Fútbolista fino y elegante. La 12 pide garra, pero supo captar y reconocer ese toque de distinción que le agregaba la calidad con la cual Marzolini llenó el lateral izquierdo de su cuadro, durante más de diez años. Silvio fue también un ganador nato, como lo demuestran los campeonatos de 1962, 1964, 1965, 1969 y 1970 que obtuvo.
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