"Muchísimo”. Así lo quiere y lo necesita Borghi a Gonzalo Fierro. Por eso, la situación del chileno pasó de estar complicada a “mejor”. Si bien no hubo confirmación oficial (nunca la hubo, a excepción de las palabras del técnico), la situación del volante cambió luego del informe que enviaron los médicos que revisaron su ojo derecho y sólo restarían cuestiones formales para que se convierta en otro de los refuerzos de Boca. Mientras, el nuevito que en realidad es una cara conocida, ya tuvo su primera práctica con sus nuevos/viejos compañeros: Clemente Rodríguez ya está de nuevo en casa.
“Estamos viendo el tema del seguro”, explicó el jugador hoy en La Red desde Santiago de Chile, adonde viajó el lunes por la tarde desde Mendoza luego de atenderse con Roberto Zaldívar, uno de los oftalmólogos más prestigiosos del país, quien hizo su diagnóstico luego de revisar el ojo en el que el jugador sufrió un desprendimiento de retina en el 2005. Ahora, la cuestión a definir es quién se hará cargo del gasto que implica contratar un seguro que prevenga a Boca de alguna complicación legal en caso de que el jugador vuelva a tener problemas en su visión. “Entiendo a la gente Boca que se preocupa por mi salud. Si, yo veo bien, el ojo derecho no al 100%, se perdió un poco de visión, pero no tengo problema jugar día, noche, con lluvia”, explicó. Además, se encargó de aclarar la buena predisposición que tiene para firmar con Boca, tal como lo habían arreglado antes de la revisión médica que casi frustra su llegada: “ Le dije al club de hacer una carta firmada y asumir la responsabilidad completa. No quiero quedar mal con ellos”, explicó. Del otro costado de la cancha ya está Clemente, que viajará y hasta tendrá chances de entrar a la cancha si el técnico lo cree necesario. Dos buenas noticias. Uno ya está; el otro, casi.
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