El "Chapa" , tal era su apodo, comenzó su carrera en Boca en el año 67, jugando de marcador lateral, ganando el Bicampeonato Nacional 69-70. Fue siempre un jugador de juego simple, con buen panorama y espíritu de entrega. En 1972, debió irse porque el técnico de turno no lo tenía en sus planes. En 1976, Juan Carlos Lorenzo lo trajo de vuelta, pese a la oposición de parte de la dirigencia del club. En su nueva función de volante central, Suñé se transformó en símbolo y capitán de ese Boca. Su gol a Fillol, arquero de River en la final del Nacional 76, lo llevó sin escalas a la inmortalidad.
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