jueves, 15 de julio de 2010

La estrella de Boca en Australia es Borghi


Con su estilo particular: madrugador, detallista y estricto, no pierde ocasión de bromear. "Se acabó la joda, hacía mucho no se trabajaba así", dicen los que llevan años en el club.

Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano del Bichi Borghi, todos la vuelta vamos a dar". ¿Será una premonición o simplemente un grupo de locos argentinos que se hacen escuchar en el complejo Western Bulldog durante el primer entrenamiento de Boca en Melbourne y se ganan un lugar en todas las cámaras? Los refuerzos, el trabajo, la onda... Acá hay olor a que algo se está gestando. El tiempo, magnífico evaluador, se llevará las letras a la basura o las colgará en el cuadro más feliz.

Acá el dueño de la pelota (ovalada) es Borghi. Es el rey. ¿Será Virrey? Borghi es un tipo único en su especie, capaz de divertirse un rato pateando la pelota de footy (fútbol australiano, similar al rugby) y al toque estar pendiente de cómo se levantaron sus jugadores en el hotel. O de provocar carcajadas por un chiste subido de tono y enseguida pedir información sobre el Melbourne Victory, el rival de mañana.

En ese sentido, desde adentro confiesan que luego de la salida de un DT pelado y con algunos rulitos blancos a mediados de 2004, nunca se había visto un trabajo así. Es más: comparan la pretemporada que se realizó en Pilar con aquella primera que se había hecho en el 98 en Tandil: por organización, intensidad de trabajo y semblante de los futbolistas.

En este Boca también hay reglas claras para todos. Horarios a cumplir, alimentación controlada y hasta vestimenta adecuada en la concentración. Si hasta un jugador recibió un reto por ir a comer en chancletas...

"Se acabó la joda", dice en off una autorizada voz que vio laburar a varios entrenadores en los últimos tiempos. Y lo justifica Borghi, al pasar: "Estamos conociendo un lugar diferente y bonito, pero acá no vinimos a pasear. Vinimos a trabajar". Se nota: ayer ya realizó un reducido formal y para hoy planificó un doble turno de entrenamientos. "Con técnicos madrugadores siempre nos fue bien", acota la misma voz lejos del grabador. Borghi ayer se levantó antes de las 8. ¿Saben quién era un habitué de la primerísima mañana? Si cualquier coincidencia con el pasado no es mera casualidad, se apelará entonces a los fríos y calculadores números: Bichi debutó y ganó su primer amistoso en Boca un 9 de julio, al igual que un técnico del cual no hace falta agregar una sola coma de su currículum.

Desde el estribo, sólo hay tiempo para un detalle final que no pasó inadvertido en la intimidad. Boca disputará el Apertura con un cambio de camiseta, que incluirá un azul francia más impactante. Esta misma modificación se había hecho en el 2000 y 2003.

¿Quién dirigía? Sí, en dos etapas distintas, el mismo DT: un tal Carlos Bianchi. Chau, felicidades.

MELBOURNE (ENVIADO).

Via: Olé

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