jueves, 9 de septiembre de 2010
No empiecen con que la cancha de Olimpo es chica y bla..bla..bla...
La cancha de Olimpo es difícil, así que habrá que tomar algunas precauciones...”.
Matías Caruzzo sabe muy bien lo que es jugar en un campo de juego más chico. Por su historia en Argentinos, nacido y criado en La Paternal, tiene la experiencia de haber hecho toda la carrera en una cancha parecida, en cuanto a las dimensiones, al Roberto Carminatti de Bahía Blanca. Y Boca jugará allí el domingo y la diferencia con la Bombonera es evidente. De ancho mide un metro más (70 contra 69). El problema es el largo: 105 la de Boca y 95 la de Olimpo. ¿En qué cambia? “Lo importante en cualquier cancha es tratar de jugar bien. Después sí, hay pequeños detalles o algunas cuestiones para tener en cuenta. Por ejemplo, ante cada saque de arco del rival. Como la cancha es más corta, cualquier pelotazo largo puede picar y llegar rápidamente a tu propia área. A esas cosas tenés que estar mucho más atento para que no te sorprendan con eso o en un pelotazo largo”, analizó el líbero del equipo de Claudio Borghi.
Justamente, el Bichi no conoce la cancha de Olimpo. “Nunca me tocó jugar ni dirigir ahí. Yo creo que decir que perdés porque la cancha es más chica es una excusa. Puede tener medidas más chicas, es cierto, pero no por eso vas a ganar o perder”, relativizó el técnico. Lo que no relativiza es que Boca viene teniendo problemas con la pelota parada en lo que va del campeonato. Déficit que recientemente quedó al descubierto contra San Lorenzo, rival que le ganó bastante en el juego aéreo (el gol de Balsas fue de cabeza). Por ese motivo, y por la tendencia de Olimpo de utilizar ese recurso especialmente cuando juega de local, el entrenador dirigió ayer una práctica intensa donde mató de centros a los defensores. El cuerpo técnico armó un triángulo dentro del campo de juego de una de las canchas de Casa Amarilla y colocó tres arcos en cada lado de dicho triángulo. Con los que juegan en el fondo, ensayó mucho juego aéreo, en defensa y en ataque. Con los volantes y delanteros, practicó definición.
Lo importante, a esta altura del torneo, es achicar el margen de error ante cada centro... El sábado pasado el que complicó fue Balsas y su 1,97 metro. El domingo espera el gigante Delorte y su 1,99 metro. “Lo he marcado. Es un jugador difícil de arriba pero también me ha tocado marcar muchísimas veces a Palermo y no creo que haya otro delantero que cabecee mejor que él”, contó Caruzzo, quien a su vez marcó algunas diferencias con la cancha del Bicho: “Jugué en cancha de Olimpo y es algomás corta que la de Argentinos”. Y tiene razón en lo que dice: la de Bahía Blanca mide cinco metros menos de largo que la de La Paternal. Eso sí, la de Olimpo es cuatro metros más ancha.
Hoy por la mañana será la práctica de fútbol y una de las canchas de Casa Amarilla, por un día, podría achicar sus dimensiones para parecerse a la de Olimpo. Esta semana, Borghi profundizó las prácticas de fútbol en espacios reducidos (su ejercicio fetiche) para que sus jugadores jueguen a uno o dos toques. Así buscará evitar que la cancha chica no sea un infierno grande.
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