Acá te mostramos el historial del clásico Boca - Racing. Además, revivimos un partido histórico para el recuerdo.
En el Profesionalismo, Boca y Racing se enfrentaron en 152 oportunidades, de las cuales los Xeneizes ganaron 73, empataron 38 y perdieron 41 con 246 goles a favor y 178 en contra.
En condición de visitante hubo 33 triunfos de Boca, 15 igualdades y 28 derrotas en los 76 partidos en que se cruzaron, con 100 tantos marcados y 97 recibidos.
En dicha condición, Boca lleva 3 partidos sin perder (2 triunfos y un empate), mientras que en cualquier cancha que sea ya son 7 los encuentros sin conocer la derrota con 5 triunfos y 2 empates. Y de los últimos 12 (local y visitante), Boca ganó 9, empató 2 y perdió solamente una vez.
Sin embargo, la mejor racha de Boca arrancó luego de aquella goleada sufrida en Avellaneda por 6 a 0 el 20/9/87, ya que a partir de ahí estuvo 16 partidos invicto, con 8 triunfos y 8 empates, hasta que perdió en el Clausura 95' por 1 a 0 en la Bombonera con Maradona como entrenador de la Academia. Y, curiosamente, allí comenzó la mejor racha de Racing en el historial, ya que ganó otros tres partidos más de modo consecutivo. Pero si de triunfos al hilo hablamos, Boca ganó 5 entre el 75' y el 78'.
MAYORES GOLEADAS:
De Boca:
7 a 1 en el 37'
6 a 0 en el 42'
6 a 0 en el AP 93'
6 a 1 en el CL 91'
4 a 0 en el CL 99'
De Racing:
6 a 0 en el Torneo 87'/88'
6 a 2 en el 49'
6 a 4 en el AP 95' (el partido de mayor cantidad de goles del historial).
MÁXIMOS GOLEADORES:
Francisco Varallo, de Boca, con ocho goles.
JUGADORES QUE VISTIERON AMBAS CAMISETAS:
Migliore, Squeo, Olarticoechea, Pizutti, Fabbri, Rulli, Corbatta, Marcelo Delgado, Carlos Angel López, Jorge "Chino" Benítez, Sacchi, "Yaya" Rodríguez, Delfín Benítez Cáceres, Boyé, Diego Crosa, "Pantera" Rodríguez, Adorno, Mansilla, Ricardo Alonso, Bedoya (en Boca solo jugó en Copa Libertadores), Matuszyczk, Osvaldo Escudero, Luis Alberto Carranza, Mc Allister, Osvaldo Pérez, Berta, Sava, Pentrelli, Malbernat, "Bartolo" Alvarez, José Basualdo, Pompei, Norberto Dángelo, Balerio, Oscar Víctor Trossero, Héctor Ricardo, Gustavo Barros Schelotto, Latorre, Graciani, Julio Barroso, Menotti, Pogany, Angel Clemente Rojas (jugó para Racing en el Metro 74'), Tesare, Javier Villarreal, Casares, Letanú, Carrario, Spillinga, Marinelli, Randazzo, Angelillo, José Luis Brown, Abramovich, Daniel Severiano Pavón, Marchant, Aldape, Eduardo Bargas, Ramoa, Oscar Blanco, Fleitas Solich, Lanari, Castromán, La Fatta y Bonvín.
EL RECUERDO
Corría el año 1975 y en el Metropolitano Boca venía de cuatro triunfos consecutivos y de una levantada muy importante, luego de una primera rueda bastante pobre. El 29 de junio le tocó ir al Estadio de Racing a visitar a la Academia. Era un domingo frío y soleado y el equipo de Rogelio Domínguez, el de las estrellas que jugaban bárbaro pero que no podían coronar un título, formó con Vidallé; Pernía, Nicolau, Mouzo, Tarantini; Chino Benítez, Abel Alves, Potente; Felman, García Cambón y Ferrero.
El partido arrancó complicado y el local se puso en ventaja por intermedio de Hugo Gottardi a los 24’ del primer tiempo. De ahí en más, hubo una ráfaga académica que convirtió dos goles más, en menos de quince minutos. Tres a cero y olor a baile. A Boca se le venía la noche, pero en el último minuto de ese período tuvo un penal a favor. Lo ejecutó Nicolau, fuerte y al medio, pero Carlos Suárez, el arquero de Racing, se arrojó hacia su derecha con tanta suerte que la pelota le pegó en la rodilla y la desvió. Final de un primer tiempo nefasto.
Nadie de los presentes en el Estadio fue capaz de imaginar, ni remotamente, todo lo que iba a ocurrir en la etapa complementaria. A los 5’ Boca contó con otro penal que fue rematado nuevamente por Nicolau. Esta vez, su terrible derechazo resultó inatajable y llegó el descuento. Boca se fue con todo para adelante en busca del milagro. Y a los 17’ el mendocino Felman puso el dos a tres. Se venía Boca y, desde las tribunas, el aliento se hacía insostenible. El conjunto de Rogelio Domínguez no paraba de atacar pero a los 24’, en una contra perfecta, Racing encontró la posibilidad de un penal. Tanto esfuerzo se desvanecía y el local tomaba aire nuevamente. Sin embargo, Jorge Buzzo le pegó tan mal que la tiró a dos metros del palo. Ahí sí, agarrate. Un Boca enfurecido y valiente lo acorraló al dueño de casa y lo metió adentro del arco. El DT Xeneize se la jugó y puso al correntino Hugo Paulino Sánchez, un jovencito que jugaba de nueve y que contaba con un puñadito de partidos en Primera, por el Chueco Alves. Todos para adelante y que sea lo que Dios quiera.
A los 39’ llegó un centro y el correntino, anticipándose a todos, clavó el cabezazo para empatar el partido. Delirio en la tribuna boquense y hazaña consumada. ¿Hazaña consumada? No. Había más. Cinco minutos después, una jugada bastante rápida fue capitalizada nuevamente por Sánchez quien alcanzó a puntearla y la puso al lado del palo derecho de un atónito Suárez. Cuatro a tres después de haber estado perdiendo tres a cero. Un nuevo milagro Xeneize había ocurrido. Los hinchas de Boca poco menos que se tiraban de cabeza a la cancha. Una fiesta inigualable. Impresionante, jamás visto. Hugo Paulino Sánchez se inmortalizó y la proeza boquense quedó en el recuerdo para siempre.
