sábado, 26 de febrero de 2011
Como uno más, Riquelme practicó junto a Rivero y soportó un trabajo físico más duro de lo habitual, programado por el cuerpo técnico.
Por la noche irá a ver el partido a la Bombonera. ¿La Barra impedirá banderas a favor del Diez?
“Preferimos que trabaje, que siga trabajando y... que trabaje y que tenga el descanso del fin de semana que van a tener todos”, fueron los motivos que dio Falcioni para justificar la decisión de dejar a Riquelme afuera de los concentrados. Y Román tuvo que trabajar…
Por la mañana, se entrenó en la Cancha 1 de Casa Amarilla, junto con Rivero, que no puede jugar por estar suspendido. El profe Otero exigió a Riquelme durante dos horas, en lo que fue un trabajo físico más fuerte de lo habitual. El enganche se la bancó, lo cual muestra que su salida no fue por cuestiones físicas, pero igual la exigencia se notó en su cara.
Por la noche, Riquelme estará presente en la Bombonera para ver a sus compañeros contra All Boys. ¿Cuál será la reacción de los hinchas? Teniendo en cuenta los antecedentes de Riquelme con la Barra, ¿será verdad que no dejaran colgar banderas en su favor?
Si no gana, se le va a complicar con la gente...
En una noche de Cabildo abierto, Riquelme mirará el partido desde el palco por decisión de Falcioni. El DT se juega una brava ante All Boys por su 4-4-2 y se expone a la tribuna. ¿Habrá veredicto?
El que no quiere ir esta noche a la cancha de Boca no es amante del fútbol como bendición de la mayoría. ¿Que no juega Riquelme? ¿Y? Es apenas un reduccionismo de una historia apasionante. Hoy casi 40.000 tipos serán testigos/protagonistas de una de las mayores expresiones populares que se hayan observado en un estadio argentino. El Templo de Román, hoy ante All Boys, presenciará un sacrilegio de aquéllos: Riquelme, el emblema, el ídolo, el diferente, el rebelde, el polémico, el cuestionado, mirará el partido sentadito en su palco por exclusiva determinación de Falcioni, el técnico, el valiente, el arriesgado, el convencido, el único...
Este sábado 26 de febrero de 2011 tiene pinta de convertirse en hito: hay olor a que no se podrá frenar la manifestación de un pueblo por uno de sus líderes históricos. Para bien o para mal, hoy se marcará el termómetro. La ponderada enjundia de Pelusa se pondrá en juego en un escenario imponente.
En los foros de Internet, en los comentarios previos de pasillo, en el café, en la esquina... Prácticamente en cada rincón en el que habita un futbolero se pronostica cuál será el comportamiento de la Bombonera. Hay riesgo, y es consciente Falcioni, de que se convierta en una bomba de tiempo. Se esperan banderas, cánticos y un impresionante despligue de amor por el ídolo que no juega. En la semana ya hubo un banderazo en el Obelisco y en algunos blogs las opiniones arden, aunque también hay de las otras. En varias encuestas que circulan por la web, se nota un nutrido apoyo al DT. Además, se sabe que La 12 no le otorga la venia al 10. De hecho, el año pasado ya se había generado un enfrentamiento público cuando Román sugirió que lo habían apretado tras no festejar un gol con Palermo, el día que Martín se convirtió en el máximo goleador histórico del club: “No me salió festejar atrás de ese arco”, había declarado JR aquella vez.
Al fin y al cabo se tratará de una de esas noches en las que lo que pasará afuera tendrá tanta importancia como lo que pasará adentro. En el análisis de Falcioni, sin embargo, el resultado del partido será clave. Según su lógica, “si ganamos van a decir que estuve bien” y “si perdemos van a decir que soy un burro”. Así, y considerando que la salida de Riquelme fue por “funcionamiento”, igualmente se vislumbra que su regreso se puede dar independiemente del score. Y aquí entran en acción los condicionales... ¿Si Boca triunfa, seguirá el técnico enamorado de su 4-4-2 o le abrirá un hueco a Román para calmar los ánimos internos y no exponerse a otra semana agitada? ¿Si la tribuna exige de modo imperativo el retorno del 10, se bancará el entrenador enfrentarse tan rápido a su gente? ¿Si el equipo pierde, se supone obvia la vuelta del enganche? Como Román todo lo puede y todo lo divide, desde su juego hasta su personalidad, su ausencia se ha convertido en carne de debate entre los que lo acusan de todos los males y los que lo defienden por lo que sea y cómo sea en acaloradas discusiones. Para algunos siempre juega bien. Para otros siempre juega mal. Así es Riquelme. Tal vez en la noticia deportiva más resonante de los últimos tiempos, Falcioni ha decidido borrar al hombre que vapuleó el ego de Maradona en la mismísima Bombonera. ¿Se transformará en la Bombanera?
Somoza, único refuerzo de asistencia perfecta, también pide mejorar el nivel que se vio en Avellaneda.
Y avisa: “Quiero ser el de Vélez”.
De los tres refuerzos que llegaron con Falcioni, Leandro Somoza es el único que, con el partido de esta noche, tendrá asistencia perfecta en este Clausura. Con Erviti en el banco y Rivero out por la roja ante Racing, el ex Vélez empieza a acomodarse en este Boca como una pieza clave dentro de la columna vertebral que imagina el DT. El affaire Riquelme confirmó que no hay intocables. Por eso, el volante, que hoy jugará de doble cinco con Battaglia, espera seguir levantando su nivel. “Quiero ser el Somoza de Vélez”, avisa.
-¿Ya te sentís más adaptado al club? -De a poco uno va adaptándose. Es cuestión de tiempo. Quizá, la experiencia que uno tiene en su carrera sirve para tomárselo con mayor calma.
-¿Cuánta fuerza hiciste para venir a Boca? -La normal que puede hacer un jugador. Más allá de mi intención, el pase era de Villarreal y la negociación no dependía tanto de mí sino del Villarreal, de Boca y también de Vélez.
-¿Sentías que era la última chance de jugar en un grande? -No sé. Por situaciones anteriores que me tocaron pasar, yo vivía el día a día. Mientras se negociaba mi pase, yo hacía la pretemporada con Vélez y pensaba en jugar la Libertadores. Trataba de no poner la cabeza en otra cosa porque no tenía la seguridad de lo que iba a pasar. Hoy estoy acá, contento por haber dado un paso importante en mi carrera, y tratando de disfrutarlo.
-Con el único que habías jugado antes fue con Román en Villarreal. Al que más conocés es con el que menos jugaste desde que llegaste a Boca.
-Sí, es cierto. Con Román tengo una buena relación del tiempo que compartimos en España. La verdad es que Boca tiene un gran plantel y jugar con esta clase de jugadores es bueno.
-Y encima si hay algo que le sobra al doble cinco formado por vos y Battaglia es marca.
-Sí, je... Somos dos 5 para recuperar y dársela a los que están delante nuestro. Con Seba nos conocemos desde hace cuatro, cinco años, por medio de nuestro representante. Hasta hemos pasado vacaciones juntos con nuestras familias. Teníamos una relación personal pero no futbolística. Recién ahora nos estamos empezando a conocer dentro de la cancha.
-¿Te sentís más cómodo con este sistema 4-4-2 ó con el 4-3-1-2? -Me siento cómodo con los dos esquemas. Si jugamos con tres volantes y un enganche, por ahí tengo más responsabilidades defensivas. Con un doble cinco quizá podés desprenderte un poco más porque tenés la espalda cubierta.
-Con el plantel que hay, ¿están obligados a pelear el campeonato? -Estamos obligados a mejorar, a seguir creciendo. Es lógico que Boca siempre sea candidato, pero uno tiene que ir partido tras partido.
-¿Qué balance hacés, hasta ahora, en lo personal? -Recién empiezo... Me gustaría ser el de Vélez. Uno ahí hizo las cosas bien. Pero nunca me conformo. Pienso en mejorar.
-Repiten el esquema del sábado pasado, ¿qué cosas hay que mejorar con respecto a ese partido? -Tenemos que mejorar. No nos tenemos que conformar con lo de Racing. Si nos quedamos con eso o con los nombres que tenemos en el plantel, la cosa no va a ir bien.
viernes, 25 de febrero de 2011
Juan Carlos Crespi, vicepresidente de Boca, fue la primera voz oficial del club que se escuchó sobre el caso Riquelme:
"Boca es más que Ameal, yo o el mismo Riquelme", explicó.
Faltaba una voz oficial, después de escuchar a Román Riquelme y Julio Falcioni, y esa voz oficial fue la de Juan Carlos Crespi: El vicepresidente de Boca, que estuvo en los entrenamientos calientes de estos días, aseguró en Radio Cooperativa, lo que significa este áspero clima para el club: “Boca es superior a todo. Es superior a mi, a Ameal y hasta el mismo Riquelme”.
Además, respecto al tema Riquelme, situó su postura a favor del diez y remarcó: “No seamos ilusos. ¿Cuánto duraría Riquelme en el banco? Tres minutos. Los que estamos en el club queremos que Román esté en la cancha jugando, porque él es el diferente, el mejor. Tenemos que entenderlo, viene de una lesión, hay que ir despacio. Por eso no le busquemos el pelo a la leche. Se buscan problemas donde no hay. A Ortega lo echaron de River, nosotros a Riquelme no lo vamos a echar de Boca”. Duro, muy duro.
Riquelme y Falcioni se reencontraron en la práctica.
Porque el técnico anduvo por un arco con los titulares: trabajo táctico y mucha pelota parada. Y en el otro, Riquelme y compañía: picado informal, toque corto y fútbol tenis para distender. Cada cual atiende su juego.
Sin hacer más polémica, sin declaraciones, cada uno hizo lo que mejor sabe hacer. En la práctica de hoy, Falcioni estuvo encima de los titulares, trabajando la pelota parada, poniendo mucho énfasis en aspectos tácticos. Del otro lado, Riquelme tocó y se divirtió con Erviti, Rivero y un mix de suplentes y Juveniles. Cada uno por su lado...
El DT paró a su once en un arco para practicar centros, a cargo de Mouche y Chávez, y probar distintas variantes con la pelota parada. Falcioni también se hizo un tiempo para hablar con el dirigente Crespi. Del otro lado, más distendido, Riquelme formó parte de un picado informal y terminó la práctica con un 3 vs 3 en el fútbol tenis. Si bien Román estuvo en el foco de todos, la práctica también dejó la certeza de que Erviti será suplente el sábado contra All Boys en la Bombonera.
Una práctica distinta en la mañana xeneize, en medio de una situación singular. Hoy, el entrenamiento en Casa Amarilla mostró a Falcioni y Riquelme separados. ¿Quién quedará mejor parado después del sábado?
Erviti fue arrastrado por el efecto cascada: la decisión parece menos futbolística que política.
JC saca al 10 pero también a "su" jugador...
La caída de Riquelme tuvo un inesperado efecto cascada: Walter Erviti tampoco estará entre los titulares. A pesar de haber cumplido con la suspensión que arrastraba desde el torneo pasado (postergada por el 225 que el DT pidió en la primera fecha), el volante no estará entre los 11, aunque para él sí habrá un lugar en el banco de suplentes.
El argumento de Julio Falcioni es, en primera instancia, inapelable: banca al equipo que más lo conformó y al que mejor le respondió. Sin embargo, parece un castigo exagerado para Erviti, que apenas jugó un partido y no completo.
Es cierto: fue en el debut, aquel 1-4 frente a Godoy Cruz madre de todas las crisis de estos días. Pero el volante metió el único gol del equipo y recibió un cálido aplauso del entrenador cuando dejó el campo, un rato antes del final.
JCF probó esta semana una formación clásica suya, un 4-4-2 en el que Walter era el mediocampista por izquierda y (con razón) no quedó conforme. Ayer paró en ese puesto a Colazo, quien se destacó en el verano y cumplió contra Racing. Ahora bien: ¿ése es el puesto por el que compite Erviti? La realidad es que Falcioni, en Banfield, lo hizo jugar de doble 5 y destiló puro jugo de fútbol de sus pies. Sus competidores serían, entonces, Somoza y Battaglia. El primero es, para Falcioni, parte de la columna vertebral. A Seba, en cambio, está tratando de acomodarlo sin demasiado éxito sobre su rendimiento. ¿Pero era el día para cargarse a otro histórico? La ausencia de Erviti parece más política que futbolística: saca tanto a Román como a su jugador fetiche. Y es, también, una manera de cuidarlo: todos los ojos iban a estar puestos en él.
jueves, 24 de febrero de 2011
Juan Román Riquelme le contestó a Falcioni y tiró más nafta al fuego: “No sé qué puede pasar de acá a seis meses.
Amo esta camiseta y me quiero retirar acá”, agregó Román.
Falcioni fue directo al grano y no buscó excusas para la borratina. No le gusta el nivel de Riquelme y por eso no lo pone. Dicho así, parece sencillo, pero todos sabemos lo significa dejar afuera a uno de los referentes del plantel y de la gente y se sabía que las cosas no quedarían ahí.
Y la respuesta de Román no se hizo esperar porque habó en Radio 10 y se quejó de la decisión de Falcioni. “No me gusta nada no jugar el sábado, es algo lógico que le pasaría a cualquier jugador. Pero yo soy un profesional. El entrenador decidió que no me concentre y listo”, disparó Riquelme.
Román reiteró que se encuentra al ciento por ciento de sus posibilidades físicas y puso puntos suspensivos a su futuro. “La verdad es que no sé qué puede pasar de acá a seis meses, pero yo amo esta camiseta y me quiero retirar en Boca”, dijo el Diez.
Julio Falcioni dio la cara tras la decisión técnica de dejar afuera a Riquelme y se la bancó en la ronda de prensa:
"Pongo el equipo que mejor me respondió en este tiempo. Es lo mejor que podemos parar", explicó el entrenador.
A cara de perro, Julio César Falcioni se plantó en la conferencia de prensa después de haber tomado la decisión de excluir a Riquelme de los concentrados, y no esquivó ninguna de las preguntas sobre la ausencia del enganche: “No estamos peleados ni tuve ninguna discusión. Tengo que tomar decisiones”, se sinceró el DT.
Dejando en claro que no hubo ningún conflicto con Román, JC explicó que “éste es el equipo que mejor respondió”. Y tiró: “Hoy es lo mejor que podemos parar en la cancha”, demostrando su disconformidad tras el debut con derrota por 4-1 frente a Godoy Cruz.
“No hablé con Riquelme ni tampoco con Erviti. Me toca tomar decisiones buscando el mejor funcionamiento”, dijo sobre la decisión de poner al ex Banfield entre los suplentes, argumentando que busca “el mejor rendimiento”.
Y ahora?...Julio Falcioni dividió al plantel en titulares y suplentes y a Román lo mandó a un tercer grupo
Con un suspendido (Rivero) y dos juveniles (Sauro y Ruiz) para que se ponga bien en lo físico. Beraldi y Crespi estuvieron reunidos con Riquelme y Falcioni por separado. El Diez no va ni al banco y Erviti será suplente.
Comenzó un nuevo día de entrenamiento en Casa Amarilla y el plantel inició con los trabajos que propuso Gustavo Otero. Aún así, hubo alguien que tardó unos minutos en juntarse con sus compañeros. Ese fue Riquelme. Es que mientras que todos empezaban a trotar, Román estuvo reunido con Beraldi y Crespi. A los cinco minutos el 10 salió del vestuario y el que ingresó fue Falcioni. Todo puertas adentro.
Una vez que el técnico volvió y acomodó a los dos equipos para llevar a cabo el ensayo futbolístico, se vino la sorpresa. ¿O desenlace de la novela de los últimos días? El tema es que Riquelme volvió a quedarse afuera del equipo titular. ¿Jugó para los suplentes otra vez? Tampoco, sino que se entrenó con un tercer grupo, junto al suspendido Diego Rivero y los juveniles Gastón Sauro y Enzo Ruiz. Aún así hay un detalle no menor: en esta oportunidad Román no se entrenó diferenciado por alguna molestia. La decisión de Falcioni es que el enganche se ponga bien físicamente. Y por eso ni apareció en la lista de concentrados que el técnico entregó cerca del mediodía.
Por otro lado, el equipo titular también presentó modificaciones. Erviti jugó para los suplentes y le cedió su lugar a Colazo. De esta manera el team formó con: García; Calvo, Caruzzo, Insaurralde, Clemente; Chávez, Somoza, Battaglia, Colazo; Mouche y Palermo. La práctica terminó con un 2 a 0 para el equipo de pechera azul con goles Chávez y Palermo.
Vuelve el 4-4-2, nomás. Un equipo muy parecido al que le ganó a Racing y al que tantas satisfacciones le dio al técnico en el verano. ¿Y Riquelme?
A diferencia de lo que sucedió con otros entrenadores, Riquelme nunca elogió al actual DT, que no le brindó trato de ídolo y crack.
-¿Te gusta Falcioni?
-A mí me gustan las mujeres...
Julio César aún no había asomado su cara por La Boca cuando Juan Román Riquelme prefirió responder con una humorada una pregunta sobre qué opinaba del entonces DT de Banfield. Esta no es la historia de un romance que se rompió sino de uno que nunca existió. Hoy, la relación entre el técnico y el jugador está fría, nula. La realidad es que nunca hubo feeling entre ellos. Y será difícil que lo haya.
Faltaban pocos días para el superclásico del pasado Apertura. Cappa empezaba a ser historia en River y Román, en una conferencia de prensa previa, no dudó en alabar y elogiar al mismo Cappa con el que Falcioni se había trenzado poco tiempo antes, en un duelo mediático sobre lo que es jugar bien o no. El problema entre el 10 y el DT está en el ADN futbolístico de cada uno. Ideológicamente, ambos levantan banderas distintas. JC casi nunca jugó con enganche desde que es técnico. Román siempre combatió el juego especulativo. “Nadie discute una semana entera si cuatro jugadores que corren y se tiran a marcar de cabeza pueden jugar juntos, pero sí hablan si dos o tres habilidosos lo pueden hacer”, es la queja que ha repetido el 10 en las últimas semanas. Una crítica para la prensa, pero también para el 4-4-2 que tanto pregona el entrenador.
Las diferencias, entonces, existían incluso antes de que arrancara el proceso. Y se acentuaron con el tiempo. Ya en la pretemporada hubo algunos cortocircuitos. Quizá para diferenciarse de sus antecesores, Falcioni llegó con la premisa de que en el plantel “todos son iguales”. Con Román nunca hubo un trato más contemplativo ni mucho menos. Incluso, en el círculo del jugador, culpan al DT de los problemas físicos que tuvo durante el verano. “En lugar de hacerlo trabajar diferenciado por cómo venía con la rodilla, lo mató como al resto y eso postergó su regreso”, fue la queja. Y hasta comentan que nunca hubo un diálogo fluido porque el entrenador siempre eligió un tercero para comunicarle sus decisiones en cuanto a los entrenamientos: el Profe Otero o el doctor Veiga.
La realidad es que esa frialdad caracterizó la relación y se trasladó a las declaraciones públicas. “Se puede jugar más lindo que en el verano”, tiró Román, minimizando un poco lo hecho en los amistosos. Eso fue como una puñalada para Falcioni, quien “sin querer contestarle”, igual le contestó: “Para mí, en el verano Boca jugó lindo”. Un contrapunto público. Sin discutir, un tema futbolístico que los distancia.
Más diplomático, el DT no dudó en definir a Riquelme como “el emblema de Boca”. Román, en cambio, nunca fue políticamente correcto y con Falcioni no es la excepción. “¿Me elogió? A lo mejor lo hizo para quedar bien, ja...”, llegó a declarar el enganche en la pretemporada de Tandil.
Lo que molestó bastante en el seno del cuerpo técnico fue que el 10 haya salido a decir que estaba para enfrentar All Boys. Falcioni interpretó esa declaración como una amenaza a su autoridad. Por ese motivo, en la práctica del martes, le ordenó al Profe Otero que realizara un ejercicio físico específico y exigente con Román. De hecho, desde que comenzó la semana, la idea del DT era que el 10 no jugara el sábado porque venía de varios días de tareas regenerativas por el esguince sufrido en el debut. “Entre ellos está todo podrido”, reconoció un dirigente.
Hoy casi no se hablan. Sólo lo necesario. Lo que sucedió ayer en la práctica es una prueba de que esa lucha de poder ya se trasladó a la cancha. No hay Romance. Nunca lo hubo.
miércoles, 23 de febrero de 2011
Mientras más de 200 hinchas bancaron a Riquelme en la 9 de Julio, aún no se sabe qué hará Falcioni con el 10.
Este miércoles primero fue suplente y después titular. Habrá que ver si este jueves lo prueba de titular y qué hará el sábado, vs. All Boys.
Fue un día agitado. Son horas agitadas en Boca. Más allá de que la práctica fue por la mañana, la historia siguió después. De un lado y del otro. Del lado del jugador y del lado del DT. Y también los hinchas siguieron jugando, opinando en Olé. Y hasta en el Obelisco, ya que hubo más de 200 que fueron a bancar a Riquelme ahí, a la 9 de Julio, haciendo bandera por el 10.
El tema es que Falcioni, medida histórica, hizo que Riquelme jugara para los suplentes en la práctica de la mañana. Así, sin anestesia, sin explicarle nada. El 10 agarró la pechera y no tuvo otra que jugar. Y lo hizo como si se tratara de una final. Y fue figura y después pasó para los titulares, claro.
El tema es que hay mar de fondo. Porque Riquelme, consciente de que Falcioni duda en ponerlo, de que al DT le gusta más el 4-4-2, desde el lunes salió a copar la parada diciendo que ya estaba recuperado de su esguince de tobillo, que estaba "al 100%". Y nunca, ante las preguntas, comentó que estaría dispuesto a ir al banco, siempre fue evasivo. También hay mar de fondo porque a Falcioni no lo convence la idea de meter al 10 y además no le gustó para nada que le saliera a meter presión por los medios.
Está claro que con Román, habrá 4-3-1-2. Y que sin él, será el 4-4-2, el sistema preferido de Falcioni. Habrá práctica otra vez este jueves en la previa de All Boys, que va el sábado. Ya lo puso de suplente el miércoles, el tema es ver si Falcioni, definitivamente, se anima a colgar del Obelisco a Riquelme. ¿O mandarlo al banco no sería eso?
Falcioni lo puso a Riquelme en el equipo suplente, y Román le respondió marcando el primer gol del 2-0 a los titulares (Araujo clavó el segundo).
En el segundo tiempo del ensayo formal, JC decidió que el volante cambie pechera y juegue para los probables once que irán ante All Boys.
Julio César Falcioni va, de a poco, delineando el equipo para recibir el sábado a All Boys. Y, en esa sintonía, la polémica de la semana gira en torno a la presencia de Riquelme dentro del once titular. Si bien aún no está confirmada su exclusión del primer equipo, Pelusa permitió vislumbrar lo que se preveía: ante el Albo, utilizará su esquema preferido (4-4-2).
La cuestión pasa por la controversia que supone dejar afuera de los titulares a Riquelme. Y, ciertamente, el desempeño del equipo en la victoria ante Racing (1-0) fue muy diferente al exhibido en el debut ante Godoy Cruz (derrota Xeneize 1-4). Por ello, todo indica que el ex técnico de Banfield optará por utilizar ‘su’ dibujo. Y en el entrenamiento matutino dio indicios de ello. Porque Juan Román Riquelme formó parte de la práctica formal, pero lo hizo para los suplentes…
Sí, el Diez jugó el primer tiempo del partido preparatorio para los jugadores no habituales y, entre tanta polémica, metió un gol; demostrando que está enchufado y con ganas (el pibe Araujo hizo el 2-0). También se vieron excluidos del primer team a Diego Rivero (suspendido) y a Colazo, cuyos lugares fueron ocupados por Crisitian Chávez y Erviti.
Pero como Falcioni prueba y prueba, la segunda parte del picado de fútbol tuvo un giro inesperado. Román se paró del lado de los titulares (en lugar de Pochi Chávez) y, así, se pudo ver al mismo mediocampo de la primer fecha: Battaglia, Somoza, Erviti y Riquelme. Más tarde, Palermo salió y le dejó su lugar a Viatri.
En otro orden, el susto de la jornada lo protagonizó Fabián Monzón. El lateral sintió un tirón en la cara posterior del muslo derecho, por lo que fue reemplazado por el Pampa Calvo.
Así las cosas, el probable equipo que parará Pelusa para enfrentar a All Boys sería: Javier García; Clemente, Caruzzo, Insaurralde, Monzón o Calvo; Chávez, Battaglia, Somoza, Erviti; Mouche y Palermo.
La presencia o no de Román determinará el esquema y el armado del equipo.
Si no juega, seguirá el 4-4-2 y habrá que ver en qué puesto entra Erviti. ¿Y Battaglia?
Hace un tiempito nomás, mientras esperaba por su vuelta, Claudio Borghi había dicho que su idea era armar el equipo para Riquelme. Al final, casi no tuvo tiempo, entre otras cosas porque Román se lesionó otra vez y él se fue. No parece ser este justamente el caso, pero el equipo que parará Falcioni el sábado contra All Boys de alguna manera depende de JR. Si el técnico decide ponerlo, pues entonces habrá que pensar en un esquema similar al del debut. Si no, el 4-4-2 ganador en Avellaneda tendrá continuidad.
De todos modos, ambos casos le plantean al técnico un desafio. Con Riquelme en cancha, la cuestión pasará por cómo lograr el escudo de seguridad que respalde su presencia y, ocasionalmente, también la de Erviti. Es decir, que Boca otra vez no vuelva a sufrir a espaldas de sus creativos, aquellos espacios que lo condenaron a una goleada a pesar de haber generado nueve situaciones claras de gol.
Por eso, si Román regresa, habrá que ver si el DT repite el medio del debut o si la búsqueda de ese equilibrio no termina sacando del equipo al ex Banfield (parece difícil) o quizás a Battaglia, para que el equipo tenga por afuera dos volantes con más recorrido.
Seba asoma como una especie de inquilino desde que Somoza tiene un lugar seguro en el mediocampo. Bajo un 4-4-2, puede repartirse el círculo central con el ex Vélez. Pero después... Hoy no es propietario de un puesto, y por las bandas corre serios riesgos de perder con Rivero, Chávez o Colazo. Es más, aun si Riquelme no jugara el sábado contra All Boys, hasta podría quedarse afuera. Sería en el caso de que Falcioni decida la vuelta de Erviti como un cinco adelantado.
Así las cosas, la presencia o no de Riquelme también repercute en la presencia o no de otros jugadores importantes. En esa danza entran, nada menos, que el jugador con más títulos del plantel y el refuerzo que tanto pidió el DT. Pesos pesados que luchan contra las relevaciones de un verano que había hecho a Boca candidato.
Un grupo de Banderazo en apoyo a Román. Será hoy a las 18.30 en el Obelisco
Con el fin de repudiar "una campaña orquestada que intenta denostrarlo constantemente".
La incertidumbre de saber si Román formará parte o no del equipo titular el sábado ante All Boys en la Bombonera resulta, sin dudas, un aliciente más para la determinación que tomaron los hichas Xeneizes. En los últimos días la presencia de Riquelme tomó más fuerza que la habitual en el denominado ‘Mundo Boca’ luego de que se lo implicara en una supuesta pelea con el DT Falcioni; conflicto que el mismo enganche desmintió públicamente en C5N: “En el vestuario de Boca no pasó nada. Es fácil inventar una cosa, inventar otra. Estoy al 100% y de acá al sábado el entrenador podrá contar conmigo; pero es decisión de él si me pone o no”.
Y, ante los rumores que se expandieron sobre el hipotético cruce entre el player y el entrenador, los simpatizantes decidieron expresar con acciones su postura. Hoy, a partir de las 18.30 en el Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires, se llevará a cabo el evento organizado por socios e hinchas de Boca que responde a denunciar que “hay una campaña orquestada por sectores de la prensa y amigos de cierto poder político” que busca “denostarlo constantemente”.
En sí, la movida es un banderazo en apoyo a Román por la semana turbulenta que tuvo que pasar. Según indicaron los organizadores, a pesar de la lluvia “por el momento no se suspende” el reclamo y invitan a todos los fanas del club de La Ribera a sumarse. “Son muchos los rumores que se corren y varios hinchas, curtidos ya de batallas por la renovación del 10 y por la devoción por su fútbol y personalidad, hemos preparado una nueva movida para contrarrestar a tanta gente mal intencionada y sin argumentos que busca denostarlo constantemente” consigna un comunicado difundido por los organizadores.
Así las cosas, mientras Román espera para saber si jugará ante el Albo (y luego de aclarar el rumor de su pelea con Falcioni), los hinchas darán a conocer su posición. Te bancan, Román.
martes, 22 de febrero de 2011
Palmeiras hará otro ofrecimiento a Boca por Viatri y sería de cinco millones de dólares por el 100% del pase.
"Vamos a hacer más de un intento", dijo Tirone, presidente del club.
Nuevamente Brasil mira directo a Argentina. A este gran semillero de jugadores. En este caso, según el diario brasileño Lance, el Palmeiras haría un nuevo intento para sumar a Lucas Viatri. Sería de cinco millones de dólares y la adquisición del 100% del pase, aunque no se descarta la posibilidad de un préstamo. "Vamos a hacer más de un intento por Viatri", dijo Arnaldo Tirone, presidente del club.
Al delantero y su representante, la propuesta lo seduce y mucho. No sólo por el monto económico, que sería más grande que el que recibe en Boca, sino también para la continuidad del jugador. Ser el reemplazo de Palermo no le abre camino para asegurar de forma completa su lugar, sumado a que Falcioni no quiere poner a lo dos delanteros.
El último domingo Luiz Felipe Scolari, director técnico del conjunto brasileño, se mostró molesto con sus directivos por la falta de iniciativa para reforzar la delantera de su equipo. El dato que sorprende es que al conjunto paulista le ofrecieron una gran cantidad de nombres como posibles candidatos a llegar y ninguna convenció al cuerpo técnico. Parece que quieren a Viatri a toda costa.
Luego de declarar que está listo para el partido del sábado, Riquelme se entrenó a la par de sus compañeros y después hizo un trabajo físico aparte.
Cada vez más cerca de volver.
“Llego, seguro. Ya mañana (por hoy) me entreno con el equipo”, dijo ayer Riquelme, y cumplió. El enganche de Boca practicó a la par de sus 16 compañeros en los ejercicios matutinos. El entrenamiento comenzó 9.30 y se lo pudo ver a Román participando de un fútbol reducido. Para el equipo del 10 jugaron Clemente Rodríguez, Sergio Araujo y Diego Rivero. Mientras que del otro lado estuvieron José María Calvo, Christian Cellay, Matías Caruzzo y Juan Manuel Insaurralde.
Después del fútbol en espacios reducidos, Riquelme continuó su puesta a punto haciendo trabajos físicos junto a Gustavo Otero. Por otro lado, los dúos de Martín Palermo-Pablo Mouche; Leandro Somoza-Sebastián Battaglia; Cristian Lucchetti-Walter Erviti y Nicolás Colazo-Sebastián D’Angelo realizaron un fútbol tenis. Los ausentes fueron Javier García, Cristian Chávez, Fabián Monzón y Lucas Viatri que se encuentran realizando los entrenamientos con la Selección local.
Pese al triunfo, Falcioni se quedó preocupado por el rendimiento de los laterales.
Ya había hecho cambios luego del debut, ¿meterá mano otra vez contra All Boys?
Boca ganó, consiguió una semana tranquila después del 1-4 con Godoy Cruz, pero Julio César Falcioni no se relaja. No sólo piensa en cómo formar el medio si es que regresa o no Riquelme. El entrenador anda preocupado por el flojo rendimiento mostrado hasta ahora por los laterales que ha utilizado. Calvo, Monzón y Clemente no lograron, en los dos partidos disputados, generar esa solidez por los costados que pretende el DT. Por eso, analiza, piensa, medita... ¿Se vienen cambios? ¿Será la hora de Cellay? Que pase el que sigue...
La inseguridad no es una sensación para JC. Boca sufrió por los costados en el frustrante debut ante Godoy Cruz. Calvo y Clemente, los laterales en aquella tarde, tuvieron participación en ofensiva (el Pampa contó con un clarísimo mano a mano en el primer tiempo, por ejemplo), pero fue justamente desde ambas bandas donde se gestaron las jugadas de los cuatro goles rivales.
Disconforme, Falcioni cambió contra Racing. Con una línea de cuatro volantes, como a él más le gusta, probó con dos marcadores de punta bien ofensivos. A Clemente lo corrió a la derecha y metió a Monzón por izquierda. Si bien el Pelado mejoró en el segundo tiempo, ninguno abrió puertas en el ataque. Y tampoco cerraron demasiado las del fondo... Ambos tienen una vocación ofensiva, pero Monzón pasó poco la mitad de la cancha y Clemente, en un momento del segundo tiempo, recibió la orden de Falcioni de que no se fuera más al ataque.
¿Qué hará Pelusa pensando en All Boys? Mucho tendrá que ver el armado del mediocampo. Si juega Riquelme y el esquema es 4-3-1-2 como ante Godoy Cruz o si Román no llega y mantiene el 4-4-2 que le ganó a Racing. Una alternativa que aparece como válida es Christian Cellay. El defensor, que hace ya una semana trabaja a la par del plantel, se desgarró un día antes de jugar de 4 contra River, en Mar del Plata. Ahí perdió terreno, pero Falcioni lo tiene en cuenta. Y si bien el técnico sabe que el Samurai rinde mejor y se siente más cómodo como central, no lo descarta utilizar como marcador de punta. Así, se garantizaría tener un lateral que no pase mucho al ataque y le ofrezca mayores garantías en la marca. Por las bandas, Falcioni ya no quiere más inseguridad.
lunes, 21 de febrero de 2011
Rivero, que no podrá estar ante All Boys por la expulsión contra Racing, habló sobre el Boca que pretende Falcioni.
"Tenemos que tener un poco de las dos cosas: llegadas y que el rival no consiga crear situaciones".
Corre, presiona y juega. Así es el Diego Rivero que forma parte de Boca. Asimismo, por ese sacrificio que muestra dentro del campo de juego ya recibió la primera ovación. Es que el sábado, luego de recibir la segunda amarilla que le provocó la expulsión, el nombre de Burrito se entonó en la tribuna Xeneize.
El volante tomó la roja “con bronca porque terminaba y más que nada también con miedo porque es difícil aguantar el partido con uno menos. Después, una vez finalizado el partido, todavía masticando la bronca por la expulsión pero contento con el triunfo contra un rival difícil y en una cancha difícil”. Sobre la labor de Patricio Loustau, el Burrito destacó que “el árbitro dirigió muy bien y la tontera fue mía. El partido no fue tan brusco y siempre se fue con intención de ganar la pelota”.
Por otro lado, en cuanto a la actuación del equipo, recalcó que “la idea era tratar de dejar una buena imagen, hacer un buen partido porque veníamos de un golpe muy duro, no esperado y nos tocaba un rival que había ganado, en su cancha y con mucha gente".
Aún así, diferenció el juego del sábado con el de la primera fecha: “Si bien no tuvimos las llegadas que del primer partido, pudimos mantener el cero en nuestro arco y convertimos cuando tuvimos nuestra chance”. Además deslizó que “la idea es tratar de conseguir el equilibrio, tener equipo para juntar las dos cosas: tener muchas llegadas y que al rival le cueste llegar y crear situaciones”.
En cuanto a la discusión de quiénes deben integrar el mediocampo de Boca, el Burrito aclaró en ESPN radio que “con Seba (Battaglia) somos diferentes. Mis características son totalmente diferentes a las de él. Yo trato de hacer lo que me pide el técnico. Si me pone en un lugar por algo será y después finalizado el partido evaluará cómo estuvo mi funcionamiento y si le sirvió o no al equipo”.
Por último, hizo una mención sobre Riquelme: “Yo lo pondría siempre a Román. El primer partido ha jugado bárbaro, ha rematado al arco, ha dado buenos pases y más que nada con un rival que te convirtió y era difícil entrarle. Primero me gustaría jugar con él, al lado de él, y después lo disfruto día a día porque para mí es un histórico en Boca y un ícono del fútbol argentino. Es bárbaro como jugador y lo voy conociendo más como persona y me encanta”. ¿Compartirán cancha el Burrito y Román?
Román trabajó junto al kinesiólogo Betchakian, está muy bien y el alta médica está cerca.
JR queire estar ante All Boys. Clemente, con un golpe en el codo, es duda. El resto del plantel estuvo en el gimnasio.
Boca arrancó con el pie izquierdo el Clausura y se recuperó en Avellaneda. Riquelme se lesionó el pie derecho (tobillo) en la primera fecha y se recuperó afuera. Así, todo parece indicar que volverá el romance entre el 10 y la camiseta. JR trabajó en forma diferencia en busca del alta médico y así poner su cabeza en el duelo del sábado ante All Boys. No hay confirmación, pero los indicios son positivos para el enganche. "Esta muy bien", le dijo a Olé una fuente del cuerpo médico dejando el claro que llegaría sin dramas.
Si bien el equipo de Falcioni sumó sin el 10 en cancha, la actuación ante Racing no fue mejor que contra Godoy Cruz, más allá del resultado. Ante los mendocinos se crearon más situaciones que en Avellaneda. Por eso, a pesar de que algunos especulaban con repetir el esquema vencedor, Riquelme volvería a los once y así el 4-3-1-2 será el dibujo. Román se golpeó el tobillo derecho ante el Tomba, completó el partido y las secuelas aparecieron al otro día: hinchazón y dolor. Por eso se perdió el duelo con la Acadé. Trabajó pensando en la recuperación, camino que parece haber llegado a buen destino. Aún no hay parte que oficialice el alta médico, pero en horas se resolverá.
Por otro lado, Clemente Rodríguez fue el ausente en Casa Amarilla por un traumatismo en el codo, por el que se fue a hacer estudios. A primera vista, no habría fractura ni lesión importante. En caso de no llegar, Calvo y Cellay, que volvió a entrenar con normalidad, son las opciones para reemplazarlo. Erviti, luego de purgar una fecha, está para volver. Rivero, out por dos: cumple suspensión ante los de Floresta y no podrá estar vs. San Lorenzo por la famosa cláusula. El resto del plantel trabajó en el gimnasio.
Riquelme evoluciona bien de su esguince de tobillo y, luego del descanso de ayer, hoy recibiría el alta médica.
El partido ante All Boys no se lo pierde...
Todos descartan que no se lo va a perder. Pero lo cierto es que habrá que esperar a la práctica de hoy para saber cómo está el tobillo derecho de Riquelme. Pasó una semana ya desde el cachetazo de Godoy Cruz y, también, del esguince que sufrió Román. El 10 realizó trabajos diferenciados desde el miércoles y hasta se entrenó el sábado para ganarle un día más a la lesión. “Estuvo en el gimnasio y en el campo de juego y no mostró dolor. Veremos cómo evoluciona para ver si puede reincorporarse al grupo. Es un esguince de grado leve y estimo que en las próximas horas va a estar con sus compañeros”, se adelantó José Veiga, uno de los médicos del plantel, en Radio Mitre. Buenas nuevas para Julio Falcioni.
Aunque se descarta que hoy recibirá el alta médica, la cautela de Veiga para referirse a la lesión del 10 tiene que ver con lo confuso que fue el proceso desde el domingo, cuando acusó dolor en el pie derecho luego de que Russo cayera sobre su pierna. Tras tener el lunes libre, el martes se reincorporó y se entrenó con normalidad, aunque en el final de la práctica se sintió molesto, algo que se agudizó el miércoles, día en el que finalmente se hizo los estudios que confirmaron el esguince. Inmediatamente, el 10 se puso en duda ante Racing. “No creo que llegue, es un torneo largo y no sé si vale la pena apurar las cosas. Yo siempre quiero jugar, así que veremos”, dijo.
Desde aquellas palabras hasta el sábado por la mañana, Román trabajó duro para regresar lo antes posible. Si bien la evolución fue buena, esperarán a verlo hoy para saber, ya que no tiene dolor, si puede recibir el alta para trabajar nuevamente con el grupo. Falcioni ya avisó que Riquelme es “el emblema de su equipo”, y por eso lo está esperando.
Somoza relativiza la influencia del efectivo 4-4-2 y asegura que lo importante es “estar concentrados y adaptarse el uno al otro”
La decisión es de Falcioni...Consumada la victoria frente a Racing, olvidado el mazazo de Godoy Cruz, Falcioni y sus jugadores vivieron 24 horas de paz. Raro en este ciclotímico Boca, pero paz al fin.
A la alegría del triunfo, entonces, habrá que mesurarla con el remanido debate acerca del sistema táctico. La frase de Leandro Somoza, pues, abre el juego. “No es una cuestión de esquema”, dijo el mediocampista y aclaró que “el tema es la concentración, entendernos, adaptarnos el uno al otro e ir encontrando el mejor funcionamiento”.
La percepción de eficacia y falta de desarrollo elaborado en la visita a Avellaneda contrasta con el volumen de juego y las fallas en el retroceso exhibidas ante el Tomba. ¿Cuál es el verdadero Boca? Es la gran pregunta que debe responder el técnico, quien ahora carga sobre sus espaldas un desafío imponente: combinar la generación de jugadas claras de ataque observado en la primera fecha con el equilibrio y el cerrojo defensivo logrado en la segunda jornada.
“No éramos tan malos antes ni somos tan buenos ahora”, marcó terreno Somoza y pidió mantener la calma. Amparado en que “todavía falta mucho”, el volante destacó el “orden y la presencia que tuvo el equipo” para no dejarse llevar por el aluvión inicial propuesto por Racing. “Nos sentimos cómodos después de los 15 minutos”, explicó. Además, arengó a la tropa a mostrar la misma intensidad contra All Boys: “Debemos empezar a hacernos fuertes de local. Eso es muy importante si queremos pelear arriba”.
Además del valor de los tres puntos obtenidos frente a la Academia, en el plantel y el cuerpo técnico quedó la dulce sensación de haber recuperado la efectividad del verano. Somoza lo analizó como “personalidad para ganar en una cancha difícil y ante un rival complicado”. Falcioni, por su parte, prefirió resaltar “el orden del equipo” y el mérito de haberse “levantado después de una derrota dura”.
Consultado sobre el esquema, el DT no largó prenda. Se excusó en que “tenemos toda una semana para trabajar” y repitió que el armado del mediocampo, debido a la abundancia de alternativas, es un “lindo problema”. Sin embargo, recalcó: “Se van varios chicos a jugar un amistoso a Chile (Noir, Sauro, Araujo, entre otros), cuatro jugadores a practicar con la Selección (García, Monzón, Chávez y Viatri), así que al principio de la semana nos quedan 14 jugadores, je”.
Es consciente, Falcioni, de que en estos días deberá mostrar su mano, unir las dos versiones expuestas por su equipo y que, al cabo, no se transforme en una triste remake de Doctor Jekill y Mister Hyde.
domingo, 20 de febrero de 2011
Falcioni le dio confianza a Mouche y el delantero le respondió dentro de la cancha.
“Tener la dupla de ataque con agresividad y gol”, es el deseo del DT que rompió el mito de los sábados: “Que éste sea el comienzo”.
Cvitanich, Lautaro Acosta, Chevanton, Papelito Fernández, son algunos que formaron parte de la danza de nombres que podían ponerse la camiseta de Boca. Desde fines del 2010 y hasta el final de la pretemporada, desde la Ribera buscaron un socio para Palermo, pero ninguna negociación llegó a buen puerto. Si no era ninguno de esos, Falcioni dijo que iba a confiar en Mouche. Lo hizo y Pablo le respondió: le dio el triunfo contra Racing, primero oficial para Pelusa en el banco, y así respira el mundo Boca.
“En estos dos partidos Mouche ha sido uno de los hombres importantes. Ojala siga con esta continuidad de juego y siga siendo el hombre picante en la definición de las jugadas. Ojala podamos tener la dupla de ataque con agresividad y gol”, dijo Julio César con el 1-0 consumado. El DT quedó conforme con el equipo en general: “Teníamos que enfrentar el partido de esta manera para bloquear las bandas de Racing. Sabíamos que por ahí nos podían lastimar. Nuestros volantes estuvieron siempre ordenados”.
Por otro lado, Falcioni afirmó que los tres puntos sirven para prenderse en la tabla. “Estamos todos apretaditos. Esta Olimpo primero con seis puntos y el resto estamos ahí. Lo importante era no despegarnos tanto de esta primera sumatoria y levantarnos de la derrota en la primera fecha”, opinó. Y no se olvidó de uno de los karmas que asotó a Boca en este último tiempo: los sábados, días en los que no podía ganar. “Me habían comentado que los sábados no eran buenos para Boca. Ojalá que éste sea el comienzo, porque otra vez jugamos el sábado contra All Boys”, cerró el DT.
Hoy se cumplen tres décadas del pase de Maradona a Boca. El Xeneize pagó una fortuna por el Diez que seis meses después se consagraba campeón.
El mundo del fútbol se conmovió por un matrimonio que seguirá por siempre...
Puede tomarse en cuenta como el día de los enamorados. O como el día en el que nació el amor. Es que hace 30 años, un 20 de febrero de 1981, Diego Armando Maradona arreglaba su incorporación a Boca Juniors y comenzaba una relación de amores, desplantes, celos y fidelidad que se cerró en 1997 pero que seguirá para siempre en el palco de la Bombonera. Diego le puso firma a su sueño, Boca fue su casa para siempre, ese 20 de febrero, se firmó el pase más importante de la historia del fútbol argentino.
Diego ya era Maradona. Luego de irrumpir con todo en el fútbol argentino con la camiseta de Argentinos, Pelusa había recibido ofertas de varios clubes para dejar Paternal pero no había caso. Sin embargo hubo un partido que comenzó a torcer la historia. En cancha de Vélez el Bicho le dio un baile a Boca y Diego, un gordito según Gatti, le metió cuatro goles a Boca para una victoria histórica de Argentinos. El Xeneize no tenía un buen andar en el arranque de la década del 80 y la necesidad de conmover el mercado hizo que le hagan una oferta impensada para la época y más para un club que por aquel entonces tenía serios problemas económicos. Su llegada a Boca no fue sencilla. Los dirigentes de ambos clubes negociaron contra reloj antes del cierre del libro de pases y justo un día antes lograron lo que parecía imposible: la oficialización del pase. Argentinos cedió a Diego por 2 millones de dólares a préstamo con una opción por un año y medio, a cambio además, del pase definitivo de tres jugadores -Carlos Salinas, Héctor Santos y Carlos Randazzo- y los préstamos de dos -Mario Zanabria y Miguel Angel Bordón-. Un esfuerzo sin precedentes en el fútbol argentino, pero que estaba obligado a hacer. Armando se había alejado de la presidencia y las nuevas autoridades desembolsaron mucho dinero para rodear a la nueva estrella y así conseguir el título. Miguel Angel Brindisi, Osvaldo Escudero, el uruguayo Ariel Krasouski, y otros jugadores consagrados como Hugo Gatti, Roberto Mouzo y un juvenil, Oscar Ruggeri, fueron la estructura básica del equipo campeón.
Fue un 20 de febrero que ya quedó en la historia de todos. Esa noche Boca y Argentinos oficializaron el contrato con un partido amistoso en la Bombonera. Medio tiempo para el Bicho y medio para su nuevo club. El resultado, 3 a 2 para Argentinos, fue anecdótico lo que quedó para siempre fue el estreno del mejor jugador del mundo con la camiseta de sus amores. El estreno por los porotos se produjo dos días después, la tarde del debut Diego jugó casi en una pierna producto de una molestia en su muslo derecho. Sin embargo, esa lesión no le impidió tener ráfagas de su talento y de convertir dos goles, uno de penal ante Talleres, que terminó siendo el partenaire de la fiesta de Boca.
El nuevo título llegó siete meses después -el 16 de agosto- cuando empató con Racing 1 a 1 en su casa y pudo dar la vuelta olímpica con la camiseta diez en su espalda. El matrimonio comenzó hace 30 años y más allá del retiro, el romance y el amor continúan tan vigente como entonces.
Mouche la sigue rompiendo: metió el gol y fue una de las figuras del equipo de Falcioni.
“Lo habíamos practicado en la semana”, dijo por la asistencia de García.
Pablo Mouche volvió a demostrar que puede ser el siete bravo de Falcioni. Mientras se discute sobre el cambio de esquema y de nombres en el equipo, el punta elimina cualquier tipo de dudas en la delantera: el acompañante de Palermo está. Después de un verano lleno de vaivenes, en el que estuvo a un paso de irse a Inglaterra y hasta se vio tentado por su ídolo Guillermo para reforzar a Gimnasia en la lucha por el descenso, Mouche tuvo un arranque de campeonato que responde a la confianza que le depositó el DT (le pidió expresamente que se quede para pelear un lugar, cuando los dirigentes buscaban otro delantero): fue lo mejor de su equipo en la derrota frente a Godoy Cruz y ayer mantuvo el nivel y hasta metió el gol que le permitió a Boca sumar sus primeros tres puntos en el Clausura.
“Vale mucho esta victoria, sobre todo después de lo que se habló en la semana. Vinimos a buscar la revancha y lo pudimos sacar adelante”, afirmó luego del partido. Más allá del gol (pudo haber convertido antes, pero Aveldaño se lo sacó en la línea), se lo vio movedizo y generando un dolor de cabeza permanente para los defensores de La Academia. Fue el encargado exclusivo de generar desequilibrio en el área rival, moviéndose alternativamente y con libertad por cualquiera de las dos bandas. Además, colaboró defensivamente cuando Racing buscaba el empate sobre el final del partido, bajando hasta juntarse con la línea de volantes.
La única deuda pendiente es que le faltó fluidez y profundidad a su dupla con Martín Palermo, a pesar de haberse buscado mutuamente durante varios pasajes del partido. Sobre el final, el entrenador dispuso su salida, en el que se vio reconocido mediante aplausos por toda la gente que se acercó al Cilindro.
Con la felicidad propia por su nivel, se permitió hacerle un mimo a Javier García por su participación en el gol de la victoria, en el que después del saque del arquero corrió 40 metros con la pelota y definió por debajo de las piernas de De Olivera: “Fue un pase bárbaro, lo habíamos practicado en la semana y por suerte pudo darse”.
Falcioni destacó esta virtud de su equipo para el triunfo. Y habló de la actuación de García.
"Estuvo sereno, en la semana habíamos hablado. Uno a veces se equivoca, a veces se acierta. Ni hay demasiado castigo por la equivocación (en el partido contra Godoy Cruz) ni tampoco demasiado premio por el buen rendimiento. El lunes volvermos a exigirlo para que siga rindiendo". Lo dijo Falcioni tras el 1-0, refiriéndose a la actuación de Javier García, clave para mantener el cero en el arco.
Le cambió la cara a JC con este triunfo, que le dio tranquilidad después de la goleada en contra en el debut: "Sabíamos que el partido podía ser así, con Racing agresivo y por los costados. Creo que el equipo estuvo ordenado, que es lo más importante. Racing habia ganado con All Boys con una salida rapida, como ganamos nosotros este partido. Sabía que iba a ser duro, que había que tener firmeza en el medio".
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