lunes, 31 de enero de 2011
Boca es el equipo del verano: les ganó a todos y no recibió goles. Pero Falcioni no se olvida de los grossos que están afuera.
Y dice: “Siempre les pido más a los jugadores”.
Cuando llegamos al hotel en Mar del Plata había 500 hinchas esperándonos. Al salir para el estadio, 1.000. Cuando llegamos para cenar después de la victoria 1.500. Y, lo más sorprendente, al subirnos al micro para regresar eran más de 2.000. Esa son las cosas que demuestran la magnitud que tiene este club. ¿Si me va a cambiar? No lo sé, espero que no... Pero es hermoso el afecto y el aliento que te transmiten los hinchas”.
Boca es Boca en cada ciudad del país, en cada pueblo, en cada esquina. Falcioni es Falcioni en cada declaración, en cada frase, en cada oración.
El calor es calor, en Mar del Plata o en Buenos Aires. El mediodía de un domingo agobiante en Casa Amarilla igual mantiene fresco al técnico que debe hacer feliz a la mitad más uno. “Boca tiene que ser protagonista siempre”, le reconoce a Olé , mientras goza las mieles de un enero arrollador.
-¿Qué análisis hacés de los tres partidos que jugaron en el verano? -Hemos jugado contra tres rivales importantes y en esos partidos se podría decir que el segundo tiempo estuvo de más. Está claro que hablamos de partidos preparatorios, pero ganar siempre es importante porque estimula y motiva. El equipo está bien, sólido y solidario. Y también me tranquiliza que las victorias llegaron porque hemos sido superiores a los rivales en dinámica, juego y en el resultado. También me reconforta ver un equipo tan solidario. Hubo una jugada contra San Lorenzo que pinta la actitud claramente. Fue en el primer tiempo, cuando cuatro muchachos presionaron a Placente en el banderín del córner, recuperaron la pelota, vino el centro y Viatri estuvo a punto de convertir de cabeza. Ah, y atrás llegaba Colazo. Estamos hablando de seis jugadores en posición ofensiva.
-¿Eso quiere decir que ya se ve la mano del entrenador? -Se ve el trabajo de los muchachos. El mérito del esfuerzo, el mérito de trabajar todos los días. Eso a nosotros nos deja tranquilos. Por supuesto que es un lindo aliciente grupal comenzar ganando ante clubes grandes.
-¿Qué es lo que más rescatás del equipo? -Hay mucho compromiso, me gusta. Hay que seguir buscando opciones. Uno siempre repite que lo grupal está por sobre lo personal. Las apetencias personales tienen que estar al servicio del grupo. Y estos muchachos están trabajando y poniendo todo su esfuerzo y sacrificio al servicio del compañero. Eso es muy bueno.
El discurso de Falcioni discurre entre la alegría y la mesura. Se da una vuelta por la ansiedad, golpea la puerta de la calma y toca el timbre de la satisfacción. Y pese al placer que otorgan los buenos resultados iniciales, sabe que la prueba de fuego serán los 19 partidos del campeonato. “Hicimos un buen trabajo en lo previo, nos vamos soltando, estamos bien, pero todavía falta”, aclara y lanza una declaración, alejada de la soberbia, cercana a la tranquilidad que brinda la abundancia: “Todavía tenemos que agregar a Román, a Battaglia, y a Erviti. Esperemos seguir compactando el equipo, el grupo y continuar haciendo las cosas como las venimos haciendo”. Y aunque el ponderado 4-4-2 haya conformado a la tribuna, el DT es consciente de que la reaparición de Riquelme y su futura sociedad de pie fino con Erviti obligan a un cambio de esquema. De hecho, en el estreno oficial ante Godoy Cruz la pizarra informará que la 10 será de Román, que se ubicará como enganche clásico y que el mediocampo estará conformado por almas batalladoras, considerando la suspensión de Erviti para la primera fecha. Pero Walter, en el equipo ideal de Pelusa, es una pieza inamovible.
-Ya se sabe lo que puedan dar Riquelme y Battaglia. ¿Qué esperás de Erviti? -Es un jugador importante. Tiene experiencia y mucho juego. Puede desempeñarse en distintas funciones. Puede ser doble cinco, pivot y hasta recostarse sobre la izquierda. Por supuesto que en esa posición no le voy a pedir que haga un ida y vuelta permanente. Mi idea es que intente juntarse con Riquelme. Si logran conectarse tendremos muchísimo volumen de juego.
-Se te nota tranquilo...
-La tranquilidad me la dan los jugadores. Todavía no hace un mes que llegué, estoy bien. Hemos tenido solidez en los dos arqueros, en la defensa, despliegue en los volantes, los delanteros hicieron goles. Cuando tenés ese punch y ese despliegue y seguridad te quedás muy tranquilo, y yo lo estoy. Esperemos seguir manteniendo este ritmo, juego y equilibrio.Ahora se viene el clásico y vamos a tratar de equilibrar las cargas, veremos cómo están todos y proyectaremos el equipo.
-¿El hincha se puede ilusionar? -Yo siempre espero y pido más de mis jugadores. Hay buena proyección y hay que valorarlo, porque es muy importante. Estamos muy ilusionados con el comienzo del torneo y con lo que podemos hacer. Esperemos que el hincha siga contento y que éste sea el comienzo de una buena historia para Boca.
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