domingo, 31 de octubre de 2010

Con la vuelta del 10, jugaría Erbes por Chávez para ganar equilibrio. El 3-3-2-2 no les gustó a varios.


Con la vuelta del 10, jugaría Erbes por Chávez para ganar equilibrio. El 3-3-2-2 no les gustó a varios.

En estas 12 fechas que se disputaron del torneo sin Riquelme, Borghi buscó variantes y probó (sin éxito) cómo hacer funcionar al equipo sin su gran figura. Ahora, que existe la certeza del retorno de Román, la incertidumbre pasa por cómo jugar con él. Tanto el cuerpo técnico como los jugadores, creen que el 10 no va a ser el salvador. Entienden, lógicamente, que así como él ayudará a mejorar el nivel colectivo, ellos deberán ayudarlo levantando su nivel. Pero el Bichi también deberá analizar qué esquema le calza mejor a Riquelme. Algunos jugadores, con los grabadores apagados, admitieron cierta disconformidad por el último dibujo táctico armado por el DT. El 3-3-2-2 utilizado ante Huracán e Independiente no les gustó a varios. ¿Seguirá ese sistema o Borghi regresará a su 3-4-1-2 ideal? Ayer, por caso, plantó a Román como único enlace. No es menor el cambio desde el punto de vista táctico. El experimento de dos creadores juntos (Chávez y Escudero) no funcionó. Y ese problema quedó expuesto en el mediocampo. Contra Independiente, a Battaglia se lo vio desbordado. Llamaron la atención los gritos constantes de Seba a sus compañeros. Si bien se siente más cómodo como único volante central, atrás tenía sólo a tres defensores y a sus costados a dos carrileros demasiado abiertos.

La idea original de Borghi era que Chávez (o eventualmente Escudero) armara un doble cinco a la hora de recuperar la pelota. Pocas veces sucedió. Y Battaglia sufrió cada vez que tuvo que ir a algún costado a presionar. Se supone que con Riquelme en cancha, Boca tendrá mayor posesión de pelota. Pero Román necesita de carrileros que le pasen por afuera. Si no goza de ese beneficio, los volantes externos terminarían fundidos por el constante ida y vuelta.

Si contra Argentinos para el mismo equipo que en la práctica de ayer, con Erbes en lugar de Chávez (se recupera de una molestia muscular, pero estaría disponible para el sábado), Borghi perderá un socio para Román, aunque ganará en equilibrio. Así, con un doble cinco (Battaglia-Erbes), los dos carrileros (Clemente-Giménez) tendrían mayor libertad. Y se convertirían en interesantes opciones de pase para un 10 que buscará hacer funcionar a todo el equipo. De jugar Chávez, habrá que ver si Pochi puede lograr ese retroceso que Borghi le pidió ante el Rojo para que Battaglia no esté tan solo y no busque ayuda desesperada en los carrileros. Por ahora, parece que Pichi le gana a Pochi...

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