Salió de la sala de conferencia abrazado con el DT del Manchester. Sí, el mismo que, según contó, el martes le pidió sacarse una foto juntos guiñándole el ojo como si fuera un porteño más. Parece que, efectivamente, Sir Alfio y Sir Alex se llevan fenomenal. Hasta sus equipos, incluso, se respetaron como ellos afuera: ahí, en la cancha, la cosa estuvo pareja. Y acaso haya sido eso lo que más conforme dejó al Coco Basile, lo que le dibujó una sonrisa a pesar de la derrota. "¿Qué me dijo Ferguson? Que le gustó Boca. Y a mí también. Intentó jugar como yo quiero y la verdad es que los jugadores hicieron más de lo que creía, porque le jugaron de igual a igual a un gran equipo, al subcampeón de la Champions, eh, no es joda", tiró el técnico tras el debut.
La pregunta de un periodista inglés, entonces, le cayó justa a su definición. Porque el hombre, sin nacionalismo alguno, le marcó que las diferencias que podrían existir entre el Manchester y Boca no se habían notado. Ahí, su vozarrón se hizo más fuerte. "Lo que pasa es que este club está entre los tres mejores de América, tiene grandes figuras, llena de jugadores a Europa. Boca es el más ganador de copas, es un grande", se entusiasmó Coco. Y esta vez sin problemas con el traductor como había tenido en la presentación de la Audi Cup, su foco del partido siguió siendo optimista. "Obvio que yo exijo más, pero lo importante es que el equipo jugó al fútbol ante un gran rival. Y lo superamos en el segundo tiempo. Por eso felicité a mis jugadores. Si seguimos así, vamos a andar muy bien", pronosticó. Las estadísticas del partido lo respaldan: Boca tuvo más la pelota que su rival (56% a 44%), Riquelme fue el que más pases dio de todos los players en cancha (116) y Battaglia, el que más corrió (11.3 km).
Pero entre el exijo más y el andar muy bien, en esa combinación de palabras, Sir Alfio pidió... refuerzos. Y no sólo en el medio, sino también adelante. "Nosotros tenemos defensores, varios mediocampistas y faltaría un delanterito. Uno que haga goles, como Palermo, que vaya también por afuera. ¿Nombres? Tengo tres, no los voy a dar. Igual todo dependerá de que salga algún jugador, porque los dirigentes me dijeron que el club tiene que vender. Aunque también saben que Battaglia necesita un cinco natural que pueda suplirlo", dijo.
Después, claro, habló de todo y de todos. De Cáceres dijo maravillas ("Hizo un partidazo, jugó con una clase extraordinaria"); elogió a Insúa y Medel, las dos incorporaciones; se entusiasmó con la sociedad Pocho-Román ("Hay que trabajarla, pero no mucho, porque son jugadores de clase, triangularon bien"); y marcó que la interna del grupo, ésa que se decía que sólo él podía comandar, está mucho mejor: "Al vestuario lo veo bárbaro. ¿Por qué elegí a Palermo capitán? Era el que estaba. Puede ser él, Román, Ibarra. Cuando yo llegué, la otra vez, lo puse a Battaglia. Hoy es uno para tirar la moneda, je", bromeó.
Dijo, también, que su nuevo Boca se verá cuando termine la gira. ¿Y qué más, Coco? "No more".
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