La Confederación Sudamericana de Fútbol creó el torneo Copa de Oro Nicolás Léoz enfrentando a cuatro equipos de nuestro continente. Los cuatro equipos surgieron de los campeonatos disputados en 1992. Boca se clasificó tras haber logrado la Copa Master, mientras que San Pablo fue el campeón de la Copa Libertadores 1992, Cruzeiro de Brasil fue el ganador de la Supercopa y el Atlético Mineiro fue campeón de la Conmebol. El último fue el rival de la final.
El 10 de julio de 1993, Boca disputaba el partido de vuelta de las semifinales del torneo. Ya había pasado el partido en la Bombonera, cuando Boca había ganado por 1 a 0 el 7 de julio. El gol ese día lo había convertido Sergio Martínez a 3 minutos del final.
Con este resultado, el plantel conducido por esos tiempos por Jorge Carlos Habegger viajó a San Pablo para conseguir la clasificación. El 10 de julio, el técnico dispuso a: Navarro Montoya; Soñora, Simón, Moya y Mac Allister, Rodríguez, Luis Medero, Neffa y Márcico; Martínez y Carranza. Cenci y Saturno ingresaron en el complemento.
El partido fue muy complicado. Tanto es así que los 90 finalizaron con el 1 a 0 favorable a San Pablo con gol de Gustavo Matosas a los 27 del segundo tiempo. Con este resultado, idéntico al de la Bombonera, llegó el alargue. Boca necesitaba marcar para evitar los penales.
El partido se definía al primer gol en el tiempo suplementario. Increíblemente Sergio Martínez fue nuevamente el autor del gol. El extraordinario goleador uruguayo le dio el empate y el pase a la final a Boca a los 45 segundos del primer tiempo extra. El Pacaembú de San Pablo quedó en silencio. Con el 1 a 1 Boca pasaba a la final para derrotar a otro brasileño, el Atlético Mineiro, y alzarse con el título que tuvo esa única edición de 1993.
La mística copera existió siempre, aunque algunos quieran sostener lo contrario.
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