jueves, 9 de julio de 2009

El ‘Leoncito’ Hoy le rendimos homenaje a un histórico del Club: Natalio Pescia


Ídolo en los 40' y los 50', hasta tiene una tribuna de la Bombonera con su nombre. Enterate de quién fue y qué obra hizo durante su prolongado paso por nuestra institución.


Para que una Tribuna lleve el nombre de un jugador, este debe haber hecho algo demasiado importante en ese Club. Es el caso de Natalio Pescia, ex futbolista Xeneize y muy idolatrado en su época. Tal es así que desde hace varios años, la Tribuna de la Bombonera que da a Casa Amarilla está bautizada con su nombre y apellido.


Natalio Agustín Pescia nació en la Isla Maciel, Provincia de Buenos Aires, el 1° de enero de 1922. Catorce años más tarde se fue a probar al Club de sus amores y fue aceptado inmediatamente. Había llegado para siempre.


Debutó en la Primera de Boca el 30 de agosto de 1942 y nunca jugó en otro equipo. Esa tarde, Boca perdió con Chacarita por 2 a 1 en la vieja cancha que tenía el ‘Funebrero’ en Villa Crespo. Pero también fue la primera vez que ese mediocampo que sale de memoria en los hinchas Xeneizes se unió en un campo de juego. Sosa, Lazzatti y Pescia. Uno mejor que el otro. Uno más ídolo que el otro. Tres próceres de nuestra historia.



Pescia irrumpió en Primera para sustituir al recordado español Arico Suárez, otra gloria boquense. Y no tardó nada en reemplazarlo en cuanto al juego y, fundamentalmente, en el cariño de la gente.



De entrada, demostró que jamás iba a renunciar al legado xeneize. Ese que dice que hay que pelear cada pelota como si fuese la última y que hay que dejar el corazón en cada partido. Así lo hizo a lo largo de los 365 encuentros que jugó durante 14 años con el Manto Sagrado. Convirtió pocos goles: siete, apenas. Jugaba de half izquierdo en las épocas del 2-3-5. Era bajito y medio calvo. Era un león y un gladiador. Corría y metía. Y, con el paso del tiempo, se transformó en el caudillo del equipo.



Capitán, ídolo, respetado por compañeros y rivales. Lo expulsaron solamente dos veces, lo que marca que a pesar de que era un luchador en una zona del campo de mucha batalla, era correcto, leal. Ganó tres títulos: Campeonatos del 43’, 44’ y 54’ e integró dos líneas medias imborrables. La primera fue la ya mencionada con Sosa y Lazzatti. La otra, la que integró junto a Lombardo y Mouriño.



Natalio Agustín Pescia. El ‘Leoncito’, el ídolo, el eterno. El dueño de la Tribuna. De esa misma Tribuna que coreó su nombre durante catorce años. El 1° de noviembre de 1989 nos dejó para siempre. Pero en nuestra memoria y en nuestro corazón, jamás va a dejar de acompañarnos.

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