Final feliz para la participación de Boca en la Audi Cup. Por lo prestigioso del torneo, por lo que sirve en medio de la preparación para el nuevo semestre oficial y porque se dio el gusto de vencer al Milan nuevamente.
Como sucediera en el 2003 en la Copa Intercontinental, el conjunto Xeneize superó por penales al elenco rossonero tras haber igualado 1 a 1 y se quedó con el duelo entre los dos clubes con más títulos internacionales del mundo.
El gran héroe de la tarde fue el “Pato” Abbondanzieri con sus atajadas en los disparos desde los doce pasos, pero queda también el elogio por la buena actuación Xeneize que logró reponerse de un marcador adverso ante uno de los mejores equipos del mundo.
El partido comenzó parejo, con dos equipos que salieron decididos a jugar en campo contrario. Sin embargo, las jugadas de riesgo no fueron directamente proporcionales a las intenciones de los dos equipos.
En ese marco, Boca tuvo las más claras con dos remates de media distancia. Primero fue Mouche con un tiro desviado y luego Gaitán con un disparo bien atrapado por Abbiati, arquero de Milan.
Con esos antecedentes, el conjunto de Basile comenzó a hacerse dominador del juego gracias a su buen dominio y circulación de pelota.
Pero ese rendimiento más atildado no tuvo su premio, sino por el contrario, un castigo muy excesivo: luego de un centro que parecía sin peligro, Thiago Silva anticipó a todos y puso la ventaja para Milan por 1 a 0.
De esta manera, el equipo italiano aprovechó su primera chance en el partido y logró irse festejando al descanso sin merecerlo. Boca nunca fue superado por su rival y hasta pudo igualarlo con un remate cruzado de Krupoviesa que tapó muy bien el portero del conjunto italiano.
Ya en la segunda parte, el “Coco” decidió incluir a Monzón, Battaglia, Riquelme e Insúa. Los cuatro ingresos le permitieron a Boca hacerse dueño del campo y la pelota para manejar los hilos del partido.
De esta manera, al equipo italiano no le quedó otra que refugiarse atrás y apelar al contragolpe a través del cual exigió a un Abbondanzieri que respondió muy bien.
Después llegó el turno del ingreso de Palermo para darle mayor peso ofensivo al ataque. Así fue que Boca volvió a tener algunas chances claras para empatar. La más nítida la tuvo Román, que tiró cruzado y volvió a atajar a Abbiati.
Pero de tanto ir al frente, la ansiada igualdad llegó para ponerle justicia al marcador a cuatro minutos del final. Tras un centro de Insúa por la izquierda, Viatri, de gran partido, conectó de cabeza y logró vencer la valla del portero milanés.
Con ese grito, Boca pudo evitar la derrota y sonreír antes de ir a los penales ya que luego la alegría fue aún mayor. El Pato se vistió de héroe, atajó dos penales y le dio la posibilidad al Xeneize de repetir aquella hazaña en Japón.
Boca volvió a ganarle al Milan y otra vez lo hizo por penales. En un duelo de campeones, por más amistoso que sea, sacamos a relucir la chapa de gigante mundial, esa que nos permitió participar de esta copa donde sólo juegan los mejores del planeta.
Así fueron los penales que terminaron victoria Xeneize por 4 a 3:
Boca 4:
Palermo: gol
Riquelme: gol
Insua: atajado
Battaglia: gol
Viatri: gol
Milan 3:
Ronaldinho: gol
Pirlo: atajado
Jankuloski: gol
Thiago Silva: gol
Pato: atajado
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