jueves, 2 de julio de 2009

Un 2 de julio pero de 2003, Boca se consagró Pentacampeón de América. Fue en San Pablo al ganarle por 3 a 1 a Santos en el Morumbí.


Carlos Bianchi había retornado a Boca a principios de 2003. Al firmar, lo primero que dijo fue que iba a ser muy difícil repetir lo del 2000. Pero un poco nos mintió. Armó un equipo muy competitivo y que jugaba casi de memoria. Un conjunto muy compacto y con el valor agregado de un Carlitos Tevez brillante, empezó a desandar el camino en la Copa Libertadores. Le costó pasar un Grupo complicado pero a partir de Octavos no paró más. Es cierto que en el partido de Ida de esa Fase, ante Paysandú, pareció que el sueño se derrumbaba. Pero en la Revancha, allá en Belém, dio cátedra y le demostró a todo el continente que se venía algo muy serio. Tan serio que terminó ganando siete partidos consecutivos. Descomunal. Encima, hubo que sufrir una seguidilla de lesiones increíbles que ni siquiera pudieron diezmar el funcionamiento del equipo. Ni un cachito así.



Superados el conjunto brasileño en Octavos, Cobreloa en Cuartos y América de Cali en Semis –con una goleada inolvidable por 4 a 0 en el Pascual Guerrero incluida- llegó la instancia decisiva. El rival fue el Santos de Brasil por quien Boca iba en busca del desquite de aquella Final perdida en el 63’ cuando Pelé y cía lo derrotaron en la Bombonera. El cotejo de ida ante Santos se disputó en la cancha de Boca y, con dos goles del ‘Chelo’ Delgado, los Xeneizes quedaron a las puertas del Pentacampeonato.



Para la Revancha, Bianchi armó un mediocampo compacto, duro. La cuestión era impedir que Santos pudiera manejar la pelota. Abbondanzieri; Ibarra, Schiavi, Burdisso, Clemente; Villarreal, Cascini, Battaglia, Cagna; Delgado y Tévez fueron los elegidos por el Virrey. Y tan bien le salió la estrategia, que a los 20’ ya estaba ganando con un gol de Tevez tras una doble pared con Battaglia. De ahí en más fue cuestión de esperar que terminara el partido para poder festejar. Boca siguió dominando las acciones mientras su rival se desesperaba sin encontrar el rumbo. A los 75’ un remate lejano de Alex logró empatar el partido. Quizá, un leve escalofrío pudo haber sacudido a algún pesimista hincha de Boca, pero era casi imposible que los locales pudieran revertir la situación. Así Santos se fue con todo para arriba, pero la inteligencia Xeneize pudo mucho más y Delgado aprovechó que su rival estaba todo jugado en ataque para poner a Boca en ventaja otra vez. La frutilla del postre fue el penal de Schiavi sobre la hora. Cabe destacar el reconocimiento del DT de Santos, quien fue a felicitar a Bianchi antes del término del encuentro. Mientras, los suplentes de Boca mostraban una remera azul con la insignia “Seguí participando” en alusión a aquellos que deseaban verlo perder y que se quedaron con las ganas una vez más.



Boca Pentacampeón de América. Un lujo que sólo los grandes se pueden dar.

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