jueves, 9 de julio de 2009

Ernesto E. Mastrángelo


Cuando nació, su mamá lo quiso anotar con el nombre de Heber. No la dejaron. Lo llamaron Ernesto Enrique, pero fue "el Heber" para todos. Tan pícaro y atorrante fuera de la cancha, como dentro de ella. Era capaz de contarle chistes a su marcador durante el partido para desconcentrarlo. Fue fundamental en la gran campaña del Boca de Lorenzo.

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