sábado, 4 de septiembre de 2010

A tener cuidado con los centros,y los cabezasos...


San Lorenzo metió varios goles por arriba. Boca tiene lo suyo. Con seis cabeceadores de temer por bando, Borghi y Ramón imaginan el clásico vía aére. Ojo: el local mata por esa vía y también sufre.

Dice Ramón Díaz: “Somos uno de los equipos complicados a marcar. Tenemos a Pereyra, a Tula... Y el grandote (Balsas) se lleva todo. Fue buscado de esa forma, para aprovechar todas las virtudes que tiene el equipo y tratar de corregir de a poco los defectos. En todos los partidos complicamos al rival. Boca tiene buenos cabeceadores, nosotros también. Va a ser un duelo de gente que cabecea bien. Nosotros casi todos los partidos convertimos en pelota parada y vamos a seguir en eso”.

Dice Claudio Borghi: “Sí, nosotros también somos fuertes en la pelota parada. Si repasan los goles de Boca, la mayoría han sido de pelota parada. Ellos tienen gente que va muy bien arriba. Un jugador muy alto que ha hecho un golazo contra Racina y otro, Tula, no tan alto pero que también convirtió de cabeza. Eso se combina mucho con lo que tenemos nosotros. Uno normalmente espera que cabecee Palermo, porque lo hace muy bien y lo ha hecho siempre, pero están cabeceando otros muchachos. La pelota parada ha pasado a ser muy importante”.

Lo dicen los técnicos de los dos equipos, el de San Lorenzo y también el de Boca. Tienen claro que en el fútbol de hoy, frecuentemente cerrado, los partidos suelen abrirse o definirse con una pelota parada, con las virtudes de sus pegadores y cabeceadores. Ramón tiene al enorme Balsas, de casi dos metros, que mira de arriba al más alto de sus rivales de esta tarde. No mucho más, en cuanto a altura propiamente dicha, sí si se mide por calidad. El Bichi, en cambio, tiene mayor cantidad de jugadores cerca del 1,90 metro: Insaurralde, Palermo y Viatri, un defensor goleador, un 9 con gran historia y otro 9 con gran presente.

Los goles de uno y otro, en consecuencia, tuvieron que ver seguido con esa capacidad de juego aéreo y de pelota parada. Borghi no es de ensayar excesivamente esos movimientos, pero los últimos tres goles llegaron por arriba, dos de Viatri y uno de Battaglia. En los dos del último fin de semana ante Vélez, además, hubo participación de Insaurralde y Caruzzo en las jugadas previas a los goles. El problema de Boca, por ahora, es que así como es peligroso en ataque, también en defensa, contra su propio bienestar: Yacob (Racing), Domínguez (All Boys) y Silva (Vélez) lo quebraron por ese camino.

Díaz, por su parte, el único día de la semana que cierra las puertas es el viernes y casualmente, ejercita pelota parada. Hasta la semana pasada, el CASLA venía poniendo en cancha cinco jugadores que van al área (Meza, Tula, Bottinelli, Pereyra y Balsas). Para esta fecha, con el ingreso de Benítez por Placente, agrega uno que encima metió de cabeza los dos goles que ya tiene en el club. Y en este torneo, cuatro goles de siete que convirtió llegaron de pelota parada: Tula a Godoy Cruz y All Boys, Balsas a Racing y Pereyra también a All Boys. Esta vez, como problema, le falta uno de sus pateadores top (Aureliano Torres). La buena: no sufre atrá por esa vía.

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