jueves, 25 de agosto de 2011

Boca entrena y espera por Román.


La lesión del volante, que ayer se retiró de la práctica, es la duda del “Xeneize”, quien ahora lo tiene como interrogante para saber si estará en el clásico ante los de Boedo. Si no evoluciona bien, al futbolista se le harán estudios para saber si la contractura no es desgarro.

Boca Juniors viene puntero y tenía una semana relativamente tranquila. Después del triunfo ante Newell´s, la novedad era que Diego Rivero no iba a estar por una distensión, por lo que su reemplazo sería el “Pochi” Chávez, quien cumplió un buen papel en el último juego frente al “Leproso”, donde también lo sustituyó. A él se sumaba Juan Manuel Insaurralde, quien tiene un leve esguince, pero que podría estar presente.



Eso era lo más sobresaliente de la práctica, hasta que a los 20 minutos del entrenamiento vespertino, Juan Román Riquelme puso un freno por una molestia que lo obligó a abandonar la práctica y marcharse hacia el consultorio, junto al doctor Veiga. Allí, el médico constató que tiene una fuerte contractura en el isquiotibial izquierdo y dialogó con el entrenador para tenerlo al tanto del tema.



Por el momento, es una dolencia que puede evolucionar de manera favorable, si es que el jugador así lo evidencia en la práctica. En caso contrario, si Riquelme no puede entrenar, la ecografía para determinar si no tiene un desgarro se llevará a cabo. Por lo pronto, el jugador quedaría afuera del partido ante el “Ciclón”.

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