sábado, 12 de marzo de 2011
Hay que avisarle que ya se fue de Banfield...
Falcioni aseguró que fue un partido parejo y que Boca "todavía está en carrera". "El equipo estuvo ordenado, equilibrado en todas las líneas en una cancha muy difícil", tiró. ¿Te parece?
Boca volvió a perder, volvió a caer, y su técnico, un Julio César Falcioni poco autocrítico, dijo que mucho se debe a la mala fortuna: "No puede ser que no liguemos nada. Una media distancia abre un partido en el que los dos no habíamos hecho nada apara ganarlo. Pero bueno, Aureliano hizo un gran gol y San Lorenzo se llevó la victoria. Como contra Vélez, pero aquella vez fue la pelota parada".
Es que para el técnico, la historia en el Nuevo Gasómetro fue pareja. "No nos dimos espacios. El equipo estuvo ordenado, equilibrado en todas las líneas en una cancha muy difícil. Deberíamos tener más puntos. Pero bueno, es lo que hemos cosechado", comentó. Para JC hay cosas por mejorar, aseguró que "Boca sigue en carrera" y que debe cuidar más el arco propio: "Nos llegan pocas veces al arco, pero llegan y nos convierten".
Román tocó la pelota y el lunes recibiría el alta médica. Debe darle al gimnasio.
Cada día, una noticia. Así es la vida deportiva de Riquelme. Lo que el jueves fue alegría porque había salido a correr, ayer se transformó en otra jornada placentera: Román se reencontró con su mejor amiga, la pelota, y juntos empezaron a transitar la recta final del regreso. ¿Fechas? Para no crear falsas ilusiones, es preferible mantener la cautela y seguir observando el minuto a minuto de la recuperación. Tal vez, pueda volver frente a Olimpo, pero a esta altura de los acontecimientos y considerando los antecedentes y la patología de la rodilla del 10, se torna imposible asegurar cuándo pisará otra vez una cancha.
Por lo pronto, la buena nueva es que la inflamación de la rodilla prácticamente desapareció y que ahora el enganche debe dedicarse a intensificar los trabajos en el gimnasio. Ayer otra vez corrió por Casa Amarilla, realizó los laburos kinésicos y le agregó algunos toques de pelota, acaso un mimo ante tanta mala. Su obligación, repiten en el club, es lograr el fortalecimiento muscular que lo ayude a evitar otra recaída.
El lunes, parece, recibiría el alta médica. Luego, según avisó Falcioni, pasará al departamento físico: “Pasito a pasito veremos la tarea que tenemos que darle”. El tipo de lesión del 10 no permite establecer una política de trabajo a largo plazo. Su tratamiento está organizado por Jorge Bombichino, su kinesiólogo personal, y ejecutado por los médicos de Boca. Sin embargo, en el club coinciden en que el único que puede lograr una mejoría es el propio Román y señalan al gimnasio como el lugar en el que debe internarse si quiere que su futuro no sea de consultorio en consultorio.
A horas de su primer enfrentamiento oficial contra su ex club-
Diego Rivero pide que reaparezca el equipo del verano y dice que siente que le cayó bien al hincha.
Ya podés describir lo que es Boca y el Mundo Boca?
-Todavía me falta. Es un mundo, ja. Pero sólo desde adentro te das cuenta lo que mueve y lo que significa, lo que es la gente. Es tremendo. Pero a la vez no quiero dejar de disfrutar.
-¿Se puede disfrutar en este momento flojo?
-Es difícil, por eso uno tiene que levantar esto.
Cuando está en su casa, Diego Rivero no zafa de cumplir con la parte que le toca como padre y suele andar con sus hijas encima. Siempre a su alrededor. Antonella de dos años y Paulina de menos de uno. “Estoy bien, tranquilo. El período de adaptación del que por ahí tenía miedo, no lo sufrí”, avisa. Sí tiene miedo de que sus nenas, mientras él habla, rompan algo y se golpeen. Sólo de eso parece tener miedo, en las horas previas al clásico ante San Lorenzo. El primero oficial parado del lado de Boca.
-¿Qué pensaste que iba a pasar en este período de adaptación?
-Lo que te dicen: que te tiemblan las piernas y sentís presión. Pero yo, en cambio, estoy disfrutando. Todo el mundo dice: “El Mundo Boca te come”. No lo sentí. Creo que caí bien a la gente y si bien jugué poco, todos me tiran para adelante. Aunque estoy preocupado porque no encontramos el juego...
-La gente te tira para adelante, ¿qué te dice?
-”Sos jugador para Boca, cómo corrés...”. Hasta la misma gente de San Lorenzo que me aprecia me dice que voy a andar bien en Boca. Igual, sé que si cuando rueda la pelotita no hago todo, puede ser una gran decepción.
-Debés tener muchos amigos en San Lorenzo, ¿alguna apuesta? -Menseguez, Tula, Aureliano, Alvarado... Pero apuestas, nada. Después de lo del póker...
-En el verano jugaste de doble 5 por izquierda, después en el torneo lo hiciste por la derecha, ¿dónde te sentís mejor? -Son diferentes funciones. De volante por afuera tenés que ser más determinante y explosivo. Y por el medio, más guerrero y concentrado, lograr que el equipo no se desarme. Creo que me acostumbré a jugar por adentro.
-¿Cómo es Falcioni como técnico?
-Labura todos los días a full, se fija en detalles y quiere progresar. Personalmente, estoy muy agradecido que haya dado el ok para mi llegada.
-¿En qué detalles?
-Cuando te marca que algo del rival te puede lastimar y después pasa eso. ¿Algo que me haya marcado a mí? En el verano ante San Lorenzo decía que, a igual esquema del contrario, había que aparecer por atrás rompiendo la línea de volantes. Y así llegaron los dos primeros goles. Uno piensa que puede ser difícil que pase, pero te sale y decís: “Mirá vos...”.
-¿Cómo fue en el verano enfrentar a San Lorenzo? Hasta hiciste un gol...
-Fue raro, porque sigo siendo de San Lorenzo. Hasta hacía poquito me estaba entrenando con los chicos y todo lo que se armó con el tema Ramón y Rivero, el póker y todo eso.
-¿Y dónde quedó el equipo del verano?
-No sé qué pasó, esperemos encontrar ese equipo, la solidez y sobriedad que tenía para jugar. Creábamos situaciones, nos poníamos en ventaja rápidamente y eso nos daba tranquilidad. Ahora nos está costando crear situaciones. Las tenemos pero no muy claras.
-¿Se habla mucho de fútbol en el vestuario para salir de esta racha?
-En las prácticas. Coincidimos todos en que tenemos falencias. Eso está bueno. Por ahí todos nos enfocamos en lo mismo, nos interesa levantarnos y estamos muy metidos en conseguirlo.
-¿Y qué ven?
-Hay que tener más la pelota, el juego, no buscar con tantos pelotazos para Martín y dividir así la pelota. En las prácticas debe intentarse para que después salga en el partido. Esperemos que esta vez nos empiecen a salir las cosas como en el verano.
Falcioni deja afuera a Battaglia, Erviti y Clemente. Y regresa al principio: el medio del verano.
Y será el del verano nomás. El equipo, la idea, el camino, la búsqueda, ¿la salvación? Falcioni probó todas las variantes posibles, incluso durante esta semana, pero decidió darle una oportunidad a esa formación que, excepto Cellay (que no jugó en enero), había iniciado su ciclo de manera alentadora, le había dado a Boca esa chapa de candidato que parece haber perdido en estas primeras fechas del campeonato. Ayer, entonces, en el trabajo táctico de la mañana, el DT confirmó que Battaglia, que Clemente y que el propio Erviti, dos históricos y el refuerzo top, esperarán en el banco. Nada menos.
Otra vez, como pasó el jueves, el técnico preparó el equipo en función del rival. De nuevo, los suplentes se pararon como San Lorenzo, aunque esta vez lo hicieron con nueve jugadores. Como la idea era trabajar sólo en el aspecto ofensivo, enfrente Falcioni planteó un 3-5, sin atacantes, que respetó el esquema de cinco volantes con el que va a jugar el equipo de Ramón. A partir de ahí, la idea era elaborar jugadas de ataque para romper (como le gusta decir al DT) el bloqueo del adversario.
Chávez, Somoza, Rivero y Colazo constituyen, en definitiva, un mediocampo que JCF no había puesto nunca en el torneo, pero que había sido el motor de Boca en enero. Se entiende, entonces, que el técnico caiga en la búsqueda que mejor le rindió hasta ahora. Pero a la vez, en una de las últimas opciones que le quedan.
También, en gran parte, recurre a esa línea de volantes que, de nuevo en el verano, fue exitosa contra San Lorenzo. Aquella vez Rivero rompió líneas como doble cinco y hasta llegó al gol. Y lo mismo hizo Colazo, entrando por izquierda para clavar el 2-0 que terminó en goleada. Es cierto, como dijo Ramón, ahora la revancha será por los puntos, pero no es casual, de ninguna manera, que Falcioni vuelva a su plan original, el que usó cuando no tenía disponibles a sus principales figuras, hoy todas afuera.
Quedará plantear, en todo caso, qué sucederá si esta opción también falla. Hasta ahora, Falcioni no sólo no repitió equipo: tampoco mediocampo. Fue Battaglia, Somoza, Erviti, Riquelme en el debut; Rivero, Somoza, Battaglia, Colazo contra Racing; Chávez, Battaglia, Somoza, Colazo ante All Boys; y Rivero, Battaglia, Erviti y Colazo contra Vélez. Las últimas tres alternativas, bajo el 4-4-2 que repite, en este caso con quienes mejor lo interpretaron...
viernes, 11 de marzo de 2011
Erviti y Falcioni deshojan la margarita:
Walter fue titular en la última práctica pero en la segunda parte lo reemplazó Somoza, quien será titular con Rivero en el medio. Clemente y Battaglia, al banco. Todo listo para el clásico.
"En el medio no tengo dudas, tengo variantes". Falcioni fue claro: la zona de volantes está repleta de jugadores y las modificaciones serán habitués de las prácticas. Así es como no se puede develar aún cómo formará Boca ante San Lorenzo este sábado: Erviti volvió a estar entre los titulares, a pesar de que se esperaba que no jugara de entrada contra el Ciclón.
Erviti ocupó la zona media, al lado de Somoza, como en sus viejos tiempos en Banfield donde rindió y muy bien como doble cinco. Así, el resto del medio se completó con Chávez por derecha y Colazo por izquierda. La lucha y el sacrificio, por lo que se ve, garantizados. ¿Podrá Erviti agregarle juego?
El resto del equipo se mantuvo como en el entrenamiento de ayer: García; Cellay, Caruzzo, Insaurralde, Monzón; Chávez, Somoza, Erviti (Rivero), Colazo; Mouche y Palermo. Un 4-4-2, el esquema más habitual de Falcioni, para volver al triunfo. Battaglia y Clemente, dos pesos pesados, quedan afuera. ¿O habrá nuevas modificaciones?
Rivero se prepara para jugar un partido especial: su primera vez contra San Lorenzo después de que Ramón Díaz lo borrara.
El Burrito anticipa que, si mete un gol, no lo grita. Y que, si se cruza con el riojano, lo saluda.
No será una fecha más para Diego Rivero. El mediocampista de Boca enfrentará a San Lorenzo, su ex club, y de donde fue borrado por Ramón Díaz, en el ya famoso episodio de los partidos de poker. “Si me cruzo con Ramón lo voy a saludar, soy respetuoso”, explicó en Espn Radio Rivadavia y agregó: "Creo que la gente me va a respetar".
El Burrito se mostró muy agradecido con todo lo que le dio San Lorenzo, y avisó que no festejaría en caso de convertir: “No le gritaría un gol. Respeto mucho a la institución por todo lo que me dio en estos cinco años. No hay nada de malo en que un jugador grite un gol, pero por mi forma de ser no lo haría”.
Además, el volante explicó que se siente feliz en su nuevo club, pero que todavía está conociendo lo que lo rodea: “Estoy muy bien, muy cómodo, acostumbrándome a lo que es Boca. Si bien los resultados no acompañaron, yo estoy muy cómodo”.
Por último, tiró un mensaje para Riquelme, por quien los hinchas de Boca tanto aguardan: “Hoy tenemos que hacer mas pases y movernos en conjunto, cosa que no pasa cuando esta Román. Lo estamos esperando para que entrene con nosotros y se sume al grupo”.
Riquelme volvió a encontrarse con la redonda mientras Boca más lo extraña.
El 10 se calzó los botines y realizó trabajos con pelota, mientras el resto del plantel piensa en San Lorenzo. JR podría volver ante Olimpo.
Falcioni sólo tiene en mente qué equipo pondrá el sábado en el Nuevo Gasómetro; intenta no desviar su cabeza del partido contra San Lorenzo y su única idea es sacar a Boca del pozo en donde cayó. Lo demás quedará para más adelante. En ese demás está Juan Román Riquelme, que se perderá su cuarto partido en el Clausura. La buena: el enganche está mucho mejor de la sinovitis en su rodilla izquierda y volvió a tener contacto con la redonda. ¿Le dan pelota?
JR sufrió con su rodilla y Boca lo sintió. Boca lo extraña, lo necesita. Y él quiere volver. Sólo le resta recibir el alta médica, que parece estar cada vez más cerca. Román se puso los botines por primera vez luego de que la sinovitis aparezca (el 28/2) y salió a encontrarse con la pelota en Casa Amarilla. El 10, que sólo jugó contra Godoy Cruz, trabajó aparte mientras el resto del plantel tiene la cabeza puesta en el Ciclón.
Flacioni, así, podría contar con Riquelme para el partido ante Olimpo en la Bombonera. Pero para eso falta, el futuro próximo pone como objetivo el team de Ramón Díaz y Julio César busca terminar de delinear sus once. La duda pasa por el medio, en donde Erviti sigue peleando por un lugar, aunque corre de atrás con respecto a Somoza y Colazo. Los titulares serían García; Cellay, Caruzzo, Insaurralde, Monzón; Chávez, Somoza, Rivero, Colazo; Mouche y Palermo.
Falcioni paró a los suplentes como Ramón ante All Boys y ese equipo le ganó al titular, que volvió a mostrarse flojo.
El medio para mañana sería el del verano.Ganó San Lorenzo. El San Lorenzo de Falcioni. Claro, porque si en el ensayo formal de fútbol, el DT paró al equipo alternativo con el mismo esquema que utilizó San Lorenzo en la goleada ante All Boys, y éste le ganó 1-0 a los titulares, ¿quién ganó? Es verdad, la comparación no es del todo precisa. Sirve, sin embargo, como muestra. Falcioni está buscando el funcionamiento de su equipo y para eso lo exige como lo haría el rival y elige enfrentarlo a un 11 parado como si fuera el team de Ramón. Quiere probar a los suyos, ver cómo se mueven ante un equipo que juega con tres en el fondo y tres adelante, que deja espacios pero también apura. Y lo cierto es que no le fue del todo bien. Porque no consiguió tener la pelota demasiado tiempo, ni ser profundo y, así, estuvo lejos de que Mouche y Palermo convirtieran. Del otro lado, fue Clemente, parado como volante por derecha (¿Carmona?), el que rompió el cero definiendo un centro de Noir al final del PT.
“A veces, el que pasa para el equipo auxiliar juega más desinhibido o mejor. Por eso también alternamos. Siempre el que está liberado de la presión de jugar lo hace con más tranquilidad”, explicó Falcioni un rato después. Hay una lógica en sus palabras: en su equipo suplente hay apellidos que envidiarían muchos equipos de Primera y que juegan en una práctica con ansias de ganarse un lugar. Pero también es cierto que al equipo titular le cuesta encontrar juego tanto en los ensayos como en los partidos. Ayer no fue la excepción. Aún probando con el mediocampo que le dio una alegría en el verano, el mismo con el que le ganó 3-0 a San Lorenzo en pleno enero (salvo el arquero, Cellay y Viatri, el mismo 11) no pudo ante una mezcla de pibes y experimentados. Ese equipo, el más relajado como dice el DT, es que el que más tuvo la pelota, el que exigió a García varias veces y el que ganó la lucha por la pelota en el círculo central. Del otro, la sociedad Mouche-Chávez y las salidas de Monzón (nunca llegó al fondo) no estuvieron aceitadas.
En el ST, Falcioni decidió seguir haciendo pruebas. El tándem de la derecha (Cellay-Chávez) pasó para los suplentes, igual que Colazo (un par de jugadas interesantes), y sus lugares fueron ocupados por Clemente, Battaglia y Erviti. Con ese medio, el segundo tiempo finalizó 0-0, sin peligro en ninguno de los arcos. Sin embargo, y más allá del cero, la sensación es que el equipo será el que arrancó la práctica.
Claro, un ratito después que finalizara la práctica, y antes de la conferencia, Falcioni supo que, con Velázquez -uno de los tres puntas que enfrentaron a All Boys- lesionado, Ramón probó con un 3-5-2. ¿Entonces? “El equipo no lo voy a confirmar”, dijo Falcioni. A esperar.
Erviti no rindió cuando jugó y por eso no estaría entre los 11 mañana con San Lorenzo.
Al haber sido el pase más resonante, el DT no quiere cargarlo con mayor presión.
Boca pagó 3.200.000 dólares por su pase. Si se agrega el contrato del futbolista por tres temporadas y los impuestos que el club debe pagar por la transferencia, la suma araña los 6.000.000... ¿Cuánto vale hoy Walter Erviti? Con muchas chances de volver al banco en el partido de mañana con San Lorenzo, el jugador top, el pase más caro en el último mercado de pases, no juega y no rinde. O al revés. No rinde y no juega. Si Falcioni tanto lo pidió (preguntaba todos los días a los directivos qué novedades había e incluso llamaba al jugador), si la dirigencia de Boca rozó el papelón al decir que lo descartaban porque tenía contrato con Banfield y después fueron a buscarlo igual, si llegaron a pedir el 225 para que pudiera estar en el debut ante Godoy Cruz, si es el único con características para ser la manija del equipo al no estar Riquelme, la gran pregunta es: ¿por qué no juega? No existe un motivo puntual sino una suma de factores que influye en este momento de incertidumbre que vive el jugador. El primero es estrictamente futbolístico. En los ratos que jugó (74’ contra Godoy Cruz, 28’ contra All Boys y los 90’ contra Vélez) no demostró virtudes como para ganarse un puesto. Su poco compromiso a la hora de generar fútbol se nota en su escasa participación en el circuito de juego. Y cuando lo hace, salvo contadas excepciones (como un preciso pase largo a Mouche ante Vélez), da toques cortos e intrascendentes. Sí ha revalidado en este corto período su transformación futbolística. De un habilidoso wing, en sus inicios en San Lorenzo, a este mediocampista todoterreno capaz de correr y de estar siempre detrás de la línea de la pelota. La deuda, claro, es cuando tiene el balón en sus pies.
Esos minutos en cancha tal vez no son medida para sacar conclusiones drásticas. Como le sucede a todo jugador que llega a Boca, Erviti está viviendo una etapa de adaptación. Y de líder de Banfield pasó, sin escalas, al refuerzo que vino “para reemplazar a Román”. Ese rótulo lo está perjudicando en lo mental porque lo presiona, sobre todo con Riquelme fuera del equipo. Se supone que sin el 10 en cancha, él debería ponerse el equipo al hombro. Pero no pasa.
Si bien metió un gol en el debut, tampoco ha podido pesar en el área rival. Es cierto que no es su fuerte, tan cierto como que se lo nota atado. Los constantes cambios de Falcioni tampoco lo ayudan. En el debut jugó tirado por la izquierda, casi como un doble enganche con Riquelme. Contra All Boys entró en el segundo tiempo y fue de doble cinco con Battaglia detrás suyo. Contra Vélez también armó el tándem con Seba, aunque desde el inicio. Pero en el segundo tiempo pasó a jugar por izquierda (cuando salió Colazo) y terminó casi de 3 (cuando se fue reemplazado Clemente). La sensación es que aún no encontró su lugar. Responsabilidad suya pero mucho más de Falcioni.
Hoy, el cuerpo técnico lo ve sólo como doble cinco, el puesto donde jugó (y tanto rindió) en Banfield. De volante por izquierda podría jugar pero, en este momento, el pibe Colazo está cumpliendo mejor la función de carrilero.
Habría otro motivo que hoy lo lleva a tener más minutos fuera de la cancha que adentro. Falcioni insistió tanto por él que sabe que algunos partidos en bajo nivel podrían generar malestar en los hinchas. Existiría, en cierto punto, una especie de protección del DT. Una intención de llevarlo de a poco, de que Erviti no cargue con toda la responsabilidad porque sabe JC que el jugador lleva el peso de ser la incorporación más rutilante y el hombre que puede hacer jugar al equipo cuando Román no está. Si tiene continuidad y no logra ese objetivo, perderá Erviti pero también Falcioni. Entonces, si no está en su mejor momento, la elección es llevarlo al banco y que vaya sumando minutos de a poco.
En Boca, se ve, nadie tiene el puesto comprado. Ni siquiera la mayor compra que realizó un club argentino en lo que va de este 2011.
jueves, 10 de marzo de 2011
Mouche fue irónico cuando le consultaron sobre los dichos de Borghi.
Quien había asegurado que los jugadores llegaban a Boca y sufrían pánico escénico. El delantero encendió la mecha…
“Los jugadores llegan a Boca y tienen pánico escénico”, había definido Claudio Borghi cuando le consultaron sobre los reiterados cambios de técnico en el Xeneize, y el flojo rendimiento que tuvieron los dirigidos con todos sus entrenadores.
Pero los dichos del Bichi tuvieron rápida respuesta. El encargado de salirle al cruce fue nada menos que Pablo Mouche, picante como siempre, tiró: “Capaz le pasó a él”, dijo en Mitre. Durísimo.
“No lo comparto pero lo respeto. Me sorprende que haya dicho eso. No puede responsabilizar a los jugadores, acá nos fue mal a todos”, explicó el delantero, caliente con los dichos de Borghi. Así, Mouche encendió la mecha y no dudo en defender a sus compañeros de las palabras del Bichi.
Cellay no compartió la postura de Abbondanzieri: "No creo que Boca te coma".
De cara al Ciclón, pelea por un lugar en el lateral derecho.
Todo lo que esté relacionado a Boca tiene gran repercusión a nivel mundial. Por caso, la actualidad que atraviesa el plantel de Julio César Falcioni no ha pasada desapercibida en, prácticamente, ningún espacio. La 17ma ubicación en la tabla de posiciones, los cuatro puntos conseguidos sobre 12 posibles y los conflictos existentes (viejos y nuevos) en el seno del grupo fueron disparadores para que gran parte del denominado ‘Mundo Boca” diera su opinión. Y uno de ellos fue Roberto Abbondanzieri. El exitoso ex arquero del club de La Ribera había declarado en ESPN Radio que “Boca te va comiendo, te va desgastando mucho”. Y, ante ese panorama, una voz desde el vestuario Xeneize salió a contrarrestar las palabras del Pato. Esa voz fue la de Christian Cellay, a quién no le gusto mucho el comentario del multicampeón arquero: “No comparto lo que dijo Abbondanzieri, no creo que Boca te coma. Lo que pasa es que como se trata de Boca todo se magnifica”.
En declaraciones a ESPN Radio Rivadavia, el defensor manifestó un pensamiento diferente al del Pato y, si bien reconoció que el conjunto de Pelusa había generado un gran entusiasmo en el torneo de verano, explicó porqué aún el equipo no responde: “Después del verano, hubo mucha ilusión. Es difícil cuando en Boca hay tiempo sin logros importantes, pero siempre los equipos nos juegan con todo. De todas formas, en todos los partidos Boca fue el que propuso y los rivales se cerraron atrás”.
Del mismo modo, el player se refirió a su posición en el campo de juego y expresó su preferencia al asegurar que “yo me siento más cómodo de central”, aunque no desestimó la chance de jugar por las bandas: “No soy un lateral natural como Clemente, Monzón o Calvo. El técnico está probando bastante y está bien. Estoy ansioso por saber si juego o no, pero estar bien ya es un alivio porque quiero sumar”. Ciertamente, Falcioni está probando. Y en la práctica puso al ex Estudiantes en el equipo que, se presume, será el titular ante el Ciclón (Cellay jugó para los titulares en la primera parte en lugar de Clemente; aunque en el complemento pasó a los suplentes y Rodríguez al primer equipo). “Lo ideal para cualquier jugador es estar confirmado unos días antes para ya empezar a mentalizarse. Pero bueno, así también uno se mantiene atento y busca mejorar para que el técnico tenga menos dudas”, cerró el defensor.
Falcioni confirmó a Javi García en el arco, por más que el miércoles lo haya sacado tras un error, y avisó que "hay que probar".
De San Lorenzo: "No nos cambia que ponga otro 5". La duda es Erviti o Colazo.
Saca, pone, cambia... Falcioni probó muchísimas variantes esta semana en las prácticas de Boca previas al partido del sábado contra San Lorenzo. Pero, con conocimiento de causa, se preocupó por dejar en claro la permanencia de uno de sus jugadores en el once inicial: "García es titular", dijo Julio sobre su arquero.
Javi había salido en la práctica de ayer dejándole su lugar a Lucchetti tras un error, pero Falcioni se encargó de remarcar que será el titular el sábado: "Siempre entran y salen los chicos de la Reserva del arco, tratamos de ir evaluando en cada entrenamiento". El resto del equipo no lo confirmó, pero sí explicó el por qué de tantos cambios en el medio: "Es donde más variantes tenemos y no le pudimos dar continuidad por distintas situaciones".
Con respecto al Ciclón, Julio se mostró sin cuidado por la formación de su rival: "No nos cambia que ponga o no otro cinco". Y también le restó importancia a la presión de los resultados en Boca: "No sólo acá cambian los ánimos cuando no conseguís los resultados, pero tenemos una buena actitud de trabajo y es lo importante".
Ya lo bajó a Riquelme y el sábado mandaría al banco a Battaglia y a Clemente. Palermo, por ahora, zafa...
Riquelme, 304 partidos en Boca y nueve títulos. Battaglia, 311 partidos y 16 títulos. Clemente Rodríguez, 191 partidos y seis títulos...
Julio César Falcioni no desconoce la historia por más que esté dando sus primeros pasos en el club. Pero él vive el presente y los pergaminos, en su caso, quedan en segundo plano a la hora de armar el equipo. Así como no puso a Román ante All Boys por una cuestión de “funcionamiento”, ayer volvió a demostrar que no le tiembla el pulso para sacar a jugadores históricos. Clemente no jugará con San Lorenzo y Battaglia está con un pie y medio afuera. El DT no los ve bien, los nota en un bajo rendimiento y, como sucedió con el 10, queda claro que Julio César no tiene historia en sacarlos. Es más, con esta movida, está comenzando a hacer su propia historia. ¿Quedará, acaso, como el hombre que provocó el famoso recambio en Boca? En el cuerpo técnico hay preocupación por la performance de los laterales. De hecho, Falcioni ha cambiado a los marcadores de punta en todos los partidos. Y Clemente es uno de los que no conformaron hasta ahora. En la práctica de ayer, en la que el DT dividió el ensayo de fútbol en tres mini-partidos, el lateral jugó siempre para el equipo suplente. Y lo hizo como carrilero por derecha, ya que el equipo de pechera naranja se paró tácticamente con un 3-4-3 como viene jugando San Lorenzo. El titular por la banda izquierda fue Fabián Monzón, quien esta semana había recibido el alta médica luego de una distensión muscular. La realidad es que Clemente, desde que regresó a mediados del año pasado, no logró mostrar el nivel que había tenido en otras etapas en el club, como en la Libertadores del 2007. Le costó adaptarse física y futbolísticamente al esquema de Borghi y se perdió varios partidos por lesión. Ya con Falcioni, se suponía que iba a ser clave por sus escaladas. Pero no sólo no pesó en ataque sino que se lo vio flojo en la marca. De hecho, contra Vélez, cuando Boca debía ir a buscar el empate, Falcioni metió a Viatri y lo sacó a él. Crónica de una salida anunciada.
Lo de Battaglia es casi un hecho. Sólo falta que el DT confirme su ausencia entre los 11. En el primer partido de ayer, Seba comenzó de titular junto con Somoza. Pero en los dos siguientes pasó para el otro equipo. En su caso, parece que la convivencia con el ex Vélez no lo favoreció. Contra Godoy Cruz jugó tirado a la derecha en un 4-3-1-2. Contra Racing fue de carrilero por derecha, posición que no siente (el cuerpo técnico entendió que fue una prueba fallida). Contra All Boys jugó de doble cinco con Somoza y ante Vélez también lo hizo en el medio pero con Erviti. En ninguno de los cuatro partidos se acercó al Battaglia todoterreno de otros tiempos. En su favor hay que decir que Somoza tampoco ha demostrado mucho más que él para sí tener un lugar asegurado dentro de los 11.
Un dato: Seba fue titular en Boca con todos los técnicos. Con Miguel Russo le costó y no tuvo continuidad porque venía de estar parado por una lesión. Pero su salida, ahora, obedecería puramente a una cuestión táctica.
Y Martín Palermo, el otro histórico, por ahora viene zafando. No metió goles en los cuatro partidos del torneo y tampoco está contando con situaciones claras. Ayer convirtió un gol en la práctica y su permanencia se sostiene porque Falcioni piensa darle otra oportunidad y porque Viatri, que venía pidiendo pista, se lesionó.
Si salió Riquelme, más allá de si estaba bien o no en lo físico, puede salir cualquiera. Falcioni, está claro, no tiene historia.
Al DT no lo convence el equipo y por eso probó tres mediocampos. El mejor fue el que goleó a San Lorenzo en el verano. ¿Lo reedita?
Prueba, saca, pone, vuelve a probar... Falcioni no está conforme con el rendimiento general del equipo más allá de que crea que Boca, por merecimientos, debería tener más puntos que los que tiene. Y sus dudas quedaron expuestas en la práctica de ayer en Casa Amarilla. El DT armó una práctica de fútbol bastante particular: fueron tres mini-partidos. En cada uno de ellos retocó el equipo, especialmente la zona de volantes. La conclusión es que el entrenador quedó más conforme con el mediocampo que, oh casualidad, paró en el verano contra San Lorenzo, el rival del sábado. ¿Cómo había salido ese partido? 3-0 a favor de Boca...
En el primer partido, que duró 22 minutos, JC paró el medio con Rivero-Bataglia-Somoza-Colazo. En ese lapso, el equipo prácticamente no generó situaciones claras de gol. De hecho, los suplentes terminaron ganando 1-0 con un disparo de Araujo. Con ese doble cinco, más defensivo y recuperador, se notó la falta de un organizador de juego, de alguien que generara fútbol.
En el segundo partido, que tuvo una duración de 24 minutos, se vio el mejor momento del equipo titular. El mediocampo formó con Chávez-Somoza-Rivero-Colazo. Sí, la misma línea de cuatro que rindió en el verano, no sólo en la goleada ante San Lorenzo sino también en los dos clásicos con River. Con el Burrito siendo más vertical, con Pochi y Nico desbordando, el equipo tuvo mayor volumen de juego. Colazo apareció en una jugada por izquierda y su remate fue desviado por García (Lucchetti había pasado para los titulares). Después, un centro preciso desde la derecha fue cabeceado a la red por Palermo. El Loco tuvo dos más claritas. Al final, los titulares se impusieron por 1-0.
Tras el descanso, y cuando parecía que el ensayo había finalizado, Falcioni los volvió a llamar a la mitad de la cancha y le dijo a Sanguinetti que iban a probar otro “módulo”. Ahí metió a Erviti por izquierda, en lugar de Colazo. Pero quedó demostrado que Erviti no hace la banda como Nico sino que tiende a cerrarse (tuvo un mano a mano que se le fue apenas desviado). Los suplentes, en ese último juego, inquietaron más (Noir cabeceó desviado tras un buen centro de Colazo) y tuvieron su premio con otro gol de Araujo, que le ganó la posición a Insaurralde y definió por encima de Lucchetti.
Hoy se sabrá qué mediocampo elige Falcioni para enfrentar a San Lorenzo. Le gustó el mismo que había jugado en el verano. Tiene memoria.
Erviti sabe que tiene chances de quedarse afuera y se hace cargo: “Sé que no demostré nada. Quiero estar”.
Pide tiempo. Paciencia. Es lo que necesita Walter Erviti. Sabe, también, que no sobra. Pide, además, minutos. Juego. Pelota. Y avisa que, si le conceden ambas cosas, puede haber final feliz. “Esto ya me pasó. La gente quiere que llegues y que el equipo funcione diez puntos, pero las cosas necesitan tiempo, tengo que conocer a mis compañeros y ellos a mi. Luego de diez años lo puedo decir porque me ha pasado y he salido campeón después de vivir una situación como esta”, se confiesa en La Red. Y agrega, en un pedido con nombre propio: “Yo tengo ganas de estar el sábado pero el DT es el que decide. Sé que la única manera que tengo para mejorar es estar en la cancha”.
Para explicar su momento, Erviti avisa, primero, que él no es Riquelme ni llegó en su reemplazo: “Yo vengo a cumplir una función más parecida a la de Battaglia o Somoza y compito más por el puesto con ellos que con Román”. Dice que en ese puesto sólo jugó ante Vélez, ya que en su debut, con Godoy Cruz, cumplió otra función. Y sabe que no lo hizo del todo bien y por eso ataja la chance de quedarse afuera ante San Lorenzo. “Tengo que rendir, este es un club que no te da tiempo, tenés que entrar y ser protagonista. Yo estoy tratando de acelerar ese proceso para rendir lo antes posible, pero me hago cargo de mi situación, sé que no he demostrado nada, a comparación de lo que hacía en Banfield. Pero todo lleva tiempo. Yo tengo ganas de demostrar que tengo confianza y condiciones para jugar acá”.
Suena entusiasmado. Y tranquilo, además. Tiene sus razones: estos cuestionamientos, tras su novela en el verano, los toma como algo natural. Porque, él lo dice, ya le pasó. “No es la primera vez que me pasa. En San Lorenzo y en Monterrey. A los tres días me querían echar, si no fuera por Passarella (era el DT), a los diez días me devolvían en un avión. Y si leés una nota mía de hace tres años en Banfield, me querían colgar de un árbol. Yo estoy feliz de estar acá. Y si fuera la primera vez que me pasa quizás estaría abajo de la cama. Pero ya lo viví y sé que no puedo revertir mi rendimiento si no estoy dentro de la cancha. Tengo que entrar más en juego y sentirme protagonista”, aclara. Y hasta se anima a postularse para cambiar su posición, una de las variantes que probó Falcioni en el ensayo formal: “En los últimos dos años jugué en el mismo lugar, de doble cinco, pero me he parado contra la raya sin problemas”.
“Esto recién empieza, Boca quizá no juega como nos gustaría, pero crea situaciones. Y tratamos de mejorar, porque los resultados van a llegar, de eso no tengo dudas”. Pide paciencia. Confianza le sobra.
miércoles, 9 de marzo de 2011
Erviti reconoce que le falta para ser el de Banfield:
"Estoy tratando de ganarme la confianza de mis compañeros". Además volvió a dejar en claro que no tiene ningún problema con Riquelme y que no se considera su reemplazante: "Mi función es más parecida a la de Battaglia o Somoza".
El clima en Boca no es el mejor. La derrota ante Vélez golpeó fuerte en el plantel y además recurrentemente se habla de la mala relación entre Erviti y Riquelme. Por eso, el ex jugador de Banfield salió a hablar para dejar en claro una vez más la situación con Román. "Estoy tratando de ganarme la confianza de mis compañeros, para entrar más en el juego y tener más contacto con la pelota. Me quieren poner en la vereda de enfrente de Román y no estoy de acuerdo. Tampoco me siento en el medio de Riquelme y Falcioni. Yo creo que podemos compartir el equipo y jugar juntos", dijo Erviti, en declaraciones a La Red.
"Soy consciente de que no soy el reemplazante de Román. En realidad, vengo a cumplir una función más parecida a la de Seba (Battaglia) o la de Leandro (Somoza). Quizás compito más con ellos que con Riquelme por un puesto", aseguró Erviti remarcando que juega en otro puesto diferente al del 10. Sobre su rendimiento, señaló que "todavía no demostré nada en comparación a lo que hacía en Banfield. Sé que tengo que rendir de la mejor manera, porque estoy en un club grande, que no te da tiempo. Llegué hace muy poco y me estoy conociendo con mis compañeros, estoy acelerando todo para poder rendir lo mejor posible".
Sobre los malos resultados en el Clausura (cuatro puntos en cuatro partidos), consideró que Boca está en la búsqueda de un equipo. "Banfield no se armó de un día para el otro. Tuvimos un tiempo en el que jugábamos bien y no podíamos convertir. A Boca le está pasando algo parecido, porque crea situaciones y no puede terminar de convertirlas", comparó. "Los resultados no nos están acompañando, pero estamos tranquilos. Esto recién empieza, es muy pequeña la diferencia y estamos tratando que Boca juegue mejor, porque los resultados van a llegar. Estamos seguros de eso", concluyó, esperanzado Erviti.
Palermo volvió al gol: en la práctica, el delantero se desahogó con un tanto ante los suplentes. Araujo clavó dos y fue la gran figura.
Falcioni probó tres equipos y habría varios cambios para enfrentar a San Lorenzo.
Falcioni probó tres equipos diferentes en la práctica en Casa Amarilla de cara al clásico contra San Lorenzo. Somoza y Rivero se mantuvieron como titulares en todas las formaciones. En el segundo tiempo, que duró 24 minutos, JC probó el mediocampo que jugó en el verano (Chávez, Somoza, Rivero y Colazo), y ahí se pudo ver el mejor funcionamiento. En ese lapso, llegó el gol de Palermo: desborde y centro de Mouche, para que el Loco la emboque de cabeza. Así, los titulares clavaron el empate parcial (Araujo había puesto en ventaja a los suplentes.
En el tercer módulo, Falcioni probó con: Lucchetti; Calvo, Caruzzo, Insaurralde y Monzón; Chávez, Somoza, Rivero y Erviti; Mouche y Palermo. El resultado global indicó la derrota de los titulares por 2 a 1. Los suplentes, festejaron gracias a los dos goles de Araujo.
A pesar de las constantes pruebas, todo indicaría que Somoza volvería al primer equipo y que Rivero se mantendría por el carril derecho. Además, la fórmula de ataque seguiría siendo la de Mouche y Palermo. El resto del equipo es una incertidumbre. ¿Por quién te la jugás el sábado, Julio?
Otra vez el tema del arquero hasta cuando?
Después de jugar el primer chico para los suplentes, Falcioni metió en el segundo a Lucchetti por Javier García, que había tenido un error. ¿Vuelve el Laucha? Además, podrían quedar afuera Battaglia, Clemente y Erviti. ¿Te parece?
¿Se viene el cambio de arquero? Nada está seguro hoy en Boca, salvo que Riquelme seguirá afuera, lesionado. Después, ahora hasta está en duda Javier García, quien empezó atajando para los titulares pero tuvo un error en el primer chico, después Falcioni lo mandó a los suplentes y finalmente, cuando se estaba jugando el tercer chico, fue a hacer ejercicios con el entrenador de arqueros. ¿Es la hora de Luchetti, quien se iría del club a mitad de año, quien tuvo un bautismo complicado el año pasado?
Pese a un buen verano, García tuvo errores importantes en el debut con Godoy Cruz, fue figura con Racing y vs. Vélez pudo haber hecho algo más en el gol de Ortiz. Por su parte Lucchetti, quien se mantiene en silencio y agazapado, espera que le dé una chance el técnico con el que fue campeón en Banfield.
En cuanto a los 11 titulares, Falcioni paró primero este equipo: García; Cellay, Caruzzo, Insaurralde, Monzón; Rivero, Somoza, Battaglia, Colazo; Mouche y Palermo. Después, hizo modificaciones: Luchetti por García y Chávez por Battaglia, lo que no es un detalle: con Chávez, Somoza, Rivero y Colazo fue el medio que le ganó a San Lorenzo en el verano. Y otro detalle importante: Erviti recién entró al equipo, por Colazo, para el tercer chico. El ex Banfield podría quedarse afuera, después de haber tenido un partido flojo vs. Vélez. Lo mismo que Clemente, otro que podría quedar afuera.
“Nunca jugamos con un medio fijo”, dice Battaglia, que jugó todos, y ahora tiene chances de salir.
Jugó de doble cinco, por la derecha y como único volante tapón. Ya pasó por todas las variantes del medio que maneja y conoce. Y, además, es el único de los volantes que estuvo en los cuatro partidos del torneo. Pero ahora, sin suspensiones, arreglos de palabra ni lesiones, Falcioni deberá dejar a uno afuera. Conforme con Rivero (nada le impide estar ante San Lorenzo) y Colazo, con Erviti como hombre de creación. ¿Le tocará a Seba Battaglia? ¿Será el segundo histórico en salir? A priori, y teniendo en cuenta que su rendimiento está por debajo del ideal, parece que sí...
“El otro día, la idea era que me quedara un poco más y Erviti tuviera más salida. Cuando lo hacemos con Leo (Somoza), nos turnamos entre los dos. El equipo fue cambiando y nunca se ha jugado con un medio fijo, por distintas situaciones. No sé si eso perjudica, pero sí hay que conocerse y mejorar”, avisó Battaglia en Radio Cooperativa. Y, de paso, se postuló para ocupar otro lugar en el medio, con tal de estar entre los 11: “Si el DT me pide que juegue por derecha no tengo problema. Si él cree que puedo serle útil en esa posición. Hace mucho que no lo hago, pero no desconozco el puesto”. Falcioni deberá elegir a quien deja afuera. ¿Le toca a Seba?
Palermo está inquieto porque los goles no llegan y si bien Falcioni hoy no piensa en sacarlo.
El 9 se quedó hablando con él y sus ayudantes: van a buscar abastecerlo más.
Sentados a un costado de la cancha principal de Casa Amarilla, Martín Palermo, Matías Caruzzo y Javier Sanguinetti (ayudante de campo) hablan, gesticulan, trazan movimientos imaginarios con sus manos una vez terminada la práctica matutina. No hace falta ser mosquito para saber de qué va la cosa: el funcionamiento del equipo, la respuesta de la defensa, el poco abastecimiento que recibe el Titán, lo que pasó con Vélez, lo que pasó antes de Vélez, lo que ocurrirá ya, el sábado, en el Nuevo Gasómetro.
Tampoco es necesario que Palermo lo admita públicamente para entender que el 9 está preocupado por las escasez de situaciones. Más de una vez Martín mencionó al gol como su vida misma y es, en definitiva, lo que le está faltando por estas fechas. Encima de todo, con el retiro a la vista, acá nomás, a la vuelta de la esquina. Es lógico, entonces, que el Loco esté loco... Por ese festejo que no llega, claro.
Por eso, la charla que empezó con Caruzzo, siguió con un grupo más importante ya que de a poquito se fueron sumando Falcioni, el PF Gustavo Otero, Omar Píccoli (el otro fiel ayudante del DT) y Néstor Lo Tártaro (entrenador de arqueros). Más allá de que son habituales los diálogos y el intercambio de pensamientos entre el delantero/jugadores y el cuerpo técnico, justo se dio en un contexto negativo para el goleador: cuestionado, por estas horas hasta se llegó a instalar que el partido con San Lorenzo podría condicionar su titularidad. Sin embargo, por ahora tiene crédito y el DT no vislumbra la chance de sacarlo, más allá de que Viatri no esté ok. Ojo, ya avisó que no hay intocables y lo demostró con la exclusión de Riquelme. Y Palermo, además, ya dejó en claro que “lo mismo que le pasó a Román, nos puede pasar a mí o a Sebastián (por Battaglia). Son decisiones del técnico”.
Caruzzo y Palermo, los extremos del equipo a nivel posicional, son de esos futbolistas a los que les gusta hablar en detalle de cuestiones futbolísticas y buscar solucionar las fallas. Al 9, puntualmente, se lo nota inquieto por su sequía (en 2010 convirtió 18 tantos y se consagró como goleador del año) y tanto Falcioni como los suyos lo saben, lo entienden, y por eso ya están abocados en provocar una mayor alimentación del equipo para el goleador. No es que antes no se hizo o se buscó, sino que ahora la exigencia de una mejoría también nace desde la necesidad.
martes, 8 de marzo de 2011
Riquelme trabajó en el gimnasio y todavía no recibió el visto bueno de los médicos para volver con el grupo.
Boca lo extraña y no llegaría al duelo con el Ciclón, al igual que Viatri, que sufre un esguince de rodilla. La buena: vuelven Somoza y Monzón.
En baja está el mundo Boca: apenas cuatro puntos de 12 posibles lo sitúan en el 15° puesto de la tabla, a cinco puntos de los líderes. Duro presente. Y no hay visos de altas, ni siquiera para Juan Román Riquelme, que espera el OK de los médicos para volver a entrenar con el resto del grupo. El 10 trabajó en el gimnasio y no llegaría al partido del domingo ante San Lorenzo. Otra mala: Viatri, con esguince de rodilla, está casi out del duelo en el Nuevo Gasómetro.
La esperanza pasaba por ver cómo estaría la rodilla izquierda después del fin de semana. Lo que vieron los médicos no fue lo mejor y por eso Román no salió con el resto del plantel a la cancha de Casa Amarilla. El enganche trabajó en el gimnasio y todo hace suponer que se perderá un partido más en el Clausura. Justo cuando Boca más lo extraña y él espera el alta, seguramente no podrá ir a enfrentar a San Lorenzo. Sólo jugó un partido en el torneo, vs. Godoy Cruz.
No es la única pálida en esta nebulosa que vive Falcioni y su Boca. Viatri también está casi descartado por un esguince en la rodilla derecha, por el cual le harán estudios, pero los ligamentos no estarían afectados. Lucas, que podía pelearle el puesto al histórico Palermo, hizo kinesiología con su amigo Riquelme, ambos con -las malditas- rodillas en tratamiento. La única buena para Falcioni sería el regreso de Monzón y Somoza, ambos podrían ser titulares.
El 9 no la mete y lo peor es que tampoco cuenta con situaciones en este equipo que, sin Román, no juega para él.
Así, disminuyen sus posibilidades de seguir entre los titulares.
Un gol en seis partidos en lo que va del 2011. Escasas situaciones para convertir en las cuatro fechas de este Clausura. Un equipo que, sin Riquelme, no juega para él pese a haber laterales ofensivos y carrileros que desbordan. Una edad y una particular característica de juego suya que le juegan en contra al depender del equipo y no poder generarse él mismo una jugada de peligro. Así, Martín Palermo no tiene chances. No sólo de poder hacer un gol. También de mantenerse en el equipo. El caso Román es una muestra de que a Falcioni no le tiembla el pulso con los históricos. ¿Jugará el Titán contra San Lorenzo? De seguir como titular y no meterla, ¿alguien puede asegurar su permanencia entre los 11 más allá de ese partido? La incógnita surge por su falta de gol pero mucho más porque tampoco está cerca. Son contadas las oportunidades que tuvo para meterla (dos asistencias de Riquelme ante Godoy Cruz, un rebote que le quedó en el área versus Racing, un cabezazo y la jugada del gol anulado contra All Boys) y eso dispara el debate: ¿este Boca de Falcioni juega para el 9? A simple vista, la respuesta es no. El equipo metió sólo dos goles en el Clausura (Erviti a Godoy Cruz y Mouche a Racing) y el jugador que más situaciones tuvo fue Mouche. En este equipo vertiginoso y vertical que planta JC, Palermo parece estar a contramano. O queda desconectado allá arriba o no llega al área cuando un compañero tira el centro buscándolo a él. Así, su tarea se ve limitada a pivotear o a tratar de embocar algún cabezazo gracias a una pelota parada. Además de ayudar a despejarla en la propia ante cada córner o tiro libre del rival.
Su deficiencia para generarse situaciones tampoco lo favorece. En otros tiempos, una jugada intrascendente se transformaba en un grito de gol debido a su oportunismo (y a su optimismo). Por ejemplo, ante Estudiantes, en el torneo pasado, le pegó de media vuelta, desde afuera del área, y la clavó junto a un palo. Hoy tampoco goza de esa suerte.
Sin Riquelme, vaya paradoja, Martín no tiene a nadie que lo entienda. Mouche termina muchas veces él mismo las jugadas por consejo del cuerpo técnico, que lo incita a definir o buscar más el arco. Al resto le falta ese pase-gol a lo Román. Clemente va al fondo pero no se le recuerda un buen centro desde el gol a Racing en el Apertura, convertido por Viatri de cabeza. Erviti aún no se vistió de asistidor (¿lo hará?). Colazo y Rivero hacen la banda y desbordan pero sus centros no encuentran la cabeza del 9. Así, sus chances se desvanecen...
Ejemplo de profesional (clave para cualquier futbolista de 37 años), Palermo ya se refirió a una eventual salida. Fue cuando le preguntaron por Román. “Son decisiones del técnico. Pasó en su momento con Guille, con el Pato... Me puede tocar a mí, a Battaglia.. Uno tiene que respetarlo”, explicó. El DT, en principio, piensa bancarlo, pero nadie garantiza que el Loco no siga los pasos del 10 si no convierte.
Su récord negativo fue en el Apertura 09, cuando estuvo ocho partidos sin meterla. Se desquitó con un doblete al Banfield campeón de Falcioni, el día de la coronación. Las chances parecen agotarse. Palermo no sólo busca un gol. Busca no perder el puesto.
Si hoy aparece sin líquido en la rodilla y se entrena toda la semana, quizá Román pueda estar el sábado, pero es difícil.
Ojo, el DT también duda por el esquema...
La estadística es elocuente: sin Riquelme, Boca ganó, empató y perdió en este campeonato. El análisis también es demoledor: en los tres partidos (Racing, All Boys, Vélez) al equipo le faltó la elaboración que exhibió en el estreno ante Godoy Cruz, con Román conduciendo los ataques.
La gran pregunta gran invade por estas horas a riquelmistas y anti riquelmistas. ¿Qué tiene que pasar para que vuelva el 10? En primera medida, debería evolucionar desde el aspecto clínico. Si bien el domingo se entrenó y realizó algunos trabajos de campo, hoy tendría que aparecer en el entrenamiento sin líquido en su rodilla izquierda y apto para practicar junto al resto. Luego, lo ideal sería que durante dos o tres días fortaleciera la zona afectada con mucho trabajo de gimnasio, además, claro, de los laburos generales a los que debería someterse. Falcioni pretende que trabaje una semana entera con el grupo y recién ahí largarlo a la cancha. En esta coyuntura, en principio se vislumbra muy complicado que regrese el sábado frente a San Lorenzo. Pero no hay que ser un entendido en la materia para afirmar que con Román nunca se sabe...
En sintonía con los problemas físicos de Riquelme, también asoma difícil la solución táctica para el entrenador. En sus anotaciones, no imagina a Erviti y Román juntos como titulares, al menos por ahora. El ingreso de Riquelme obligaría a algunos cambios posicionales y nominales.
El otro tema álgido, el de la relación entre el técnico y el 10, parece haber quedado más calmo. Firmada la tregua luego de la charla cara a cara que mantuvieron el viernes, el poco feeling entre ellos se mantiene pero ambos prometieron bajar los decibeles para no perjudicar al plantel. El domingo, luego de la derrota en Liniers, Falcioni dijo: “Queremos tenerlo bien para que pueda entrar al equipo”.
Así las cosas, la práctica de hoy será clave para determinar el futuro de Román en esta semana. Si completa cuatro entrenamientos positivos, quizá reaparezca. O quizá, no.
No hay cláusulas que le impidan a Rivero jugar contra San Lorenzo. La decisión es del entrenador.
No hay nada firmado”, confirman desde las partes. “No vamos a pedir que no juegue”, van más allá, desde la dirigencia de San Lorenzo. En limpio: el Burrito Rivero está en condiciones de actuar contra su ex club. No hay cláusulas que se lo impidan en su contrato ni pacto de caballeros, como ocurrió en el caso de Leandro Somoza. Así que ahora todo depende de Falcioni: si el técnico quiere, el Burrito juega. Y del otro lado, Matías Giménez, quien pasó a préstamo por Rivero, también tiene libertad para jugar.
El Burrito es, acaso, el refuerzo de mejor rendimiento de los que llegaron este año. Se adaptó rápidamente al equipo, no sintió el cambio de entorno al que hizo referencia Borghi en las últimas horas (pág. 11) y fue variante por afuera o como doble 5. El regreso de Somoza plantea la duda: ¿cómo formará Boca en el medio?. Una posibilidad es que mantenga al que jugó contra Vélez pero con Somoza por Battaglia (otra vez flojo). La otra, que JC vuelva, en una cancha grande como el Nuevo Gasómetro, al doble 5 raspador que puso con Racing y con All Boys (Battaglia más Somoza). Y en ese caso, habrá que ver quiénes son los externos. Candidatos: Chávez, Rivero (por derecha), Colazo y Erviti (por izquierda).
Viatri siente mucho dolor en la rodilla derecha. Por ahora es un esguince, pero le harán estudios.
El debate focalizado en Palermo, indefectiblementente, deriva en Lucas Viatri. Por estas horas, no se habla de sus bondades para calzarse la ansiada 9 de Boca, sino de esa maldita rodilla que lo tiene dolorido y preocupado.
Los que lo vieron irse del estadio de Vélez, ya en la madrugada del lunes y luego del antidoping, cuentan que su renguera y su semblante eran ilustrativos. El dolor aumentó y ayer el jugador se comunicó con los médicos del club para contarle la mala nueva. A la tarde estuvo en el predio de Ezeiza con la Selección local y también lo atendieron los especialistas de AFA. La conclusión es que la rodilla está muy inflamada y que hoy se le realizarán estudios para determinar el verdadero grado de la lesión. Pero los médicos lo revisaron y dicen que la rodilla se nota estable.
Viatri es el único futbolista del plantel que podría reemplazar a Palermo. Ya lo demostró en el Apertura 08, cuando se erigió como goleador del equipo (ocho tantos) y en los pocos minutos que suele disfrutar, como por caso, ante Vélez, cuando en una maniobra generó un remate fortísimo desde afuera del área. Una chance al menos tuvo...
Feliz día internacional de la mujer.
Sin Román, Boca inicia otra semana movida
El volante no recibió el alta médica por la sinovitis que sufre en su rodilla izquierda, con lo cual las chances de que juegue ante San Lorenzo son bajas; Viatri también está en duda; el presidente Ameal y el vice Beraldi dialogaron con Falcioni durante la práctica del equipo
- Las chances de Juan Román Riquelme de volver a jugar ante San Lorenzo parecen diluirse habida cuenta que sigue sin alta médica por una sinovitis de rodilla y hoy realizó trabajos en el gimnasio, mientras el resto del plantel hizo ejercicios de campo en Casa Amarilla.
La vuelta al trabajo en el predio Pedro Pompilio, luego de una nueva derrota, ante Vélez por 1-0 en Liniers, inició una semana cargada de incertidumbre y tal vez por ello se hicieron presentes el presidente Jorge Amor Ameal y el vice José Beraldi, quienes estuvieron hablando con Julio Falcioni mientras los jugadores hacían los ejercicios.
En una práctica de fútbol reducido, Falcioni enfrentó al quinteto D'Angelo, Somoza, Noir, Calvo y Monzón vs. Lucchetti, Mazzola, Ruíz, Sánchez Miño y Araujo.
En tanto, se aguardaban los resultados de los estudios médicos al delantero Lucas Viatri, que se lesionó ante Vélez con diagnóstico preliminar de esguince de rodilla.
lunes, 7 de marzo de 2011
En cuatro partidos, el Loco aún no la metió y se nota que este Boca, sin un asistidor especialista como Román, no juega para él.
¿Seguirá entre los 11?
Cuatro partidos y ningún gol. Martín Palermo, que vivió y se mantiene vigente gracias a su comprobada eficacia goleadora, aún no la metió en este Clausura. Y lo sufre él y Boca. Pero su mala racha invita al debate: ¿Cuánta responsabilidad tiene él y cuánta el sistema de juego que propone Falcioni? Muchos hinchas extrañan a Riquelme, pero nadie debe extrañarlo tanto dentro de la cancha como el 9.
Por su estilo, Palermo siempre dependió del equipo para convertir. Típico delantero de área, su intuición y su optimismo también lo ayudaron para hacer historia. Hoy, a los 37 años, con el inevitable paso del tiempo, esa dependencia se acentuó. Y este Boca no juega para él. Si bien hay un lateral que puede llegar al fondo y centrar (Clemente), dos volantes por afuera con desborde (Rivero y Colazo) y un punta que abre la cancha (Mouche), ninguno juega al mismo ritmo que el Titán. Entonces, su juego se reduce a pivotear, a tratar de ganar algún cabezazo en el área a través de una pelota parada y poco más... ¿Cuántas chances claras de gol tuvo Martín en estos cuatro partidos? Guillermo anda preocupado por salvar del descenso a Gimnasia y Palacio hace goles en el Genoa... Los compañeros de fórmula de antaño ya no están. Y en el plantel, el que más lo conoce y mejor lo entiende es Riquelme, usual asistidor del goleador. Si bien no hay onda afuera, dentro de la cancha se necesitan. Aunque el 9 depende mucho más del 10.
Con Román lesionado, hoy corre peligro la titularidad de Palermo. Si no la mete y Viatri, en un ratito, se autogenera dos situaciones de gol, queda la duda en cuanto a su permanencia entre los 11. El DT ya dio muestras de que no se casa con nadie. Riquelme salió. ¿Y Palermo?
El Bichi Borghi, ahora técnico de Chile, explicó el cambio que sufren los jugadores cuando pasan al Xeneize y aseguró:
“No creo que la camiseta pese, lo que cambia es el entorno”.
El nombre de Claudio Borghi todavía sigue presente en los hinchas de Boca. El antecesor de Falcioni, ahora técnico de Chile, dio su punto de vista sobre la situación: “Los jugadores que llegan a Boca tienen pánico escénico”, explicó sobre los refuerzos.
“No creo que la camiseta pese, lo que cambia es el entorno, pero el jugador sufre un cambio importante y falta un periodo de adaptación para ver cómo les va”, tiró el Bichi, que además agregó: “Boca no está teniendo los resultados que debería por el esfuerzo económico que hace”.
Por último, tiró que “dirigir a Boca fue como hacer un Máster” y lamentó la salida de Bielsa de la selección de Chile: “Estoy muy contento y orgulloso. Es una experiencia muy nueva para mí. Estoy sorprendido por la salida de Bielsa, ya que hizo un muy buen trabajo. Su estilo es parecido al mío”.
Mouche reconoció: “Soy responsable por lo que perdí”.
Falcioni elige ver la mitad del vaso lleno. Dice que se preocuparía “si Boca no tuviera opciones” y que “en todos los partidos generamos mas que el adversario, pero no hemos sido certeros”.
Si lo deseara y, su espíritu crítico seguramente lo permitirá una vez que la bronca de la derrota se transforme en sesudo análisis, podría el técnico de Boca observar que su equipo no levanta. Que la mayoría de las jugadas peligrosas a las que hace mención no se generaron a través de un juego elaborado y que Boca inquieta, pero no lastima. Reconoce, sí, que “se perdieron puntos importantes”, pero ni siquiera toma aire para aclarar que “esto recién comienza, van cuatro fechas”. La caída de anoche el entrenador la analizó según su particular visión: “En una cancha difícil como la de Vélez, ante un equipo importante, fue bueno que en los primeros 45 minutos no haya tenido opciones de gol más allá del córner y que en el segundo haya tenido una sola. Estuvimos bien en el bloqueo y nos faltó definir las nuestras”. El que se hizo cargo de los errores en el último tiro fue Mouche, quien desperdició un mano a mano solo frente a Barovero: “Me hago responsable en el sentido que perdí esa chance”.
Para el entrenador, el ganador no mereció elogios: “Vélez tuvo el cabezazo del gol y la jugada de Ramírez, nada más. El partido no fue bueno. Se nos fue por una pérdida de marca”. Y aprovechó para asegurar: “Tendríamos que tener más puntos porque fuimos más protagonistas que los adversarios”.
También habló acerca del otro gran tema de la noche, la ausencia de Riquelme. Contó que “está en el departamento médico” y afirmó: “Queremos tenerlo bien para que pueda entrar”. Y en el final, cerró con una sentencia que lo pinta de cuerpo entero: “Vélez hizo el gol, ganó y punto. Nosotros tuvimos y no pudimos concretar. Cuando te ganan no se puede discutir”.
Boca un mar de dudas y desorientación
Si Boca vino con interrogantes, cuántos más se habrá llevado con la derrota y, sobre todo, con una tarea bastante consecuente con el rodaje que hasta aquí tuvo en el Clausura. Si Vélez llegó con inquietudes, qué única certeza le habrá quedado más que la cosecha en sí misma. Única y valorable, por supuesto. El desarrollo entregó una óptica que no admitió distorsiones pese al resultado: Vélez no jugó mejor que Boca. Aprovechó la oportunidad, el resquicio, y se aseguró todo. Acaso, el mejor resultado será ése: un impulso en cuerpo y mente, algo que los xeneizes desean, casi imploran, y lo peor, no vislumbran.
Vélez y Boca exhibieron sus machucones. Aún con la piel sensible por un comienzo de año sin las victorias ni la estabilidad deseadas. Suena raro, sobre todo del lado de Liniers, pero se sintió incómodo en poco tiempo, apenas con un par de triunfos que se le negaron en el Clausura y con la sorprendente derrota por la Copa Libertadores ante Universidad Católica, en la que vencía por 3-1 y, al final, cayó por 4-3. Lo de los xeneizes, eso de los malestares internos, agravados por las continuas erupciones alrededor de Riquelme y sus relaciones con el resto del plantel y con los respectivos cuerpos técnicos, se volvió algo habitual en los últimos tiempos. Tanto que una situación arrastra a la otra en cuanto se buscan razones futbolísticas.
Se vio: Vélez y Boca se rodearon de preguntas antes de un mano a mano que olía a relanzamiento. El paso siguiente será saber si consiguieron desentrañarlas... ¿Qué harán? ¿Qué hacen? En definitiva, ¿qué hicieron?
Se movieron con dudas . El ánimo alicaído se notó en varios momentos, sobre todo en los primeros. Tuvieron mucho de estudio y poco de osadía. Vélez y Boca mostraron las mismas inseguridades. Mandó la cautela y los pases medidos, sin grandes riesgos para no desguarnecerse ni desmoronarse. Los locales aparecieron con un circuito ofensivo algo más aceitado, potenciado por la vuelta de Silva -aunque bastante bien controlado-, por la sociedad entre Moralez y Ramírez, que en la segunda parte desperdició una buena oportunidad ante García; ellos, más el despliegue de Bella, interpretaron el juego con una pizca mayor de ambición, aunque vale insistirlo: sólo de a ratos. A ellos hubo que sumarles las proyecciones de Cubero y, sobre todo, de Papa, por los laterales.
Erviti sigue en carreteo . Fue otro partido en el que desaprovechó la oportunidad del despegue. Ocupó la misma posición que en sus mejores tiempos en Banfield, como doble N° 5, al lado de Battaglia, aunque no gravitó en la parte ofensiva. Se lo vio ausente, como sin compromiso en la elaboración del juego. Sí se involucró en el aspecto defensivo y solidario, pero Boca precisa más de él. Mucho más. Y, sobre todo, con el tema de fondo: la ausencia de Riquelme...
Boca, en cierto aspecto, quedó otra vez en deuda. Como también sucedió ante Racing (1-0) y All Boys (0-0). Con jugadores interesantes desde el plano individual, como Rivero, Colazo, Mouche, Palermo y el mismo Erviti, no supo encenderse de manera definitiva en busca del objetivo. Atacó sin sorpresa y sin una actitud protagónica importante. Le faltó peso específico.
Es cierto que su empuje creció con el transcurrir de los minutos. No le quedó otra alternativa. Mouche falló dos veces: en un mano a mano y en un taco que salió desviado por poco.
La diferencia . Tanto les costó que Vélez apenas pudo imponerse en un córner. Doble mérito, si se quiere, convertirle a un equipo dirigido por Falcioni con el método por el cual supo hacerse fuerte el entrenador. Fue un centro de Ramírez. Fue una fisura en la marca de Boca. Fue un cabezazo certero de Ortiz. Fue un desahogo puro. Después de eso, Vélez no le causó mayores problemas a su adversario. A la mencionada situación de Ramírez habrá que agregarle una media chilena de Silva que salió desviada por poco.
Llegaron entre signos de interrogación. Sin grandes respuestas, la única certeza se la quedó Vélez: la dulce victoria. Un espaldarazo anímico en medio del griterío del Fortín. La única.
domingo, 6 de marzo de 2011
Se aprovecharon de la confusión de Boca
Vélez Sarsfield acentuó esta noche la opaca realidad de Boca Juniors, al vencerlo por 1 a 0 en partido por la cuarta fecha del torneo Clausura de fútbol.
El único gol del partido, desarrollado en el estadio José Amalfitani y con arbitraje de Néstor Pitana, fue obra del defensor Fernando Ortiz a los 39m del primer tiempo.
Lejos de las promesas de buen juego, si es que alcanzaban nombres propios e historia para anunciar promesas, Vélez y Boca protagonizaron un primer tiempo chato, aburrido, casi sin situaciones de riesgo frente a los arcos de Barovero y García.
Los de Ricardo Gareca se mostraron tibios, como arrastrando la inseguridad de estos últimos tiempos, explicitada en el pasado partido de Copa Libertadores ante Universidad Católica de Chile, que ganaba por 3 a 1 y terminó perdiendo por 4 a 3.
Pero menos generó Boca. Si ante All Boys la excusa había sido la polémica por la ausencia de Riquelme; esta vez, en la que el "10" quedó afuera por el motivo concreto de su lesión en la rodilla, no fue escenario propicio para la liberación de sus jugadores, sacarles esa impresión de sentirse especialmente observados.
Nada de Erviti, nada de Colazo, poquito de Rivero, la ansiedad de Palermo bajando al medio para intentar una mayor cercanía con la pelota, un tiro de Mouche que tapó Barovero. Sólo eso.
En ese marco, y cuando la etapa se extinguía en un inevitable 0 a 0, apareció Ortiz, justamente un ex Boca (y con pasado en común con Falcioni en Banfield): el defensor cabeceó un centro de Zapata y abrió el marcador en favor de Vélez.
La soledad en la que saltó Ortiz, responsabilidad de García y los defensores de Boca, vino a resolver la carencia saliente de Vélez, que había manejado pelota y campo pero sin profundidad.
El segundo tiempo fue más flojo, y claro que lo preocupante resultó lo de Boca. Porque Vélez, con la ventaja en el marcador, se dedicó a cerrarse con prolijidad en el medio y en el fondo y buscar alguna contra: la tuvo el "Mago" David Ramírez, en una de las mejores jugadas colectivas del partido, pero tapó García.
Boca nada. O sí: un mano a mano clarísimo que Mouche definió a tono con la noche de su equipo. Allí se fue la tenue esperanza de empate para los de Julio Falcioni, que, tal vez, ahora mire a Riquelme con algo más de cariño.
Boca no tiene juego en el medio.Y se comió un gol de los acostumbrados.
Vélez y Boca jugarán un partido clave hoy, desde las 21.15, en Liniers,En un partido con interrogantes, la expectativa está garantizada.
Veamos
1.- Otro examen de Boca sin Román. A los xeneizes les fue bien en el verano sin el N° 10 y también contra Racing, en Avellaneda, pero cayó ante Godoy Cruz en el único partido que jugó el N° 10. Falcioni vuelve al 4-4-2, sabiendo que su equipo no sólo deberá ganar sino también convencer a sus hinchas.
2.- El estado anímico de Vélez. Siempre fue protagonista, pero ahora no tuvo un buen arranque en el Clausura, donde no ganó: perdió ante All Boys y empató frente a Independiente y Argentinos. Sufre por las lesiones y hoy será una prueba de fuego para su ánimo tras la derrota 4-3 luego de estar 3-1.
3.- El rol y el nivel de Erviti. Fue el pase más caro y conversado del verano. Fue titular e hizo un gol en la 1a fecha; estuvo suspendido en la 2a y fue suplente en la 3a. Hoy jugará en la posición donde más rindió en Banfield.
4.- Los goleadores de Liniers. Afuera Franco, lesionado Silva (hoy jugaría), la presión cayó sobre el juvenil Giusti, que mostró voluntad pero le costó convertir. El gol lo aportó David Ramírez.
5.- El juego de equipo. Ambos están lejos del nivel esperado. Vélez se muestra vulnerable, irregular, con grietas defensivas que antes no mostraba. A Boca le falta peso ofensivo.
David Ramírez dijo en declaraciones a "Dos de Punta", por radio Concepto: "Que Riquelme no esté es un beneficio para Vélez y para cualquier equipo, aunque en lo personal me hubiera gustado enfrentarlo, verlo. Perder sería un golpe duro para nosotros".
El DT abandona su clásico dibujo para apostar por una idea en teoría más ofensiva: 4-1-3-2.
Que el cinco deba meter su “espalda” entre los dos centrales no una idea innovadora. Menos aún si se trata de un esquema dibujado por Falcioni. Pero en su búsqueda de equilibrio entre una defensa impenetrable (no recibió goles en los últimos dos partidos) y un ataque con muchos intérpretes, el técnico intentará con algo muy parecido a su 4-4-2 favorito: un 4-1-3-2, según él mismo lo definió el viernes. ¿Hay diferencia? Aunque los pingos se verán en el Amalfitani, da la sensación de que hay una razón para el cambio. Y se llama Walter Erviti.
El viernes, el volante avisó que él con los años se convirtió en un “jugador de recuperación y distribución”. Sin embargo, Falcioni hoy lo quiere más para lo segundo. Aunque en teoría sea un doble cinco adelantado, lo quiere más comprometido con la creación, para abastecer a los dos puntas y ser el dueño de la pelota. Y para eso le buscó dos socios por las bandas: Rivero y Colazo, ambos con el poder de meter una diagonal en ataque como una para cerrar espacios.
Así, entonces, si bien el movimiento a la hora de retroceder es el mismo, con dos líneas de cuatro compactas, la diferencia se verá a la hora de atacar. Sobre todo si se lo compara con la formación de los últimos dos partidos, en los que el doble cinco estuvo conformado por Battaglia y Somoza (que no jugará por un acuerdo de palabra entre ambos clubes). Con esta nueva idea, que se adapta a los nombres y no al revés, habrá tres volantes ofensivos, pero que aportan a la doble función. Además, el equipo contará con el aporte de Cellay en defensa, que por características no se proyecta tanto, y así, Clemente será la única salida limpia por el lateral. Un equipo que busca equilibrio pero sin dejar de lado el desequilibrio...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)