martes, 13 de julio de 2010
Antonio Roma nacía un 13 de julio de 1932 en Buenos Aires
Antonio Roma nació el 13 de julio de 1932 en Buenos Aires. El 3 de abril de 1960 debutó en el arco de Boca Juniors para comenzar a escribir historias llenas de gloria. Ese día Boca le ganó a Estudiantes 2 a 1. Se adjudicó 6 títulos en el club, sumando los Campeonatos del 62, 64 y 65, los Nacionales 69 y 70 y la Copa Argentina 69.
Roma comienza relatando algunos hitos de su exitosa carrera en la institución. La charla comienza así: “Sí. Algunos recuerdos…bastantes. Hacía tiempo que no venía por la cancha, así que justamente hoy vine a traer a un amigo, un vecino, que quería ver la cancha, conocer a los jugadores. Esto rae muchos recuerdos, imaginate, tantos años aquí. 13 temporadas defendiendo ese marco, tengo recuerdos imborrables”.
Empieza a puntualizar algunos acontecimientos que forman parte de la galería histórica de Boca Juniors: “Son muchos. Todo el mundo recuerda el penal contra River en el 62, contra Delem. Todos recuerdan el penal porque era el clásico Boca-River, faltaban pocos minutos y había casi un campeonato en juego, pero en el año 64 en treinta y pico de partidos, nos hicieron 14 goles solamente. Eso también era algo que quedó en el recuerdo porque la gente venía, hacíamos un gol y sacaba los pañuelos. Había gente que se iba de la cancha. Es cierto, me lo cuentan actualmente. Después haber sido campeón, 62, 64 y 65, 69 y 70… En el 69 estuve más de 800 minutos con la valla invicta. El recuerdo de todos los ex jugadores, que actualmente nos reunimos como lo hacíamos en esa época, era un grupo humano maravilloso con una familia bárbara”.
Antonio Roma es uno de los arqueros más recordados dentro de la historia del club. Su nombre está escrito bien grande en la memoria Xeneize. El “Tano” lo vive de forma especial: “Para uno es una gran satisfacción, más en una institución como Boca, mundialmente conocida como uno de los equipos más importantes del mundo. Haber tenido la suerte de haber estado tanto tiempo defendiendo esos colores, es un orgullo tremendo. El orgullo mayor es lo que me dejó el fútbol, pero no hablemos de dinero, porque en esa época era distinta a esta. Lo que me dejó el fútbol es mucha amistad, mucha gente que me reconoce actualmente como jugador de fútbol y como persona. Esas son cosas que en la vida no hay con qué pagarlas”.
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