sábado, 21 de agosto de 2010
Borghi está obligado a hacer cambios en todos lados. Pero a veces un equipo se arma por accidente.
Hay buenas y malas para Borghi: esta semana, justo cuando aumenta la necesidad de ganar, en cada una de las zonas en las que él divide al equipo se encontró con problemas y se vio obligado a modificar la idea original. Así y todo, hay una forma de mirarlo en positivo.
Muchas veces los equipos se arman accidentalmente. Una lesión, una suspensión, un jugador que entra, rinde y se queda para siempre. Entre ingresos y cambios de posiciones, en una de ésas aparece el Boca del Bichi...
Zona defensiva.
Cellay terminó el clásico ante Racing con una contractura y no llegó a recuperarse. Sin Muñoz, titular en los partidos de pretemporada y vendido al Palermo de Italia, no aparecerá ningún juvenil. El técnico eligió correr a Medel de la posición de volante central a la de stopper por derecha.
Zona media.
Battaglia y Clemente no se entrenaron normalmente hasta ayer, el primero se mostró recuperado y el otro no evolucionó como se esperaba y todavía está en duda. “Voy a llegar bien”, dijo igual el Pelado. En tanto, Méndez era candidato a dejar el equipo para que volviera Matías Giménez, pero con la lesión de Cellay y el cambio de lugar del chileno, el Bichi tuvo que reacomodar todo el mediocampo: Clemente o Marín, Méndez, Battaglia y Giménez. A pesar de estos contratiempos, la movida de piezas puede resultar beneficiosa, ya que por primera vez podría contar con dos carrileros-carrileros y un número 5 con juego como Jesús.
Zona ofensiva.
Si alguna vez se discutió si se podía jugar con doble 9 y quién debería salir, la lesión de Viatri en el clásico dejó a Palermo como único hombre de área y el que aparecerá de entrada será Pablo Mouche. Y por la falta de generación de juego y abastecimiento, debutará como titular el juvenil Cañete por Escudero.
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