas de ataque: Mouche-Palermo y Noir-Viatri, trabajando la posesión y la llegada por los costados, buscando que los futbolistas externos se muestren permanentemente como opción de pase. Fueron 90 minutos a puro concepto del DT. Hasta en un momento le remarcó a Riquelme cómo pasar la pelota. “Gol, hagamos los goles”, repetía a modo de arenga para que los jugadas terminaran como debe ser y los delanteros fulminaran a los arqueros Scapparoni y D’Angelo.

Así, se completó la primera mañana de la semana. 180 minutos sin parar. Dos partidos enteros transpirando. Se nota que Falcioni los quiere tener muy bien afilados...

Caruzzo reconoce que están muy bien pero que todavía no ganaron nada: "El domingo empieza la gran verdad", admitió.


Y explicó que deben volver a hacerse fuertes en la Bombonera.

Boca fue un equipo firme durante el verano, ganó tres partidos y empató uno solo. La preparación fue mejorando día a día para el debut ante Godoy Cruz en el Clausura. Ahora es el tiempo de demostrar todo lo hecho en los amistosos preparatorios.

"Estamos bien, tranquilos, entrenando fuerte. Esperanzados en arrancar con el pie derecho. Más allá de que los resultados positivos en el verano al hincha lo ponen contento y lo ilusionan, nosotros tenemos que estar tranquilos y saber que el domingo empieza la gran verdad. Lo que pasó fueron torneos preparativos", admitió Matías Caruzzo, en conferencia de prensa. ¿El cambio con respecto a la línea de tres del año pasado: "Es bastante parecido para mí, antes lo hacía de líbero también. Estoy esperanzado en que las cosas salgan bien".


¿Por qué la gran diferencia con respecto al año pasado? "Son momentos, son circunstancias. Durante el torneo de verano se vio un equipo firme, tranquilo, con llegada y lo más importante de todo es que los resultados acompañaron. Cuando el resultado se da positivo, ayudan, las cosas salen mucho mejor. Pero lo que tenemos bien claro es a partir del domingo", explicó el defensor sobre el cambio anímico y futbolístico del equipo.

La pretemporada: "Fue durísima, pero termina los trabajos cada día fue muy bueno. Ojalá que nos ayude para los torneos".


Sus ilusiones: "Las expectativas eran otras cuando llegué, se hicieron 25 puntos nada más. Eso es algo por lo que uno se quedó con bronca, por el hecho de que un club como Boca no puede dejar de ser protagonista. Esperamos que de arranque las cosas nos vayan bien. Tenemos un arranque difícil", agregó Caruzzo sobre el regular Apertura realizado el año pasado.

El hecho de que Falcioni pida otro central: "Siento tranquilidad. Quizás en el puesto de centrales no tenemos grandes recambios, es una gran verdad. Somos cuatro o cinco jugadores y hoy chirstian esté lesionado. Un montón de cosas. Me parece que es algo bueno, que haya competencia leal que ayude a todos y nos salga para bien".


Jugar en la Bombonera: "Tenemos que hacernos fuertes en casa. Se dejaron muchos puntos de local y a medida que vaya pasando el tiempo y los partidos, eso va a ir cambiando. El primer juego ojalá sumemos los tres puntos. A medida que vayan pasando el tiempo y los partidos y si Dios quiere que los resultados se vayan dando, eso va a ayudar mucho. Tenemos la primera prueba este domingo con Godoy Cruz y ojalá se puedan sumar los tres puntos", opinó sobre Godoy Cruz, el primer rival de Boca en el Clausura. La ilusión esta nuevamente en marcha…".

Muchos lo dan como candidatos: "Hay un gran plantel pero hay que ser un gran equipo. Estamos en ese proceso, con esa meta. Ojalá que las cosas se vayan dando. Pueden decir que somos candidatos, pero hay que demostrarlo. Enfrentamos a un equipo que viene haciendo bien las cosas en los últimos tiempos".

JC volvió a juntar a Román con Erviti y, aunque especulaban en contar con la dupla para la seguda fecha, la idea de pedir el 225 por Araujo.


La llegada de refuerzos de jerarquía al plantel Xeneize ha despertado la ilusión de todo el pueblo boquense. El armado del equipo, sumado a las buenas actuaciones exhibidas en el verano, fueron motivos constantes para que los hinchas se esperancen con volver a ver a Boca en los primeros planos. Y, en esa sintonía, el grupo sigue entrenándose bajo las órdenes de Julio César Falcioni con vistas al inicio del Torneo Clausura. Por ello, Pelusa va, de a poco, delineando un equipo tentativo para el estreno ante Godoy Cruz.

Así las cosas, el entrenamiento de hoy tuvo como estandarte nuevamente la cumbre futbolística dentro del campo de juego. Es que el entrenador volvió a poner a Walter Erviti junto a Riquelme en el que se perfila como el equipo titular para el debut.

Si bien en el entorno Xeneize se habían planteado la posibilidad de contar con el ex enganche de Banfield recién para le segunda fecha (ante Racing), pareciera que la decisión del DT de juntarlo con Román constantemente va tomando más fuerza y se replantearon seriamente la chance de pedir el artículo 225 por Araujo (está en el Sub 20). Por caso, en la práctica de hoy Falcioni paró un equipo que invita a ilusionarse: García; Calvo, Caruzzo, Insaurralde, Clemente Rodríguez; Battaglia, Somoza, Erviti, Riquelme; Mouche y Palermo.

Si bien el team en cuestión posee fortaleza en todas sus líneas, el mediocampo es, sin duda, el que representa mucho más la fluidez del juego. Contar con dos volantes de contención y recuperación como Battaglia y Somoza y, a la vez, tener dos jugadores exquisitos y de creación como JR Y Erviti para brindar lucidez y tenencia del balón (sumado a la proyección de los laterales), seduce a todo el Mundo Boca; así que mientras Pelusa sigue probando con los dos diez, la idea de pedir el 225 va en aumento.

Por el momento, la chance está. Dependerá de lo que decida el DT, lo que rinda el equipo y lo que proponga el Tomba. Por el momento, Falcioni sigue probando. Y juntando a Román y Erviti…

Falcioni mantiene la duda: García, figura del verano, o Lucchetti, campeón con él en Banfield. Ventaja Javi.


El que va a quedar afuera es el que habla. El otro, al que le toca atajar, escucha las palabras de aliento, los consejos tranquilizadores, recibe las palmadas en la espalda. La imagen, durante el verano, se repitió en cada partido. Entre Javier García y Cristian Lucchetti, sin importar quién juega y quién queda en el banco. Dos partidos para cada uno. Ahora, a partir del domingo, ya no podrán seguir atajando uno y otro, alternándose. Es el momento en el que Julio César Falcioni debe decidir como no lo hizo en ningún otro puesto y hacer el anuncio...

Ya desde hace varias semanas, el técnico viene planteando la duda y avisando que la confirmación recién la hará pública el viernes después del entrenamiento, en la conferencia de prensa. En el verano, la elección no fue menor: Lucchetti para los partidos con Independiente y San Lorenzo, y García para los dos superclásicos, justo cuando puso más titulares en el campo de juego. El DT, sin embargo, dice entre allegados que esa elección no quiso decir nada. Ya se verá si es así o lo dice para no tirar abajo a quien fue el arquero de su Banfield campeón...

Más allá de ese argumento a favor del que estuvo las dos veces ante River, cada uno tiene sus razones para quedarse con el arco de Boca. Lucchetti llegó al club hace seis meses para reforzar un puesto que veían flojo (se fue Abbondanzieri y quedó el mismo García), cuenta con ese antecedente de haber salido campeón con Falcioni y no tuvo inconvenientes en sus dos presentaciones veraniegas. García es el que terminó atajando en buen nivel en el torneo pasado después del conflicto entre Claudio Borghi y el Laucha, y fue una de las grandes figuras del equipo durante el verano. Los dos, en realidad, atajaron bien, no cometieron errores, pero Javi fue más exigido y sobresalió, y eso fue remarcado hasta por el propio Riquelme. “Ahora que se lesionó Carrizo, tenemos al mejor arquero del fútbol argentino”, dijo. ¿Pelusa lo habrá escuchado? Sí, pero asegura que la opinión de Román no lo va a influir para nada...

En el trabajo táctico de ayer, tal vez para no dar pistas, Falcioni alternó a uno y otro en los trabajos tácticos defensivos con Calvo, Caruzzo, Insaurralde, Clemente y Somoza. Dos jugadas ocupaba el arco García, dos jugadas lo ocupaba Lucchetti. Así una y 100 veces. El que quedaba afuera estiraba y descansaba junto a los utileros. “El viernes van a saber quién ataja”, avisó el técnico, con intenciones de mantener la gran incógnita unos días más.

lunes, 7 de febrero de 2011

La práctica duró tres horas y, después de la intensa tarLa práctica duró tres horas y, después de la intensa tarea física.


Falcioni separó defensores y atacantes para ajustar movimientos con un trabajo táctico. Pelusa mantiene la duda en el arco y ya tiene el resto en mente para el debut oficial, contra Godoy Cruz. Con la vuelta del 10, claro.

No hay tiempo que perder. El debut en el torneo está a la vuelta de la esquina. Y por eso Julio Falcioni no desaprovecha ni un minuto. Y por eso se despachó con tres horas de trabajo en la primera práctica de la semana en Casa Amarilla. Después del trabajo físico, que no fue poco, el técnico armó un trabajo táctico con la defensar por un lado y los volante por el otro. Así, entonces, se empezó a pispear los 11 que Pelusa tiene en mente para el debut ante Godoy Cruz, aunque todavía mantiene la incógnita con respecto al arquero, si bien se supone que Javi García comenzará de titular.

De un lado, con Javier García y Lucchetti alternándose el arco, estuvo el bloque que empieza perfilarse como la defensa de memoria: Calvo, Caruzzo, Insaurralde y Clemente, más Somoza como volante central tapón. Después de 45 minutos de pruebas, el técnico hizo un enroque que confirma cuál es su opción 2 de defensa: pasó a Clemente para la derecha y puso a Monzón por la izquierda. En el otro arco estuvieron volantes y delanteros. Entre los primeros estuvieron Rivero, Battaglia, Erviti y Riquelme. Y las duplas fueron Mouche-Palermo y Viatri-Noir.

Como Erviti debe una fecha de suspensión por acumulación de amarillas, el equipo para el debut ya parece asomar con García o Lucchetti, Calvo, Caruzzo, Insaurralde, Clemente; Battaglia, Somoza, Rivero; Riquelme; Mouche y Palermo.

No pedirán el 225 y así Erviti recién debutará con Racing, en la segunda fecha.


Falcioni no necesita tomar decisiones apresuradas. Por eso, porque no hay urgencias, es que, luego de analizarlo, decidió que Walter Erviti no estará en la primera fecha ante Godoy Cruz. Y quien lo confirmó fue el vicepresidente primero José Beraldi: “El técnico no quiere pedir el 225”, dijo en Radio Rivadavia. Así, entonces, el refuerzo top del verano no debutará el domingo próximo y sí cumplirá la fecha de suspensión por acumulación de amarillas que debe del Apertura. En un principio, el DT y los dirigentes habían pensado utilizar el artículo por la presencia de Sergio Araujo en el Sudamericano Sub 20. Ahora que Erviti estará recién para la segunda ante Racing, Julio César deberá decidir quiénes acompañarán a Riquelme ante los mendocinos.

“La idea es que Walter cumpla dos semanas de trabajo completas”, había anunciado el técnico en la previa del último superclásico. En ese momento, los dos ex Banfield aún no se habían cruzado: uno estaba en Mendoza, el otro se entrenaba en Casa Amarilla. El viernes, ya en Buenos Aires, Falcioni recibió el informe sobre el estado físico de su refuerzo. Y para saber cómo estaba futbolísticamente, armó dos ensayos, viernes y sábado, en los que juntó a Walter con Riquelme. Los vio, los analizó y tomó una decisión sin apuros.

Así, el DT deberá definir entonces cómo formará el medio que debutará en la Bombonera. El sábado, en un equipo mixto, probó con el doble cinco que tanto quería: Battaglia-Somoza. El tema, es que, sumando a Riquelme, tiene dos nombres para un solo lugar. Nicolás Colazo tuvo un buen verano, metió dos goles y fue la revelación, luego de jugar pocos minutos en el segundo semestre del 2010. Pero Diego Rivero la rompió: llegó, se puso la camiseta y fue figura (de doble 5). Uno de ellos se quedará con la banda izquierda. Algo que cambiará, está claro, cuando se pueda sumar Erviti...

Los sondeos entre la gente y el ambiente lo dan como favorito por cómo se reforzó y lo que mostró en verano.


La renuncia de Sabella. Manu Ginóbili al All Star Game. La borratina a Ortega. La hazaña histórica del handball argentino. Messi y su implacabilidad. Dulko reina de Australia. La revolución Guillermo en Gimnasia. ¿Cuál fue la noticia deportiva del verano? En el microclima nuestro de cada día, en el bendito fútbol casero que se renueva cada 19 fechas, ya hay una respuesta inapelable: todas las anteriores son (in)correctas. Sesudos analistas, cabuleros empedernidos, avezados entrenadores, experimentados jugadores, fanáticos incorregibles, todos coinciden en una sensación: Boca se llevó las tapas del verano. Y arrasa para el Clausura. En las encuestas ya puede gritar dale camp...

La estadística fría es elocuente: duplica a River, el segundo, y aventaja por más de dos cuerpos a Vélez y Estudiantes, los que pelearon mano a mano el último campeonato y todavía mantienen la base que los llevó a la cúspide. La interpretación, en cambio, requiere una mirada superadora: los hinchas de Boca, apoyados por su enorme caudal de seguidores y entusiasmados por el rendimiento del equipo en el verano, montaron una lluvia de clicks y definieron la encuesta. En CanchaLlena, obtuvo el 31% y River sólo el 12% (sobre un total de 5.294 votos).

El ambiente futbolístico también da como principal candidato a Boca. Personajes de la talla de Sabella, Gareca, J.J. López, Ramón Díaz y Almeyda, entre otros, le pusieron todas las fichas al renovado conjunto de Falcioni. Incluso, haciendo mención a los “millones que gastó” en referencia a las contrataciones de Rivero, Somoza y Erviti. Pelusa, por su parte, ya adornó el discurso opuesto. Dijo que hicieron “una compra y dos canjes” y que los demás ponderan a Boca para “sacarse presión”. Intentará, en cada aparición pública, posicionar a su equipo como uno más de los que lucharán arriba.

Ahora bien, ¿existen razones para creer en el fenómeno del verano? Boca resolvió con facilidad la mayoría de sus amistosos (sólo empató vs. River en Mendoza) y exhibió un interesante amalgamiento de sus piezas. En rigor, también se debe señalar que fueron tan sólo ensayos, que aún se observan grietas (sobre todo en defensa) y que la cita clave será el próximo domingo frente a Godoy Cruz, ante una Bombonera repleta.

Además de su intenso enero, las incorporaciones de elite son otro factor motivador. La posibilidad de deleitarse con la magia de Riquelme y Erviti, de sentirse contenido por Battaglia y Somoza y de seguir gritando los goles de Palermo invitan a la ilusión.

Sin embargo, en el sondeo previo al Apertura, el Boca de Borghi también se había consagrado como el campeón de las encuestas. ¿Será el Boca de Falcioni un campeón verdadero?

domingo, 6 de febrero de 2011

Battaglia y Somoza compartieron el medio por primera vez: los leones de JCF ya toman ritmo.


Había decidido juntarlos en el primer superclásico del verano, pero justo en la previa Battaglia sufrió una molestia que lo hizo entrenarse diferenciado hasta la semana pasada. Pero ayer, por primera vez, Falcioni pudo juntar en una práctica a Seba con Somoza, a los dos leones que se repartirán la batalla en el medio ideal de JCF.

Ayer, al menos, se pararon bien de doble cinco, con Rivero y Colazo como volantes externos. Y se entendieron sin problemas. Es más, se lo vio muy bien a Seba, quien demostró que ya no hay resabios de sus molestias físicas y que está en óptimas condiciones. Se sabe que bajo un esquema 4-4-2 como el que ayer usaron los titulares, ambos se repartirán el medio. Lo que queda por saber es cómo se moverán cuando les toque jugar con un enganche como Riquelme y una segunda guitarra como Erviti.

En la práctica del viernes, con Román y Walter en cancha, Battaglia se había movido como volante por la derecha, acaso un indicio de lo que puede llegar a ser su posición cuando salte a la cancha el mejor equipo posible.

Por lo pronto, ayer tuvieron su estreno juntos y al igual que los generadores de fútbol, los encargados del equilibrio ya dieron respuestas satisfactorias.

Los dirigentes sólo le darían a Falcioni un refuerzo más y así tendrá que elegir entre un central (¿Schiavi?) o un punta.


Falcioni lo había insinuado el viernes, había mostrado su costado insaciable, había hecho cuentas (“Hasta ahora hicimos una compra y dos canjes”, dijo sobre su mercado de pases) y había sugerido la posibilidad de que Boca tuviera un quinto refuerzo, al que podría acceder por la lesión de Gaona Lugo. Pero... Los dirigentes están dispuestos a llegar hasta el cuarto. Ayer, de hecho, el presidente Jorge Ameal estuvo presente en la práctica, observó el entrenamiento y luego habló con Falcioni. Dicen que ahí mismo ya le dio a entender que le van a dar un gusto más. Pero sólo uno...

Si es así, Falcioni deberá elegir entre un defensor más, como él mismo reveló al nombrar a Rolando Schiavi, o un delantero. Hasta ahora, las gestiones por el punta no fueron fructíferas. El primer apuntado era Darío Cvitanich y si bien en algún momento pareció posible, la operación se cayó por la dificultad de la salida del delantero del Ajax. Después surgió el nombre de Lautaro Acosta y también la traba fue su desvinculación del Sevilla. Y por último sonó el uruguayo Chevantón, quien al final arregló su conflicto con el técnico del Lecce y decidió seguir en Italia.

Así las cosas, todos los caminos conducen a Schiavi. El técnico cree que está corto de centrales porque tiene sólo tres (Caruzzo, Insaurralde y el hoy lesionado Cellay), dice que necesita variantes con experiencia allí (por eso no cuenta al pibe Sauro) y, sobre todo, altura. El Flaco podría darle todo eso en un mismo envase, además de presencia y la ascendencia que otorga un histórico del club. En ese sentido, habrá que ver si Boca inicia algún contacto en las próximas horas a través de su propio presidente, ya que Juan Carlos Crespi, el dirigente de mayor llegada al hombre de Newell’s, viajó a Ginebra con la Selección.

Después, Boca tendría la chance de un quinto refuerzo, ya que Gaona Lugo aún tiene dos meses más para volver y la AFA autorizaría otro cupo. Pero son los dirigentes quienes parecen haber frenado la llegada de un quinto elemento...

Y toque, Boca, toque. Walter se la da a JR en la práctica de ayer. La química ya se ve.


Son dos pibes que andan bien, los subí y me parece que los voy a empezar a poner”, dice Tito Pompei mientras se despide de la gente en Casa Amarilla. El DT de la Reserva tuvo que armar un equipo para enfrentar a los titulares de Julio Falcioni y metió a dos cracks en su equipo. Uno, el de pelo corto, le hizo ganar el partido 1-0. El otro, sin tanto contacto con la pelota, le hizo siempre la segunda a su compañero en el medio y se destacó en el segundo partido. No se equivoca Tito si los pone. ¿Los nombres? Juan Román Riquelme y Walter Erviti. Con ellos alcanza, parece.

Esteban Orfano, volante escurridizo de la Cuarta, cumplió su sueño cuando armó un jugadón por derecha para que el 10 definiera el partido, cruzado, casi de media vuelta, al arco que defendió Lucchetti. Fue el único gol en los 36 minutos que jugó Román. La primera práctica de fútbol de la jornada se terminó cuando el 10 estiró el brazo para agarrar una botella de agua, extenuado por los más de 30 grados. El enganche merecía un stop: corrió como un pibe más y no desentonó a pesar de compartir el medio con juveniles como Mazzola y Orfano, de jóvenes 18. Se lo vio en óptimo estado: picando por ambos costados, más por la izquierda, intercambiando funciones con Erviti, más volcado hacia el centro, tocando, organizando, dándole indicaciones a todos, aún a algunos más experimentados como Viatri o Noir, sus compañeros de ataque. Su frase final, cuando Sanguinetti decidió hacer un parate para tomar agua, sembró incerdidumbre: “Se me cargó”, le dijo al doc agarrándose la pierna. ¿Razones para preocuparse? Ninguna: mientras el equipo estuvo en Mendoza, Riquelme realizó un fuerte reacondicionamiento físico, el viernes hizo fútbol y ayer, previo al ensayo, también realizó tareas de definición y ataque. Por eso, con esos 36 minutos le alcanzó para hacerle saber a Julio César que está en carrera para jugar ante Godoy Cruz. Después, dependerá del DT.

Yo soy tu amigo fiel. Así como en el primer picado se destacó Román, en el segundo se lo vio más liberado a Erviti, ya más volcado al rol de creador sin el otro 10 en cancha. Entre ambos está claro quién es el que hace un laburo más sucio, el que abre los espacios y libera marcas: al menos ese fue ayer el trabajo de Walter. En esos 36 minutos, el que llevó la batuta del equipo de los pibes fue el 10 y su socio lo ayudó en las tareas pesadas. “Román es lo más grande que hay”, lo definió el ex Banfield, chocho con la segunda práctica juntos.

Después, ya formando parte de un equipo mixto, Erviti se paró casi como un doble cinco cerca de Battaglia (Somoza salió junto con JR). Y se lo vio mucho más suelto, con más contacto con la pelota. Así, completó 60 minutos de fútbol. Y una victoria ante sus futuros compañeros de la mano de Román, como para irse acostumbrando.