lunes, 21 de marzo de 2011
El Boca de Falcioni volvió a chocar y, por primera vez, el técnico se fue sin hablar.
Salió del vestuario por la puerta de atrás. Aun muy golpeado, por ahora seguirá.
"En el vestuario hubo un silencio total”, le cuenta a Olé , cerca de la medianoche, una persona que vio rostros de jugadores y entrenador post derrota. Apenas un ratito antes, Falcioni había abandonado la Bombonera por la puerta de atrás. ¿La imagen es todo? A pesar del hermetismo de dirigentes, cuerpo técnico y futbolistas, el DT avisó que el entrenamiento está programado para mañana, a las 9.30, en Casa Amarilla. Pero quedó tan golpeado luego de la cuarta caída de su ciclo que ni tuvo ánimo para ir al velatorio de Adrián De Vicente. Durante la tarde había previsto pasar a darle el pésame a la familia, pero al final prefirió irse a su casa a refugiarse con los suyos. Sus satélites se encargaron de aclarar que Falcioni nunca se va del estadio en el micro junto el plantel, ante la sorpresa generalizada por observar al grupo, solo, soportando los insultos y los cánticos agraviantes de la gente en el playón.
El técnico casi no cruzó palabras con sus colaboradores, a los que también se los notó muy apesadumbrados a la salida del vestuario. Con Ameal no pudo hablar ya que el presidente se fue del estadio en el entretiempo hacia el sanatorio donde internaron a Rivero y Erviti. El único directivo que estuvo en el camarín fue el vice segundo Juan Carlos Crespi. Verborrágico, habitualmente con un chiste a mano, esta vez su semblante pareció ilustrar el sentimiento generalizado que hubo puertas adentro.
Sin dudas, el mazazo que propinó Olimpo se trató del más duro de esta corta gestión de Falcioni en el club. Su esperanza era observar un equipo renovado, en juego y espíritu, pero el rendimiento y el resultado lo dejaron groggy. Sin ánimo de excusarse, el técnico cree que ya probó variantes posicionales y nominales por doquier.
“Van a tener que traer un escribano para sacarme de acá”, había asegurado JCF en una entrevista durante la semana. A sus íntimos les suele repetir que ésta es la “oportunidad” de su vida y que no la desaprovechará, pero los partidos pasan, la reacción no aparece y la incertidumbre crece. De hecho, ayer fue la primera vez que Falcioni no habló con la prensa luego de un partido en Boca. Silenzio stampado que le dicen...
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