miércoles, 8 de septiembre de 2010

Lucchetti pide paciencia ,más la paciencia esta agotada...


Lucchetti pide paciencia ante el mal momento aunque reconoce que en Boca no se espera: “Son las reglas”.

Cuando uno va a un trabajo nuevo se encuentra con gente nueva, jefe nuevo, dirigentes nuevos. Pasa en todos lados. Necesitás un tiempo lógico de adaptación. Cuando se dan los resultados, todo bien. Y cuando no, empiezan a decir que los nuevos vinieron para nada y eso...”.

Lo había dicho Borghi, también lo mencionaron Palermo y Riquelme. Puede pasar que la camiseta de Boca lleve implícito un peso específico. Mayor o menor, según el momento del equipo y la personalidad del jugador. “No es lo mismo un equipo grande que uno chico. A algunos les pesa la responsabilidad de jugar en Boca”, dijo el DT, en un mensaje dirigido a los refuerzos, a los que les fue preguntando qué les pasaba, por qué no jugaban y se movían como lo hacían en sus anteriores clubes. Lejos de decir que no existe ese peso, Cristian Lucchetti, el dueño de la frase del comienzo, eligió pedir paciencia ante la consulta de Olé .

-¿Y cuánto es un tiempo lógico de adaptación? -Creo que hay que dar un tiempo de trabajo lógico. No pido dos campeonatos, pero en Banfield tuvimos dos torneos de 23 puntos y al tercero salimos campeones. Sé que en Boca no nos van a dar dos campeonatos de 20 puntos, los tiempos son distintos. Pero un tiempo lógico serían seis meses o un año.

-¿Están preocupados? -Cuando no se dan las cosas, preocupa. No se trabaja con tranquilidad. Pero pese a eso, el grupo está unido y convencido de que hay que salir de esta situación. Lo más rescatable es la unión que hay con el grupo y el cuerpo técnico. Pero lo más importante es ganar el fin de semana.

-¿Es un tema futbolístico o una mala racha? -Hay cosas que no estamos haciendo bien y debemos mejorar. Tenemos autocrítica. Y a la vez hay mala fortuna, pero no es todo culpa de eso, claro.

-¿Qué análisis hacés cuando mirás la tabla? -Que tenemos que defender esta camiseta a muerte, la historia de este club indica que no hay que dar por muerto a Boca en ningún momento. Y es lo que vamos a hacer. Sé que estamos un poco lejos de la punta, pero vamos a pelear hasta el final.

Al Laucha se lo ve seguro de lo que dice, y también molesto. Siente que la voracidad del Mundo Boca lleva a que se los cuestione de más. “Uno, al estar en este club, debe acostumbrarse a estas reglas”, dice, intentando entender todo lo que lo rodea.

-Luego de estas cinco fechas, ¿el arco de Boca es cómo te lo esperabas? -El arco mide lo mismo, lo que pasa es que el periodismo muchas veces no es objetivo para opinar y hace que el arco sea más grande. Los goles que te hacen en un lado son vistos de una manera y los que te hacen en Boca, de otra.

-Un caso puntual de un gol que te hayan hecho en Banfield y otro acá...

-Y... no hay uno puntual. Me comí 200 goles en Banfield y no tuvieron la trascendencia que tienen algunos que me hicieron acá y no tuve responsabilidad. O hiciste lo que pudiste, fue gol y te caen: no salió en un centro, no se tiró bien, hizo el penal... El arquero tiene un segundo para tomar una decisión. Pero son las reglas del juego.

-Según tu mirada, ¿podrías haber hecho algo más en algunos goles? -Tuve responsabilidad directa en el penal con All Boys. Tomé la decisión de salir y llegué tarde. De los demás, el segundo de All Boys me pega en la mano y no la puede sacar Gary en la línea. Y con San Lorenzo la saco y pega en el palo. Tenés esa racha de un centímetro que te hace ser el héroe o un desastre.

-¿Cómo te evaluás? -Creo que el balance se hace al final. Depende de los resultados: si ganamos, nos ven bien; si perdemos, somos todos un desastre. El sábado jugamos casi todo el partido con uno menos y nos llegaron dos o tres veces. El primero de pelota parada y el segundo a los 43’, cuando ya estábamos en el área rival.

-¿Sentís que estás siempre bajo la lupa? -Es así, ya lo sabía. Tampoco me siento víctima de nada, son las reglas del juego. Me molesta que sea así, pero es así.

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