El dirigente de Boca pasó por Munich y se conmovió con las cifras de ingresos que manejan los clubes europeos. Sólo un dato: el sponsor principal del Bayern, la telefónica T-Home, le paga 20 millones de euros anuales. Boca cobra dos millones de dólares de LG, el auspiciante que está haciendo su presentación en la camiseta. Abismal.
El jugador de Boca pasó por Munich y se convenció de que este equipo, el que tiene a Alfio Basile buscando los 11 de memoria, puede competir de igual a igual en cualquiera de las ligas más poderosas del Viejo Continente. El fútbol, dentro de la cancha, derrumba todas las barreras que la economía puede ponerle a un club de un país tercermundista.
Puestos a imaginarse un juego muy lejano, al menos para la cotidianeidad, de ser parte del campeonato de Italia, España o Inglaterra, dentro del plantel de Boca se escucharon voces de enorme confianza. "Ya estaba convencido, incluso antes de jugar estos partidos, de que Boca está en otro nivel. Y si jugara en las ligas más poderosas de acá, pelearía y hasta saldría campeón", abre el juego Guillermo Marino. Y Fabián Monzón, quien pasó por el Betis, sostiene la misma teoría "por la calidad de los jugadores que hay en este plantel, ya que tipos como Riquelme, Battaglia o Palermo, entre otros, son de nivel europeo".
Boca perdió contra Manchester United y empató (luego venció por penales) con el Milan, pero en ambos partidos dejó una muy buena imagen. "Merecieron empatar", admitió sin tapujos Alex Ferguson, DT del conjunto inglés. Y el brasileño Leonardo reconoció que a su equipo se le hizo "imposible soportar la superioridad" xeneize en el final del encuentro, cuando llegó el empate de Lucas Viatri. El Coco está convencido de que el nivel de los estadios de Europa favorece el juego de su equipo. "Las canchas ayudan a los que mejor juegan, tienen un césped maravilloso y los jugadores no necesitan dos tiempos para dominar la pelota. Por eso los jugadores de la Selección se quejaban de cómo estaba la cancha de River.
-¿Y por eso Boca se le plantó de igual a igual al Manchester y al Milan?
-Yo creo que sí, bastante influyó el campo.
-¿No hay que hacerse a la idea de que si superaste en juego a un europeo podés trasladarlo al fútbol local?
-No, va a ser más difícil. El alambre pegado a los campos, la gente ahí encima... Parece de 50 metros la cancha. Te quita panorama. En la Argentina están esperando un lateral para hacer un gol. Y acá, si no tocás, no llegás: tirás un pelotazo, la pelota pica en la cancha rápida y se va. Nosotros intentamos hacernos fuertes en la posesión del balón. Y creo que salió bien.
Con Manchester, Boca tuvo la pelota un 56% del tiempo de juego. Y ante el Milan, también dominador, la dispuso un 54%. A lo Alejandro Lerner, a los argentinos no les molestaba volver a empezar, lateralizando o incluso retrasando el juego, cuando los rivales se cerraban en su campo. Por eso dominaron.
Un buen césped, parejo, el que no se vio en la Argentina en los últimos meses -ni siquiera en La Bombonera- no sólo permite el lucimiento de volantes y delanteros, generalmente mejor dotados técnicamente. También se ha visto a Julio César Cáceres salir jugando con gambeta o pisadas ante el asedio de delanteros. "Claro que la cancha ayuda mucho. El balón se puede dominar más fácil y por eso me animé a salir por abajo. Allá es más difícil", aclaró el defensor paraguayo.
Por lo visto en los últimos años, lejos han quedado papelones de años atrás, como un 9-1 que Boca sufrió contra el Barcelona en la Copa Joan Gamper. Era 1984. El club coqueteaba con la quiebra, y sólo le quedaba, para venderse en Europa, el rebote del corto pero intenso paso de Diego Maradona. Hoy la realidad es otra: montado en su trono del Rey de Copas, junto con el Milan con 18 conquistas, se permite mirar de igual a igual a cualquier rival europeo. Ser considerado por el mecenas del Lask como "uno de los grandes del mundo". O generar la locura que armó en Grecia. Y traerse unos 800.000 euros. "En el último tiempo, Boca les sacó mucha ventaja a todos en la Argentina. Este último semestre no fue bueno pero es la realidad, y por eso es tan reconocido a nivel mundial. Cuando jugamos con el Manchester y con el Milan, no sé si conocían a todos los jugadores, pero se notaba que nos respetan", infla el pecho Fede Insúa. El jugador de Boca se le anima al fútbol europeo. El certificado de Rey de Copas lo avala.
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