domingo, 12 de junio de 2011

Palermo y la Bombonera se dijeron "hasta siempre"


Los fanáticos coincidieron en una frase para demostrarle todo su cariño al ídolo que se retira: "Eternamente gracias". Incluso las canciones habituales de la hinchada fueron levemente modificadas para incluir el nombre del goleador en sus estrofas.



Suele decirse que la vida del Titán es de película. Y vaya si lo es, que hasta su partido homenaje es infrecuente. Porque se vio rodeado de sus seres queridos, pero al mismo tiempo estuvo jugando por los puntos, ante Banfield, el mismo rival al que le clavó un golazo de chilena en el Apertura 2004, y contra el que pidió jugar sí o sí apenas unos días después de sufrir uno de los grandes golpes que le propinó la vida: la pérdida de su pequeño hijo en agosto de 2006. "Gracias Stefano, todo es para vos", cuentan sus allegados que dijo Martín al hacer el primero de sus dos tantos en aquel emotivo 3 a 0 que jugó con lágrimas en los ojos. De allí en más, cada uno de sus gritos fueron dedicados al ángel que lo acompaña y lo lleva de optimismo desde el cielo.

Ningún futbolero puede sentirse ajeno al sentimiento que esta noche se vivió en la Bombonera. Porque Martín Palermo trasciende las fronteras del "Mundo Boca". Su profesionalismo y su respeto por los rivales lo convirtieron en un emblema del fútbol argentino. En una leyenda viviente.

En el plano futbolístico a Martín se lo vio algo atado en los primeros minutos, con una visible sensación de que la situación y la emoción lo sobrepasó. Tuvo, igual, dos chances. En la primera, se lo sacó el arquero Bologna, y en la otra, pifió una chilena que podría haber sido épica.
Clausura 2011: los goles de Boca- Banfield (Canal 7)


Faltó el grito suyo, para que la fiesta sea completa. Pero como él mismo dijo durante la semana, no le puede pedir más al fútbol. Por eso celebró como propio el tanto de Colazo. Ah, Banfield le empató a Boca tras un error de Lucchetti.

A Martín le regalaron el arco que da a Casa Amarilla. Sí, así como suena: lo sacaron y se lo obsequiaron.

Le agregaron una plaqueta y se lo regalaron al Titán, que dijo: "No sé bien dónde lo voy a poner, porque en mi casa no entra, pero les agradezco muchísimo". Desde esta noche, ese arco se llamará "Arco Martín Palermo"

Allí se va Palermo, por última vez como futbolista profesional por el túnel xeneize. Tras sus pasos, se baja el telón de un escenario que lo vio protagonizar obras cumbres y goles claves, como aquel inolvidable y emblemático a River en el 2000, cuando volvía de una lesión de ligamentos cruzados, en la noche perfecta para el hincha de Boca.

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