lunes, 18 de abril de 2011
La gente llevó trapos de apoyo, pero Palermo sumó otro partido sin meterla. Falcioni: “Lo bancamos”.
Martín Palermo: Humildad y sacrificio. Un optimista del gol y de la vida”.
“Ningún homenaje alcanzará para agradecerte tantas alegrías”.
“La N°9 siempre llevará tu pasión por Boca”.
“Gracias Martín”.
“Martín Palermo, eternamente agradecidos”.
“Martín siempre estarás en el corazón del hincha”.
“Fuerza Titán”.
Si algún desprevenido todavía quedara dando vueltas en otro lunes que el hincha de Boca no puede cargar a nadie en la oficina, bien podría pensar que las siete leyendas que dan comienzo a este texto pertenecen al merecido homenaje que gozará Martín Palermo después del 19 de junio. Pero hoy es lunes 18 de abril y el martirio continúa. El almanaque avanza a pasos agigantados. El reloj no frena, el gol no aparece y en las tertulias futboleras la pregunta se impone cada vez más impaciente: ¿Cuándo meterá un gol? Ayer fue otra tarde negra. La gente, incondicional ante un ídolo sin tiempos ni sequías (ya acumula 869 minutos sin convertir) capaces de borrar tantas hazañas conseguidas, le rindió pleitesía. Un repertorio de banderas colgó de la zona de los palcos, ubicados arriba de la platea preferencial y un estadio de pie lo ovacionó cuando ingresó y cuando salió. Esta vez, le tocó ser reemplazado por Viatri cinco minutos antes de los 18 del segundo tiempo, ya una costumbre que se venía repetiendo en los últimos partidos.
En los 58 minutos que estuvo en cancha, Palermo no contó con situaciones de gol y tampoco se asoció a los (escasos) intentos de juego colectivo que propuso el equipo. Participó, sí, en la jugada del tanto de Colazo tras recibir un pase de Riquelme, el primero que le dio Román en el partido, justamente en la semana que tanto se habló de si al 9 le pasan o no la pelota. Falcioni había dicho en la conferencia del viernes que “habría que preguntarles a los compañeros” y los compañeros, ayer, le dieron 18 pases y además hubo 11 intenciones de entregas que no llegaron a destino.
“Lo vamos a seguir bancando”, avisó el técnico luego del partido. Seguramente, el Loco será titular en lo que resta del torneo. El DT valora su profesionalismo, su ejemplo ante los más chicos y espera, claro, que se amigue con el gol. En definitiva, Palermo y el gol toda la vida fueron lo mismo. Y esta historia no puede ni merece terminar para el traste...
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