lunes, 11 de abril de 2011

Se rompió el espejo y la cábalas no funcionaron


Falcioni repitió los cambios que le habían dado resultado casi hasta con precisión de minutos, pero no funcionaron: “Faltó agresividad”.

Los minutos en los que se prepararon para entrar Viatri y Mouche fueron casi los mismos que una semana atrás ante Estudiantes. Agarraron la camiseta, se pararon al lado del campo y, si las jugadas no se hubieran demorado, habrían ingresado igual. La intención estuvo. El resultado, lamentablemente para Boca y para Falcioni, no fue el mismo. No hubo centro de uno y gol del otro.

Ya en la conferencia de prensa del viernes, cuando apareció con una chomba igual a las de semanas anteriores, le preguntaron si era por cábala y contestó con una sonrisa. El domingo pasado en la Bombonera, también, las cámaras lo agarraron sentándose a las corridas en el banco ante cada jugada de peligro del rival. Y los cambios que volvió a hacer ayer ante Lanús pareció que tenían mucho de cábala, principalmente por la coincidencia en los minutos y porque reemplazó a los mismos jugadores cuando estaba para salir más Erviti que Chávez y con un rival cerrado hasta se podría haber pensando en un final con Palermo y Viatri juntos...

“Nos faltó agresividad y profundidad para lastimar al adversario. Tuvimos un primer tiempo bueno, parejo, nos faltó ese picante en los últimos 20 metros. Picante en el sentido de aceleración, pelota profunda, desborde. Por eso el ingreso de Viatri y Mouche, para seguir yendo en busca del partido y tener un hombre referente por Martín y otro para romper”, explicó Falcioni. Y enseguida, en un análisis superficial, completó: “Nosotros buscamos, pero erramos muchos pases. Así y todo, tuvimos opciones en el primer tiempo, con Chávez y Riquelme. Lanús no nos preocupó nunca. En el segundo fue más abierto y, más allá de un cabezazo, no había alternativas de peligro. Y en una salida rápida se les dio la diferencia”.

Las cábalas, esta vez, no funcionaron...

No hay comentarios:

Publicar un comentario