viernes, 28 de enero de 2011
Después de una dura batalla, Erviti lo logró: ya es de Boca.
Así se lo confirmó anoche a Olé el vice Crespi, quien negoció con Banfield: 3.200.000 dólares por el volante que tanto quería Falcioni...
Ganó la guerra y sin disparar un solo tiro...
Walter Erviti todavía no pateó al arco jugando para el equipo de Falcioni. Ni siquiera se puso la camiseta de Boca. Menos que menos se sometió a la revisión médica. Pero se puede anunciar que el pase del verano, o del año, tuvo final feliz: el mediocampista se pondrá la azul y oro. El soldado que faltaba, la debilidad de Julio César...
“Con Falcioni voy a la guerra”, había afirmado el volante cuando arrancó esta novela que parecía interminable y que hizo subir el rating futbolístico durante todo enero. Que podía irse a San Lorenzo, que se quedaba en Banfield, que se retiraba del fútbol (como se le llegó a cruzar)... Erviti, que eligió a Boca, libró entonces una batalla durísima ante la fuerte oposición de Banfield, que no quería dejarlo ir. Tanta fue la presión que ejerció que surtió efecto. Ayer, Juan Carlos Crespi, vice 2° de Boca, se juntó con Carlos Portell, presidente de Banfield, y llegaron a un acuerdo. “Estamos contentos. Faltan algunos pasos, meros formalismos, pero Erviti va a jugar en Boca. Es un gran jugador que viene a reforzar un gran plantel”, le confirmó anoche el dirigente xeneize a Olé .
Para lograr la salida del volante por el que tanto insistió Falcioni (“Yo, todos los días, les pido a los dirigentes por Walter”, había reconocido), Boca se comprometió a pagarle 3.200.000 dólares limpios a Banfield. Y se hará cargo, además, de los impuestos de la operación. Hoy, en el club del Sur habrá reunión de Comisión Directiva donde Portell pondrá sobre la mesa la oferta para que sea aprobada. Hoy mismo, también, dirigentes de Boca se volverán a reunir con Martín Guastadisegno, representante del jugador, para terminar de cerrar los números del contrato, que sería hasta el 2013. Si todos los pasos se cumplen tal cual están previstos, Erviti, de 30 años, estaría mañana en Casa Amarilla para someterse a la revisión médica. Y el domingo, ya con Falcioni y el grueso del plantel de regreso a Buenos Aires (Boca juega mañana con San Lorenzo en Mar del Plata), el volante realizaría su primera práctica con su nuevo club.
¿Debutará el miércoles contra River, como hicieron Somoza y Rivero? Se verá. Por lo pronto, el 13 de febrero, en el arranque del Clausura ante Godoy Cruz, no podrá estar presente. “A Walter no lo cuento porque está suspendido para la primera fecha por acumulación de amarillas”, contó ayer Pelusa.
Quedaron atrás los reclamos de Erviti a Portell (“la relación con él está terminada”, tiró Cañito), las críticas de Banfield al presidente Ameal (“es un cachivache”, lo calificó el vice Calello), las quejas de Portell hacia Falcioni (“llama por teléfono al jugador y eso no está bien”) y todos los capítulos de intriga, acción y suspenso que rodearon este pase.
Así, hubo bandera blanca. Banfield se rindió ante el avance de Boca, que había arrancado con una oferta de 2.000.000 de dólares, y también ante el ataque incesante del principal protagonista, que tardó en sumarse a la pretemporada de su club y que en una práctica de fútbol revoleó una pelota y se fue de la cancha insultando por lo bajo, con Portell como incómodo testigo.
Falcioni lo quería y ya tiene a su jugador fetiche. A su líder futbolístico en el Banfield campeón. Y Erviti buscaba ir a Boca y lo consiguió. La guerra por el pase ya la ganó, pero ahora tiene que ganar otra más difícil: la del campeonato.
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