martes, 11 de agosto de 2009

Federico Insúa tiene una cuenta pendiente en su carrera y en Boca. Primero, piensa en el Apertura: "Hay equipo para salir campeón".

Federico Insúa ganó tres veces el campeonato argentino, una con Independiente y dos con Boca. Y jugó en el América de México, el club más poderoso del fútbol azteca. Posibilidades de disputar la Copa Libertadores, tuvo. Y de sobra. Pero el Pocho, el que hizo tanta fuerza para regresar al Xeneize, el que ilusiona al hincha por la sociedad que puede armar con Juan Román Riquelme, el que en la gira por Europa mostró que el tobillo de su zurda sigue teniendo bisagras para tirar gambetas de puro papi-fútbol, el que llegó para ser parte del equipo de memoria, es el mismo que, en su revival en este club, quiere saldar a los 29 años una deuda que tiene con su carrera.

-En el 2007, Román volvió y ganó la Libertadores. ¿Ese es tu sueño?

-Sí, volví para ganar la Libertadores. Es una gran espina que tengo clavada, porque todavía no tuve la posibilidad siquiera de jugarla. Participé de dos Sudamericanas, una que gané con Boca y otra con el América en la que perdí la final con Arsenal. Así que es algo pendiente que me queda. Y eso sí lo tengo claro: para clasificarnos tenemos que salir campeones o tenemos que estar en los primeros lugares. Hay equipo para salir campeón, con jugadores muy importantes, con personalidad, de selección. Vamos a intentar eso. Con Independiente me fui a España cuando salí campeón, con Boca salí campeón y me fui a Moenchengladbach, y espero jugarla ahora.

-Y la Sudamericana no es lo mismo, ¿no?

-Nada que ver. Sólo viéndolo por tele te das cuenta de que no es lo mismo.

-Tenés ganas de vivir la Copa.

-Sí, pero primero lo primero. Hace tres años que no juego en el fútbol argentino y que una cosa vaya llevando a la otra. Obviamente que tenemos equipo para salir campeón, pero hay que esperar a que todo se vaya dando.

El zurdo sabe que los raquíticos 22 puntos que Boca logró en el Clausura ponen al team del Coco en la obligación de realizar una gran campaña: o bien para cosechar los puntos para clasificarse a la Copa del año próximo (está a ocho puntos de Racing, el que hoy jugaría un repechaje), o bien para salir campeón. Palabra, esta última, que Fede conoce bien en su alianza con la azul y oro: jugó cuatro torneos, y clavó un póker.

-Vos ganaste todo lo que jugaste en Boca. ¿En tu objetivo sólo sirve ser campeón?

-Es el desafío de todos. Estoy con toda la ilusión, con todas las ganas. El equipo me gusta mucho, tenemos la obligación de pelear, de ganar cosas importantes... Vamos a esperar cómo empieza el torneo. Pero la idea, obviamente, es salir campeón.

-¿Entonces la gente tiene derecho a ilusionarse?

-¿Por qué no? Todos lo estamos. Tenemos que tratar de encontrar el mejor funcionamiento antes del inicio del campeonato, Boca armó plantel muy rico, de muy buen nivel, y debemos aprovecharlo: a Román, a Martín, al segundo punta que juegue a su lado. El equipo va por buen camino, lo que mostró hasta ahora fue muy interesante. Se vieron cosas buenas.

-¿Te arrepentiste de haberte ido de Boca?

-Para nada. No cambiaría nada de lo que hice en mi carrera. Ni lo bueno ni lo malo. Y eso incluye lo que me pasó cuando me fui de Boca. Encuentro un montón de cosas positivas. Ya haber estado en Alemania, por lo que es como país y sociedad, te cambia la cabeza. Por cómo me trataron, me pusieron un traductor para que me ayudara... En México jugué en el América, muy poderoso desde lo económico. Por todas las cosas que fueron pasando hoy estoy de vuelta en Boca y soy un agradecido de lo que llevo hasta hoy en mi carrera.

-Hiciste mucha fuerza para venir...

-Fue parte de una negociación. Y ninguna es sencilla, sea del jugador menos reconocido hasta el número uno. Fijate que Eto'o tuvo un montón de problemas hasta llegar al Inter, y el resto también tenemos inconvenientes. Siempre que hay plata de por medio, las cifras en el ida y vuelta entre México y Argentina por los jugadores cambian y ahí también hay un tira y afloje. No fue fácil: hubo muchas discusiones pero se llegó a buen término. Se logró y no me importa cómo. No me interesó la forma en que se llegó al acuerdo. Mi meta era jugar en Boca y afortunadamente lo logré.

-De los que te dirigieron, ¿Basile es el entrenador que más seduce a un jugador?

-Tuve técnicos importantes pero lo de Coco es fuerte y ya viene desde la primera etapa, cuando me pidió para Boca. Fue el técnico más importante de mi carrera. Hay otros que también me han dejado muchas cosas: tuve al Tolo, los técnicos de la Selección... Pero las cosas que viví en Boca, jugar cuatro torneos y ganarlos todos y la forma en que se manejó Coco, cómo se trabajó, el nivel que logré... Tuve la suerte de ganar cosas muy importantes, y en lo futbolístico aprendí mucho.

-¿Que él estuviera fue una motivación más para que hicieras tanta fuerza en México?

-Sí, por supuesto. Está bárbaro, con todas las pilas. Cuando me llamó para pedirme obviamente fue una motivación impresionante, cosa que con otro técnico que no conocía hubiese sido distinto. El está muy bien. Las charlas no son largas pero de la forma en que él habla le entendemos más que claro.

-¿Sienten que son los que mejor se reforzaron y eso les generará una presión extra?

-Boca es Boca. Cuando le apunta a un jugador es muy difícil que no llegue. En el país hay muchos problemas para contratar jugadores, se les ha complicado muchísimo. Boca se reforzó muy bien. Los demás no me interesan.

-¿Y la presión?

-Siempre existe presión en Boca, no es de ahora. Cuando llegué, en mi primer ciclo, Boca venía de hacer un campeonato de mitad de tabla y habíamos llegado Cata Díaz, Marino, Krupoviesa, yo... Además, habían vuelto Battaglia y el Negro Ibarra, y se vivió lo mismo que ahora. Fuimos a la gira por Holanda, Corea y China y me acuerdo de que me preguntaban lo mismo que ahora, de la presión por la llegada de Coco y de los refuerzos. Era lo mismo. Este es un equipo que está acostumbrado a las obligaciones que tiene el club. Y eso me pone contento por la importancia que nos da.

Esta virginidad copera inquieta pero no perturba al Pocho: confía en que este equipo, de paso hidalgo por Europa, da el pinet de favorito y que por ello, en febrero, podrá estar frente a su primera vez en la Copa Libertadores. Esa que Boca ganó tantas veces en los últimos nueve años...

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