sábado, 19 de marzo de 2011

El plantel de Boca vive este partido como un nuevo inicio


Está convencido de que hoy en la Bombonera puede ser el comienzo de la racha de triunfos.

Arranca el torneo. Para Boca, al menos es como si empezara de nuevo. Esa es la mentalidad de este plantel que quiere dejar atrás las irregulares cinco primeras fechas. Los partidos que pudieron ser victoria y no fueron. Las dos derrotas consecutivas, con el agregado de que una fue en un clásico, pusieron a Boca en jaque. Sin embardo, el bálsamo que implica el regreso de Román y su dupla con Erviti (justamente, la misma que en el debut del Clausura) los hace fantasear con un nuevo inicio, mucho mejor que el anterior, que los ponga en los primeros planos. “Este momento hay que sacarlo adelante, no queda otra. Y ante Olimpo tenemos una buena oportunidad de empezar a jugar otro campeonato. Tiene que ser el puntapié inicial de un nuevo torneo para nosotros y así lo tenemos que jugar”, dice Mouche. Coinciden todos.

Falcioni, de hecho, ya hace números. Porque será un domingo en el que la tabla puede moverse con partidos picantes (Vélez-San Lorenzo y Racing-Estudiantes, ambos antes de que juegue Boca) y eso lo entusiasma, aunque aún su equipo esté lejos de esos primeros puestos. “Esta clase de partido, en caso de ganar, puede darnos el envión que necesitamos para empezar una racha ganadora. Ojalá que así sea”, lo apuntala Matías Caruzzo. Battaglia también refuerza: “Ya no hay margen de error. Hay que aprovechar la Bombonera y empezar a ganar”. La cabeza está puesta en la victoria, atrás quedó lo demás. Arranca el torneo, otra vez.

En el inicio del Mundial de Clubes sobre playa, Boca cayó por penales frente a Milan después de empatar 4-4 en el tiempo reglamentario.


En el inicio del Mundial de Clubes sobre playa, Boca cayó por penales frente a Milan después de empatar 4-4 en el tiempo reglamentario. El choque entre los clubes con más títulos internacionales se convirtió en un clásico.

Son los dos clubes con mayor cantidad de títulos a nivel internacional en el fútbol de Primera. Encima hay antecedentes cercanos en la definición de Copa Intercontinental y Mundial de Clubes. Precisamente esa competición, pero jugado sobre playa los volvió a cruzar en una cancha, con mucha arena por medio.

Si bien Boca tuvo todo para ganar y después todo para perder, rescató un empate para forzar los penales. Fue 4-4 con dos goles de Franceschini, uno del brasileño Bruno y otro del mexicano López para el Xeneize, que empató luego de ir ganando 3-1 y luego perdiendo 3-4. Claudinho, Juninho, François y Stankovic convirtieron para los italianos.

En los penales los dos mostraron una buena eficacia. Agustín Dallera metió los dos que ejecutó para los de azul y oro. Pero Franceschini, que fue figura durante el match, erró su segundo en la definición y el triunfo fue por 10-9 para los tanos. Pero el torneo recién empieza y los Xeneizes tienen tiempo para clasificar.

Este es el primer mundialito de clubes que se desarrolla en la especialidad de fútbol playa y para lograr un torneo equilibrado se realizó un draft de futbolistas. El equipo Xeneize está formado por los arqueros Del Mestre (ITA) y G. Polatti (ARG), los defensores: Dallera (ARG), Nicolás (URU), Franceschini (ARG) y Adielson (BRA) y los delanteros: Vivas (ARG), Bruno (BRA), Leguizamón (ARG) y López (MEX). El entrenador es el Chino Casado y su ayudante Leandro Paradisi.

Boca jugará ante Vasco Da Gama la segunda fecha este domingo (11.15hs), el lunes la tercera ante el Barcelona (14.15hs) y el martes ante el Flamengo (16.45hs).

Hoy arrancan las Inferiores y hay novedades: vuelve Griffa como asesor del proyecto. Alves toma la Quinta.


El fútbol juvenil de Boca es uno de los grandes caballitos de batalla del club. Dirigentes y entrenadores se jactan del buen trabajo formativo que se realiza con los chicos y que, de a poquito, los frutos se observan en Primera. Los resultados deportivos, argumentan, no son piedra basal del proyecto, pero si se consiguen mucho mejor. El año pasado, de hecho, Boca se consagró en Quinta y Sexta. Y este año aspira a más. Hoy arrancan los partidos: las categorías más grandes serán visitantes de Huracán, mientras que las más chicas harán de locales. En el receso, sin embargo, hubo algunos cambios en el Fútbol Amateur del club. Pedro Orgambide asumió la conducción del Departamento y, además, regresó un viejo conocido, Jorge Griffa. “Cuando Fabián Beraldi me propuso colaborar con Boca no dudé. Pero le dije que ya no estoy para ir a las 8 de la mañana y volver a mi casa por la noche. Sí puedo ofrecer toda mi experiencia, dar cursos técnicos participar de la elección de juveniles que han venido del Interior. Siento que tengo muchas cosas para transmitir y para hacer”, le cuenta a Olé el actual asesor del proyecto. La llegada de Griffa también impulsó el reacomodamiento de otro viejo conocido, en este caso un hombre que hace apenas un año fue el DT de la Primera: Abel Alves. El Chueco se hizo cargo de la Quinta (Larrosa se fue con Pompei a Huracán), pero con un objetivo claro trazado desde la cúpula dirigencial: realizar un curso de capacitación intensivo al lado de Griffa y que en el futuro pueda hacerse cargo de Inferiores.

Justamente Griffa será el encargado de supervisar a todas las categorías. Y explica: “A los chicos siempre les reitero que el jugador tiene dos caminos. El del éxito posible o el del fracaso seguro. El segundo es más corto y no conduce a nada porque la comodidad no es buena en absoluto, ni en el fútbol ni en la vida. Por eso, como formadores, tenemos que ofrecerles el primero, lleno de dificultades e inconvenientes”. Y lanza la enseñanza que le transmite a los técnicos: “En el mundo actual muchos pibes se malogran por las exigencias. Por eso les pido a los entrenadores que no se pasen de revoluciones: ante todo son educadores, docentes. Como las prisas no ayudan, si queremos que el chico llegue ya al éxito, equivocamos el camino”.

Con algunas joyitas en Primera y otras esperando, Boca apunta a seguir consolidando su semillero. La idea del club la resume, sin vueltas, Orgambide: “Queremos mantener el nivel de excelencia que desde hace tiempo tiene el fútbol juvenil de Boca, la que nos coloca en la cima del fútbol argentino”.

Román y Erviti charlaron largo.


En el cuerpo técnico esperan que el mayor conocimiento influya para no repetir las fallas del debut.

Sentados ahí en el césped, yacen los dos hombres del día. Del día de mañana. Porque será mañana, contra Olimpo, que Boca, que Falcioni, que la necesidad, los vuelva a juntar. Por lo pronto, ahí están ellos, cara a cara, sentados, hablando, acaso acercándose, entendiéndose, imaginando una buena convivencia en cancha. Riquelme y Erviti terminaron así la práctica. Y fue la imagen que se llevó un viernes con un Boca en armonía.

La historia de Román con Erviti, el crack de la 10 con el crack recién llegado, no empezó de la mejor manera contra Godoy Cruz. Y de aquel día a éste, hasta hubo rumores de conflicto que el propio ex Banfield desmintió. Por eso la foto de ayer tuvo ese valor agregado. La charla se extendió, pero parece haber un punto de inflexión entre los dos dueños del talento. No puntualmente por esta circunstancia, sino por la que importa realmente, la futbolística.

¿Cuál es ese punto? Borrar lo malo del debut a partir del conocimiento y, claro, de los recaudos. Hay, por empezar, un Erviti que sabe más de Román. Y eso invita a pensar que no se repetirá ese jugador que contra Godoy Cruz jugó a las sombras del 10. “Ahora hace mucho más tiempo que venimos trabajando, tiene que salir de otra manera”, confían desde el cuerpo técnico. Por ahí pasa la primera cuestión.

El otro aspecto es el táctico. Los mendocinos fueron un aprendizaje. Esta vez está mejor ensayado el retroceso, la forma de cubrir algunos huecos. Falcioni cree fervientemente en que el todo es más que la suma de las partes. No quiere que sólo Riquelme tenga la responsabilidad de conducir; pretende a un Erviti más suelto, más comprometido, con más confianza, que responda al “para esto te traje”. Y busca entre ellos una sociedad más constituida. Dos para todos, no para uno.

Por eso, el DT trabajó mucho en la cobertura defensiva. En la práctica del jueves, de hecho, Riquelme no sólo nació desde el carril izquierdo: retrocedió por ese lado. Esa “sombra”, al menos, ya colabora con la causa, con esa doble línea de cuatro que el DT pretende para bloquear (como le gusta decir) al rival. Si no es Román quien vuelve para agruparse con Rivero, Battaglia y Erviti, lo hará alguno de los puntas (Mouche).

La otra duda que asoma es cuánto está para jugar Riquelme tras más de un mes afuera. Ayer Falcioni destacó su trabajo, que le permite llegar más armado. Después, el DT entiende que no hay un tiempo en cancha preestablecido. Dependerá del partido, de la fricción y del resultado. Todo eso condicionará sus minutos. Para que sea, importante, sí, pero una parte del todo.

viernes, 18 de marzo de 2011

Battaglia acepta el desafío de ser único cinco, remarca la urgencia de ganar, asume que le falta ser el de antes.


"Hoy el nombre no te asegura el puesto".

Pelota y botines, no. Pero camiseta de Boca sí, ya tiene”.

Benjamín aún no cumplió los dos meses. Es el primer varón de la dinastía Battaglia, después de sus dos nenas. Sebastián espera, como se suele decir en estos casos, que su hijo traiga el título bajo el brazo, aunque eso por ahora parezca lejano, y él quiere celebrar su llegada con otra vuelta, la número 17 en Boca. “La idea es empezar a darlo vuelta este domingo, sin importar el lugar que esté ocupando Olimpo. Nuestro pensamiento siempre es ese; salimos a la cancha pensando en revertir este momento. Todos tenemos que mejorar, se nos achica el margen de error y aunque hay muchos partidos por delante, necesitamos ganar. Si se puede jugar bien, bienvenido sea, pero hoy lo importante es ganar. Ya habrá tiempo para jugar bien”. Claro, ¿no? No será un partido más el de Seba: por primera vez desde que arrancó el torneo, jugará en su puesto natural, como único volante central. En los primeros cuatro partidos del Clausura (sólo faltó ante San Lorenzo) estuvo acompañado por Somoza y Erviti y también se tuvo que correr hacia la derecha para convertirse en ocho. Esta vez, el medio será suyo: “Sí, es la primera vez, pero ojo, porque no es que me disguste jugar de doble cinco, me siento cómodo también, lo hice muchas veces. Tenemos que ir conociéndonos con el Burro (Rivero) y Walter (Erviti), es un medio nuevo que fue cambiando con los partidos y creo que es el sector del campo en el que más variantes hay, es cuestión de tiempo, de adaptarse. Obvio que es más fácil cuando somos siempre los mismos, pero hoy hay competencia y esto también está bueno”, explica. Sin embargo, por ese exceso de volantes que tiene el DT es que tuvo que salir ante San Lorenzo, para dejarle el lugar a su amigo Somoza (que ahora acumuló la quinta amarilla). “La verdad es que sufrís más cuando no estás, es distinto, porque no podés hacer nada y querés hacer cosas. Lo vivís diferente, te cuesta verlo desde afuera, es raro”, describe.

-¿Cuesta salir? -A ver, está claro que todos queremos jugar siempre y a nadie le gusta no jugar, es normal. A mi no me molesta tener que salir porque entiendo que es porque el técnico considera que un compañero está mejor que yo y por eso no hay problema. Lo entiendo. Sí me enojaría, de repente, si no se mide a todos de la misma manera. Tiene que jugar el que mejor está.

-¿Ya te sentís pleno física y futbolísticamente? -No. Tengo que mejorar. Seguir trabajando en lo físico y en lo futbolístico, sumando minutos. Seguir mirando lo que uno hacía antes para volver a sentirme de esa manera. Voy por ese camino.

-Hoy da la sensación de que los históricos del plantel no tienen el puesto asegurado.

-Puede ser. Nos ha tocado salir a varios. Pero la idea de todos es que tiremos todos para el mismo lado, no importa al que le toque quedarse afuera. El nombre no te asegura nada, por eso hay que matarse, no sólo en las prácticas si no también en el partido, cuando te toca jugar. No te sirve andar bien en la semana si después no cumplís en los partidos. Tiene que ver con el momento de cada uno.

A él, como al resto, le hace ruido enfrentar a un Olimpo que está peleando el campeonato y a un Boca que está boyando en los últimos puestos de la tabla. Por eso, el domingo tienen por delante un lindo desafío para cambiar la historia y recuperar el orgullo que viene maltratado: “Es extraño que las cosas estén así. Hoy necesitamos sumar puntos, y nos encuentra así en la tabla y no nos gusta. A nadie le gusta estar en ese lugar. Esperemos que el domingo sea el día en el que podamos darles un triunfo a los hinchas. Tenemos que mejorar en todas las líneas, convertir los goles que hasta ahora no pudimos, dos en cinco fechas es muy poco. Jugamos en nuestra casa y tenemos que aprovecharlo. Ya no se gana con los títulos ni la historia: hay que demostrar”. Y suspira, ya en el final: “Esperamos ganar, tener una semana para trabajar tranquilos y empezar a acomodarnos en el campeonato, para poder pelearlo”. Y claro, así lograr que Benjamín cumpla con lo suyo...

Julio Falcioni le dio la bienvenida a Román Riquelme y dijo que "un buen partido de Román será un buen partido para Boca".


Sobre las dificultades para ganar de local, el DT contó: "No sólo a Boca le pasa. El apuro es mal consejero".

"Es importante su regreso. Nos dará mayor juego y profundidad. Además de esa libertad en el juego que tiene. Ojalá tenga un buen partido. Porque un buen partido suyo, será un buen partido para Boca". Julio César Falcioni se mostró contento con la vuelta de quien puede darle un giro a este momento de Boca: Juan Román Riquelme.

Para el técnico, el Diez tuvo un buen proceso para su recuperación. "Ha trabajado desde el miércoles pasado. Hasta que la rodilla se desinflamó, hizo los pasos necesarios. Tuvo una buena progresión de trabajo. Más allá de que tenga que seguir reforzando esa musculatura permanentemente, puede estar dentro de un campo de juego", tiró.

Por otra parte, aclaró la relevancia del cruce con Olimpo: "Tiene la importancia de tres puntos y hacer una buena sumatoria. Sobre todo, y dejando de lado la visión de la tabla porque hay muchos partidos por jugar, la tranquilidad y la confirmación de que estamos en búsqueda de lo mejor".

Además, confirmó que cambiará el sistema táctico y que la única duda pasa por incluir o no a Luciano Monzón. "El dibujo es diferente, la proyección de juego trataremos de hacerla con los volantes. Sabemos que el rival juega bien y es ordenado. Tendremos que tomar recaudos en su juego y en la pelota parada. Tienen jugadores de buena estatura. El equipo será el que se viene viendo en la semana, falta confirmar el carril izquierdo", comentó.

JC contó que charló con su ex compañero de trabajo y actual técnico de Olimpo, Omar De Felippe: "El aprendió de mí y yo aprendí de él. Hemos trabajado de forma conjunta con formatos similares. Tendremos que tener cuidado en cosas que hacemos nosotros que ellos también hacen. Omar ha hecho un excelente trabajo. Va a ser un partido en el que estaremos enfrentados, pero mantendremos el cariño, la amistad y el compromiso que tenemos. No hubo ni maestro ni alumno".

Por último, hizo un análisis sobre el rival que visitará la Bombonera el domingo: "Olimpo viene tranquilo, sabiendo que tiene un compromiso complicado pero que ha sumado muchos puntos en su casa. Tenía que sumar de manera imperiosa y rápida. Este comienzo le ha permitido tener un panorama de mucha mayor tranquilidad para venir a jugar".

Román fue la figura del 2-0 de los titulares. Participó de los dos goles y el equipo fue otro.


El técnico lo había dicho: "Es el mejor".

La carcajada de Riquelme es la síntesis perfecta. No viene sola. Intenta gambetear al técnico/árbitro (Falcioni) y de tanto que prepara la jugada, termina dando un pase a cualquier lado y se tienta. Pero esta vez, la sonrisa del 10 no desentona: ayer en el estadio era todo felicidad. Una práctica de fútbol fructífera, un crack intacto, una victoria que alegra los ojos pensando en el domingo, un equipo que tiene otra cara, una Bombonera feliz otra vez. Late de nuevo. Al fin.

El buzo de Riquelme debe tener unas cuantas temporadas encima. Y él parece ese crack disimulado al que invitan a jugar cuando falta uno pero la termina rompiendo. Ayer la rompió. Y no sólo por lo que hizo, si no por lo que hizo hacer. Hizo jugar. Hizo tocar. Hizo que este equipo tenga una idea más clara de lo que quiere y no sólo de lo que no quiere (recibir goles). Hizo que los protagonistas se relacionaran entre sí. Hizo que Araujo metiera dos goles (Mouche no jugó y Noir recibió un golpe). Fue una usina generadora de buenas noticias, para el entrenador y para los hinchas.

En los dos tiempos que se jugaron, Riquelme anduvo por toda la cancha. En los primeros 31 se estacionó por la izquierda, cediéndole el sector de creación pura a Erviti. Y ojo: Román no sólo ocupó el carril, sino que también se encargó de retroceder por ese sector y cubrir los espacios como si fuera Colazo. Comprometido en ataque y con responsabilidades en defensa, por ese lado manejó la pelota. Fue el que se la pidió a Battaglia y se la entregó también, para intentar siempre encarar de frente al arco. A Clemente, como si tuviera una soguita, le controló todas las subidas. Lo buscó como descarga. Y tiró varias paredes con Palermo, que no terminaron en gol por esas cosas del fútbol. Metió varias asistencias: a Clemente, a Noir (gran pase al claro, entrando por derecha definió afuera), a Erviti (se le fue cerca por abajo), a Rivero (no llegó a tocarla en el área) y hasta Horst (arquero de los suplentes) se la sacó abajo. Hizo un gol de tiro libre, en el segundo intento. Y además, Palermo tuvo dos chances más, tras centros de Rivero y Cellay. Casi.

En el segundo, que duró apenas 15, llegaron los gritos, con Román parado de 10, copando el centro de la cancha. A los siete minutos llegó el 1-0, del que fue autor intelectual: se sacó a dos de encima y abrió para Caruzzo; centro y Araujo definió abajo. Y un minuto antes de que se terminara la mañana, llegó una preciosa jugada colectiva, la mejor del partido. Riquelme tocó con Palermo, que tocó con Rivero, que le devolvió a Palermo, que tiró un centro para Román; el 10 bajó la pelota, la detuvo y se la dejó servida a Araujo, que entraba por el medio del área. Gol. Golazo. Aplauso. Latidos. Falcioni tenía razón el otro día: “Riquelme es el mejor”.

Vive un momento feliz Pablo Mouche.


Se ganó un lugar entre los titulares de Boca desde que Julio Falcioni llegó a los xeneizes y anoche fue la figura del seleccionado local al marcar dos goles en el éxito por 4 a 1 ante Venezuela, en San Juan.

En la madrugada, el delantero volvió a Buenos Aires y hoy se presentó a la práctica del club de la Ribera, aunque sólo miró los movimientos que realizaban sus compañeros. De todos modos, será titular el domingo ante Olimpo, en la Bombonera.

En conferencia de prensa, Mouche contó sus sensaciones: "Para este presente, fue clave la confianza y el respaldo que me dieron desde el primer día que llegó el cuerpo técnico para que entre a la cancha tranquilo y pueda mostrar mi potencial. No me voy a quedar sólo con lo que hice. Sería poco profesional. Tengo que progresar y mejorar los errores que cometo adentro de la cancha", contó Mouche.

El atacante, que hizo uno de los dos tantos marcados por Boca en las cinco fechas que se llevan disputadas del Clausura, ponderó la actuación del seleccionado: "Todo el equipo tuvo una gran labor, se jugó muy bien al fútbol. Se llegó mucho, con mucha gente en ataque. Eso facilita la tarea del delantero, tener más gente para atacar y más respaldo".

Sobre el regreso de Juan Román Riquelme a la titularidad, Mouche dijo: "Sabemos las características de juego que tiene Román, es muy importante para nosotros. Es el que maneja la pelota y los tiempos. Esperemos que Román sea el eje del juego que necesitamos".

jueves, 17 de marzo de 2011

El DT de Boca siempre tuvo una disyuntiva con respecto a quién debía ser el arquero titular.


Uno de ellos es Javi García, jugador proveniente de las juveniles de la institución y con pocos años en Primera. El segundo, con más historia y experiencia, es Cristian Lucchetti, ex campeón con Banfield y guardameta que JC conoce bien por su paso en el Taladro, club en el cual lograron un título.

En el verano, no bien llegó a la institución, Falcioni alternó a Lucchetti con García en el arco xeneize. Después de grandes actuaciones del juvenil en el superclásico veraniego y en los amistosos, se ganó el puesto y quedó como el dueño del arco. Falcioni habló sobre los motivos de la confirmación del arquero. En declaraciones a Un buen Momento, el DT de Boca declaró: "Javi tiene el hecho de ser un jugador del club". A su vez, explicó la "trascendencia futura" que tiene por sobre el ex Banfield. "Cristian está a préstamo y a niveles parejos tenés que tomar la decisión a favor del club", tiró.

De esta forma, El DT Xeneize se interesó por la economía de Boca: "Javi es un capital del club, un activo importante. Y con Cristian habría que hacer una inversión. Estoy tratando de favorecer la economía del club". La ecuación es simple: Javi García está en un buen nivel, en un momento de aprendizaje y de explosión -a tal punto que es llamado por Batista para integrar la Selección- y es del club; mientras que Lucchetti está a préstamo con opción de compra a mitad de año.

Por último, en el mismo programa salió a hablar Cristian Lucchetti, quien aseguró: "Veo difícil que si no juego me vaya a quedar en Boca", explicó sobre su situación en la institución. "Me gustaría quedarme, pero es difícil que a un arquero que no juega y que esta en el banco, vayan a comprarlo", sentenció el campeón con Banfield.

Riquelme tuvo una buena práctica y participó de los dos goles de Araujo en el 2-0 de los titulares sobre los suplentes.


Román ingresará por Chávez y, ante Olimpo, disputará su segundo partido desde el arranque.

Con pinceladas de buen fútbol, Riquelme fue el centro de todas las miradas en la práctica de Boca. El mediocampista estuvo fino y participó de los dos goles de Sergio Araujo (reemplazó a Noir, que se retiró golpeado) con los que los titulares derrotaron 2-0 a los suplentes.

Román sólo estuvo desde el arranque ante Godoy Cruz, por la primera fecha. Ahora, con su presencia ante Olimpo ya confirmada (entra por Chávez), el Diez volverá a integrar el once inicial.

En el resto del mediocampo, Sebastián Battaglia ingresará por Leandro Somoza (suspendido con cinco amarillas) y Walter Erviti lo hará por Nicolás Colazo. En el lateral izquierdo, Monzón continuará como titular. Así, los once para enfrentar a Olimpo serían: Javier García; Cellay, Caruzzo, Insaurralde, Monzón; Rivero, Battaglia, Erviti, Riquelme; Mouche y Palermo.

Riquelme demostró estar intacto en el ensayo, le dio fútbol al equipo y se prepara para volver con Olimpo.


Juega. Apenas 26 minutos de fútbol alcanzaron para confirmar lo que Falcioni todavía no confirmó: que Juan Román Riquelme reaparecerá el próximo domingo contra Olimpo en la Bombonera. Ya había avisado el entrenador que si el enganche lograba enhebrar unos cuantos días seguidos de entrenamiento a la par del resto, iba a volver al equipo. Desde el lunes, día en el que recibió el alta médica, Román trabajó normal, sin problemas. Y ya venía de un laburo específico, la semana pasada, para ponerse a tono en lo físico. Ayer, hora del fútbol, el 10 se mostró con la clase intacta y así el equipo tuvo lo que le viene faltando: volumen de juego.

Riquelme, como sucedió luego de ese verano triunfal, volverá romperle el esquema al DT, que guardará el 4-4-2 para armar un 4-3-1-2 parecido al equipo que jugó contra Godoy Cruz. Con Erviti, sí, pero tomando precauciones para no ser sorprendido por las bandas, como ocurrió en aquel nefasto debut. Hubo dos movimientos, en ese rato de fútbol, que intentaron tapar ese hueco que el ex Banfield suele generar cuando se tira a la izquierda. En realidad, ese bache lo provoca su inclinación a tirarse hacia el medio, dejando un espacio tentador para cualquier rival. Esos dos movimientos fueron, por un lado, recostar a Riquelme sobre esa banda para que inicie desde ahí la generación de juego y, por el otro, adelantar a Clemente Rodríguez para sumarse al mediocampo casi como un carrilero en lugar de un lateral.

En esos 26 minutos, el equipo tuvo varias llegadas y el principal protagonista fue Román. De la mano del 10, los titulares tocaron, hicieron circular la pelota y hubo triangulaciones, paredes, toques de primera... Y ese dominio del balón se tradujo en opciones de gol. Hubo seis ocasiones para convertir. La más peligrosa fue un centro de Noir que Palermo cabeceó y la pelota dio en el travesaño. Al final, los titulares ganaron 1-0 con un gol de penal del 9 tras una mano de Ruiz. Valga la aclaración, fue tras una repetición de un córner ejecutado por Noir. Es cierto que la parte negativa volvió a ser la ineficacia (Boca lleva sólo dos goles en cinco fechas). Pero lo positivo es que Román juega. No es poco.

Julio Falcioni dice que lo único que tiene en la cabeza es pelear el campeonato:


"Quedan muchos puntos en juego", avisa. Riquelme, Erviti, Racing, Barcelona... Imperdible entrevista. Leela completa en tu Olé papel.

Duro como siempre, Falcioni se planta para diferenciarse de Borghi: "Van a tener que traer un escribano para sacarme de acá". Y habla de todo y de todos. De Riquelme: "Tratamos de protegerlo". De Erviti: "Con los partidos va a jugar mucho mejor". Y hasta de este Racing puntero: "Hasta ahora fuimos los únicos que le ganamos".

El técnico de Boca tiene fe en pelear este torneo ("Quedan muchos puntos en juego") y dice que, de no haber tenido lesiones o suspensiones, habría mantenido el equipo que perdió con Godoy Cruz. Ahora, a punto de plantar un equipo similar frente a Olimpo, dice que su responsabilidad es "encontrar el equilibrio". Lee la nota completa en el Olé papel.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Penúltimo con sólo cuatro puntos, el Boca de Falcioni ya iguala las peores campañas de los últimos años...


No es muy frecuente en la historia de Boca, ver al equipo en lo más bajo de la tabla. Y menos en el ciclo que fue de 1998 al 2008. Lo habitual siempre resultó verlo luchar por los primeros puestos. Pero últimamente se volvió una -mala- costumbre arrimarse al fondo. La ubicación en la que se encuentra ahora, cuando se esperaba una formación de punta de la mano de Falcioni, es la peor de todas.

De los torneos posteriores al último título, el de Carlos Ischia en el Apertura 08, la mejor campaña fue la de Alfio Basile en el siguiente Apertura. Pero ya en el Clausura 09, Boca empezó a acariciar las posiciones de fondo. En la 13ª fecha, mientras se jugaba el pasaje a cuartos de final de la Copa Libertadores ante Defensor, llegó a las siete fechas sin ganar y, después de un 1-1 con San Lorenzo, quedó penúltimo junto con Argentinos y Arsenal, con Gimnasia de Jujuy y Tigre por debajo. Y lo mismo sucedió en el Clausura 2010 con Abel Alves, durante cinco fechas, entre la 9ª y la 13ª. Casi no hace falta aclarar que desde 1998 hasta esos antecedentes nunca había estado tan mal...

Ahora, como en esas dos oportunidades anteriores, el Boca de Falcioni se reencontró con esa ubicación casi al límite inferior de la tabla. Los puntos son los mismos que consiguió Claudio Borghi en el Apertura 2010, pero la diferencia es que en el semestre pasado, después de perder 2-1 con San Lorenzo, estaba 15º. Y con la victoria frente a Olimpo en Bahía, que le dio un poco de tranquilidad al Bichi, trepó a los siete puntos y escaló algunas posiciones.

Lo mismo está obligado a hacer JC este domingo. Ganarle a Olimpo para salir de esos puestos de fondo. Y eso que en el verano se había posicionado como el gran candidato...

Palermo tendrá su propia estatua.(mirá el video del agradecimiento)


El proyecto lo inició un hincha de Boca, Martín aprobó la idea y grabó un video agradeciendo el gesto.

Martín Palermo no pasa por su mejor momento en lo futbolístico. Cerca del retiro, el año 2011 lo tiene sin gritos oficiales, algo atípico para el máximo goleador en la historia del Xeneize. Así y todo, no para de sumar reconocimientos.

El 9 tendrá su estatua. Al igual que sucedió con Riquelme, un hincha de Boca inició el proyecto (que ya está en marcha) y al goleador le gustó la idea. El momumento será gigante, como la historia de Martín. Se tomará la imagen de un festejo (la de la foto de la página) y medirá tres metros, un centímetro por cada gol, aclara el sitio web.

El monumento, que será construido en un 80% de resina y el restante con inscrustaciones de acero, estará a cargo de Elizabeth Eichhorn, que realizó el monumento a Maradona, que él mismo destapó en el Museo de la Pasión Boquense. Una vez finalizado, se lo podrá visitar en el Museo de Boca, tal como lo pidió Palermo.


Falcioni paró el equipo para recibir el domingo a los bahienses: vuelven Battaglia, Erviti y sí, Riquelme, a la titularidad.


La única duda: Clemente o Monzón por el lateral izquierdo. Somoza, suspendido, se lo pierde.

El es la noticia: Riquelme volverá al equipo titular y todo girará en torno a su figura. Pero al fútbol juegan once, y el Diez tendrá diez más alrededor. Falcioni ya tiene casi listo su equipo para recibir en la Bombonera a Olimpo este domingo a las 20.15, y sólo le queda una duda: Clemente o Monzón, que compiten por el lateral izquierdo.

Falcioni paró hoy a estos once como titulares: Lucchetti; Cellay, Caruzzo, Insaurralde, C. Rodríguez; Rivero, Battaglia, Erviti; Riquelme; Noir y Palermo. Claro, faltan tres posibles titulares que están con la Selección. García ocupará el arco, mientras que Mouche se mantendrá en la delantera al lado de Palermo. Monzón, por el momento, le saca una leve ventaja a Clemente para ser el tres. Este equipo titular le ganó 1 a 0 a un combinado de juveniles. El gol fue de Palermo de penal, pero con una particularidad: lo cobraron después de repetir tres veces un córner.

Del equipo titular que cayó ante San Lorenzo, hay tres modificaciones. Somoza estará ausente por llegar a la quinta amarilla, siendo reemplazado por Battaglia, mientras que Colazo le dejará su lugar a Erviti en la banda izquierda, una posición que el ex Banfield ocupó en el primer partido del torneo, ante Godoy Cruz. Y Chávez es el que le deja su lugar a Riquelme.

Así, con la vuelta de Román a la formación titular, Boca sueña con recuperarse anímicamente y lograr su segunda victoria de la mano de Falcioni. Con apenas cuatro puntos sobre 15 posibles, el Xeneize se ubica a ocho unidades de Racing, el puntero con doce.

Falcioni no se resigna: quiere juntar a Erviti y Román.


Ayer los volvió a poner y si la sociedad funciona en los próximos dos ensayos, le daría otra chance.

En busca de la generación de juego perdida (¡qué lejos quedó aquella primera fecha frente a Godoy Cruz de 15 situaciones!) Falcioni planea una movida que, se suponía, ya había guardado en el placard con llave y candado. Así las cosas, si los ensayos de la semana adquieren tono positivo, el técnico juntará frente a Olimpo a Riquelme y Erviti de entrada. Sí, otra vez. ¿Esta vez habrá fútbol? El reducido de ayer sirvió como primera impresión. En uno de los mini-equipos Pelusa dispuso que Román y Walter jugaran en la misma sintonía, acaso un adelanto de lo que se podrá observar el domingo en la Bombonera. Hoy y mañana, en las prácticas formales 11 vs 11, repetirá el mediocampo (Rivero-Battaglia-Erviti-Riquelme) y analizará en detalle cómo se mueven y se complementan los dos futbolistas más talentosos del plantel. Si hay química y se logra equilibrar el retroceso cuando el rival tiene la pelota (el lateral por izquierda debe adelantarse), seguramente será el medio del domingo. Si no lo termina de convencer, tal vez aparezca Colazo.

La apuesta de Falcioni es poner toda la carne en el asador, regodear el paladar del hincha y que no haya lugar a reclamos sobre hombres ausentes. De hecho, es rigurosamente cierto que el entrenador probó todo tipo de variantes en el mediocampo. Cambió nombres y esquema, pero no hubo caso. Cuatro puntos sobre 15 asoman muy pobres ante tamaña expectativa generada en el verano.

Román y Erviti son la esperanza de otra cosa, de un Boca mejorado y de pie. Y con mucha fuerza.

martes, 15 de marzo de 2011

“Es el hombre que nos puede cambiar la ecuación de juego”. Afirmó que seguramente volverá contra Olimpo.


“Estando bien, es el mejor jugador que tenemos sin ninguna duda. El hombre que nos puede cambiar la ecuación de juego”, fueron la palabras de Falcioni con respecto al número 10, ese mismo al que no utilizó por no estar el 100% físicamente y con el que volverá a contar vs. Olimpo. Román sólo estuvo en el debut del torneo ante Godoy cruz y luego se quedó afuera por culpa de un esguince de tobillo, seguido por una sinovitis. Las lesiones ya son cosas del pasado y el enganche volvió a entrenar a la par de sus compañeros. “Si yo lo veo apto va a jugar y si no lo veo apto voy a tomar la misma decisión que tomé contra All Boys, donde había entrenado dos días previos a ese partido. Ahora va a llevar más de una semana de trabajo, 10 o 12 días”, explicó el DT en La Red.

Riquelme hizo reducido y Falcioni contó cuales son los pasos a seguir: “Hacer un poco de fútbol mañana y el jueves, y que tome el ritmo necesario para poder estar”. Palabras de la persona que toma la decisión. Para Julio César, tener el alta médica en las manos es clave para tener en cuenta al enganche. Todo hace suponer que JR volverá a ponerse la 10 el domingo en la Bombonera, en un momento que el DT y el mundo Boca lo necesita.

Por otro lado, Falcioni opinó del presente del equipo y la única autocrítica tuvo que ver con lo cosechado. “La tabla es fea”, dijo, pero se cubrió: “Por merecimiento tendría que tener más puntos”. Explicó que espera acomodar de la mejor manera a Erviti, espera que Palermo la meta contra Olimpo y confirmó a Javier García en el arco. Julio cerró con una frase tranquilizadora, a pesar del presente gris que vive el equipo: “La casa está en orden”.

Boca se solidariza con Japón...nuestra segunda casa...


El acercamiento de Boca con Japón tuvo dos aristas. Por un lado, el paso de Naohiro Takahara allá por el 2001, con un gol en seis partidos, siendo el primer nipón en jugar en la Primera División de Argentina. Por otro, mucho más y mejor recordado, las consagraciones en Tokio y Yokohama en las Copa Intercontinental 2000 y 2003, por las cuales el club denominó a Japón como el segundo barrio. El país asiático, como se sabe, vive un momento muy difícil y Boca se solidarizó: “A la distancia, un enorme abrazo y el apoyo de todo el pueblo de Boca Juniors. ¡¡¡Fuerza Japón!!!”, publicó la web xeneize.

Será imposible borrar de las retinas los dos goles de Palermo al Real Madrid o los penales que le atajó el Pato Abbondanzieri al Milan. Ambas situaciones tiene en común el lugar y el resultado: Japón; y Boca festejando el título mundial. Tres de las dos Copas Intercontinentales se ganaron en tierra nipona (la otra fue en un ida y vuelta vs. Borussia Mönchengladbach en 1977). Boca está entre los más ganadores del certamen con tres estrellas en su escudo, junto al Milan (saca con un Mundial de Clubes), Real Madrid, Peñarol y Nacional. Además, Argentina es el país que más veces se la llevó (nueve).

“Boca Juniors desea solidarizarse con Japón, país en donde el Xeneize cosechó los logros más importantes de su historia, en el 2000 y 2003. En tierras japonesas, se vivieron muchísimas alegrías y emociones. Sin dudas, es nuestro segundo barrio”, publicó la web oficial del club. El azul y amarillo va desde La Ribera a Japón.

Riquelme se entrenó a la par de sus compañeros y es casi un hecho que Falcioni lo pondrá de titular el domingo ante Olimpo;


El volante participó de un reducido de fútbol junto a Rivero, Battaglia, Erviti y Palermo

Juan Román Riquelme participó hoy normalmente del entrenamiento y compartía un reducido de fútbol con Walter Erviti y Martín Palermo, con lo cual disparó la especulación con que los tres jueguen de titulares el domingo ante Olimpo.

Es que en el reducido de seis futbolistas participaron en el mismo equipo Diego Rivero y Sebastián Battaglia, que volverá por la suspensión de Leandro Somoza, más un arquero juvenil.

Mientras los defensores trabajaban con Javier Sanguinetti, ayudante de campo del técnico Julio Falcioni, el entrenador y Omar Píccoli, miraban lo que hacían Riquelme, Palermo, Erviti y compañía.

Solo faltaba Pablo Mouche, quien está afectado al seleccionado nacional para completar el equipo supuestamente titular. Si bien Falcioni aún no dijo palabra alguna, Rivero y Battaglia serían la contención, Erviti tirado hacia la izquierda, Riquelme de enganche y Mouche y Palermo como puntas.

Del otro lado jugaron Cristian Lucchetti, José María Calvo, Somoza, Nicolás Colazo, Nicolás Araujo y Ricardo Noir.

lunes, 14 de marzo de 2011

Riquelme recibió el alta médica, ¿jugará ante Olimpo?


Será una semana de versiones, de posibilidades, de muchas palabras. Boca volvió a trabajar, luego de la caída ante San Lorenzo y se impone como obligación una victoria ante Olimpo, en la Bombonera, el domingo próximo. Ese día podría producirse la vuelta de Juan Román Riquelme, algo que quedará en manos del DT, Julio César Falcioni, ya que el enganche recibió hoy el alta médica por la sinovitis en la rodilla izquierda, que lo marginó de los últimos dos partidos de los xeneizes.

"Riquelme está en condiciones de alta médica tras mostrar una buena evolución", explicó el médico del plantel, José Veiga, a través del parte ofrecido esta mañana. El volante hizo algunos ejercicios de kinesiología y gimnasio y trotó alrededor de las canchas de Casa Amarilla junto con los jugadores que fueron titulares el sábado, en la derrota 0-1 ante San Lorenzo por la quinta fecha del Clausura.

En el Clausura, Riquelme sólo jugó ante Godoy Cruz, en la derrota por 4 a 1 en la Bombonera. Luego, ante Racing no pudo estar por lesión y, contra All Boys, Falcioni lo marginó por una decisión táctica. Contra Vélez y San Lorenzo, no estuvo por la sinovitis y las versiones por su condición física se multiplicaron.

Javier García explicó porqué no pudo hacer nada ante el remate de Aureliano Torres.


"Es increíble el efecto que toma la pelota en el gol. Yo no estaba mal parado", aseguró.

La derrota ante San Lorenzo significó un golpe duro para Boca. Porque más allá de un nuevo tropiezo en sí (y de sumar su tercer caída en el torneo), dolió más perder el partido ante un clásico rival. Pero lejos de derrumbarse, en el plantel Xeneize confían en revertir la flaca campaña que vienen mostrando. Por caso, Javier García, en diálogo con Fox Sports, se mostró optimista y mostró su fe para levantar los malos resultados utilizando como modelo (y remontándose) a tiempos pasados: "Hay tiempo y de sobra para recuperarse. El mejor ejemplo es el del 2008, cuando levantamos 11 puntos". Y, además de expresar su confianza en el plantel, el arquero también se refirió específicamente a la jugada que definió el clásico del sábado. Porque el remate de Aureliano Torres fue, sin dudas, sorpresivo e inesperado: "Fue una pelota rara. Es increíble el efecto que toma en el gol. Yo no estaba mal parado. Pensé que se iba".

Y, finalmente, no ahorró flores para su amigo Román, quién cuenta con chances de volver ante Olimpo (empezó la semana realizando ejercicios regenerativos junto con los players que estuvieron en el 0-1 ante el Ciclón): "A Riquelme lo necesitamos y mucho. Todos los hinchas de Boca lo queremos ver en la cancha". Así las cosas, el arquero espera el duelo ante Olimpo (el próximo domingo a las 20.15) correspondiente a la 6° fecha para empezar a levantar el desempeño de un equipo que, hasta ahora, mostró poco y nada.

Riquelme empezó el día en el gimnasio y luego trabajó con el grupo que jugó ante San Lorenzo.


Aún no tiene el alta médica, pero no está descartado para el domingo. Y al final de la práctica deleitó con unos jueguitos... Miralo en acción.

Ahí, entre los titulares, estaba Juan Román Riquelme. Como para que el hincha de Boca empiece a ilusionarse. El enganche se entrenó hoy por la mañana a la par de aquellos que perdieron contra San Lorenzo, que realizaron tareas regenerativas. Todavía no tiene formalmente el alta médica, pero el parte del cuerpo médico dejó la puerta abierta: "Evolución buena. En condiciones de alta médica", dice escuetamente. Por eso nadie se anima a descartalo para el partido partido del domingo ante Olimpo.

El entrenamiento comenzó con una práctica con aquellos que no jugaron de entrada el sábado, con las presencias destacadas de Erviti, Battaglia y Clemente. El esquema, 4-3-1-2: ¿un lugar para Román? En un partido contra un combinado juvenil, el once de los habituales suplentes ganó 4 a 1 con dos golazos de Nicolás González y Sergio Araujo, más otros dos de Sauro y Noir.

Luego, estos jugadores practicaron remates al arco y desbordes por ambas bandas, mientras que a un costado los titulares del sábado realizaban ejercicios livianos. Y con Riquelme en sus filas: el enganche primero realizó sus trabajos de kinesiología en el gimnasio y más tarde salió a la cancha para hacer pasadas a la par del resto del equipo. Román elongó con sus compañeros y luego, alejado del grupo, regaló la perlita de la fresca mañana en Casa Amarilla: jueguitos del diez.

Los que estuvieron ausentes en la práctica fueron Chávez, Monzón y Mouche, los tres citados para el partido del miércoles de la Selección local contra Venezuela. Javi García, otro convocado por Batista, estuvo en la práctica pero se movió diferenciado por una molestia en la rodilla que sufrió en el partido ante San Lorenzo.

En su momento más crítico en Boca, Falcioni quiere volver a contar con Riquelme.


Si trabaja toda la semana junto al grupo, jugará contra Olimpo.

Está raro Boca. Paradójico. Ahora, sí ahora, cuatro partidos después del golpe inicial de Godoy Cruz, cuatro puntos después del (casi) fusilamiento público de Riquelme, cuatro semanas después de la última vez, Falcioni necesita a Riquelme. ¿Mirá vos, che, y ahora lo quiere? Se autopreguntan, irónicos, filosos, los riquelmistas de siempre. Siempre lo quiso, responden, secos, alejados de cualquier polémica, desde el cuerpo técnico.

Como nunca, el técnico precisa del 10. En el momento más crítico de su gestión, soportando algunos cuestionamientos por lo bajo de un sector de la dirigencia, resistiendo el vendaval de críticas de la tribuna, Falcioni pretende que Román juegue frente a Olimpo, siempre y cuando se encuentre en condiciones. Por eso, si hoy aparece sin líquido en la rodilla, recibe el alta médica y trabaja toda la semana junto al grupo, seguramente el domingo pisará otra vez el jardín de su casa. Una fuente que entra al vestuario sin pedir permiso “Si está bien, va a jugar. Y ojalá juegue el resto del torneo y nos haga salir campeones”.

¿Estará bien Riquelme? Es la gran pregunta gran que nadie puede contestar. El sábado otra vez realizó trabajos de campo y se lo notó mucho mejor, pero la última palabra la tendrá José Veiga (médico del plantel) hoy a la mañana, cuando lo revise en el consultorio de Casa Amarilla, constate su evolución y le otorgue al DT la venia para que Román se sume a la rutina del resto.

En el tono conciliador que suele exhibir en público, el discurso del entrenador habitualmente discurrió en torno a que “queremos tener al mejor Román”. Es consciente, Falcioni, de que la incorporación de Riquelme le posibilitará mayor volumen de juego, tal vez en sociedad con Erviti, una variante que no descarta. Entiende que en un 4-3-1-2 Walter no estará obligado a recorrer el carril completo y podrá gozar de la libertad necesaria para sintonizar pies con Román. Está pendiente, sí, del desequilibrio que ya se observó ante el Tomba, en la primera fecha. No quiere que vuelva a suceder lo mismo contra Olimpo y por eso todavía duda de cuál puede ser la mejor receta para rodear al 10.

Hay algo, sin embargo, en lo que Falcioni tiene certezas: la necesidad y urgencia de poner ya a Riquelme... Antes de que sea demasiado tarde.

domingo, 13 de marzo de 2011

Jugará Román contra Olimpo ?( a rezar todos )


Ojalá”. La palabra suena fuerte en el vestuario de Boca post derrota. La pronuncia Falcioni pensando en Román y por eso retumba más. “Lo importante es que Riquelme esté bien, que se recupere y que pueda ayudar al equipo. Veremos cómo arranca la semana, si llega a tener el alta médica, primero tendrá que trabajar con el profe porque ya pasó casi un mes del partido con Godoy Cruz”, explicó el DT.

El 10, por su parte, ya arrancó el camino de regreso. El viernes trabajó con pelota por primera vez y ahora dependerá de su trabajo de fortalecimiento muscular en el gimnasio para evitar una recaída.

Además, mañana deberán evaluar también a García, que terminó con un esguince en la rodilla izquierda, misma lesión que marginó a Viatri del partido ante San Lorenzo.

Nada fue como en el verano.


Ya nada es como en el verano para Boca. Pero si de la caída en el Nuevo Gasómetro se quiere rescatar algún mínimo parecido, hay que posar la mirada en Diego Rivero. Esta vez, el Burrito no miró de reojo a Ramón Díaz, tampoco debió aguantarse las ganas de festejar un gol propio como en Mar del Plata, aunque por despliegue, compromiso y buenas intenciones fue el único del equipo de Falcioni que ayer no mereció perder.

Por su pasado en San Lorenzo y sus encontronazos con el Pelado que provocaron el exilio de Boedo, éste no era un partido más para Rivero. Lógico. “La gente de San Lorenzo quiere que me vaya bien en Boca”, le había dicho el volante a Olé , anticipando el respeto que iba a recibir en su ex casa. Y entonces, lo jugó con sangre, sudor, pero terminó en lágrimas. Justamente, la sangre apareció literalmente en su rostro cuando fue a barrer a Menseguez y, en la caída, el delantero del Ciclón, con quien tiene una muy buena relación, lo golpeó sin querer en la nariz. Quizás por eso perdió el olfato que había mostrado en 3-0 de Mardel, aunque los oídos le quedaron intactos, sobre todo porque los hinchas de Boedo no se la agarraron con él y prefirieron tomar de punto a Erviti. Para él, seguramente, un consuelo en la derrota...

“Hay que seguir trabajando”.


Falcioni avisó que su proyecto sigue firme, subrayó “el orden y el equilibrio” del equipo y lamentó la poca efectividad en las áreas.

No ligamos nada...”.

La cara de Julio Falcioni era la expresión de la angustia y la insatisfacción que invade a Boca. Su mirada, el abatimiento por una nueva derrota y tal vez la rabia por un naufragio que (por ahora) está lejos de remediarse. Es que los ojos suelen ser el reflejo del alma. Y hoy, Boca es un alma en pena. “Siempre tenemos la presión y la necesidad de conseguir resultados. Esperemos darlo vuelta”, deseó en voz alta, mientras su mentón se recuperaba de otro duro nocaut. Sin embargo, por si había alguna incertidumbre respecto de su futuro inmediato, el DT se apuró en fijar posición: “Vinimos a hacer las cosas bien y nos vamos a quedar hasta hacerlas. De eso no tengan dudas”, avisó entre firme y convencido. Fue la primera afirmación pública sobre su porvenir que hizo desde que asumió en Boca.

El entrenador no dudó en juzgar el funcionamiento defensivo y ofensivo de su equipo y reprendió: “Tenemos la desgracia de que las pocas veces que nos llegan, nos convierten... Un tiro de media distancia abrió un partido en el que los dos, en sus planteamientos, no habían hecho nada para ganarlo. Fue un partido parejo. ¿Nosotros qué hicimos? Las dos situaciones muy claras que tuvimos no las pudimos convertir”.

Durante su análisis del partido, el entrenador insistió con que los dos equipos se “bloquearon mutuamente” y “fueron protagonistas”, se lamentó por la definición del Pochi Chávez que fue detenida por Migliore y hasta ensayó un reclamó por un penal no cobrado sobre Palermo: “Martín me dijo que Migliore lo agarró de la cintura cuando estaba para empujarla.... En apariencia, fue penal. Desde nuestro lugar tal vez se veía lejos, pero Palermo me dijo que lo agarró”.

Feligrés de la armonía y la simetría, el técnico subrayó que “el equipo estuvo ordenado y equilibrado en todas las líneas” y conjeturó con cierto optimismo que “por los rendimientos, deberíamos tener muchos más puntos. Estamos todavía muy en carrera. Recién van cinco fechas y estamos a seis puntos de los líderes. Sabemos que tenemos que seguir trabajando para darlo vuelta”.

El escenario es inestable. Algunos directivos empiezan a cuestionarlo por lo bajo y los resultados, por el momento, no lo acompañan. Sin embargo, a Falcioni hoy no se le cruza por la cabeza abandonar un proyecto que fue concebido recientemente. Aunque su mirada sea el reflejo del alma. Y sus ojos delaten que Boca es un alma en pena...