lunes, 25 de octubre de 2010

Riquelme volverá al equipo para enfrentar a Argentinos.


Tras 12 fechas de andar irregular, ¿su entrada cambia el panorama? Aún sin estar al 100%, su presencia aporta variantes a un equipo que todavía no encuentra el rumbo.

Fueron 175 días. Casi seis meses pasaron del nueve de mayo y aquel partido ante Huracán. En el medio, negociaciones de ida y vuelta por el contrato, dirigentes oportunistas, cinco victorias, seis derrotas, dos empates y un rendimiento colectivo irregular. Dejó de jugar con Pompei, volverá con Borghi. Lo único que queda intacto, sueña el hincha de Boca, es su talento: Juan Román Riquelme prepara su vuelta frente a Argentinos.

Luego de su operación de la rodilla izquierda, Riquelme se entrenó la semana pasada con normalidad. Aunque avisó que no llegará al 100%, su vuelta ya ilusionó a Borghi: "Está trabajando bien, si la semana que viene arranca en forma normal, puede jugar". ¿Es Riquelme una solución express a los problemas del equipo?

La llegada de Román, aún fuera de forma, aliviana la presión de otros jugadores. Cañete, Escudero y, en menor medida, Chávez, fracasaron en el intento de comandar a un Boca acéfalo en la creación. Además, como se vio en las prácticas, la categoría para las habilitaciones sigue intacta y, en un fútbol chato como el de este torneo, un pase gol puede ser el desnivel necesario para conseguir tres puntos.

Incluso parado, Riquelme aporta diferencia en un rubro clave en estos días: es un salto de calidad significativo en el nivel de shoteadores del equipo, donde las últimas pelotas paradas quedaron en los pies de Matías Giménez o Jesús Méndez. Además, la vuelta de Clemente Rodríguez, eterno compinche del 10, es otro aliciente para el regreso de Román y la reedición de una dupla que ha sabido de buenos resultados.

Tal vez la entrada de un jugador con menos despliegue que Chávez o Cañete indicaría un cambio del esquema con doble enganche que utilizó Boca en los últimos partidos, para colocar dos volantes centrales por detrás de Riquelme. Sea cual sea el equipo que pare Borghi, probablemente la 10 vuelva a estar en la espalda de su dueño. Tras 175 días de espera, años para los hinchas de Boca, Juan Román Riquelme vuelve y, solución o no, está feliz.

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