lunes, 19 de julio de 2010
Marcelo Peña, ayudante de Borghi, del riñon de Boca no hay ninguno hasta ahora.
Marcelo Peña se encarga de ver los partidos desde la platea y anotar qué hace cada jugador. Es chileno, vivió en Australia y ama al Bichi.
Si de encontrar historias curiosas se trata, Marcelo Peña se lleva todos los premios. Es uno de los ayudantes de Borghi, no de campo, sino en todos los aspectos. Y tiene una historia más que particular. “Yo nací en Chile, pero al año vine para Australia y estuve hasta los 17, pasé mi infancia y adolescencia y dejé varios amigos. Después, cuando dejé de jugar, me vine a vivir dos años con mi señora y mi hija. En ese momento, me puse a trabajar con niños de la calle en el tema de las drogas y el alcohol. Es algo que me genera mucho y por suerte acá se trabaja muy bien. Se notan las diferencias con Buenos Aires en varios aspectos, porque acá la calidad de vida es mejor. A mí lo que más triste me pone es lo que sucede con la basura, el agua y la electricidad. Australia todo lo regenera y acá nunca vas a encontrar un papelito tirado”, cuenta.
Ahora sí se entiende, entonces, por qué Peña oficia de traductor permanente para los jugadores y el resto de la delegación. Durante este tramo de la gira, él se encargó de hablar con los locales, solucionar los inconvenientes que fueron apareciendo y dejarle al Bichi la menor cantidad de preocupaciones. Una función similar a la que cumple en el cuerpo técnico.
Peña trabaja con Borghi desde hace dos años. Compañeros en el Audax Italiano de Chile, mantuvieron la amistad y se sumó al grupo en Argentinos. El mismo se encarga de presentarse: “Organizo con Claudio los trabajos ofensivos, remates, pases y controles. Además, tomo las estadísticas de lo que él quiere. Y los días de partido lo veo desde la platea. En Argentinos vi todos los partidos arriba, lo mismo en estos amistosos. Buscamos tener otra visión. En el entretiempo, mi misión es bajar y contar lo que vi. Ojo, él se da cuenta de todo, pero sirve para tener más datos”. Las estadísticas son precisas: pelotas tocadas, erradas, recuperadas, pases bien y mal. .. Todo queda registrado.
-Hablás del Bichi con mucho cariño...
-Es que además de respetarlo, es como un papá para mí. Te deja expresarte, te deja mejorar. Es una persona que da mucho en lo personal y laboral.
-¿Su mayor virtud? -Es muy grande, muy generoso para este medio, que en general es más egocéntrico. El da confianza, tiene una pasión enorme por lo que hace. Mucha gente habla de pasión y se confunde con obsesión. Y ser obsesivo no es bueno.
-¿Qué fue lo que más te sorprendió de Boca? -Es un club gigante, como el Barcelona. Y para mí es un sueño trabajar en una institución así.
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