miércoles, 19 de enero de 2011

Caruzzo no quiere que este ciclo repita problemas del anterior, evita comparaciones y dice: “Tenemos que sacar nuestro amor propio”.


Tal vez porque es algo que a Claudio Borghi lo terminó complicando. No haber encontrado la formación ideal, ese equipo que se repitiera de memoria, fue en parte uno de los problemas del ciclo. Tal vez por eso Matías Caruzzo, uno de los estandartes del Bichi, desea que el nuevo técnico llegue cuanto antes a los once elegidos. “Ojalá Julio pueda encontrar el equipo lo más rápido posible”, desea quien fue uno de los refuerzos que más rindió en el Apertura.

-¿Qué balance hacés en lo personal desde que llegaste al club? -Generalmente no hablo de lo personal. Me gusta hablar de lo colectivo y en eso, no anduvimos bien. Las expectativas eran otras y no las pudimos alcanzar. Hoy estamos con esa sed de revancha para revertir ese mal semestre.

-¿Por qué pensás que no salieron las cosas en el Apertura? -Cuando no se te dan los resultados desde el inicio del campeonato, todo se hace más difícil. El ganar te da confianza y eso es lo que no tuvimos. Perder no te da tranquilidad. Y nosotros recién ganamos en la cuarta fecha. Creo que nos faltó regularidad: jugamos muy bien un partido y muy mal al siguiente. Y un torneo de 25 puntos como el que hicimos, obvio que no nos dejó conformes. Ni a nosotros ni a la gente.

-La crítica, en general, le apuntaba a la defensa.

-Cuando perdés se les cae a todos, al equipo en general. En el semestre pasado son más las cosas que hicimos mal que las que hicimos bien y eso hay que corregirlo para que no se repita. Trabajamos para que nos salgan bien las cosas en defensa, en el medio y en el ataque.

-Cuando se fue Borghi, al haber llegado con él, ¿te dio intranquilidad? -No por mí. Me puso mal la situación por ellos, por gente tan humilde y tan buena que se tuvo que ir. Hoy sigo en Boca y es un privilegio para mí. Ojalá pueda estar mucho tiempo acá, ganarme un lugar y aportar lo mío.

Para Caruzzo está claro que debe ser especial el cambio de entrenador. Con Borghi alcanzó su mejor rendimiento en Argentinos, después salió campeón y pasaron juntos a Boca. Primero arribó el Bichi, ahí insistió muy fuerte (hasta el cansancio) en traer a su capitán y entonces, terminó por llegar el líbero para esa línea de tres. Ahora, para Matías es un volver a empezar, con otra figura adelante, con la obligación de conformar a un técnico que no lo conoce como el otro, que no lo tiene como su jugador fetiche. Todo esto después de que Tito Pompei se inclinara por Cellay e Insaurralde en el cierre del torneo pasado.

-¿Cómo se sienten con el nuevo cuerpo técnico? -Estamos muy cómodos, mentalizados en hacer lo que nos pide el técnico y en prepararnos lo mejor posible para el inicio del torneo. Estamos conformes, entrenándonos demasiado bien, respondiéndoles al profe y a Julio. La verdad es que los integrantes del cuerpo técnico son muy trabajadores. Te dan mucho respeto, mucho trabajo, son cosas importantes para cada uno de nosotros y ojalá las cosas les salgan bien porque necesitamos pelear. Pero no quiero entrar en comparaciones. Cada uno tiene su forma de trabajar, cada técnico tiene su rol y su manera de parar los equipos.

-¿Y la línea de cuatro? -A Claudio le gustaba la línea de 3 y con Julio estamos trabajando con línea de 4. Los jugadores debemos adaptarnos a los que nos piden, que no son cosas raras sino algo que todos sabemos hacer. Ojalá que nos vaya bien defensivamente y como equipo. Está muy bien que estemos empezando todos de cero para que todo sea más parejo. Creo que en este momento se está fortaleciendo el grupo.

-¿Cuál es el objetivo? -Siempre el objetivo de Boca es pelear arriba. Cada uno de nosotros tiene que tratar de sacar ese amor propio, entender que en este campeonato es el momento para decir basta. Debemos dar vuelta la página de lo que pasó en el semestre pasado y volver a poner a Boca en el lugar que se merece.

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