domingo, 9 de agosto de 2009
Mouche reconoció que le sirvieron las palabras de Palermo y Riquelme
Sentirse cómodo es que las primeras pelotas las juegues bien para entrar en confianza". El pibe, 21 años, desfachatado, pura adrenalina, tenía la receta. Decía que el inicio era fundamental, aspecto clave para encarar con el ánimo in crescendo 90 minutos de vértigo y pasión.
Y un día Pablo Mouche entendió que menos brillo individual puede derivar en más beneficios colectivos. Porque ni siquiera habían pasado 100 segundos cuando descargó de primera para Insúa y porque tampoco las agujas habían marcado los 120 cuando envió un centro preciso, sin frenar la bola, que terminó en un rechazo defensivo, pero que tenía destino de Palermo. "De a poco me voy acomodando al tridente", confiesa ahora, exhausto luego de su mejor partido en la gira, referencia para ese triángulo mortífero que pretende integrar con el 9 y el 10.
Esas dos acciones sirven como de muestra para ilustrar los 78 minutos que Mouche estuvo en cancha. Movedizo, activo, enchufado, quiso devolverle a Basile la confianza otorgada al incluirlo entre los titulares, en la última prueba, la que el DT consideraba esencial para ensayar el famoso equipo de memoria.
"Con Palermo nos vamos entendiendo muy bien. Hoy le tiré varios centros y por suerte en uno de ellos metió el gol". Su piel con el Titán se notó en la primera conquista. Centro con derecha, luego de simplemente frenar la bocha y sin ninguna acción individual, y postrero cabezazo de Martín. En el ST le llegó la oportunidad de la anotación propia. Aprovechó una exquisita habilitación de Riquelme, definió con un remate delicioso al segundo palo y le mostró a Basile que él puede ser un punta por afuera con gol. "Se me venía negando, tenía mis chances pero siempre estaba en el uhh. Meterla sirve para ir ganando más confianza todavía".
La gira sirvió, coincide la mayoría, para amalgamar piezas y poder recitar sin repetir y sin soplar la formación predilecta de Coco. "Se vio un equipo compacto, que jugó muy bien en las tres líneas. Por este partido y por los anteriores creo que el balance de la gira es muy positivo". Y también, claro, ofreció posibilidades de aceitar el funcionamiento del triángulo ofensivo. Por eso, el cierre a todo trapo: "En estos días Martín y Román me fueron hablando y aconsejando y me llegaron sus palabras. De cómo moverme. Me pidieron que tuviera mucha movilidad, que vaya por todos lados... Que juegue como yo lo hago". Y mal no te fue...
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