Hace un año, Boca estuvo a punto de vender a Rodrigo Palacio a la Lazio de Italia en 21.000.000 de dólares, pero el jugador no se decidió y la operación se cayó. Anoche, los dirigentes se reunieron para analizar la oferta del Genoa que llegó por él. ¿De cuánto? ¡2.500.000 euros! Una cifra que hace unos meses hubiese provocado risas en el club, hoy es tema de debate en la CD. "La verdad, estamos entre la espada y la pared", le reconoció un directivo a Olé, admitiendo el dilema que hay en el club, entre la necesidad de venderlo y las críticas que podría generar la aceptación de la oferta actual.
La historia es sencilla: tanto Boca como el jugador desean una transferencia. El problema es que esa cifra no convence a los directivos. Por eso, Boca le envió al Genoa una contrapropuesta: 3.500.000 euros limpios para el club. "En 48 horas nos tendrían que contestar", agregó la misma fuente. Ahora, ¿por qué Boca aceptaría venderlo por ese dinero? Acá, algunos motivos:
La urgencia económica. Boca necesita vender y en esta época de crisis, sabe que es difícil realizar operaciones millonarias. Por primera vez en 13 años, el club cerró su balance en rojo y, como dijo el presidente Ameal la semana pasada, todos los jugadores son transferibles.
Rodrigo percibe un contrato alto, el mejor del club luego del de Riquelme. Y en épocas de austeridad, qué mejor que desprenderse de un salario que está por encima del tope actual que maneja el club.
El 30 de junio del año próximo, a Palacio se le vence su contrato y, por consiguiente, se quedará con el pase en su poder. Entonces, los dirigentes apuestan a venderlo ahora. "Si no, el año que viene se va y no nos queda ni una moneda", sostienen.
El deseo del jugador. Palacio habló con varios dirigentes y les expresó su intención de cambiar de aire. A los 27 años, el bahiense considera que cumplió un ciclo en Boca (llegó en el 2005) y cree que es el momento ideal para probar suerte en Europa.
En el club, algunos especulan con ofrecerle un contrato por dos años más a Palacio pero que el jugador resigne parte de su actual salario. Saben que es casi imposible ante cualquier jugosa oferta que reciba Rodrigo de afuera. Por eso, quieren y no quieren venderlo. Hoy, todos los caminos conducen a Genoa.
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