Monzón que llegó a Europa, que fue convocado por Diego y ahora por Batista, nunca pudo afianzarse en Boca. “Ojalá sea ahora”, dice.

Su currículum es más que respetable. Jugó en la Selección Juvenil, ganó una medalla dorada en los Juegos Olímpicos, pasó por el fútbol español, lo quisieron del fútbol italiano, fue convocado por Maradona y ahora por Batista... Sin embargo, Luciano Fabián Monzón tiene una cuenta pendiente en lo que va de su carrera: consolidarse en Boca. Dueño de unas condiciones futbolísticas envidiables, como su técnica y su buena pegada, el lateral no ha podido ganarse nunca un puesto en el equipo. Jugó con Ischia, quien lo hizo debutar allá por febrero del 2008, con Basile, con Alves, con Boghi y con Falcioni. Pero, hasta ahora, no logró la tan deseada continuidad. El domingo, contra Lanús, tendrá una nueva chance. El esguince de rodilla de José María Calvo le abre otra vez la puerta. ¿La podrá aprovechar? Esa es su pelea. La pelea de Monzón.

“Ojalá que, si juego, pueda hacer un buen partido y conseguir esa continuidad que todo jugador desea y que a mí me falta tener en Boca”, mientras aclara que aún no sabe si el DT le dará un lugar entre los 11. A punto de cumplir los 24 años (el miércoles próximo) pasa por un buen momento en lo personal, disfrutando de su mujer y de sus hijas Alma (dos años y medio) y Dalia (ocho meses). “Me siento más maduro en la vida y eso siempre es una ayuda”, dice. A nivel deportivo, no se puede quejar. Así como Maradona lo tuvo en cuenta en su ciclo al frente de la Selección, ahora es Batista el que vuelve a confiar en él para este selecciónado con jugadores del fútbol local que se está armando. “Es un orgullo que me hayan convocado de nuevo”, agrega. Sin embargo, la espina sigue siendo Boca. Sabe que está en deuda, que necesita jugar seguido y confía que una continuidad en Primera le sirva para mejorar su rendimiento. “Por un motivo u otro no jugué la cantidad de partidos consecutivos que me hubiera gustado. Por ahí algunas veces no lo hice bien y en otras tuve lesiones que me sacaron del equipo”, recuerda.

En este Clausura fue titular contra Racing, San Lorenzo y Olimpo. El domingo ingresó por Calvo, pocos minutos antes del final del primer tiempo. Con este esquema de tres centrales y dos laterales, quizá tenga una mayor proyección, que es lo que más le gusta y donde explota sus virtudes. Quizá, también, la rompa de una buena vez y empiece a demostrar en Boca esas condiciones que lo llevaron a tener ese currículum tan respetable como incompleto.