jueves, 14 de abril de 2011

Rojitas y Román, dos ídolos sin tiempos, patearon para el mismo lado: con la pelota pintaron un cuadro que será subastado para Unicef.


La emoción de una obra histórica...

El Tano Pascual, famoso hincha habitué de los entrenamientos de Boca, ya pasó los 80 años de vida. Qué mejor opinión que la suya, entonces, para una pregunta que ayer se formuló bastante en el club.

-¿Quién fue mejor, Rojitas o Riquelme?

-Los dos por igual.

Al veterano hincha se le piantó un lagrimón (es literal) cuando observó una imagen que también habría emocionado a los hinchas que ya pasaron los 50: Angel Clemente Rojas y Juan Román Riquelme juntos. Boca los crió y Unicef los juntó. Sí. El viejo ídolo y el ídolo actual. Dos cracks de épocas diferentes que están metidos en la historia de Boca.

Después de una larga espera, el 10 actual apareció por la cancha principal de Casa Amarilla vestido con la ropa del club y en ojotas. Con una chomba rayada, jeans y mocasines negros lo aguardaba Rojitas. Se fundieron en un abrazo. Un “cómo estás, pibe” y un “todo bien, maestro” fue el diálogo antes de realizar la obra benéfica que los unió un ratito. La idea era patear la pelota y que ésta pegara en un tachito de pintura para dejar la mancha en un panel. Dicho muro luego será subastado para que el dinero recaudado sea donado a programas educativos. Román pateó descalzo. Rojitas no se sacó los mocasines, lo que generó la broma de JR: “Ahora sí cagaste con esos zapatos, eh”. El viejo ídolo sonrió y le dio tres veces sin llegar a ensuciarse.

Gentil, de buen humor, visiblemente emocionado por la convocatoria de Unicef, Rojitas, de 66 años, llegó diez minutos antes de las 12, el horario pautado para el evento. Antes del encuentro con Román, charló un ratito con Olé .

-Angel, ¿quién fue mejor, entonces?

-Poné parejos, jaja... No, en serio, no se puede comparar. Se me hace difícil porque son épocas distintas. Todo cambió. La plata, la tele... Antes, los partidos, si no los veías en la cancha, los tenías que escuchar por la Spika. Es todo diferente. Lo más lindo es que la gente que nos vio jugar nos tiene en su corazón. Esa es mi satisfacción más grande.

-Dicen que usted, Maradona y Riquelme son los tres más grandes de la historia del club. ¿Coincide?

-(Piensa) No sé en qué lugar estaré. Para decir eso están la gente y los periodistas. Diego fue un genio, el mejor de la historia del fútbol. Pero en la comparación entre ellos, creo que Román fue el mejor jugador de la historia de Boca. Jugó más tiempo y lo jhizo desde chico, como yo. Y eso es un plus para el hincha.

Ganador de cuatro títulos locales (“cuando los torneos duraban un año, pibe”, aclara), Rojitas jugó nueve años en Boca. Su gambeta enseguida lo hizo ídolo. “Antes había que jugar tantos años en Boca, eh. No era fácil porque había cada nene... Hoy el fútbol cambió mucho. Porque apareció el amarretismo. Muchos técnicos le sacaron al hincha lo que más gustaba: el buen fútbol. Se empezó a pensar en ganar de cualquiera manera y así estamos”.

-¿Qué piensa de este momento de Boca?

-Y... es preocupante. Fue una lástima que no ganara el domingo porque si sumaba tres triunfos seguidos se iba a acomodar en la tabla.

-¿Este Boca depende mucho de Román?

-Claro, el equipo tiene que girar a su alrededor.

Llegaron los pelotazos al futuro muro. Las risas entre ambos, los abrazos, los flashazos para eternizar esa imagen codiciada por tantos hinchas y, para el final, las palabras del otro ídolo. El actual, el que ya está metido en la historia. “Es un hecho muy lindo poder ayudar a los chicos con esta obra y sobre todo poder hacerlo junto a Rojitas, alguien que fue tan grande, ¿no?”, arrancó el enganche.

Riquelme no lo vio jugar pero sí estaba muy al tanto de la gesta memorable de Angel Clemente Rojas. “Mi papá me dice que fue el mejor de todos. El se puso muy contento cuando ayer le conté que hoy iba a estar con Rojitas. No pudo venir porque tenía que llevar a mi hermano a entrenarse, pero estoy seguro de que él está mucho más feliz que yo”.

Se habían cruzado un par de veces antes de este acontecimiento. “Hoy lo vi de mejor humor, más dado, antes era más callado, más tímido”, lo definió Rojitas. Dos potencias se saludaron y pasaron un lindo rato juntos. La historia de Boca los unirá para siempre.

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