miércoles, 26 de enero de 2011
Riquelme se entrenó en forma diferenciada. En el club dicen que es parte de un plan previsto por su lesión. ¿Jugará antes del Clausura?
Mientras sus compañeros realizaban tareas físicas, en la calurosa mañana en Casa Amarilla, Juan Román Riquelme trabajaba en el gimnasio. Esa situación se repitió por la tarde. ¿El enganche sufre algún problema físico? Que no cunda el pánico. En el club descartaron cualquier complicación o lesión. La explicación es que, tras haber sido operado de una dolencia importante como es una osteocondritis, la idea del cuerpo técnico, junto con el cuerpo médico, es que siga un plan de entrenamiento especial. Sobre todo cuando el grupo trabaja en la cancha de césped sintético, que es una superficie dura para su rodilla, como ocurrió en el turno matutino. La duda es: ¿Llegará a jugar algún partido en el verano o reaparecerá en el debut contra Godoy Cruz, el 13 de febrero por el Clausura? Falcioni tiene en su cabeza la idea de que Román pueda sumar minutos de fútbol en alguno de los amistosos que quedan de este receso. Pero todo dependerá de cómo se sienta Riquelme y de cómo avance en los trabajos físicos. La prioridad del DT es no apurar los tiempos ni correr riesgos. Parece difícil que el 10 salte a la cancha el sábado, cuando Boca enfrente a San Lorenzo en Mar del Plata. Sí suena más factible que juegue contra River, el próximo miércoles 2 de febrero en Mendoza. La intención es que vaya agarrando ritmo de partidos para llegar en las mejores condiciones al estreno en el campeonato. Su último partido oficial fue contra River en el Apertura, torneo en el que sólo pudo completar 135 minutos en cancha (jugó los 90 contra Argentinos y duró un tiempo en Núñez).
En Tandil, también hubo jornadas en las que Román se entrenó en forma diferenciada. Por la lesión que tuvo en su rodilla izquierda (que eso le trajo luego una tendinitis aquiliana en la otra pierna), debe manejar las cargas cuando el plantel trabaje en lo físico. Algo similar ocurre con Battaglia, que también trabajó por la tarde en el gimnasio y tuvo una cirugía parecida. Falcioni aguarda su evolución y confía en poder contar con él. Si bien el 4-4-2 es el esquema que mejor le sienta al entrenador, sabe que no puede desaprovechar a un jugador de la jerarquía de Román. Por más que su presencia lo oblique a modificar su sistema táctico preferido.
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