viernes, 31 de julio de 2009
Debutó el uruguayo Gunino, y dejó una buena imagen.
Llegó sin cartel, con sólo 19 años y un puñado de partidos en la Primera de Danubio y en el Sub 20 de Uruguay, con el que anduvo bien en el último Sudamericano. Y de repente, Adrián Gunino se encontró una noche jugando en Munich, contra el Milan, con la camiseta de Boca. No sólo eso: la imagen que dejó fue muy satisfactoria. Luego de que Medel ocupara esa posición en el 1-2 ante el Manchester, el lateral uruguayo demostró que es un cuatro de raza, sin maquillaje. Subió cuando el hueco se le abría, tocó rápido, buscó cada devolución, y tuvo la velocidad necesaria para retornar cuando la contra se venía. Esa fue la batalla ganada por el charrúa: haber deslizado que hay vida después de Ibarra, las veces que Ibarra no pueda estar.
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