Los bomberos de Tesalónica van al estadio del Aris con una menuda tarea: tienen que apagar el infierno. Son testigos privilegiados de un espectáculo caliente. Y no se trata de un strip tease. Todo lo contrario. Los hinchas se encargan de vestir de blanco el césped con cientos de serpentinas. Y las bengalas hacen el resto: ambientar las tribunas en escarlata, encender algunas de las serpentinas y, claro, darles trabajo a los bomberos. El espectáculo se prolongó por unos tres minutos, mientras que el inicio del partido se demoró 12, ya que no les fue fácil sacar tanto papel a las cerca de 50 personas que trabajaban en ello. "El círculo de fuego" es el espectáculo que montan los fanáticos del Aris Salónica cada vez que su equipo sale a la cancha. Ayer se lanzaron unas cuatro mil bengalas y cerca de 2.500 serpentinas.
La cabecera donde se ubica la Súper 3, la facción más ruidosa de la hinchada, maneja la batuta. Primero, no paran de cantar en todo el partido (sí, en todo) y algunas de sus canciones fueron copiadas, en su melodía, de las que se oyen en La Bombonera. Y segundo, sí hubo un silencio, pero como parte de la coreografía: un muchacho, trepado a la reja que divide el campo de las tribunas, levantaba sus brazos en forma de V, los mantenía quietos por unos segundos y rompía el letargo con un aplauso; lo seguía todo el estadio. Obvio que se vieron camisetas de Boca. Y una rareza: antes del partido entró un hincha a la cancha portando una bandera que pedía por la liberación de Rafa Di Zeo. Dicen que era cubano y no lo dejaron hablar con la prensa. Pero esto no pasó en La Boca, sino en Grecia.
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