sábado, 11 de junio de 2011

Martín y su camiseta azul y oro.(que menos para nuestro Titán eterno)


El adiós de Palermo de la Bombonera revoluciona a Boca: le hicieron una camiseta especial, preparan una megafiesta y hay una expectativa nunca vista. Histórico.

Si lo empezaste a querer con esa marioneta arriba del travesaño en su primer superclásico, si seguiste al pie del cañón todas y cada una de sus 20 gestas en el irreproducible Apertura 98, si te reíste orgulloso de tu ídolo en el ya mítico penal de las dos piernas, si te emocionaste hasta las lágrimas en aquella vuelta milagrosa contra River en la Libertadores, si gritaste hasta la disfonía en Japón y te burlaste del Real Madrid, si lo veneraste por ese mísil ante Independiente, si caíste incrédulo por ese cabezazo eterno frente a Vélez, si te vestiste de celeste y blanco para delirar con su gol agónico contra Perú, si te quebraste en llanto con ese derechazo mundialista... Mañana no podés faltar.

Sería una herejía. Algo así como borrarse de la fiesta de 15 de la nena. Inadmisible para un bostero de ley, de esos que chapean en la oficina, de esos que inflan el pecho en las discusiones familiares, de esos que pueden olvidarse la fecha del aniversario de su matrimonio pero jamás cómo, cuándo y dónde metió un gol Martín.

La Bombonera será un templo repleto de fieles rindiendo la última pleitesía. En el club subieron la apuesta y cuentan que la organización ya excede a la logística de un superclásico. Por eso, piden oficialmente que la gente vaya con antelación (las puertas de la cancha abrirán a las 18). La reventa llega a los $700 por una popular. Las redes sociales estallan. En los foros partidarios se multiplican los mensajes de aliento. Todos quieren el último autógrafo, la última foto. Si hasta algunos dirigentes y compañeros le pidieron una instántanea para el recuerdo. Y él accede. Con sonrisas, de buen humor, generoso, algo cansado. Pero ya sin fastidio. A puro goce lo encuentra el adiós a Palermo.

El Loco vive una semana de locos. Eléctrico como en su juventud, la adrenalina es su combustible para la última curva. El jueves lo empezó en el entrenamiento matutino (contó con la presencia de 700 hinchas) y lo terminó cenando en la casa de su amigo Pablo Migliore. En el medio, hubo tiempo para trámites personales y hasta para participar de un evento en San Miguel. Ayer, como siempre, fue de los primeros en la práctica en Casa Amarilla y después de cumplir con todos los requirimientos todos de sus fanáticos, asistió a una jornada en el club Marangoni, a beneficio del programa Proniño.

Los homenajes, se sabe, caerán en catarata. Ameal ya anticipó que habrá una “sorpresa” y se espera una noche a todo trapo, con el estadio decorado para la ocasión. Y la gente de Nike, de hecho, preparó una camiseta especial para el Titán, con el número 9 y su apellido en dorado. El club no envió una nota a AFA, pero si el árbitro lo percibe, debería hacerlo cambiar de remera ya que el reglamento prohíbe que un futbolista utilice un dorsal distinto al de sus compañeros. Además, la empresa que viste a Boca diseñó una movida para que todos los que quieran unirse a esta celebración puedan acercarse a los locales y estampar su camiseta con los detalles en dorado.

Ya está toda la fiesta armada. Hay día, hora y lugar. Sólo faltás vos...

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