sábado, 28 de mayo de 2011
Las diferencias entre Román y Falcioni siempre asoman. Ahora, lo que para uno no tiene nada de malo, para el otro merece sanción...
El DT, igual, borró a García y quiere que paguen una multa para que Lucchetti pueda jugar vs. Banfield.
La duda, ahora que Falcioni confirmó la sanción para Javier García, es la siguiente: ¿Juan Román Riquelme seguirá pensando que “es una pelotudez” que se cuestione que su amigo arquero haya dejado la concentración para acompañarlo a realizarse unos estudios médicos? Hubo apenas 12 horas entre que Riquelme habló en la medianoche de Radio Mitre y que Falcioni lo hizo en conferencia en Casa Amarilla. “De García se habla porque es amigo de Riquelme. Porque no hizo nada malo. Fuimos a la clínica y volvimos al hotel con el de seguridad y el doctor del club. No hicimos nada malo, no molestamos a nadie”, explicó primero el propio JR. Y cuando ayer el Departamento de Prensa entregó la lista de concentrados sin García, surgió la pregunta sobre esta ausencia para el DT: “Es una decisión, simplemente. Es una decisión técnica... Es marcar un camino de trabajo, de comportamiento, entre todos y para todos”.
Evidentemente, Riquelme y Falcioni no piensan igual. Para uno, es un tema menor, una polémica sobredimensionada por una supuesta conspiración en su contra. Para el otro, es un acto grave de indisciplina, que atenta con las normas de convivencia grupales, y ser amigo de uno de los dos referentes no habilita a tomarse licencias.
Ya el martes, delante del grupo, JC expuso a García preguntándole si se había ido del hotel. “Con permiso o sin permiso”, remarcó el DT. “Me fui sin permiso”, fue la respuesta inmediata. Y luego de la práctica, sin aceptar el error y acorde con el pensamiento manifestado por el 10, el arquero agregó que “hay cosas más importantes para preocuparse que si acompañé o no a Román”.
A pesar de esta diferencia de criterio, que no hace más que exponer diferencias más profundas, el cuerpo técnico no quiere una confrontación con el ídolo. Ya se dieron cuenta, después de roces iniciales, que ese camino está lejos de llevarlos al Paraíso. Por eso, últimamente, muestran un buen trato profesional. No piensan igual, pero tiran para el mismo lado.
Para Falcioni, además, hay dos jugadores intocables y ésos son Riquelme y Palermo. Así y todo, es el primer técnico que se animó a sacarlos cuando lo consideró conveniente y se bancó las repercusiones. Y ahora, con García, tomó una medida como antes lo había hecho con Noir y Monzón, pero con la diferencia que en este caso tocó a uno de los hombres más cercanos a JR.
Tal vez por esa cercanía, Román esta vez no fue para nada diplomático y no tuvo en cuenta que para el cuerpo técnico podía ser grave lo que hizo su amigo. “Si a alguien le molestó lo de García, tendría que hablarlo con él y no darle tanta trascendencia, porque a mi entender es una pelotudez, en el buen sentido, y perdón por cómo lo digo. Pero también tengo en claro que se habla de él porque es mi amigo”, insistió, antes de que se conociera la sanción. Julio César, en cambio, evitó el fuego. “No opino”, dijo ayer, cuando ayer le preguntaron por los dichos del 10. Y enseguida agregó: “Se llame como se llame, si no está en las pautas de convivencia normales...”.
El castigo a García, ya consciente de que no está en los planes para la próxima temporada, no sólo incluye la ausencia ante Newell’s. También, la Mesa Chica aprobó que se negocie con Banfield la renovación del préstamo de Lucchetti y por pedido del técnico, pagarían los 20.000 dólares para que en la 18ª fecha el Laucha (y no García) pueda enfrentar a su ex equipo.
El caso de García parece cerrado para Falcioni. El de Riquelme, no.
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