martes, 8 de marzo de 2011

Riquelme trabajó en el gimnasio y todavía no recibió el visto bueno de los médicos para volver con el grupo.


Boca lo extraña y no llegaría al duelo con el Ciclón, al igual que Viatri, que sufre un esguince de rodilla. La buena: vuelven Somoza y Monzón.

En baja está el mundo Boca: apenas cuatro puntos de 12 posibles lo sitúan en el 15° puesto de la tabla, a cinco puntos de los líderes. Duro presente. Y no hay visos de altas, ni siquiera para Juan Román Riquelme, que espera el OK de los médicos para volver a entrenar con el resto del grupo. El 10 trabajó en el gimnasio y no llegaría al partido del domingo ante San Lorenzo. Otra mala: Viatri, con esguince de rodilla, está casi out del duelo en el Nuevo Gasómetro.

La esperanza pasaba por ver cómo estaría la rodilla izquierda después del fin de semana. Lo que vieron los médicos no fue lo mejor y por eso Román no salió con el resto del plantel a la cancha de Casa Amarilla. El enganche trabajó en el gimnasio y todo hace suponer que se perderá un partido más en el Clausura. Justo cuando Boca más lo extraña y él espera el alta, seguramente no podrá ir a enfrentar a San Lorenzo. Sólo jugó un partido en el torneo, vs. Godoy Cruz.

No es la única pálida en esta nebulosa que vive Falcioni y su Boca. Viatri también está casi descartado por un esguince en la rodilla derecha, por el cual le harán estudios, pero los ligamentos no estarían afectados. Lucas, que podía pelearle el puesto al histórico Palermo, hizo kinesiología con su amigo Riquelme, ambos con -las malditas- rodillas en tratamiento. La única buena para Falcioni sería el regreso de Monzón y Somoza, ambos podrían ser titulares.

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