sábado, 19 de marzo de 2011

Hoy arrancan las Inferiores y hay novedades: vuelve Griffa como asesor del proyecto. Alves toma la Quinta.


El fútbol juvenil de Boca es uno de los grandes caballitos de batalla del club. Dirigentes y entrenadores se jactan del buen trabajo formativo que se realiza con los chicos y que, de a poquito, los frutos se observan en Primera. Los resultados deportivos, argumentan, no son piedra basal del proyecto, pero si se consiguen mucho mejor. El año pasado, de hecho, Boca se consagró en Quinta y Sexta. Y este año aspira a más. Hoy arrancan los partidos: las categorías más grandes serán visitantes de Huracán, mientras que las más chicas harán de locales. En el receso, sin embargo, hubo algunos cambios en el Fútbol Amateur del club. Pedro Orgambide asumió la conducción del Departamento y, además, regresó un viejo conocido, Jorge Griffa. “Cuando Fabián Beraldi me propuso colaborar con Boca no dudé. Pero le dije que ya no estoy para ir a las 8 de la mañana y volver a mi casa por la noche. Sí puedo ofrecer toda mi experiencia, dar cursos técnicos participar de la elección de juveniles que han venido del Interior. Siento que tengo muchas cosas para transmitir y para hacer”, le cuenta a Olé el actual asesor del proyecto. La llegada de Griffa también impulsó el reacomodamiento de otro viejo conocido, en este caso un hombre que hace apenas un año fue el DT de la Primera: Abel Alves. El Chueco se hizo cargo de la Quinta (Larrosa se fue con Pompei a Huracán), pero con un objetivo claro trazado desde la cúpula dirigencial: realizar un curso de capacitación intensivo al lado de Griffa y que en el futuro pueda hacerse cargo de Inferiores.

Justamente Griffa será el encargado de supervisar a todas las categorías. Y explica: “A los chicos siempre les reitero que el jugador tiene dos caminos. El del éxito posible o el del fracaso seguro. El segundo es más corto y no conduce a nada porque la comodidad no es buena en absoluto, ni en el fútbol ni en la vida. Por eso, como formadores, tenemos que ofrecerles el primero, lleno de dificultades e inconvenientes”. Y lanza la enseñanza que le transmite a los técnicos: “En el mundo actual muchos pibes se malogran por las exigencias. Por eso les pido a los entrenadores que no se pasen de revoluciones: ante todo son educadores, docentes. Como las prisas no ayudan, si queremos que el chico llegue ya al éxito, equivocamos el camino”.

Con algunas joyitas en Primera y otras esperando, Boca apunta a seguir consolidando su semillero. La idea del club la resume, sin vueltas, Orgambide: “Queremos mantener el nivel de excelencia que desde hace tiempo tiene el fútbol juvenil de Boca, la que nos coloca en la cima del fútbol argentino”.

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